Hogwarts Express (libre)

Londres 8 am estación King Cross.

Hacia un día lluvioso afuera cuando cruzaba hábilmente por las calles de Londres hasta llegar a la estación de trenes.

Pronto se vio envuelta entre el bullicio de viajeros muggles y no muggles que se trasladaban de aqui para allá apresuradamente, esquivo diestramente un muggle tras otro mientras llevaba el carrito con su baúl mirando de reojo cada letrero por donde pasaba hasta que Bingo.

El andén 9, se apresuro a cruzar a través de la pared de ladrillos que se esfumo, en un santiamén transportando a la chica a un amplio hangar donde un tren negro y rojo ya hacia estacionado con su humeante chimenea encendida, documento su equipaje y procedió a subirse al tren que ya estaba atiborrado de alumnos.

Algunos corrían emocionados de aquí allá, otros tantos se limitaban a conversar en las cabinas o a terminar de acomodar sus cosas. Por su parte ella afortunadamente encontró una cabina vacia donde se acomodo mirando perdidamente hacia la ventana.

Pronto el tren comenzó a moverse, y ella suspiro alegremente pues sabía que en pocas horas más estaría en hogwarts para iniciar otro año más.

Estación de King's Cross. Erika miró el reloj: las once menos diez. Echó a correr hacia el andén que debía, el andén mágico, el 9 y 3/4.¡Ya volvía a llegar justa de tiempo! Se apresuró aún más.

A causa de la rapidez que llevaba, el baúl tambaleaba tras ella con cada escalón que encontraba a su paso, dando golpes todo lo que en él portaba. ¡Sus útiles de pociones debían de estar hechos trizas! Entonces la hufflepuff distinguió al fin los andenes nueve y diez y, tras comprobar con un rápido vistazo a su alrededor, que nadie se estaba fijando en ella, corrió directamente hasta el muro que separaba los dos andenes... atravesándolo.

Una columna de humo se extendía ya por la chimenea de la locomotora. El Expresso de Hogwarts se alzaba con toda su magnitud frente a la pelirroja. Pero claro está, ella no se quedó empanada mirando el tren, puesto que faltaban dos minutos para que el tren se pusiera en marcha, y ella aún estaba abajo. Por ello, se dirigió con rapidez al primer vagón que encontró y se adentró en él. A Erika Olivia Schrödinger no se la dejaban en Londres .

Una vez dentro -y el tren en marcha- decidió que debía buscar la típica cabina vacía. El problema: que había llegado cuando todos ya estaban sentados. Miró por las ventanillas de ése mismo vagón y distinguió un compartimento donde sólo había una chica, así que decidió probar suerte .

-Esto... hola . ¿Puedo sentarme? Es que está todo lleno. -Explicó, con una sonrisa blanca bañada de pecas.

Ensimismada en mis pensamientos continuaba observando perdidamente el paisaje que se dibujaba por fuera de la ventana, no fue si no hasta que el ruido de la puerta de la cabina al abrirse llamo mi atención, gire la cabeza encontrándome con una chica de ondulado cabello desordenado, tanto que parecía una especie de pelambre, su tez era blanca manchada sutilmente por algunas pecas y sus ojos de un matiz azul.

Adelante –respondí haciendo un ademan indicándole que era libre de sentarse, la seguí con la mirada mientras se sentaba y no necesite de más de tres segundos para percatarme que ella era hufflepuff detalle que me tomo completamente por sorpresa ya que en todos mis años en hogwarts jamás había convivido con alguien de esa casa.

Un placer mi nombre es Aleera Moore- me presente como era debido pues siempre había una primera vez para conocer a alguien.

Erika asintió exageradamente y se adentró atrotinada como ella sola en el interior de la cabina, tropezándose sin llegar a caer con su propio baúl. Una vez dentro -con una fuerza que por su físico, no aparentaba- colocó el baúl en la parte superior de los asientos: el lugar dado para ellos.

-Mola . -Dijo refiriéndose a su nombre y apellidos, ciertamente eran muy graciosos. -Yo soy Erika, Erika Schrödinger. -Se presentó, con una gran sonrisa. -¿En qué curso estás? No pareces de primero. -Rió, divertida, subiendo las piernas encima del asiento para rodearlas con sus brazos.

