Viendo el tiempo pasar (Nick)

Estaba sentado en medio del puente Milenio que cruzaba el rio Támesis, sabía que era un poco peligroso estar en ese lugar, fuera de las protecciones de Hogwarts, había estado investigando algunas desapariciones misteriosas que me habían encargado, pero nada había dado resultado, al final decidí tomar un descanso, el sol ya se estaba poniendo en el horizonte y las nubes se estaban tiñendo de rojo, algo que algunas personas creían era un mal augurio, ahora mismo y en los tiempos que corrían todo era mal augurio, pero solo quería tomar un descanso y por eso me encontraba sentado en el piso de ese puente, simplemente descansando. Algunos muggles que pasaban se me quedaban mirando raro, pensarían que era algún mendigo, aunque la ropa que traía no era de mendigo y sin embargo no era de la más cara, tenía unos pantalones de mezclilla Calvin Klein, de los más baratos que había encontrado, sin nada en particular, y una playera de una marca desconocida color azul oscuro, mi color favorito.

Veía algunos barcos a lo lejos, navegando por el Támesis, ya quisiera yo tener esa tranquilidad poder simplemente hacer las cosas que me gustan sin temor a que algo ocurriera, lo que últimamente no pasaba, pues siempre habían cosas que no podía hacer por temor a que algo saliera mal y alguien saliera herido o muerto, y ahora que lo pensaba las cosas habían cambiado mucho desde que había llegado a Hogwarts, todo era diferente y nada volvería a ser igual, habían pasado tantas cosas, unas buenas y otras increíblemente fuertes y sin embargo seguía aquí peleando por la supervivencia en un ambiente cada día más hostil, peleando contra las injusticias que algunos magos cometían contra otros magos, participando en una guerra que hacía apenas unos 8 meses era ajeno y no sabía nada de esta. Un suspiró salió de mi boca, si me ponía a recordar los momentos importantes que me habían pasado en 8 meses nunca acabaría, me estiré un poco y seguí mirando las nubes teñidas de rojo.

Seguía divagando en mis pensamientos, cuando algo inesperado ocurrió, al parecer no era el único despistado, pues un chico, que en un principio no logré reconocer debido a que no prestaba mucha atención a mi entorno tropezó conmigo. Primero no entendía lo que pasaba, sentí una mano pero estaba en mi entrepierna y mi primer impulso fue darle una patada, pero al ver que el chico estaba tan sonrojado como yo me contuve y me quede viéndole muy nerviosamente sin saber cómo reaccionar, podría simplemente dejarlo irse o podría mirarlo y confrontar su atrevimiento, aunque sabía que nunca podría hacer la segunda opción. Cuando logré prestar más atención al chico, logré distinguir que era un nuevo compañero de casa, al que apenas conocía, y sin embargo se veía muy guapo… ¿Tendrá novio? Borre ese pensamiento de la cabeza no era posible que estuviera pensando esas cosas… Seamos realistas lo más probable es que sea hetero… Mi línea de pensamientos se cortó cuando vi que se cayó por segunda vez, y en esta ocasión abriéndose el pantalón e hiriéndose la rodilla. En ese momento mí mente solo me dijo ayúdalo, por lo que me acerque a examinar la herida, no era muy grave, apenas superficial, por lo que un pequeño hechizo serivira.

Tranquilo- le dije mientras observaba su herida- no es nada que no se cure rápido, simplemente no te muevas- mi voz sonaba algo coibido, sabía que era lo que tenía que hacer, pero por alguna razon estaba nervioso, apunté mi varita a su herida- Episkey- la herida se cerró en segundos, dejando solo un rastro de sangre, apenas visible- ya esta, ahora deja limpiar la sangre. Tergeo. Listo- le dije mientras me levantaba y volteaba a ver a ambos lados del puente buscando a alguna persona que nos hubiera visto, por suerte no había nadie - si quieres puedo también arreglar ese pantalón, pero creo que se ve mejor así, aunque creo que es un poco caro.

La verdad es que no sabía que más hacer, por lo que simplemente me levanté y le tendí una mano para ayudarlo a levantar como él me había ayudado en la entrada de Hogwarts.

