En la sala común [Libre~]

Como todavía no era muy tarde, salí de mi habitación y me dirigí hacia la sala común.
Apenas llegué, me senté en uno de los sillones que estaban cerca de la chimenea, aunque esta estaba apagada.
Me sorprendía la tranquilidad que había en la sala común, en realidad más que sorprenderme me reconfortaba, se ve que todos ya habían ido a sus respectivas habitaciones, entonces aproveché y comencé a leer un libro de pociones ya que me iba a ser muy útil en las próximas clases y podría ir adelantando.

¿Cómo me pudo haber sucedido? Luego de haber pasado la tarde en la sala común comentando la clase de DCAO con mis compañeros subí hasta mi cuarto y al sacarme la ropa y acomodar mis pertenencias en mi baúl me encontré con que me faltaba algo. -¡¿Dónde está mi varita?!.- Dije preocupado. Bajé las escaleras deprisa, tratando igual de no causar demasiado ruido, hasta llegar a la sala común. Pensé encontrarla vacía, pero para mi sorpresa una chica estaba sentada allí, sola, leyendo. -Disculpa, ¿No viste una varita por acá?.- Le pregunté revolotiando mi mirada por el suelo -Me la olvidé esta tarde.-

De golpe escucho unos pasos que se acercaban hacia mí, aparto mi vista del libro. Era un chico que me preguntaba por su varita, me parecía de cara conocida, pero no recuerdo con exactitud.
-La verdad que no la vi-dije tímida mientras miraba hacia los costados por si estaba su varita en algún lado.

Cedric se decepcionó de que la chica no supiera nada. - Ah, gracias igual.- La miro mejor, entrecerrando los ojos - ¿Vos no estás en mi clase de pociones?.- Preguntó mientras veía que estaba leyendo el libro del siguiente semestre.

Con razón le veía cara conocida, era de las clases de pociones.
¿Cómo no pude recordarlo?
-Sí, me llamo Ema, ¿vos?-pregunté mientras apoyaba el libro en el sillón.

-Cedric, Cedric Blair.- Le contesté estrechando mi mano para saludarla.Lentamente me senté en otro de los sillones para uno, sin parar der ver hacia los costados, mi varita no aparecía. -Dime Ema, ¿Por qué página vas?, ya lo he leído y podríamos compartir apuntes.-

-Por la 102-contesto automáticamente y continúo- Sería una buena idea compartir apuntes-sonrío.
Pasan unos segundos, se me ocurre una idea, agarro mi varita que llevaba en el bolsillo y se la doy.
-Así encontrás tu varita más rápido, con accio debería resultar.

Tomé su varita y la miré, ¡Claro!. Levanto la varita y al hacer un leve incline de ella hago uso del hechizo.-Accio Varita.- Digo en un tono moderado, no quería levantar a nadie. En unos segundos mi varita sale de abajo de Ema, llendo directamente hacia mi otra mano.-Jaja mirá donde estaba.- Terminé diciendo mientras estrechaba mi mano ofreciendote de vuelta tu varita.-Muchas gracias.-

Así que me había sentado arriba de su varita y ni me había dado cuenta, ¡Qué vergüenza!
-No, de nada-digo toda colorada, mientras agarro mi varita.

Guardo la varita en mi cinturón y vuelvo a sentarme en el sillón. -Mañana a primera hora te presto mis apuntes.- Digo sin mirarla, recostando mi cabeza en el sillón.-Pff.-

-Me los podrías dar cuando vayamos a desayunar, en el gran comedor-finalizo llevando conmigo el libro de pociones.

-Sí por eso mismo, ahí te veo entonces.- Me levanto de mi asiento -Chau.- Me despedí sonriendo, para luego subir las escaleras y al fin irme a acostar.

Lo saludé y fui rápidamente hacia mi habitación a dormir, estaba agotada.