Mandando una carta...

Llevaba ya un tiempo en el colegio y aún no había avisado a mis padres de que todo iba bien y que les añoraba. Era una mentira un poco gorda en general, pero por aparentar... Había que hacer.

Con el sobre en la mano subí las escaleras hasta la lechucería, esperando encontrar alguna lechuza fuera de servicio que pudiera usar... Llegué allí y para mi asombro no vi ni una lechuza ni media.

- Jolín.

La miré y reí.

- Desde luego -sonreí y vi que llevaba una lechuza consigo-. Vaya, ¿es tu lechuza?

- Oh, yo no tengo lechuza -reí y me llevé una mano a la cabeza, algo azorada-. Supongo que debería ir pensando en comprarme una, dado que ocurren estas cosas... -sonreí.

Miré a la lechuza detenidamente.

- Parece que tenga ganas de empezar... Pero creo que debería "estrenarse" contigo -reí.

Reí con ella.

- Bueno, es importante pero no tanto. A lo mejor quizás vuelvo en un rato y la envío...

- Oh -miré mi escudo y el forro de la prenda-. Sí, sí -dije sacando pecho orgullosa-. Cosa de famil... -me mordí la lengua y no terminé la frase.

- Oh, sí, pero en mi familia todos son uno patanes -dije intentando no darle importancia-. Por eso no quiero que se me relacione demasiado con ellos, no sé...

Me revolví un poco nerviosa y fue entonces cuando vi que una lechuza había llegado y se había posado a mi lado. Parecía seguir comiendo un ratón que había cazado.

Sonriendo, encanuté el sobre y cuando terminó de comer se lo até a la pata. Luego le susurré al oído la dirección y le dejé que volara.

- ¿En falta? -me giré de nuevo hacia ella-. Quizás. Bueno, a mis padres creo que los echaría en falta... -me mordí un labio. No sabía hasta qué punto habían estado implicados en... "eso"-. Pero de los que pretendo vivir alejada creo que no los echaría nada en falta. Son demasiado crueles y... y su bobaliconería resulta irritante.

Miré cómo poco a poco iban llegando más y más aves. Volví de nuevo la mirada hacia ella.

- Disculpa si hablo demasiado... Quizas he hablado demasiado de mi familia. Además, si pretendo alejarme de ella, hablando no lo conseguiré -me pasé una mano por el pelo-. ¿Y tú? ¿Cómo es tu familia?

Sonreí.

- Suele pasar, quien más nos quiere por lo general son los que menos lo demuestran... al menos a mi también me pasa así con mispadres, no sé si será igual con el resto de la gente -me encogí de hombros.

- No, tranquila, no ofende... Yo misma tengo... digamos, amistades no recomendadas -dije un poco cautelosa por si sabía algo... La mayoría de los Slyths lo sabían, pero si ella no, al menos no iba a saberlo por mi boca, de momento-. Supongo que algunos tenemos ya tan esquematizadas las cabezas con que un Slytherin es un seguidor de... Él, que ya nos lo intentan inculcar desde pequeños, supongo. Dicen que el no poseer sentimientos te hace un mejor cazador... -me pasé la mano por la barbilla-. Quizás sea así.

Me puse un poco roja. había vuelto a divagar. Pero no dije nada más. A ver si llegaba a pensar que era una pesada.

- Ah, no te preocupes -reí. La miré de reojo-. Cierto. ¿Qué tendría el vivir sin la emoción de los sentimientos? No es la pasión y la ira lo que nos quita la humanidad y el raciocinio, sino la falta de ellos. La falta de sentimiento y su desprecio hacia ellos son precisamente las primeras señales de la falta de humanidad. O eso o estás muerto, desde luego -reí-. Pero upongo que hay gente así por naturaleza. Quizás tengan algo atrofiado en el cerebro -añadí sin darme cuenta casi de lo que decía.

Al darme cuenta de lo que acababa de decir me puse un poco inquieta. Quizás me habría metido indirectamnte con alguien de su familia... El mundo de las serpientes era demasiado sofocante y agobiante en cuanto a esos temas.

- Eso es verdad -respndí ante lo de los fantasmas.

Hice como que me pensaba lo de cambiar a temas más alegres.

- No sé yo, ¿eh? -bromeé-. Ah, no, no tenía nada planeado. La verdad es que ando con mucho tiempo libre. Quizás demasiado. Entre que casi no empezaron las clases y todo... me aburro. Y nunca viene mal hablar con alguien y pasar un rato -guiñé un ojo.

- No sé, es que a veces taaaaanto tiempo libre es demasiado agobiante y da por pensar mucho... Quizás demasiado, y no precisamente en lo que viene mejor :S -eché una fugaz mirada al cielo-. Además, me gustaría comenzar con las Pociones -sonreí.