Lo ayudé a levantar, sus palabras eran muy ciertas, cada vez que nos veíamos alguien tenía que estar en el piso, era algo extraño… ¿La próxima vez quién de los dos sería? Me preguntaba mientras le miraba esos ojos en los que por momentos me perdía, aunque desviaba la mirada pues tenía miedo de que se diera cuenta de mis miradas y simplemente me dediqué a ver el agua que se movía aun con el poco viento que estaba haciendo, de vez en cuando lanzaba miradas a su boca, sus ojos quería perderme en el todo el día pero no podía.

Escuché sus palabras de disculpa y simplemente desvíe la mirada y traté de ocultar mi cara de él para que no viera mi evidente sonrojo ante sus palabras, pues claro que no sería normal que un chico se sonrojara por las palabras de otro chico y seguramente el lo vería raro y aunque ya había aprendido a dejar a un lado los pensamientos de la gente no quería que pensara que era un depravado o que lo iba a violar, por lo que intenté ser discreto con mis miradas y traté de responderle sin que viera mi cara.

n-no te preocupes, s-solo f-fue una caída- dije intentado acomodar mis palabras lo mejor posible, y de pronto, me vino a la mente una idea para desviar el tema, me recargué en la barandilla del puente- ¿Y qué hacer fuera de Hogwarts?- mala idea, si el preguntaba que hacía fuera de la escuela no sabría que responder y no pensaba mentir.

Sentía la suave brisa que recorría el rio, mientras el sonido de la gente pasando me decían que pronto las calles se quedarían vacías y muy probablemente alguna pequeña pelea de facciones se viviría en algún lugar de Londres, pero este no era el momento para pensar en peleas y guerras, simplemente disfrutar de un pequeño momento junto con un chico muy guapo y amable, y no me había equivocado pues sus palabras lo decían todo, puede ser que más de lo que él hubiese querido, simplemente estaba paseando por Londres cuando me encontró y después sus palabras que parecían salir solas de él, esas palabras hicieron que mi cuerpo reaccionara como solo él sabía hacerlo, sonrojándome y empezando a sentir una sensación extraña en el estomago… ¿Podría ser que yo le gustara? Pensaba, mientras meditaba a gran velocidad en mi cabeza como podría actuar en una situación así, lo único que podría hacer era girar para verlo y poder responder a mi pregunta, así que me giré sobre mi mismo para verle la cara aun con toda mi cara llena de rojo gracias a sus palabras. Era increíble que pudiera afrontar una pelea con mortífagos y no encarar a un chico guapo sin ponerme rojo.

Gracias- fueron las únicas palabras que pudieron salir de mi boca en ese momento, ahora que lo notaba, el también estaba rojo. La gente pasaba todavía muy rápido por el estrecho puente y entonces pasó algo increíble, empujaron a Nicholas y fue directo hacia mí, con lo que reaccione abriendo los brazos para atraparlo en su caída y que no se volviera a hacer daño, el me agarró de mi cintura y yo me sentía en el cielo, volando entre nubes. Pero no era todo lo que estaba pasando, mientras yo estaba en mis sueños de estar solos en la nada, el se iba acercando lentamente hacia mí y cuando me pude dar cuenta ya estaba a apenas unos centímetros de mí, con lo que yo reaccione cortando esa distancia, haciendo que nuestros labios se encontraran. Ese momento fue inolvidable, la primera vez que nos besábamos y ahora estaba seguro de que él también me quería a mí… ¿Se abra dado cuenta de que terminé de cortar nuestra distancia? Eso mismo ahora no importaba, pues él se había separada abruptamente de mí, escondiendo su rostro del mío y en ese momento me di cuenta de que estaba más rojo de lo que había estado hacia apenas unos instantes, dijo que se marcharía y se disculpo.



No tienes que disculparte- le dije lentamente mientras jugaba con mis dedos para liberar algo del nerviosismo que tenía guardado, eligiendo bien mis palabras- tampoco tienes por qué irte, la puesta de sol es más bonita cuando se mira acompañado a alguien.

