Saboreando el silencio (Libre)

-La verdad es que me es indistinto, no soy muy especial con la bebida- Hizo una pausa para mirar al camarero, que gruñía detrás de la barra y lo señaló con la cabeza- Le preguntaría al camarero que que nos aconseja pero no se si le va a sentar muy bien. ¿A ti que te apetece?

Helena observó la reacción del camarero y alzó una ceja, intrigada. ¿Quien era realmente el muchacho con el que estaba sentada?. No dijo ni hizo nada al respecto, se limitó a sonreír, como si no se hubiese dado cuenta de nada.

-Pensandolo bien creo que me apetece un poco de Ron- Se levantó y se lo dijo al camarero, que ni siquiera levantó la vista del suelo- Y para él- añadió señalando a Andrew- no se, lo que elija la casa.

Volvió a su asiento a esperar las bebidas y miró al chico, que aún estaba en la barra, sin dejar de sonreír.
-Espero que lo que te traigan este bueno.

-Si, ha sido muy amable- Helena le dio un pequeño sorbo al Ron, estaba fuerte y hacía mucho tiempo que no bebía alcohol, sinembargo, le sentó bien, el Ron le traía recuerdos divertidos.- Aunque...-añadió como quien no quería la cosa- Tenía entendido que el camarero de Cabeza del puerco no era amable con nadie, ¿No te resulta una deliciosa coincidencia que haya decidido cambiar justo el día que aparecemos nosotros por aquí? El mundo es aveces muy divertido.

Helena desvió la vista aún sonriendo, como si su comentario fuese una absoluta tontería, aunque en realidad estaba más que pendiente de la reacción de su acompañante.

-¿Esta rica tu bebida?

-Suerte- Pronunció la palabra muy despacio -Sí, sin duda todo se debe a nuestra buena suerte.

Cogió la bebida de Andrew entre las manos y tomó un pequeño sorbo.

-Totalmente de acuerdo, esta deliciosa- Alzó la mano hasta que el camarero la miró y luego le dedicó una gran sonrisa- Enhorabuena, ha acertado usted de lleno.

Al camarero no parecieron importarle mucho sus halagos ya que volvió al trabajo sin decir nada. Helena se encogió de hombros.