Negocios... (Andrew)

Después del almuerzo, me dirigí para Hogsmeade. Tenía que cerrar unos "negocios" en Las Tres Escobas. Salí del castillo... me encargué de que nadie me viera y salí del castillo rumbo a Hogsmeade. Al llegar allí, la tienda de Las Tres Escobas estaba abierta. Abrí la puerta y entré. Me encontré una mesa bien oculta para que no haya tránsito a nuestro alrededor y me senté a esperar a Andrew.

Me pedí una cerveza de mantequilla y mientras veía lo que pasaba por el pueblo. Nada nuevo. Ni siquiera la gente comentaban los últimos chismes del día, o de la semana, o quien sabe.

-En primer lugar me alegro que decidiste entrar de nuestro lado! Ví que ya pidió una limonada y ya no tenía caso ofrecerle más. -Bueno, mi respuesta a tu pregunta... por supuesto que puedes estar sin hacer la tarea, pero... No había nadie alrededor que nos podía oir. -de esto ni una palabra a nadie! ¡Nadie debe enterarse de que yo te permití eso. Sólo lo hago con los Slytherins. Contigo es una excepción. Así que no te me pongas hablar de más con tus compañeros. Tomé un poco de cerveza. -Y sobre los examenes tampoco abras la boca! Serás el único Ravenclaw que recibirá las respuestas por adelantado. Miré por allí, no había nadie que nos podía escuchar. -Pero si abres la boca sobre esto que hablamos, no quisiera estar en tus zapatos ¿entendido? Tomé de la cerveza. -Espero sepas apreciar lo que hago por ustedes!

Respiré hondo mientras enderezé mi espalda en la silla y tomaba un poco de mi cerveza. -Y hablando de otras cosas... Miro por allí. -¿Qué pasó? ¿Ya entrenaste con... ? ¿Qué te parece todo? Teníamos que hablar en clave para que no hayan intrusos que nos podían oir.

-¡Me alegro, mijito! Y esta vez no usaba la ironia, lo trataba como un hijo de verdad. -¡Junto a nosotros lograrás muchas cosas! Ví lo que estaba tomando. -¿Enserio no quieres una cerveza? Sonreí de mi mejor manera. Era una sonrisa sincera. -De todos modos hay que seguir entrenando. No quiero que esos malditos nos tomen por sorpresa! Puse mi mano en su hombro. -¡Tú eres un gran tesoro para Tom! Le dije por su nombre ya que nadie podía saber de lo que estamos hablando.

Escuché su susurro y asentí con la cabeza. Entendí perfectamente que se trataba de un horrocrux. -¡Excelente! ¡No te preocupes! Ese es nuestro gran tesoro... más bien tu más gran tesoro. ¡Cuidalo! ¡Que nadie lo destruya! Lo dije como si fuera dando una órden, pero la verdad temía. Debemos cuidar nuestros horrocruxes. Núnca se sabe cuando alguien está buscándolos.

-¡Muy bien! Sonreí. -Pero, como ya te dije, cuidate y no hagas disparates! No quiero que vuelvas a llegar a Azkaban! Le dije. Volví a beber de la cerveza. -Mm... rica! Lástima que no quieras probarla.

Oí sobre la pieza de ajedréz. -¡Muy bien! Aunque creo deberás guardarla en nuestra guarida o en el Banco de Gringotts. Con tanto alumnado en el castillo quien quita y alguno te la roba.

-Hmm... si tú lo dices! No estaba demasiado confiado, pero tenía que darle el beneficio de la duda. -De allí no tienen como robartela.

Le dí un sorbo a mi cerveza, mientras lo estaba viendo mirando por la ventana. Lucía aburrido (?). La conversación desvió y nos encontramos platicando sobre la nueva profesora de Herbología. Jamás la había visto. -¡No! Desgraciadamente no conozco aún a la profesora. ¿Por qué? Le pregunté. -¿Tienes problemas con ella?


( me voy a ... mañana entro ^^ )

[OFF: Ok xD]

ON:

-Algo así profesor... Le encanta jugar con los alumnos, no importa si es chico o chica, y todo es por una extraña escencia que posee, que incluso hipnotizo a una chica Veela.-Mencioné para dar un sorbo a mi bebida.-Y conoce un extraño secreto de la inmortalidad e igualmente usa extrañas plantas... Podría ser un peligro o una ayuda, pues ama a Lupin, pero este no le corresponde... ¿Qué sugiere profesor?