Lo sabía, sus palabras me lo habían delatado todo y ahora mismo me sentía feliz, ahora el misterio estaba resulto, yo le gustaba y al saber esta declaración me puse muy rojo, demasiado, no creía haber alcanzado un tono tan rojo desde hacía mucho tiempo, pero mi mirada no cambió de rumbo, seguía viéndole a la cara, a esos ojos que me hipnotizaban en los que podría perderme por horas solo mirándolos, sintiéndome tan cálido, tan querido, eso es lo que quería así que cuando escuché su confesión de amor, no pude más que sentirme como si nada mas estuviéramos él y yo en el universo. Acerqué mi cara hacia el juntando nuestros labios al igual que hacía un momento antes, solo que esta vez no iba a dejar que se fuera así de fácil, pasé una manó por su espalda y lentamente traté de entrar con mi lengua a su boca… Solo el podría decidir si quería un beso como el que buscaba yo, fuegos artificiales volando mientras nuestras bocas se fundían en una o se separaba de mí para terminar este lindo momento. El tacto de mis labios tocando los suyos era una maravilla que me hacía volar a la séptima nube, navegar en el mar Mediterráneo y viajar por las estrellas, todo al mismo tiempo.

El sol se estaba poniendo y mientras nuestras bocas se juntaban este empezaba a tocar las aguas del rio Támesis, dejando un reflejo en el agua del sol, haciendo un ambiente muy romántico, el viento soplaba muy levemente y aunque el sol ya se estaba poniendo y se podía sentir la brisa no tenía ni una pizca de frio. Me separé lentamente de Nicholas mientras lo miraba a los ojos y pude notar como los míos se empezaban a llenar le lagrimas de felicidad, pero todavía no era nada oficial y no estaba muy seguro de lo que hacer, pero aún así estaba feliz, rojo y feliz.

Nicholas Gardenfield, tú me gustas mucho- le dije despacio mientras me secaba las lagrimas y lo miraba fijamente, era imposible que no se diera cuenta de lo que sentía por el después del beso que le había robado cuando él tenía los ojos cerrados, pero aún así tenía que decírselo, noté como mi mano seguía rodeándolo y en ese momento no me quería despegar de él, pero no estaba seguro de si se sentía cómodo con el pequeño abrazo que me estaba dando- ¿Quieres que te suelte?, porque enserio no quiero soltarte.


Off: tu regalo, espero que te guste:

Spoiler:

El sol ya se había puesto, dejando solo las nubes que en este momento habían dejado de ser rojas para ahora pasar a un rosa muy pálido, el agua del rio que pasaba debajo de nosotros seguía calmado, como si estuviera observándonos, esperando que nos fusionáramos y nos volviéramos uno, los lejanos barcos que hacía poco había visto ya no estaban, no había nubes en el cielo, y sin embargo una suave brisa nos envolvía, agitando suavemente nuestros cabellos. Miraba a Nichlolas directamente a los ojos, ese beso había sido algo maravilloso, le miraba con tanto amor en los ojos, con tanto cariño, pero también tenía miedo, miedo de que volviera a ser otra historia de amor que el tiempo se llevo, que el viento escribió sobre el agua. No sabía a dónde iba esto, ni en que terminaría y tenía miedo, tenía mucho miedo… ¿Tengo la fuerza para arriesgarme a esto? Me preguntaba una y otra vez en mi cabeza, de pronto todas las posibilidades de lo que podría ocurrir en un futuro lejano inundaron mi cabeza, había tantas posibilidades, tantos desenlaces, pero al final tomé una decisión.

Nicholas, yo quiero…- le dije despacio tratando de ordenar mis pensamientos- yo te quiero, pero hay algo de debes saber antes de que quieras salir conmigo…

Las lágrimas empezaron a salir, no podía estar con él si no lo sabía, tenía que ser sincero, pues esto para mí era muy importante, y si no le decía nada estaríamos saliendo y al mismo tiempo siendo una mentira, una mentira que podría descubrirse en cuanto volviera, por lo que tenía que estar al tanto…

Yo tengo.... Tenía novio- le dije mientras le soltaba, pero sin dejarlo de mirar a los ojos- se llama Justin, pero él se fue de viaje, hace un mes que no sé nada de él, no sé si seguiremos siendo algo… Ni siquiera estoy seguro de quererlo como lo quería antes… Yo hace poco que di por hecho que el amor no era para mí…

Bien ya lo había dicho, era básicamente todo lo que necesitaba saber, esperaba su respuesta, saber si me aceptaba con toda mi historia, saber si estaba dispuesto a aguantar lo que viniera si es que Justin volvía y sobre todo si me quería pese a todo lo que había sentido por Justin, sabía que si me negaba salir me pondría a llorar, pero no enfrente de él, ocuparía la aparición para irme a un sitio más privado donde desahogarme y de hecho ya daba todo esto por hecho, ya que inconscientemente había apretado fuerte mi varita dentro de mi túnica.

