En contra de mi voluntad

Era fin de semana, donde todo el mundo no hacía nada, descansaba de la semana de clases. Pero yo no. Me encontraba en la biblioteca ojeando un libro para hacer un trabajo mientras mordía la punta sin tinta de una pluma, con los pies encima de la mesa como si fuera algo común en vez de algo grosero. Bueno, tampoco había alguien por ahí para que me dijera algo. No quería hacer esto ahora pero era último curso y tampoco quería defraudar a mi padre, aunque no nos habláramos. Suspiré al pensarlo.

Escuché la puerta de entrada abrirse en ese momento y alcé la mirada del libro que tenía en mi regazo para ver quién había entrado.

La sala comun estaba vacia y no encontraba a nadie con quien poder conversar, por eso decidi ir a la biblioteca a buscar un libro para leer bajo la sombra de algun arbol y asi pasar el rato.
Me dirigia hacia el escritorio de la bibliotecaria cuando senti que alguien me miraba. Se trataba de un chico que parecia estar en el living de su casa por la forma en la que estaba sentado. Le sonrei y me dirigi hacia donde se encontraba.
- ¿Estas comodo? -
Le pregunte cuando estuve bastante cerca.

Una chica entró y nada más hacerlo se dirigió directamente hacia a mí. Bajé los pies despacio, dejando el libro a un lado, a la vez que le contestaba.

- Sí, muy cómodo - me encogí de hombros -. Si te molesta los quitaré como acabo de hacer.

Mostré una sonrisa despreocupada y volví a mirar el libro que tenía delante de mí. Ahora se me habían quitado las ganas de volver a mirarlo.

- Naaaa, no me molestan, solo me parecio curioso -
Me encogi de hombros restandole importancia.
- Pero si alguien pregunta yo te hice bajar lo pies -
Sonrie con picardia y le mostre la insignia de prefecta.
Viendo que habia vuelto a mirar su libro, me gire despuesta a marcharme.

Parpadeé sorprendido cuando vi su insignia de prefecta y mi boca se quedó en una perfecta "o".

- Demonios, haber avisado antes - dije ya pasando del libro completamente -. ¿Ya te vas?

- Pense que querias seguir leyendo -
Le dije encogiendome de hombros y volviendo sobre mis pasos
- bueno, para la proxima ya estas avisado -
Le sonrei divertida mientras me sentaba en frente suyo
- Soy Kiara Dark, un gusto -

- Lo menos que quiero ahora es seguir leyendo - murmuré para mí mismo. Ella se sentó frente a mí dispuesta a quedarse conmigo. Sonreí de nuevo -. Yo soy Brad Copper, también es un gusto.

Solté la pluma que estaba mordisqueando al lado del libro y entrelacé las manos encima de la mesa mientras la miraba.

- ¿También vienes a hacer tarea o estás aquí por aburrimiento?

- Mucho, demasiado aburrimiento. Tenia pensado leer algo bajo la sombra de un arbol -
Le sonrei un poco incomoda por la forma en que me estaba mirando, parecia como si me estuviera analizando o algo. Aunque siempre podian ser ideas mias, nunca se sabe.
- ¿Estabas haciendo tarea? -

Miré el libro abandonado de soslayo y me encogí de hombros.

- Se supone que estaba haciendo trabajo. Por ir bien con todo, nada más. No tengo ninguna gana de hacerlo.

Sonrei de medio lado, no habia frase mas delatora de casa que esa.
- Sos de Ravenclaw, ¿no? -
Es cierto que habia casos raros como los Alex en los que nunca te imaginarias que pertenecen a esa casa, pero cuales eran las posibilidades de encontrarte con esos casos.
- Es que la frase que acabas de decir me sono tan Ravenclaw -
Le dedique una sonrisa inocente.

Asentí.

- Sí, soy de Ravenclaw - suspiré -, aunque pienso que debería haberme tocado en otro sitio. Supongo que tú serás de otra casa pues nunca te he visto.

Me sentia orgullosa de haber adivinado su casa y deje que se viera con un gesto que, a ojos de cualquiera, parecia arrogante. Aunque solo fuera un gesto de auto felicitacion.
- Si, soy de Haufflepuff -
Despues de fijarme que nadie estuviera viendo empece a amacarme en la silla.
- Igual hay algo que no entiendo. Si no querias hacer la tarea y no estabas obligado a hacerla, ¿Por que estas perdiendo el dia en la biblioteca? -

- Últimamente no voy bien con los estudios - solté y sonreí avergonzado -. Y no quiero que mi padre se enfade, es demasiado estricto y...eso.

Me callé, no quería que supiera que me llevaba muy mal con mi padre y que no nos hablábamos.

Sonreí de nuevo como si no pasara nada.

Rode mis ojos con cansancio, totalmente ajena al transfondo de sus palabras
- Habeses los padres pueden ser muy molestos -
Me quede en silencio un momento, pensando en los mios. Tuvimos nuestro momentos y la cosa pudo haber terminado mal, sin embargo no podia decir que los mios entraran en esa categoria.
- Aunque algunos tenemos suerte y nos tocan unos padres geniales -

- Sí, mucha suerte - secundé mientras miraba mis manos entrelazadas con una mirada que no se supo identificar. Lástima que a mí se me acabó esa suerte hace años, pensé.

- Supongo que te estaré aburriendo y querrás leer, ¿no? - dije mirándola de nuevo.

Cuando miro sus manos, en su mirada habia algo. No pude definir que era, y tampoco tuve tiempo para analizarlo porque ya me habia hablado de nuevo.
- Naaa. Me gusta leer, pero prefiero charlar con las personas. La lectura es solo para cuando no tengo mas que hacer -
Pare en seco, dandome cuenta que por ahi era una forma educada de pedirme que me vaya. Deje de amarcame en la silla y lo mire con un gesto de disculpa.
- Habeses puedo ser muy bruta y no captar las indirectas. Si queres puedo irme -
Ofreci apenada