Malas noticias (libre!!)

Seguramente algún alumno me vio salir a toda prisa de la Lechucería, y seguramente también abrían escuchado un grito atragantado de lagrimas cuando pasaba por alguno de los alumnos que me encontraba, pero a ninguno le prestaba atención pues estaba en uno de esos momentos en que el mundo se te viene encima y no puedes respirar, y la oscuridad inunda tu mente y tu corazón, me sentía perdido, me sentía confundido, me sentía solo y perdido en un mundo donde el mal te tortura en los momentos en los que más vulnerable estar, y es que en este momento estaba completamente atontado, mi novio Justin se había ido a un viaje y no sabía cuánto duraría este, pues ni el mismo lo sabía, pero eso no era lo que me atormentaba más… Sabía que el mal asechaba por todas partes, pero nunca había estado más consiente hasta este momento, las lágrimas recorrían mi cara como nunca antes, acababa de recibir una carta que me había dejado al borde del abismo y ahora no podía hacer nada más que correr y eso fue lo que hice… Corrí, corrí como nunca.

Cuando quise darme cuenta, me había adentrado en el bosque prohibido, pero eso no era todo, estaba tan adentro que me había perdido, no podía reconocer nada y tampoco es que me importara mucho pues por alguna razón seguí corriendo sin sentido, hasta que el sonido del agua corriendo por algún ruido me fue atrayendo de alguna manera hacia el, y corrí en dirección al ruido, hasta que llegue al borde de un rio, el agua sonaba tan tranquilizadora, que no pude evitar detenerme un momento a su lado y en ese momento sentí que mi cuerpo no podía más, necesitaba descansar y parar un momento, aun cuando yo quisiera seguir corriendo por siempre, pero eso ya no era posible, me dejé caer a las orillas del rio, haciendo que este mojara mis zapatos, mis sucios zapatos que estaban manchados de lodo.

Sentía el agua cálida, con una calidez que el mundo en este instante ya no tenía. Y no volvería a tener, mis lágrimas seguían brotando de mis ojos, sin dejarme descansar, sin dejarme pensar, sin dejar de hacerme recordar la carta que había dejado en el piso de la Lechucería… Esa carta nunca la olvidaría.

Estaba ya a punto de dejarme caer completamente al piso, quedando recostado en la tierra fría y húmeda, cuando algo interrumpió mi llanto, era una figura negra con una gran guadaña, y hablo, me hablo diciendo que era mi fin y de algún modo esas palabras no me asustaron, estaba tan cansado de todo que lo único que quería era que se acabara, así que cuando me dijo esas palabras solo pude pensar en la paz que sentiría después de eso, mis lagrimas pararon, pero segundos después se vio que era solo una broma de Kyle… No sabía si reír o llorar, ya no sabía cómo actuar, en otras circunstancias seguramente abría agarrado mi varita y hubiera lanzado cualquier hechizo ofensivo que lo alejara de mí, pero esta vez me quede sentado, con el agua pegándome en los pies…

Hola Kyle – dije después de asegurarme de que mi voz no se quebraría y que me había secado las lágrimas

Escuche las palabras de Kyle, y pude ver como venía a sentarse a mi lado, yo simplemente mantuve mi vista fija en el lago, no quería moverme, quería seguir así y convertirme en una estatua que el viento y el agua acabaran poco a poco con ella y el paso de los años hiciera que su recuerdo se olvidara en la tierra, pero no era así, seguía en este mundo, pensé en un millón de cosas que responderle a Kyle, muchas cosas, algunas incluso podrían ser demasiado hostiles, pero ahora mismo no tenía fuerzas ni para pelear.

A veces los chicos buenos necesitamos un respiro a la vida- dije después de pensar mi respuesta, con voz claramente más calmada que antes- solo alejarme eso es lo que quería.

Ni siquiera sabía por que estaba hablando con el, era la última persona que pensaba encontrarme aquí en medio de un bosque, junto a un rio que en mi vida había visto ni oído. Pero tal vez era buen momento para hablar de lo que me dijo que quería hablar en el embarcadero.

¿De qué querías hablar conmigo?- le pregunte sin ninguna emoción en la voz

¿Estaba comprendiendo bien lo que estaba diciendo Kyle?... no estaba seguro, ¿él veía las cosas como yo las veía?... seguramente no, todo estaba resultando tan complicado, él pensaba que yo era puro… Era tan… Tan extraño, yo simplemente quería acabar con todo para poder estar en paz, que todo acabara, pero él veía algo en mí que yo no alcanzaba a ver y estaba seguro de que no podría verlo, al menos no por ahora y con todas las cosas que estaban ocurriendo.