En cierta forma esperaba con ansias la respuesta de Nicholas ante mi confesión, pero cuando empezó a hablar, todo mi mundo se tambaleo, sus palabras no sonaban a alguien que aceptara el pasado y cuando hubo una pausa entre sus palabras yo sentí que me moría por dentro, mi cara estaba llena de lagrimas que no paraban de salir, sentía como un frio inmenso llenaba cada uno de mis poros haciéndolos temblar, sentía como el miedo inundaba mi mente, dejándome sin pensamientos durante momentos, segando mi raciocinio, sabía cómo iban a terminar esas palabras antes de que concluyera lo que estaba diciendo, por lo que simplemente pude llorar, simples lagrimas, gotas de tristeza que liberaban mi alma, dejando al descubierto mis emociones, solo podía liberarme con ellas de los sentimientos de tristeza que ahora me asolaban, no podía reaccionar a lo que estaba pasando, era la primera prueba que tenía nuestro amor y había fracasado… Cuando él termino de hablar de mi boca solo se pudo escapar un débil: Nicholas…

Traté de correr para alcanzarlo, pero sabía que no lo podría hacer pues él se me había adelantado mucho, solo podía distinguirlo a lo lejos corriendo y a su lado un pequeño pajarito azul que había visto una vez en la entrada de Hogwarts cuando apenas nos habíamos conocido, mi única forma de alcanzarlo sería la magia, por lo que saqué mi varita, listo para utilizar la aparición aunque estuviera prohibida, pensé estar 3 pasos más delante de él e hice el intento de aparecerme…

Se había enterado que ese día había un mago buscando en los barrios bajos de la magia buscando alguna pista sobre los mortífagos, por lo que Bella Lumiel, también se puso en marcha, buscando a lo que sería su perseguidor y arruinador de sus causas, habló con mucha gente, y cuando estuvo lista supo de quién se trataba su presa: Gael Taladius, su nieto. Al saber esta información y saber que estaba fuera de Hogwarts sin la protección que la escuela le ofrecía se había vuelto un blanco muy fácil y muy tentador para la malvada bruja que lo perseguía desde que había salido de la cárcel de Francia, ahora solo le tocaba buscarlo por todo Londres, lo que no resulto muy difícil pues los rastros de magia que había dejado el chico a la hora de interrogar a algunas personas había sido demasiado evidente, Bella solo podía pensar que ese chico quería que lo encontraran, y así fue, siguiendo este rastro la llevó hacia las orillas del rio Támesis, donde pudo distinguir a su nieto en el puente Milenio, al parecer el chico estaba persiguiendo a otro chico con el que había estado, por como corrían los dos habían peleado por algo, pero esa era una ventaja para Bella, pues podría encontrar a Gael susceptible a su ataque.

Pronto Bella apareció enfrente de Gael envuelta en humo negro, viendo que su varita estaba a punto de lanzar un hechizo la mortífaga ocupo una impedimenta mental, para evitar que Gael escapara, seguido de un repulso, para dejarlo tirado en el suelo, y poder torturarlo a gusto.


Off: tengo permiso de Gael conseguido por medios que prefieres no enterarte ¬¬, ademas de que tu ya te vas así que dejame torturarlo agusto ¬¬
-A donde crees que ibas Gael - le dijo en tono burlo mientras lo veía caer al suelo – tú fiesta se terminó.

Y con estas palabras la mortífaga se acercaba a Gael, mientras comprobaba que el otro chico había salido volando en un ave que había crecido seguramente gracias al poder de algún hechizo.

Estaba con la varita a unos segundos utilizar la desaparición, cuando una nube de humo apareció delante de mí apenas pude distinguir a la anciana Bella materializarse delante de mí, ocupando algún hechizo para evitar que desapareciera, con lo que me quede parado delante de ella y antes de que pudiera reaccionar lanzando algún conjuro, salí volando hacia atrás, cayendo sobre mi espalda, notando el golpe en la cabeza, ahora todo el cuerpo me dolía, lo bueno era que había caído sobre el puente y no en algún lugar donde fuera a dar al rio, el pánico me había invadido de un momento a otro, no sabía qué era lo que más me preocupaba, si el saber que había perdido a Nicholas o saber que la anciana estaba enfrente de mí acercándose, preparándose para lanzar un hechizo que terminaría conmigo. Tenía tan mala suerte en ese momento que cuando me di cuenta mi varita había salido volando varios metros atrás, quedando al filo del puente, a punto de caerse, solo podía esperar lo peor, miré un momento a Bella, su cara de maldad delataba sus sentimientos, quería matarme y estaba por conseguirlo.