Ella ya iba a comenzar 5º, el curso de los TIMOS ya era mayor, sí sí ò.ó

Si pudiera describir a la pelirroja en una palabra esa seria peculiar, desde su forma al entrar hasta su forma al hablar, arquee una ceja cuando me llamo “Mola” que clase de apodo era ese.

“Shrödinger” un apellido bastante curioso que sin duda me daba la impresión de haberlo escuchado antes en algún lado pero ¿Dónde?, de nuevo la vocecilla de la chica me saco de mis pensamientos- Estoy en sexto- comente educadamente mientras me hacia la misma pregunta mentalmente, aun que la chica aparentaba entre catorce y quince años se podía adivinar que quizás estaba en esos cursos pero su actitud me recordaba a alguien de segundo.

- Y tu- le pregunte repentinamente con el fin de cerciorarme de que mi teoría había sido correcta.

Yo no era una persona de muchas palabras y mucho menos una compañera entretenida para viajar pues suelo ser algo huraña con la gente.

Al escuchar de nuevo su voz ensanchó su sonrisa -puesto que ya pensaba que no habalaría (?)-. Y la chica estaba en sexto. Como había deducido era mayor que ella, aunque en verdad aquello le importara más bien poco.

-¿Yo? -Preguntó por inhercia, puesto que sólo estaban ellas dos en el compartimento. ¿A quién más podía haber ido dirigida la pregunta? -Voy a empezar quinto . -Respondió divertida. Ya tenía ganas de ver a esos profesoracos que tanto la ayudaban a aprender, en especial a la jefa de su casa, la señora Sprout *_*. Y es que Erika, a pesar de la concatenación de físicos, químicos y biólogos que había tenido por antecesores, amaba la herbología por encima de todas las cosas.

-¿Y eres de Slytherin? Vuestro jefe de la casa siempre me ha parecido muy recto ò.o -Comentó, con todo el morro, sin pararse a pensar si aquello podía sentarle mal o algo. -Sprout nos regala galletas *_*

“Quinto”, oh valla que yo recordaba quinto y el mal sabor de boca que me habían dejado los TIMOS suspire recordando como había sufrido en el tedioso examen de historia de la magia y seguramente el EXTASIS estaría mucho peor.

Pero la chica parecía bastante emocionada por empezar la escuela, tal era su emoción que me recordaba vagamente a un estudiante de primer año que asistía por primera vez a hogwarts; emoción que rara vez se le veía a un estudiante de avanzado curso, aun que obviamente yo la compartía aunque no lo demostrara pues adoraba hogwarts y todo lo relacionado con este.

Si soy Slytherin –respondí tranquilamente para después escuchar una cuasi crítica hacia el jefe de mi casa lo cual produjo que le clavara una asesina mirada pues la chica había entrado en “terreno peligroso”. Algo que no toleraba era que criticaran algo sobre slytherin y mucho menos sobre su jefe que también era mi profesor favorito.

Se produjo un intenso e incomodo silencio durante el par de minutos que tarde mirándola de aquella manera – Que sea simpática no significa que sea un excelente maestro-argumente con toda la intención de ofender en contra de madame Sprout, no es que yo odiase herbologia o a esa profesora sino que yo idolatraba demasiado casi ciegamente a Snape como para permitir que dijeran lo que sea de él , además de que en parte era cierto pues yo no estaba de acuerdo con los métodos de enseñanza de la señora Sprout.

Erika asinitó ante su comentario. Ciertamente una cosa no quería decir que fuera la otra, pero en el caso de Sprout, habían tenido mucha suerte todos los alumnos de Herbología.

-Sí, pero Sprout es ambas cosas *o* -Comentó con admiración, no ya porque fuera la jefa de su casa, sino porque era muy maja, la señora, a ella siempre la trataba bien . Y Snape por ejemplo, aunque fuera de todo menos simpático, buen profesor sí que era. Entonces, sin venir a cuento, se le encendió una bombillita y comprendió las connotaciones que tenía el hecho de que la chica fuera a empezar su sexto curso.

-¿Entonces tú ya has hecho los TIMOS? ¿Es verdad que son muy complicados? -Preguntó, prácticamente avasallándola a cuestiones e_e