Llegué a una especie de castillo, con mis maletas, el castillo, era como siniestro, no escuchaba voces, ni nada... "Alo mejor estará abandonado" pensé. Me acerque a la gran puerta que había, y entre al castillo, por dentro, habían unos cuadros que se movían, me quede paralizado al verlos.
-¿Qué es todo esto? .- Susurre, mientras me fijaba en todo el castillo.
A lo lejos, me podía fijar en unas escaleras que se movían solas, y a algunos chicos y chicas, con uniformes, con libros, y con un trozo de madera en la mano. "¿Que harán con ese palo?" pensé, mientras miraba a unos cuantos, que iban y venían, sin darse cuenta de que yo estaba aquí. Aunque era mejor, esa gente... era un poco rara para mi... O eso creo yo.