Atrás de Bella pude distinguir de nuevo ese pájaro azul que acompañaba a Nicholas, estaba volviendo… ¿Porqué volvía? Me preguntaba, pero no era momento para preguntas, de pronto el lugar donde antes estaba Bella lo ocupaba una nube de humo provocada por la explosión de algún hechizo y no sabía exactamente cual, no había escuchado hechizo alguno salir de la boca de Nicholas, pero me había dado oportunidad de poder levantarme a gatas para correr en dirección a mi varita. No sabía dónde estaba Bella, pero sabía que no se detendría tan fácil, por lo que agarré mi varita con fuerza y busqué el lugar donde tendría que estar, preparado para lanzar cualquier hechizo, pero la nube de humo seguía allí y no me dejaba ver nada. Nicholas había caído enfrente de mí y le estaba agradecido, pero tenía miedo por él, miedo de que le hicieran daño. Por lo que al tener mi varita me dirigí hacia él.

Nicholas vete- le dije con tono claramente preocupado- esta es una guerra que no es tuya.

La alegría parecía flotar alrededor de Bella, pues se encontraba sumamente feliz de tener a Gael tan cerca que casi pudiera torturarlo con solo mirarlo, había caído sin varita y estaba completamente desprotegido, pero había un pequeño inconveniente, su amigos, del cual se acababa de despedir volvía volando en ese extraño pajarraco azul crecido por arte de magia, lo que no era una buena cosa, seguramente ayudaría al mocoso de Gael, pero sería interesante para Bella saber el por qué de esa reacción, usualmente y hacía años Gael había sido muy callado y tenía pocos amigos… Algo abría cambiado. Pero eso no era lo importante, el chico desconocido volador había lanzado un hechizo explosivo en contra de Bella, dirigido hacía sus pies, eso no iba a resultar muy fácil…

Protego- se escucho la voz de la señora mientras conjuraba el hechizo, para protegerse de la onda del hechizo.

Sin embargo esto no evito que el piso se rompiera, la mortífaga callera en el agujero, pero esto no evito que volviera al puente con una aparición envuelta de humo negro típica de los mortífagos, esta vez apareció a las espaldas de los dos chicos que estaban esperando a que la señora saliera de la nube de polvo que había levantado el hechizo. La anciana podía notar que alguno de los dos había ocupado algún tipo de hechizo protector, ahora no los podría atacar directamente hasta que descubriera el poder del hechizo.

Confringo- conjuró la mortífaga, hacía el puente, que con el toque de la onda del hechizo se empezaba a romper y caer al rio Támesis, los chicos quedarían en un pequeño espacio del puente, con solo la protección de su hechizo y con esto la bruja vería la efectividad del hechizo y que tan poderoso necesitaría su Finite para acabar con el hechizo protector.

Es increíble que decidieras volver mocoso- le decía la mortífaga al chico entre carcajadas llenas de maldad- pero si tanto lo pides, tú serás el primero que caiga… Y no te preocupes Gael que será una muerte rápida a comparación de la tuya.

La risa detrás de estas palabras se notaba claramente una locura inmensa, se podía sentir que le encantaba saberse poderosa y saborear la muerte, era una risa de alguien a quien no le importaba nada ni nadie.

Mi corazón latía con fuerza, no creía que Nicholas me fuera a dejar allí con aquella mujer que antes había llamado abuela, pero no podía permitir que se quedara aquí protegiéndome, y poniéndose en riesgo su vida solo para que la mía estuviera bien, al ver el humo salir del agujero en el que estábamos, lo único que se me ocurrió hacer fue poner a salvo a Nicholas, por lo que tenía que sacarlo de allí a toda cosa, mis piernas temblaban ligeramente, el miedo era parte de mis pensamientos y el otro se centraba en alejar a Nicholas de la pelea, así que la forma más fácil de dejarlo fuera era obligarlo a irse del puente. Pero la velocidad de reacción de la vieja bruja no me había dado tiempo a echarlo del puente, por lo que simplemente que quedé cerca del él, mientras veía como una nube de humo negro aparecía de nuevo en otro punto del puente y al final dejando ver la figura de la anciana, amenazadora. Conjuro un hechizo que hizo añicos el puente, el ruido que provocaba este al destrozarse me rasgaba los oídos he infundía miedo en mi, un miedo que no iba a dejar a la vista ni de la ruca Bella ni de Nicholas, por lo que simplemente apreté mi varita contra mi mano. Escuché las palabras que había dicho Bella y no pude más que gritar.

