Un chico entró en la enfermería, tenia el brazo malherido, y parecía que lo tenía ensangrentado, tenía una respiración irregular, se fijó en uno de los enfermeros.
¿Perdone, podría ayudar..., entonces, antes de terminar la frase, soltó un grito de dolor, que lo hizo tener que sentarse en el suelo.