Kyle…- las palabras simplemente no salían de mi boca- yo… yo no soy una buena persona, yo la torture yo…

Mis palabras se quebraron, no podía decirlo pero sabía que era cierto, sabía que por más que intentara ocultarlo o negarlo siempre estaría allí.

Yo la quería muerta- le dije sin mas rodeos, pensando que después de esto no sabría que pensar de Kyle- yo no… yo no soy lo que piensa Justin, yo no soy mejor que ella…

De algún loco y extraño modo Kyle me hacía olvidar por lo que estaba aquí y mi mente solo podía pensar en sus palabras, estaba tan confundido… el mundo se había vuelto loco y me estaban mandado a Kyle a decirme que era mejor persona. No lo podía creer y algo en sus palabras me asusto…

Kyle ella es peligrosa, ten cuidado con ella podría…- mi voz se quebrantó al pensar el lo que ella podría mandar a hacer a Kyle, para enseñarle, para quitarle la poca humanidad que tenía- ella podría mandarte a matar a un amigo nada más para comprobar tu lealtad.

Estaba diciendo esto, porque sabía de lo que era capaz, ya una vez la había visto actuar y aunque los recuerdos eran vagos ella podía ser increíblemente sádica cuando alguien la traicionaba o no cumplía con sus expectativas.

Miraba lo que Kyle estaba haciendo con magia, no conocía ningún conjuro que tuviera esos efectos y sin embargo estaba enfrente mío, mí cuerpo muerto estaba enfrente de mí. No sabía como lo había hecho, pero por sus palabras, el descubrimiento de ese hechizo se debía a un chico que no conocía de nada, sabía que había muerto cuando los mortífagos intentaron atacar Hogwarts, pero no sabía nada más de él.

Esto es… No conocía un hechizo parecido- le dije a Kyle titubeando un poco en mis palabras- así que ese chico que murió conocía mucho mas de la magia que lo que todos pensaban…

La angustia me sofocaba, ahorcándome y dejando fría mi garganta. Gael me había dicho que iba a la lechucería y momentos después salió corriendo del castillo… traté de seguir sus pasos con sigilo para no alterarlo, tenía miedo de que fuese una noticia horrible, de esas que mejor desearías haber sido tú quien sufriera el infortunio. Mushu insistía que lo dejará tranquilo… sin embargo eso iba n contra de mi naturaleza… a pesar de todo el era como parte de mi familia… fui como su hermana menor y el fue el hermano sustituto de todos mis hermanos de sangre que sólo se interesaban en su ego y nada más. Soy la única que comprendía su dolor y el odio que le tenía a su maldita abuela; soy su testigo de la sangre que se derramó a causa de ella, él supo del ataque a mi familia en Francia... y como cobró la vida de la prometida de mi hermano, mi propia madre y dejando a mi padre en un estado en el que los demás preferían la muerte.

Si algo le sucedía a Gael, era mi responsabilidad ver por él a toda costa. Me fui adentrando en el bosque prohibido con mi varita a la manos siguiendo las huellas de Gael… lo vi con Kyle sentados a la orilla de río. Eso me hizo sentir más tranquila. Antes de acercarme, lo oí hablar sobre su abuela… no alcancé a escuchar toda la conversación… pero aun así me acerque a ellos.

-¿Gael? Me alegra ver que no te hiciste daño… ¿Qué sucede? –hable con timidez.

Había llegado mi gran amiga de la infancia, era como mí hermana menor a la que podía contar cualquier cosa y a la que cuidaba con mi vida, en pocas personas podía confiar ciegamente, y a la cual podía contarle todo, era una confianza que se había dado después de muchos años de conocernos. Ahora estaba doblado gracias a los golpes que el mundo parecía empeñado en darme una y otra vez. Me levanté y corrí hacia ella, quería un abrazo, un abrazo que me tranquilizara, que me dijera que todo mejoraría, que me diera cariño y comprensión. Seguramente Kyle ya se había enterado de los sucesos que habían ocurrido en Londres esta mañana, el ataque de los mortífagos a gran escala a muggles familiares de magos, entre ellos se encontraba mi padre.

Han atacado a muggles esta mañana, mi padre estaba entre ellos- dije entre lágrimas y llanto- pero por suerte la Orden lo estaba vigilando… aunque ellos no lo tengan no lo volveré a ver…

Mis palabras se cortaron con las lágrimas que cada vez eran más numerosas, Kyle solo había estado haciendo que me olvidara del tema, pero seguía allí, ahora estaba un poco más tranquilo, sabía que Kyle no era malo, no al menos como seguramente algunos pensarían, pero yo sabía que si era capaz de decirme lo que me estaba diciendo solo podía significar que era bueno.