¡No!- fue un grito prolongado el que lancé, no iba a permitir que la anciana tocar a Nicholas aunque tuviera que ponerme enfrente de un Avada- ¡Ausum!

Una bola negra con un aura blanca salió despedida de mi varita en dirección hacia la anciana, la cual si le pegaba causaría muchas pesadillas, pero ella ya había visto el hechizo antes y no estaba seguro de que funcionara el hechizo. Nicholas tampoco se había quedado quieto y había tratado de lanzar un Confundus hacia la vieja, mientras sentía su mano tomar la mía y me dirigía hacia la orilla del puente para lanzarlos hacia el rio, salté con su mano agarrada a la mía y si todo salía bien ocuparía la aparición conjunta, para largarnos de allí y escapar de la anciana.

Dos hechizos se dirigían hacia la mortífaga, ambos los conocía, uno era un hechizo que causaba confusión y el otro era un hechizo que Gael había ocupado en uno de sus combates anteriores para ganar el duelo, esa vez Gael había sido muy listo, al ocupar un hechizo del cual Bella no sabía nada y se había defendido con un hechizo escudo relativamente poco potente, pero ahora y con la amenaza de los dos hechizos no se dejarían al descubierto. Había visto como el puente se destruía casi hasta los pies de los chicos, eso la hacía sentir muy bien, tanta destrucción la ponía de buen humor y se reflejaba en su cara con una sonrisa de suficiencia con un destello de maldad en sus ojos.

Protego Horribilis- dijo la señora haciendo que un escudo muy fuerte se levantara delante suya , evitando que los dos hechizos le pegaran, también mentalmente conjuro un Finite Incantatem mental mientras veía a los chicos correr hacia un lado del puente, con lo que desvaneció el hechizo protector de Nicholas. Seguido de esto vio como el chico amigo que Gael apuntaba nuevamente su varita hacia ella- Impedimenta

El hechizo había logrado su objetivo, evitar que Nicholas lanzara ningún hechizo que tenía planeado, pero ahora estaban tratando de escapar lanzándose al rio Támesis y era demasiado pronto para que esto ocurriera según los pensamientos de Bella, por lo que con agilidad, apuntó su varita hacia Gael y susurró:mobilircorpus. Enseguida el hechizo tuvo el efecto deseado, pudiendo mover a Gael de nuevo hacia el puente y estampándolo contra una reja, el otro chico, si se hubiera aferrado a Gael con fuerza también volvería al puente y caería encima de Gael, pero si por el contrario su agarre no era el suficiente, caería al rio.

Petrificus totalum- gritaría Bella en dirección a Gael una vez que estuviera en el puente para poder tenerlo inmóvil, y debido al golpe este no podría reaccionar tan rápido como debería, seguido de esto, apuntaría al otro chico si también hubiera vuelto al puente- Cruccio

