Los libros y las personas (Cassandra)

Había ido a la biblioteca para distraerme un poco, últimamente me sentía un poco mal y aunque sabía porque no le daba mucha importancia y siempre trataba de alejar el tema de mi cabeza, precisamente por eso había ido a la biblioteca, para distraerme con tantos libros que no me dejaran pensar en nada, pasé por el los pasillos hasta llegar a la sección de historia, de la cual agarre todos los libros que mis brazos pudieron soportar y los lleve a la mesa más cercana, después poco a poco comencé a leer algunos y sin mucho excito por mi propósito una lagrima se resbalaba por mi mejilla

Off: U.U que mala suerte me voy a comer enseguida vuelvo n_n

Llevaba varias horas ya en la biblioteca, rodeada de libros de Historia de la magia, intentando averiguar un poco más de este mundo nuevo y a la vez tan cercano y familiar para mí. Vi entrar a Gael, algo cabizbajo. Cogió un montón de libros de la sección de Historia, muy cercana a la sección donde yo me hallaba. Los desparramó por la mesa y empezó a leer. No había reparado en mí, visto lo visto, pero yo no dejaba de mirarle. Tenía una expresión muy triste, como si fuera a romperse en cualquier momento.

De hecho, lo hizo. Sin mediar palabra, empezó a llorar en silencio. No sabía que hacer...

Pero me decidí. Me levanté y me planté en una silla a su lado. Puse mi mano en su espalda con cuidado y le miré a los ojos.

- Gael, ¿estás bien? ¿Qué ocurre?

Los libros estaban todos rodeándome, pensé que sería una buena cobertura para que nadie me viera, pero de pronto sentí una mano que me tocaba la espalda “mierda” pensé antes de voltear a ver a Cassandra, la cual parecía un poco preocupada, claro que en este momento yo también lo estaba y seguramente más que ella.

Cassandra…yo…-apenas podía hablar, por lo que decidí mostrarle la causa de mi estado.

De mi bolsillo del pantalón saqué lo que era un recorte de periódico, pero en este la foto de una señora de al menos 70 años, sonreía a la cámara, y la mujer se movía de forma triunfante, el encabezado estaba en francés y decía: Bella Lumiel sur la libération conditionnelle de la prison.

Cogí el papel que me mostró e intenté descifrar algo, pero por mucho que me esforzara no lo entendía. Sólo el encabezado.

- ¿Qué pasa? -pregunté- ¿Quién es esta mujer?

Ella- me limpie un poco las lagrimas- es mi abuela materna, mi segundo apellido es Lumiel

Le contesté lo más tranquilo que pude, aunque todas las emociones que sentía me abordaban, la rabia se podía oír en mis palabras, así como también el miedo y la desesperación.

- Pero... ¡oh! Entonces debería ser una buena noticia... - Me di cuenta de mi error. - ¿O es acaso tu abuela una mala persona?

- Gael, sabes que puedes contármelo.

Cassandra era una buena persona y creía que podía confiar en ella, era la primera vez que alguien iba a saber mi historia.

Bueno ya sabes que mi madre murió en el parto cuando yo nací, el caso es que la familia de mi madre no se llevaba bien con los muggles osea mi padre, el caso es que cuando muere mi madre van a mi casa y mi abuela se encarga de hechizar a mi padre para quedarse conmigo. El caso es que me llevaron con los Lumiel a su mansión en Roma, yo era un bebe y me criaron como un esclavo, hasta que un día mi padre llego con el ministerio Francés y Italiano y encerraron a mi abuela- todo esto lo dije muy despacio y a cada palabra me salía una lagrima, tan solo recordar los tratos…- La única que me trataba bien en esa casa era mi prima, después de que llegó mi padre no supe que fue de ella

Quedé perpleja ante la historia. No supe qué decirle, así que me limité a abrazarle.

- Todo saldrá bien -le dije- Tienes amigos que van a defenderte y a cuidarte. Hogwarts es tu hogar y nadie va a sacarte de aquí, ¿me oyes?

Tuve que pensar mucho si formularle o no la siguiente pregunta, pero me decidí.

- Tu abuela no será por casualidad... mortífaga, ¿verdad?

Cassandra me abrazó cariñosamente, yo le correspondí y me aferre a ella como un niño pequeño cuando busca consuelo, y después una pregunta que yo llevaba algunos días haciéndomela.

La verdad Cassandra hasta hace unos días no sabía lo que eran los mortífagos, ahora estoy pensando que aquellas reuniones que tenía hace años podrían tratarse de ellos- le susurre para que nadie nos escuchara

Le di un pañuelo para que se secara las lágrimas. Debe ser duro tener mortífagos en la familia, muy duro...

- Oye - le miré a los ojos - ¿Quieres que nos inscribamos en la Órden del Fénix? Yo si estuviera en tu lugar, lo haría. Y les confesaría mi secreto, y buscaría refugio y apoyo... No tiene que ser fácil llevar todo esto solo.

Pasé mi dedo índice por el puente de su nariz y seguidamente sonreí simpáticamente.

Cassandra me estaba escuchando y eso se sentía muy bien, hacia unos días que mi padre me había mandado el periódico, porque sabia que me gustaría enterarme y que lo culparía de no habérmelo dicho, pero ahora mismo estaba algo confundido con las palabras de Cassandra.

¿Qué es la orden del fénix?- le pregunte agarrando el pañuelo que me daba y secandome las lagrimas

- Mira, ten, justo andaba leyendo sobre ello - me levanté y fui a la mesa donde estaba sentada antes, cogí un libro y se lo alcancé. - Es una especie de equipo de magos que luchan contra las fuerzas del mal. Ya sabes, los mortífagos. Podríamos informarnos sobre si hay alguna manera de ingresar desde Hogwarts.

- Qué, ¿te animas? Creo que seremos bien recibidos.

Me pasó un libro en donde explicaban cosas sobre esa orden de la que me estaba hablando Cassandra, lo ojeé el libro mientras escuchaba la explicación de mi amiga.

Creo que es una fantástica idea- Le dije más animado que antes

OFF: Vamos a inscribirnos! XDDD

off: XD see