-Hola, Kyle, yo… -no pude continuar, Gael se había abalanzado contra mí, abrazándome y reventando en llanto. Por desgracia, mi presentimiento parecía ser cierto.

La palabras de las malas noticias de Gael, se me clavaron en el pecho al oír sobre el ataque en Londres… temí ferozmente hacia Tacher y los trillizos, que habían dejado la seguridad de Francia para ir darle la visita al padre de Gael. Sentía como mis piernas se desplomaban contra el suelo, teniendo en brazos las lágrimas amargas de Gael. Intenté contener mi angustia para brindarle conformación a mi amigo.

-Gael… no… no llores, esta bien… por lo menos tienes la fortuna de tenerlo vivo y en buen estado –mis palabras se quebraron en mil pedazos al recordar la tremenda tortura que recibió mi padre, por parte de la abuela de Gael-. Por lo menos aún tienes a alguien de tu sangre que confía y ve por ti… -bajé la mirada-. No como Raoul que nos dejó a la deriva por la masacre de Francia, hace ocho años, también por mortífagos…
-¿Por qué dices que no lo veras de nuevo, niño? –preguntó Mushu bastante extrañado por el tema.

Mientras esperaba a que contestara, busqué en mi bolsillo el pañuelo bordado de mi madre para dárselo a Gael y que limpiara su rostro.

Escuché la pregunta del pequeño lagarto que era el “guardián” de Eli, esa misma pregunta que me había hecho hacia unos momentos me la había formulado yo mismo cuando recibí la carta de la Orden explicándome la situación, aunque no aclararon eso, después de correr había estado pensándolo y había logrado dar con el porqué de esa situación.

Van a esconder a mi padre- le dije despacio- nadie puede saber donde esta, ni siquiera yo por que correría mucho peligro.

Seguido de esto escuché las palabras de Kyle, rápidamente me sequé las lagrimas, no quería que se fuera todavía, había unas palabras que necesitaba decirle, y aunque no fuera mucho para mí era muy importante, por lo que solté a Elizabeth, y caminé a paso rápido hacia Kyle, para agarrarlo de la mano y obligarlo a voltear.

Kyle espera- le dije mientras lo encaraba y le miraba a los ojos- gracias… gracias, pero ten cuidado, ten mucho cuidado...

El juego que Kyle estaba jugando podía resultar muy peligroso, yo lo sabía muy bien, la anciana era peligrosa y Kyle tendría que actuar con precaución si quería jugar sus juegos y engañarla.

Escuchar las palabras de Gael me reconfortaron mucho, al menos él estaba a salvo de todo peligro y, a decir verdad, creo que estaba mucho mejor así… pero fueron las palabras de Kyle que me dejaron completamente perpleja y confusa.

-¿Preocuparse por él y… por mí? ¿Sí la anciana intenta matarlo? –reformulaba las preguntas intentando comprenderlas.
-Gael, Murcielaguito… ¿Acaso saben algo que nosotros no? –inquirió Mushu con seriedad.

La verdad es que estaba cayendo en cuenta de lo podría tratarse el tema, más tenía terror en asimilarlo y aun más en aceptarlo. Seguí mirándolos con una expresión confundida y aturdida.

Escuche las palabras de Elizabeth y se me heló la sangre, ella no sabía ni siquiera que me había unido a la Orden del Fénix para combatir a los mortífagos y más aun combatir a mi abuela, y suponía que mucho menos sabría que Kyle era un mortífago, por lo que al darme cuenta del rumbo de nuestra conversación tuve miedo de la reacción de Eli, no al saber mi alistamiento en la Orden, si no por el de Kyle en los mortífagos…

Elizabeth- dije despacio pensando muy bien que palabras ocupar- me he alistado en la Orden del Fénix, ahora peleo contra los mortífagos y se algunas cosas antes de que ocurran, gracias a los otros miembros…

Miré a Kyle, para ver qué es lo que iba a decir el…¿Sería capaz de decirle que era un mortífago? La pregunta rondaba por mi mente pero no era capaz de responderla, por lo que simplemente me quedé en silencio intentado pensar en las distintas reacciones que podría tener Eli y su pequeña lagartija, respeto a los bandos que habíamos decidido formar Kyle y yo.

