Perdida en las torres (Knox)

Quedaba poco tiempo antes de la cena, pero me apetecia mucho subir a una de las torres a contemplar el cielo, ya que no solian estar demasiado transitadas, sobre todo la de astronomia. Dicho y hecho, recorri las escaleras y pasillos que me llevaban a dicho lugar. No deberia estar yendo alli porque en realidad tenia bastante tarea atrasada, pero bueno...seguramente si me pusiese a hacerla seguro que acabaria dormida o dando golpes contra la mesa de la biblioteca, asi que iba a perder el tiempo igualmente. Pise el septimo piso y me di cuenta de que aquella torre empezaba a no sonarme de nada. De repente divise una puerta que no tenia picaporte, y que tenia una argolla en forma de águila. Genial, se me habia ido la olla y habia acabado en la puerta de la sala comun de Ravenclaw. Justo al lado de la puerta se encontraba aquel chico que se habia sentado al lado mia en clase de Defensa. Como estaba un poco perdida, me acerque para preguntarle.

-Perdona...-dije, acercandome- es que veras, iba a la torre de astronomia pero debo de haberme despistado, he terminado por aqui y estoy un poco perdida...

Salía de la Sala Común dispuesto a darme el banquete de mi vida, me rugían las tripas y solo pensaba en comerme unos buenos huggies. Antes de bajar por la escalinata de piedra de la torre me agaché a atarme en condiciones los cordones de los zapatos, se había convertido en costumbre tras el quinto o sextro traspiés que habían dado con mi culo cuarenta escalones más abajo.

Al ponerme de pié ví a una chica que parecía un poco desorientada y subía directa a la puerta de la Sala Común. No la reconocí hasta que llegó al final de la escalinata, pero una vez a mi altura supe que era la rubia de Slytherin que se había sentado conmigo en clase.

Se me acercó y vi en ello la oportunidad de darle las gracias, aunque se me adelantó con un leve "perdona". No sabía porque me pedía perdon, no tenía nada que perdonarle.... mis dudas quedaron resueltas con el final de su frase, tan solo me estaba pidiendo indicaciones, probablemente ni me había reconocido. Tenía que aprender a esperar a que la gente terminara de hablar antes de ponerme a pensar.

- Es normal que estés un poco perdida, tu ibas al ala este y has terminado en el ala oeste - adopté un semblante compasivo, la pobre chica se había dado una buena caminata en dirección contraria-. si quieres te acompaño - dije cortesmente-. yo iba al Comedor, me pilla de camino.


Dudé por un momento si darle las gracias o no, pero me daba vergüenza que no me hubiera reconocido así que preferí esperar a ver que pasaba...

Me indicó amablemente que habia ido en la direccion completamente contraria y se ofrecio a acompañarme, diciendome que a el le pillaba de camino al comedor. Decidi decirle que si y asi aprovechar la oportunidad de hablar con el, ya que tan solo habia cruzado un par de susurros con el en la clase.

-Pues me harias un gran favor, no quiero volver a perderme...tengo que empezar a atender un poquito mas cuando ando si no quiero que me pasen estas cosas- le sonrei, aceptando su invitacion.- Por cierto, te sentaste a mi lado en clase de Defensa contra las artes Oscuras pero no consigo recordar tu nombre, creo que ya has podido comprobar que soy un poquito despistada...Me llamo Mirajane, encantada- le tendi la mano, presentandome.

- Un placer Mirajane, yo soy Knox. - Me presenté estrechándole la mano. Al parecer si que me había reconocido, algo que me hizo extrañamente feliz.- y tu eres la primera Slytherin que conozco, con un nombre ciertamente curioso por cierto. - Sonaba como muy exótico pero no se me ocurría de donde podría ser.- ¿de dónde eres? - pregunté con curiosidad-. ¿Y que hacías de camino a la torre de Astronomía?, ¿te gustan las estrellas? A mi me encantan - exclamé entusiasmado-. pero me temo que también me encanta hacer un montón de preguntas cuando estoy nervioso y no soy especialmente sociable así que siempre estoy nervioso cuando conozco a alguien... si te incomodo solo dimelo y empezamos de nuevo desde el apretón de manos.