-¿Veela? ¿Esencia? Pregunté intrigado. Mi mente estaba maquinando algo realmente diabólico. -Así que anda seduciendo lo que le cae en manos...! Mi mente planeaba algo. -¿Sabes qué? Con un poco de imaginación podemos delatar a esta profesora. Pero voy a necesitar ayuda. Tenía un plan para que expulsen a la profesora. -Claro, si quieres que esta profesora abandone el colegio por... ¿abuso de menores? Rio divertido.

Suspiré. -Mm... así que ama al licántropo...! Ésta sí que es un peligro. Y no sólo para los alumnos, sino que si descubre quien soy me expulsan. Tenía que pasar como ángel. -Primero, me dices si tengo camino libre, si quieren que corran a la profesora. Luego veré si pongo en marcha mi plan. Le dije mientras seguí tomando de mi bebida.

Oí lo que dijo del Cruciatus. -¡Ni se te ocurra! ¡Tú no te involucres en nada! Tomé una gota de cerveza y seguí. -Se me ocurre lo siguiente!

-Tú te vas a acercar a ella, reprimes todo el asco que sientes... si es que sientes algún asco... y yo utilizo una cosa llamada cámara digital y los grabo. Le dije. -Pero lo haces de manera que ella parezca seducirte. Y allí, mijito, la corren sin contemplación por seducir un alumno! Sonrisa malévola.

Suspiro. -Lo sé, mijito... pero tenemos que hacerlo!

Ví que estaba por terminar su limonada. -¿Quieres otra? Le pregunté. Levanté la mano y llamé al encargado para pedirle más.

-¿Sugieres alguna otra cosa? Tienes razón y esto puede ser poca cosa para ella. Quien sabe quien la infiltró en el colegio...! Hay que pensar en otra posibilidad también. La ví y tienes razón... es demasiado asquerosa...!

-Bueno... ya lo verémos. Le dije liado con el tema de la profesora asquerosa.

Noté su gran interes en los entrenamientos. -¡Por supuesto, mijito! De hecho esta misma noche te puedo enseñar unas cositas. Como controlar el tiempo y las estaciones por ejemplo. Sonreí, mientras me tomé un poco de cerveza. -Eso no enseño a todo el mundo. Y debe permanecer un secreto... como hasta ahora. Le dije. -Así que ninguno de tus amiguitos... excepto los mortífagos deben saberlo.

Se atragantó con su limonada. Después se recuperó solito. -¿Agua? Pregunté, mientras le eché agua de un jarrón que había allí en una copa.

-¡Muy bien! Entonces será en la noche en... Miré por allí: no había nadie. -La Casa de los Gritos, a media noche. Le dije. -¿Sabes llegar allí? Le pregunté.

Asentí con la cabeza, bebiendo del agua que me había servido en la copa, eso me ayudó bastante, debía evitar beber o comer cosas mientras platicaba, sorpresas como estas solamente acabarían llevandome a una tumba.

-Claro, es sencillo llegar... Entonces ya esta la hora y el lugar.-Afirmé con calma, para ver por la ventana despues, todo estaba tan solo y vacio...

[OFF: ¿Abres o abro? o.o]

( como quieras xD... abro ^^ )

Después de tomar del agua se calmó. Tomé lo que me quedaba de la cerveza para terminarla.

-Cláro. Ahora, si tienes cosas que hacer, te regreso al castillo. Me levanto y saco la cartera, dejando dinero en la mesa. Llamo con la mano al encargado para que recoja su dinero. -Recuerda que nadie debe saberlo! Son cosas que nos incumben estrictamente a nosotros los mortífagos! Si se enteran los demás estamos muertos. Le dije.

Miró por la ventana. Todo estaba vacío. La gente ya se había retirado.

-¿Crees que pase algo? Este silencio sepulcral nada bueno trae...!

[OFF: Ok, abre ^^]

ON:

Me encogí de hombros despues que me hizo la ultima pregunta, realmente no tenía ni la menor idea, quizas había un toque de queda o celebración, en realidad me daba igual, el profesor dejo el dinero sobre la mesa para pagar, solo mire y me puse de pie para marcharme y esperar el entrenamiento.

-Bueno, entonces quedamos para en la noche! El chico se levantó. Después de dejar el dinero, me levanté, llamé al mesero y segundo después salimos los dos del local. Ahora estabamos afuera del local. Me transformé en humo negro y Desaparecí. Supuse que lo mismo hizo él.