Reencuentro (Beatrice)

Chloe se sentó en la entrada a contar el dinero que se llevaba a su pequeña excursión de compras, su armario se estaba quedando peligrosamente atrasado y necesitaba nueva ropa, lo malo es que no tenía a nadie con quien ir de compras, todas sus amigas estaban ocupadas y ni hablar de ir con algún chico. Cuando terminó de contar decidió que era una cantidad razonable para lo que tenía pensado comprar y se levantó mientras metía su cartera en el bolso.

Chloe se giró para descubrir a su amiga Beatrice. Su relación con ella no estaba pasando por sus mejores momentos, pero de pequeñas habían sido grandes amigas, una de las pocas que tenía. Ahora ya no sabía muy bien que pensar de ella, pero a pesar de todo, sonrió.

-Hola, claro que no me he hecho hermanita de la caridad, sabes perfectamente que eso no va conmigo. Lo que pasa es que me voy de compras, y estaba viendo si el dinero que había cogido a ojo era suficiente.

Chloe giró la cabeza, pensado en que contestar, con Beatrice cualquier cosa era un punto sensible que marcaba las diferencias entre ambas, diferencias que por el bien de su amistad, Chloe intentaba disimular.

-Pues no sé, ¿te quieres venir?, va a ser muy aburrido ir yo sola y ya que estás, me acompañas, ¿te apetece?

Chloe sonrió, sabía perfectamente que Beatrice nunca rechazaría unas compras. Ella ya estaba vestida con ropa normal así que asintió.

-Lo sé, lo sé, anda, vete a cambiar, yo te espero aquí- dijo con una sonrisa. Sus perspectivas habían cambiado totalmente, había pasado de una tarde de compras normal, a una tarde genial con Beatrice. Ojalá saliese bien.

Beatrice no tardó en volver, cambiada y transformada en una muggle normal y corriente, pero seguro que llevaba la varita o alguna otra cosa mágica por ahí. No podía reprocharla, ella llevaba su varita en el bolso, a saber lo que pasaba por ahí. Aceptó la mano de la chica y se levantó rápidamente.

-Me alegro, así será más divertido, entonces, ¿a dónde vamos?, soy tan buena que hasta te dejo escoger- dijo sonriendo.

Chloe soltó una risita. Beatrice solía tener la asombrosa, y en ocasiones molesta, capacidad para adivinar sus pensamientos, hasta tal punto se comprendían. A veces sucedía lo mismo con Chloe, pero eran menos, pues la chica no solía estar muy atenta a esos pequeños detalles.

-Lo admito, no sabía a donde ir. El Londres muggle suena bien, ¿vamos por la red Flu o por el tren?, la red Flu es más rápida.

Chloe rio al imaginarse en la chimenea de un muggle atónito, que contemplaba como ella y Beatrice salían de su chimenea para salir a la calle e irse de compras, la situación sonaba de lo más cómica.

-Yo creo que las de las salas comunes nos servirán, vamos a la tuya que está más cerca y por supuesto vamos primero al Caldero Chorreante. ¿Te imaginas que entramos en la chimenea de un muggle?- preguntó riendo.

Chloe rio ante las opciones de Beatrice, la verdad es que ninguna le gustaba mucho, se supone que los muggles no debían saber que eran magas.

-¿No hay una opción en la que pasemos desapercibidas y nuestro secreto y nuestras varitas queden a salvo?- preguntó riendo- no sé tú, pero yo le tengo mucho aprecio a la mía.

Chloe rio al oir la idea de Beatrice, era una de las más absurdas que jamás había oído y eso que había oído muchas, varias de ellas provenientes de su propia cabeza, pero eso no era el punto. Le dio tal ataque de risa, que a pesar de que quería parar, no podía. Después de un rato se calmó.

-¿De papá Noel?, ese sólo está por Navidad, parece una excusa un poco tonta. Lo mejor es simplemente no hacer magia, y no tendremos problemas con los muggles ni con el ministerio.

OFF: abro en las calles de Londres y hacemos como que entramos en las tiendas porque los catalogos no están listos

Chloe siguió en silencio a Beatrice hasta la sala común de Slytherin, había tocado uno de esos puntos sensibles que hacían peligrar su amistad. De todos modos, nadie notaría nada raro en ellas. En la sala común entraron en la chimenea y se fueron al Caldero Chorreante, desde ahí se fueron al Londres Muggle.