Knox! Por fin lo recorde. Era la primera Slytherin que conocia, segun me conto. A continuacion empezo a hacerme bastantes preguntas, parecia un poco nervioso, en parte sabia lo que se sentia. Comence a reir, el pobre se veia super adorable con sus nervios. Ahora que me fijaba, la verdad esque era bastante guapo...'contestale Mirajane, que ya se te va otra vez la olla'

-Ei, ei, tranquilo. No me incomodas en absoluto, pero si te parece vamos por partes, ¿Vale? -le conteste, sonriendole. En realidad me incomodaba un poco estar con gente desconocida, pero ya me habia propuesto quitarme esos problemas de la cabeza y el parecia un poco timido, asique calle mis pensamientos y segui hablando- Todo un honor ser la primera Slytherin que conoces, -dije, inclinando un poco la cabeza-ya veras como las serpientes no somos tan malas.Soy de Newcastle, Inglaterra. Aunque mi nombre es japones, a mi madre le encanta todo lo relacionado con la cultura japonesa y decidio llamarme asi. No es de los nombres mas complicados, pero si quieres puedes llamarme Mira.-puse una mano en mi sien recordando que mas me habia preguntado.- Ah! Iba a la torre de astronomia a contemplar un poquito el cielo, me gusta observarlo de vez en cuando, me evade de mis pensamientos...¿Asique te gustan las estrellas, eh?- 'Que mono'- Bueno yo ya me callo un poquito...¿Te parece si ahora me contestas tu? ¿De donde eres, y todo eso?-le propuse

Mirajane comenzó a contestar mi verborrea incontenible de preguntas, con un orden perfectamente estructurado y un encanto que me hizo plantearme si realmente merecía pertenecer a una casa con esa fama. Cierto es que tanto Chloe como Mei me habían hablado maravillas de sus amigos de Slytherin y me habían asegurado con vehemencia que la gente de esa casa no era como la pintaban; pero no podía evitar pensar en que casi todos los magos tenebrosos habían sido formados entre las serpientes...

Volví de mis pensamientos a tiempo para pilar que había nacido en Newcastle y que a su madre le iba el rollo asiático. Luego me comentó que le gustaba mirar el cielo para evadirse de sus pensamientos, si supiera que el cielo siempre estaba en los míos... finalmente me preguntó sobre mí. Manos a la obra.

- Pues.... a ver que puedo contarte... yo soy Ravenclaw como puedes imaginarte - dije señalandome el escudo-. este es mi séptimo año así que tendremos que darnos prisa en conocernos. Por lo demás... - pensé en todas las cosas que había hablado con Mei y Chloe e intenté hacer un pequeño resumen- soy escocés, nací en Edimburgo; me gusta el fútbol, el ajedrez mágico y las ranas de chocolate, odio los pantalones cortos y... - cerré los ojos haciendo un esfuerzo por recordar, no quería dejarme nada en el tintero-. y no tengo novia.

Pensé en lo raro que había sonado eso último cuando Mirajane no había hecho intención de preguntarme nada parecido y por un momento tuve ganas de matar a Chloe por hacer esa pregunta.

- No estoy ligando contigo ni nada parecido, no pienses mal - murmuré nervioso.

Comenzo a responderme la pregunta y a contar un poco mas de el. Parecia un poco mas tranquilo que al principio. Ravenclaw, como delataba su uniforme, y de septimo, el mismo año que yo. Comento algo sobre la prisa en conocernos al ser nuestro ultimo año. No se por que pero, me apetecia mucho ser su amiga y conocerle un poco mejor. Continue escuchando: Escoces, le gustaba el ajedrez magico y no se que mas que me sonaba a deporte muggle.

-¿Futbol? ¿Eso es un deporte muggle, no? Mis padres nunca me han hablado del mundo muggle pero he investigado a escondidas un poquito alguna vez.-le confese, con una risita.

Seguimos: Odiaba los pantalones cortos y no tenia novia. Espera. ¿Me habia soltado que no tenia novia? Me sonroje ligeramente, pero el volvio a ponerse nervioso de nuevo y se disculpo a toda prisa.