El mundo se había parado en el momento especifico en el que estaba agarrado de la mano de Nicholas saltando del puente Milenio que cruzaba el Támesis, escapando de una bruja mortífaga que buscaba mi muerte, podía sentir un millón de emociones recorrer mi cuerpo, sentía la adrenalina fluir por cada uno de mis poros, podía sentir la mano de Nicholas apretar la mía con fuerza transmitiéndonos entre nosotros la energía para brincar, podía sentir en mi otra mano la varita que me había salvado la vida en varias ocasiones apretada contra mi mano, podía sentir el latido de mi corazón con fuerza tratando de salir contra mi pecho aunque no estaba seguro del porqué esta sensación, si por tener a Nicholas a mi lado o por estar al borde de la muerte, seguramente nunca lo sabría pues los dos eran sentimientos muy grandes que ocupaban mi mente y cuerpo a partes proporcionadas. Todo esto lo note en un segundo, y al segundo siguiente podía sentir como mi cuerpo dejaba de reaccionar, como dejaba de sentir la suave brisa que se siente cuando se va corriendo, golpeando tu cara y moviendo tus cabellos, ahora no la sentía no estaba allí para decirme que estaba cayendo, no podía notar como el piso se acababa, estaba flotando en la nada si caer, con un movimiento de mis ojos pude ver la varita de la anciana apuntando hacía mi, ella tenía sujeto mi cuerpo con algún hechizo que por la emoción no había logrado captar y ahora nos encontrábamos detenidos, pero esto no duró más que un par de segundo s ya que esta mujer con un movimiento de su varita nos devolvió al puente Milenio, donde me golpeé contra un barandal, el dolor cruzó por mi espalda como si me hubieran clavado una espada , solté un grito de dolor y sufrimiento al sentir esto, pero no fue lo único, también milésimas de segundos después de recibir ese golpe, un segundo golpe proveniente de delante pegó contra mi pecho cortándome el aire y dejándome sin habla ni siquiera para soltar un grito de dolor, cuando deje de notar el cuerpo un hechizó golpeo mi cuerpo sin que notara que hechizo era ni supe de donde llegó, lo que sabía es que mi cuerpo había dejado de reaccionar nuevamente, podía sentir la impotencia que el hechizo me causaba, no pensaba con claridad, intentaba por todos los medios librarme de lo que era la petrificación, pero no podía simplemente a mi cuerpo no se le daba la gana responder, pero seguía viendo a mi alrededor, seguía sintiendo el dolor causado por ambos golpes, podía ver a Nicholas tirado en el piso enfrente mía. Mis ojos volvieron a la anciana, que esta vez estaba apuntando a Nicholas, su hechizo, antes de que terminara de decirlo ya sabía cuál sería y un grito que nunca produjo sonido intento escapar de mi boca y simplemente se quedaron en lágrimas atrapadas en mis ojos tratando de buscar una salida, que milésimas de segundos después encontrarían. Milagrosamente había recobrado la movilidad de todo mi cuerpo, volvía a sentir mí varita en mi mano, podía mover la cabeza para ver a Nicholas siendo torturado por esa maldición que muchas veces había servido para torturarme a mí, pero en esta ocasión el corazón se me rompió en mil pedazos al ver que aquella mujer tan malvada la estaba ocupando en una de las personas más importantes de mi vida. Miré con un odio increíble a la anciana torturadora que se encontraba enfrente de mí y haciendo caso omiso a las palabras de Nicholas apunté con mi varita en dirección a la maldita asesina y torturadora me levanté mientras gritaba: Bombarda Maxima. Mientras el hechizo salía de mi varita ya estaba de pie y empezaba una caminata hacía ella y mientras comenzaba mis pasos gritaba otro hechizo: Depulso. Mis palabras hechizos salían como gritos desgarradores en dirección hacia la anciana mientras mis pasos se veían acelerados. No sabía por qué corría y sin embargo lo estaba haciendo, mientras aceleraba y veía como el otro hechizo salía en dirección a donde se suponía esta la anciana otro hechizo salió de mi boca: Everte Statum. El hechizo salió volando en dirección a la anciana, con esto ya estaba seguro de que había logrado distraerla y había hecho que dejara a Nicholas, sabía que me estaba acercando a donde el puente había sido destruido por su hechizo Confringo, pero no me importó, seguía avanzando en su dirección, estaba a un paso de caerme al rio y el polvo levantado por mi hechizo bombarda máxima me impedía ver dónde estaba la anciana y por lo tanto ella tampoco podría verme. Ya no había camino, se había acabado, pero en ese momento pasó algo que inclusive a mí me sorprendió, una nube de humo blanco típico de los miembros de La Orden del Fénix me habían envuelto y llevado hacía las espaldas de aquella mujer lanzando en ese momento un: Desmaius.

Bella estaba gritando eufórica de felicidad al ver que el chico se revolvía de dolor en el piso, pero su felicidad duro apenas unos segundos, al darse cuenta que Gael se levantaba con la varita en mano listo para ataca en cualquier momento, sus gritos de felicidad cesaron, ahora tendría que defenderse de Gael, que de alguna manera se había librado de su hechizo, vio como Gael lanzaba su primer hechizo ofensivo, un Bombarda Maxima, que sin duda causaría graves daños a todo lo que se encontrara cerca, por lo que con un ágil movimiento de varita conjuró un Protego Totalum con la voz casi inaudible, mientras daba un par de pasos para atrás, y al ver que el hechizo explosivo golpeaba el puente y causaba otro gran hoyo ocupo la aparición para envolverse en el humo negro y moverse rápidamente un metro más atrás de donde estaba originalmente, mientras se posicionaba, enfrente de ella apareció lo que era un hechizo más, el cual esquivo con un Protego. El hechizo salió volando a alguna parte repelido por el hechizo protector, mientras tanto Bella ocupó este tiempo para lanzar un conjuro: Expelliarmus. Pero el hechizo nunca dio en el blanco, pues algún hechizo protector se había colocado en Gael, Bella pensó que fue algún hechizo provocado por Nicholas.