Off: Perdon por la tardanza.... no sabía como responder XDD

Sentí como si un enorme bloque me aplastara el pecho cuando escuché ambas confesiones pero la más impactante para mí había sido la de Kyle… me quedé sin habla y con los ojos abiertos, pronto mi cuerpo perdí su color notablemente, al igual que su temperatura. Sacudí mi cabeza en desesperación, mis puños se crisparon al igual que todo mi rostro. Sumí mi cara en mi cabello e intenté pensar claramente. Estaba frustrada, confundida, anonadada, enojada… eran demasiados sentimientos negativos encontrados al mismo tiempo. Sentía que explotaría en cualquier momento…

-Gael… ¿Por qué no me dijiste antes? Sabes que yo soy la única que de verdad sabe lo que Bella es capaz de hacer –dije con un hilo de voz.

Mis manos es entumían del esfuerzo que empleaban para mantenerse en puño. Enrojecían y varias lágrimas se derramaron por mis orbes… Temía la respuesta de Kyle pero simplemente no podía quedarme con la duda, por más que me doliera, no podía.

-Kyle… -un incomodo flechazo se hizo presente en mi pecho al pronunciar su nombre-, Dime una cosa… -mi voz apenas si se oía-, ¿Tienes algo que ver con Bella?... ella también es una mortífaga… quiero saber si la conoces…. o si… -no quise continuar, la simple idea de mataba.

Alcé mi rostro con unas cuantas marcas de lágrimas suaves en mis mejillas, para verle a los ojos a Kyle. Tenía que saber que era exactamente lo que estaba pasando. Lo que habían sido malas noticias para Gael, ahora eran malas para mí.

Sabía que la reacción de Elizabeth no iba a ser nada buena, ahora mismo se me partía el corazón al ver a Elizabeth allí en ese estado, pero no podía hacer nada, simplemente la abrace, después de la confesión de Kyle era lo que necesitaba, que la abrazaran, pero ahora era hora de decirle el por qué ocultarle mi pertenencia a la Orden.

Veras Eli, lo que pasa es que…- Tenía que elegir muy bien mis palabras, no quería herirla más- … no quería que te metieras en esta guerra, y sabía que si te enterabas de mi pertenencia a la Orden me ibas a pedir que te uniera, eres demasiado importante como para dejar que te metas en esta guerra.

Bien ya lo había dicho, ahora sabía las razones, pero su pregunta me había dejado desconcertado, si sabía que Kyle ahora era su aprendiz… No, no quería pensar en eso, además Elizabeth es demasiado lista como para hacer algo contra Kyle, y yo no lo permitiría.

Off: ya se que es muy corto, pero mis otros roles me dejaron seco el cerebro .-.

Estando en un estado se shock, miré a ambos y dejé que hablaran… no me sentía con fuerzas para repelar, ni siquiera para seguir con aquella plática. Sintiendo el corazón en la garganta, tan sólo bajé la mirada y suspiré. De cierta forma me sentía aliviada al ver que ambos me habían ocultado aquello para protegerme. Reí internamente por la vergüenza que tenía y de mi miedo que se había apoderado de mí. El incesante roce de manos continuaba, todavía tenía los nervios a flor de piel. Había ocultado nuevamente mi rostro entre mi cabello para librarme de sus ojos y pensar claramente… en sí todo estaba tomando sentido… mas aun así me preocupaba.

-Aun se me hace increíble que de verdad deseen protegerme a toda costa –intenté sonar calmada pero no funcionó-; Tú mas que nada, Gael, sabes que desde que te conozco, yo estoy metida en esta guerra -no era necesaria más información-, no pienso dejarte solo con el peso de todo lo que haga Lumiel… me importa un comino si vas a tratar de evitarlo, si tengo que matar a esa anciana yo misma y con mis propias manos, ¡Lo haré!

No sabía de donde mi voz había salido tan firme, seria y decidida, mas parecía que yo estaba regañando a Gael como si fuese un niño de 5 o 7 años que recién yo descubría alguna travesura.

-No te sientas excluido de este comentario Kyle, por que OBVIAMENTE TAMBÍEN VA PARA TI –aquel tono serio no quería desaparecer-. Sé exactamente de lo que ambos son capaces de hacer sólo para mantenerme con vida… pero que les quede claro que si piensan hacer algo estúpido para hacerlo, les aseguró, que sí eso no logra matarlos ¡Yo lo haré! Y si los mata… ¡LOS REVIVO PARA MATARLOS YO MISMA!

Poco a poco mi shock iba aliviándose… pero aun habitaba el miedo en mi, era fácil notarlo. Suspiré nerviosa y calmé mi tono.

-Esa anciana es una asesina a sangre fría… no quiero que nadie más caiga en sus manos… de una o otra forma…