-No te preocupes, no pasa nada-dije, intentando calmarle.-No te pongas nervioso, despues de todo ya no soy tan desconocida ¿no?- sonreí.-Eres muy agradable, te lo digo en serio.- no sabia si realmente estaba calmandole o se iba a poner mas nervioso, asi que pense que lo mejor seria cambiar de tema...pero no sabia cual. Hasta que se me encendio la bombilla, me habia quedado con la duda de algo acontecido en clase- Oye! ¿de que conoces al profesor Lupin? Parecias muy emocionado al verle, quiero decir, todos alli lo estabamos, pero no se, era como diferente y...-entonces me pare a pensar un poco: debia estar sonando como una autentica cotilla-Ai, perdona, perdona, en este instante debo parecer una metomeentodo. No hace falta que contestes, si no quieres-parece como si se me estuviera pegando sus nervios a mi tambien y empece a soltar una palabra detras de otra casi sin pensar, pero me habia quedado una gran duda y no queria perder la oportunidad de preguntarsela.

Estaba enrojeciendo por momentos, estaba claro que su intención era tranquilizarme y evitar que me pusiera nervioso pero era lo suficientemente tímido como para ponerme de color escarlata si me hacían cumplidos directos. Si, agradable me parecía un cumplido directo, sobre todo si me lo decía una persona a la que acababa de conocer y a la que parecía que le estaba tirando la caña.

Me metí las manos en los bolsillos e intenté calmarme jugando con la tela del interior del pantalón. Un poco más relajado llegué a la conclusión de que lo mejor sería contestarle a alguna pregunta antes de que empezara a impacientarse o yo comenará a parecer autista.

- No eres ninguna metomeentodo, no digas esas cosas - al contrario, apreciaba mucho la intención de desviar el tema, solo que quizás había escogido uno un poco complicado-. El profesor Lupin me dió clase hace un par de años y es un buen amigo - traté de no profundizar mucho en el asunto o no podría evadir mi licantropía-. es un maestro fantástico, se involucra mucho con sus alumnos así que me echó una mano en un momento un poco difícil, eso es todo - sonreí esperando que eso fuera suficiente para satisfacer su curiosidad-. por cierto, solo te he visto en DCAO, ¿no estás apuntada a herbología o astronomía?.- No pregunté más porque no recordaba si coincidiamos en alguna otra clase con los Slytherin, quizás en transformaciones, pero no estaba seguro...

Parece ser que mi pregunta le habia puesto aun mas nervioso, pues el color de sus mejillas estaba enrojeciendo por momentos.'Muy bien Mirajane, para un amigo que puedes ganarte que no te llama bella dama y no te hace reverencias la estas liando buena'. Estaba empezando a sentirme un poco mal, ya que cada vez que abria la boca parecia liarla mas. Agache la cabeza con las mejillas un poco sonrojadas.

Metió las manos en los bolsillos mientras parecia pensarse su respuesta. Justo cuando empece a pensar que quizas iba a mandarme a paseo por cotilla, comenzo a hablar de nuevo. Me explico que el profesor Lupin le habia ayudado en un momento complicado, asi que para no meter mas la pata decidi no abrir mas la boca respecto al tema.

-Estoy apuntada a clase de Herbologia, aunque aun no he ido a clase, es que eché la inscripcion un poco tarde...a Astronomia si que no estoy apuntada directamente, no me llama demasiado la atención-pense en el poco sentido que tenia el hecho de que yo me dirigiese a la torre de Astronomia cuando en realidad no me interesaba- se que no concuerda para nada que te este diciendo esto cuando mi destino era la torre de Astronomia, pero a veces soy un poco rara. ¿Y tu en que clases estas? -era horrible recordando caras, asi que no sabia a ciencia cierta si habia coincido antes con el o no-Yo tambien te he visto solo en Defensa creo, pero seguro que a partir de ahora no se me olvida tu cara.

Genial. Ahora parecia que la que le estaba tirando los tejos era yo.

No tenía ningun sentido que le gustasen las estrellas y no fuese a la clase de astronomía pero, tras haber dejado claro este punto y una vez debatidos los pros y contras, mi cerebro y yo llegamos a la conclusión de que aceptabamos su "a veces soy un poco rara" como explicación más que factible; especialmente si lo decía con esa cara.