Gael seguía avanzando en dirección a Bella, lanzando un tercer conjuro, el cual también fue repelido por un Protego, Gael había desaparecido del lugar, y gracias a la onda de magia producida al momento de su aparición Bella logró saber que estaba detrás de ella, y al darse cuenta de esto esbozó una gran sonrisa, mientras desaparecía en medio de humo negro para volver a aparecer en el lugar donde se supondría estaría un Nicholas todavía con los dolores del crucciatus, si lo encontraba tirado en el piso ocuparía un Expelliarmus para empujarlo hacía el hoyo que había en dirección a donde se encontraba Gael, para que callera por el agujero, pero si lo encontraba de pie, lanzaría un Desmaius.

La verdad es que sí, el cuerpo me dolía como no tenían idea, la espalda me estaba matando, pero sacaba fuerzas de no sabía dónde porque tenía que salir vivo de esta y sobre todo tenía que salir vivo Nicholas, que se había arriesgado para salvarme a mí, ahora sabía que estaba más o menos al nivel de la anciana, podía ocupar tácticas de combate más avanzadas de las que por ahora había ocupado, pero ella también era lista y sabía cómo sería la pelea, era una fiera, el viento no ayudaba, el puente milenio estaba en ruinas, nosotros lo habías destruido, ahora solo quedaban algunas partes y varios hoyos, a lo lejos se podía escuchar el agua del mar chocando entre sí.

Había aparecido con humo blanco detrás de aquella vieja y poderosa mortífaga, pero no había resultado como esperaba, de alguna manera ella había logrado sentir mi presencia o la de la magia, haciendo que escapara de mi hechizo. El haz de luz roja provocada por mi varita había salido de entre el humo negro provocado por su aparición hasta perderse de vista, seguramente perdería poder y desaparecería en la nada. Pero ahora eso no importaba, ahora lo que importaba es que ella había desaparecido y había aparecido en algún lugar, pero no veía a donde se había ido, eso resultaba un problema. Segundo después la respuesta se aclaró, el ruido de un hechizo me hizo ponerme en guarda nuevamente y darme cuenta de lo estúpido que había sido al dejar solo a Nicholas.

Nuevamente el humo blanco me envolvió para llevarme al lugar donde estaba la anciana y el chico que me gustaba. Llegué justo en el momento en el que él salía despedido en dirección hacia un agujero que había en el puente, el miedo inundó mis pensamientos, en su estado y con su debilidad no podría ni siquiera mantenerse flotando, lo único que podía hacer era mover mi varita y apuntar hacia el evitando que terminara de caer por el agujero. De mi boca salieron las palabras: Aresto Momentum. Con las que evite que Nicholas se moviera de donde estaba, pero esto lo dejaría nuevamente en peligro de ser atacado por la asquerosa mortífaga, por lo que tratando de ser lo más cuidadoso y rápido posible en una situación así ocupe un mobilircorpus, para colocarlo al borde del rio Támesis fuera del alcance de la bruja.

Sabía que este movimiento me había costado mucho tiempo y seguramente la anciana Bella lo aprovecharía para atacarme, quizá hasta para matarme, pero era más importante poner a salvo a Nicholas, así que cuando lo termine de posar en el borde del rio, ocupe la desaparición y nuevamente una nube de humo blanco me envolvió, llevándome esta vez a la espada de la anciana, ahora lo que quería era hacer tiempo para que Nicholas recuperara la conciencia y se fuera de allí antes de que algo peor ocurriera, solo tenía que distraerla.

Expulso- dije mientras apuntaba a la cabeza de la anciana, intentando hacer que esta vez fuera ella la que callera en el agujero del puente. Esto tenía que terminar rápido, pues mis fuerzas se estaban agotando, y el dolor de la espalda combinado con el esfuerzo que estaba haciendo, acababan conmigo poco a poco.