- La clase de herbología es... especial - extraña, compleja, difícil...- pero seguro que la profesora no te dejará indiferente y aprenderás mucho, creeme. - Con las manos aun en los bolsillos crucé los dedos para que la profesora ni siquiera la viera, si la ignoraba mejor que mejor, o incluso que la tratase mal para que nunca más volviera a sus clases. Como profesora Hebofis podía ser excelentemente competente, pero estaba seguro de que si Mirajane ponía un pie en el herbolario la haría participe de su juego absurdo y no me gustaba nada la idea. Con todo y con eso no podía decirle que no fuera o me haría preguntas que no podría responder- Y, si es cierto que no olvidarás mi cara podemos sentarnos juntos, ¿que te parece? -sonreí intentando terminar de romper el hielo que nos separaba, al parecer no hacíamos más que meter la pata insinuando cosas que no eran lo que parecían-. prometo no hablarte mucho para no distraerte, y si quieres te puedo dejar los apuntes de las clases pasadas, recuerda que soy un Ravenclaw -dije bromeando-, yo de tí aceptaría.

Especial…no sabía exactamente a qué quería referirse con eso, pero no le dí mayor importancia. También dijo que iba a aprender mucho, que era lo que esperaba, dadas mis nulas habilidades en aquella asignatura. Era una mis tareas pendientes mejorar un poco en aquel campo. Dicho esto me hizo la segunda propuesta de nuestra conversación: sentarnos juntos en Herbología, ofreciéndome también dejarme los apuntes de las clases a las que no había asistido. Dos por uno: compañía en clase y apuntes, definitivamente no podía negarme.

-Uff, yo que tu tendría cuidado con lo que me estas diciendo…tiendo a hablar mucho en clase cuando la encuentro aburrida. -le advertí, divertida- Pero ya que te ofreces, acepto –puse la mano en el corazón, bromeando- y haré un serio esfuerzo para no ser yo la que te distraiga en clase, lo prometo. Y los apuntes me vendrían realmente bien, si te soy sincera. Así que, ¿compañeros? –extendí mi brazo con el puño cerrado esperando que chocara.

-Se te acumulan las propuestas chico Ravenclaw, recuerda que te has ofrecido a acompañarme a mi destino original.-le recordé. En ese momento mi estomago rugió, reclamando que ya era hora de llevarse algo a la boca, y haciendo que me ruborizase tenuemente por vergüenza- Aunque creo que mas bien voy a ser yo la que te acompañe al Gran Comedor…¡Estoy hambrienta! Como me apetece un cacho de tarta de melaza…

- Compañeros.- Me reí al tiempo que chocaba la mano con el puño cerrado como ella había indicado, al final terminaría gustándome esta chica.

Gustándome amistosamente claro, no gustarme de gustar.

Miré de reojo a Mirajanemientras seguíamos caminando y pensé en la de Slytherin que la cortejarían constantemente cada vez que se cruzaban en la sala común; era una chica muy guapa y, como toda chica guapa internada en un colegio de alumnos entre once y diecisiete años, estaba condenada a una marabunta de hormonas inestables cacareando a su alrededor. Definitivamente el amor no estaba hecho para mí, no era el macho alfa de ninguna manada a pesar de ser un licántropo, irónico ¿verdad?, ni estaba dispuesto a rugir más que nadie para mostrar mi superioridad. No es que pensara pasarme el resto de mi vida viviendo en celibato, pero echarme novia era algo que tendría que esperar.

- Se nota que tienes hambre rubita - dije cariñosamente-. pero no te preocupes que tu estómago no va a tener que protestar más porque ahí esta el Gran Comedor.- señalé al los portones enormes que se encontraban al final de la escalera.- pero supongo que nuestros caminos se separan ahí porque teóricamente no debemos comer en la misma mesa... - recordé el momento en el que conocí a Mei y una sonrisa traviesa se dibujó en mi cara-... teóricamente, claro... siempre puedes camuflarte entre los Ravenclaw.- La miré interrogante esperando que aceptara mi propuesta, yo mismo me sentaría entre los Slytherin si no fuera porque seguro que alguna de esas víboras me delataría antes de poner el culo en el asiento.