Extraño encuentro (Elianne Nott)

Me había levantado temprano, cosa extraña en mi y tenia hambre, cosa menos extraña la verdad sea dicha, era Sábado y no avía clases, tenia pensado salir a nadar o a correr, no lo tenia decidido aun, seguramente lo pensaría mientras desayunaba...

Baje al comedor y estaba casi solo, no había nadie de mi casa aun desayunando, así que tome asiento en una silla cualquiera, frente a mi había una chica con el pelo largo, su rostro estaba oculto tras el cabello...

“buenos días...” dije en voz algo soñadora... la chica levanto la cabeza y me miro... no pude hacer otra cosa que mantener su mirada sin casi respirar, esa mirada tenia algo que no había visto nunca antes, capaz de hacerme perder el sentido del tiempo, era casi hipnótica... “Lo siento...” pude decir pasados unos segundos...

Estaba desayunando tranquilamente cuando alguien saludó. Elianne levantó la mirada y se le quedó mirando, se quedó enganchada al chico por un momento que parecía inagotable: tenía los ojos de un verde tímidamente azulado. Entonces el chico apartó la mirada y murmuró unas disculpas.

Elianne, sintió como se le calentaban las mejillas.

-No te preocupes, tejoncillo- Respondió con aire bromista.

Su voz era tan embriagadora como su mirada, aquella mujer tenia algo que te atrapaba, era algo que me gustaba pero a la vez temía... sabia perfectamente que no era buena idea seguirle el juego, pero no podía evitarlo...

“El tejon es un animal muy honorable, con tejon consigue lo que se propone...” Sonreí... “Aunque creo que en tus manos seria un animal en extinción...”

Subí mi mirada para ver la suya otra vez... “Me gustan tus ojos, no se que tienen, pero creo que son capaces de leer mi mente...” manteniendo la mirada continué hablando... “¿Sabes lo que estoy pensando? “

-Desde luego una serpiente te comería- rió Elianne. Cogió una taza de caféy empezó a beber, el chico le parecía... Medianamente interesante. Tenía esa cara de belleza clásica y a Elianne no le apetecía tratarle mal. Tenía suerte de haberla encontrado de buen humor.

-¿En mí?-. Elianne pensó que, quizá, el chico era un respiro de tranquilidad comparado con la guerra, los complots, los Slytherins y todo lo que la rodeaba últimamente.

“En ti..... bueno eso de adivina no tiene mucho” dije con una sonrisa... “digamos que me quedo mas tranquilo de que no seas capaz de leerla...”

Tome mi taza de café y bebí... “Creo que estar preocupada tan temprano no es un buen signo...” Volvi a mirar sus ojos y quedándome atrapado en su mirada hable... “Las serpientes son capaces de comer muchas cosas, pero en tu mirada no veo que comas tejones...” respire un poco tratando de no seguir mirándola, pero no podía... “He escuchado que las serpientes juegan con la comida antes de comerla...”

Elianne tenía una sensación extraña como un... algo en el estomago. Seguramente era porque llevaba un par de días sin fumar, pero le apetecía quedarse un poco más hablando con el Hufflepuff.

El chico la miraba fijamente y Elianne estuvo segura de que de no haber sido Slytherin se hubiera puesto muy roja. Mucho.

-No estoy preocupada, sólo medio dormida.-. Respondió con una sonrisa perezosa, no le iba a contar su vida a un total desconocido. -Es un rumor muy cierto. Nos gusta jugar con la comida... Le añade emoción a la caza-

-Soy Elianne Noir, ¿y tú?- Preguntó sintiendo de nuevo esa mirada tan insistente.

Sonreí al escuchar su nombre... “Me llamo Daniel Black...” su mirada me tenía atrapado “Me gusta la caza, pero no se si me hace la ilusión terminar devorado...es un juego un poco peligroso...” Añadí sonriendo...

“Creo que entiendo a tus presas, tus ojos son irresistiblemente atrayentes, creo que invitan a jugar, por mucho que la razón te invite a huir te quedas petrificado a su merced... una estrategia interesante...”

Conseguí dejar de mirar su rostro y en especial sus ojos... como en mis palabras la razón me invitaba a salir corriendo pero quería arriesgarme jugar un poco, solo esperaba que el riesgo no me costara excesivamente caro...

-Nos apellidamos igual pero en distintos idiomas, que curioso...-Murmuró.

-¿No? ¿No te gustaría ser devorado? ¿Ni si quiera por mi? Prometo degustar cada parte de tu cuerpo, Daniel.-. Susurro, inclinandose hacia adelante mientras paladeaba con deliberada lentitud su nombre.

-Gracias, pero yo no hago nada, son ellos los que deciden quedarse, arriesgarse- Dijo Elianne mientras deviaba la mirada, dandose cuenta de que el Gran Comedor seguía practicamente vacio.

Escuche sus susurros y me quede aun más petrificado que antes, sus palabras era tan atractivas como su mirada y su sonrisa...

Tome un poco de aire mientras no podía apartar mi mirada de aquella mujer... “Veo que tus palabras son casi más peligrosas que tu mirada, cada vez entiendo mejor las razones por que tus presas terminan devoradas...”

Me acaricie el mentón... “El riesgo y el juego son muy interesantes, sobretodo cuando lo que se apuesta es uno mismo... aunque también muy peligroso...”

Volví a tomar aire... “Tu juego es muy peligroso, y tengo todas las de perder por lo que veo...”

Me fije en que miraba el comedor, solo había un par de chicos hablando sobre el ultimo partido de Quidditch...

Aquella situación estaba siendo muy peligrosa, estaba jugando con una serpiente muy peligrosa y para mas inri le estaba siguiendo el juego...

-Me voy a sonrojar como me sigas diciendo esos halagos tan maravillosos- Rió Elianne, definitivamente el chico le caía mejor que bien.

El chico se acarició el mentón, resaltando sus facciones angulosas.

-Puedes perderlo todo... O ganar... Tú decides.- Respondió Elianne, imitando el tono misterioso del chico, mientras sonreía. -Conmigo el juego es peligroso, pero no dudes que podrías ganar algo... Inclusive, me podrías ganar-

Se estaban metiendo en terreno pantanoso, aunque a Elianne le estaba gustando. Era como fumar, una vez que empiezas es muy difícil parar. Le volvió a sonreir al chico, pareciendo segura y tranquila.

La voz de Elianne seguía invitándome a jugar, aunque era mas sensual y atrevida, ese juego empezaría a quemar pronto, tenia que decidirme rápido hasta que punto estaba dispuesto a quemarme....

Devolví la mirada a Elianne “No dudo que el premio es suculento, pero no creo que un Tejon pueda ganar a una Serpiente...Va contra toda regla.... aunque pensándolo bien las reglas se hicieron para saltarlas o esquivarlas....”

Seguía caminando en un terreno muy pantanoso... “Juegas Sucio querida Serpiente, pues mi mente queda embelesada con lo que veo y escucho, pero para comerme primero tendrás que atraparme....”

El juego estaba siendo muy peligroso y Daniel estaba corriendo seguro más riesgo del que al inicio hubiera querido, pero quería descubrir que había detrás de esos ojos que lo tenían atrapado...

Elianne se mordió el labio, necesitaba fumar... Pero estaba tan entretenida...

-Nunca dudes de tu poder, a lo mejor me podrías ganar... Lo veo improbable pero, supongo, que descartarlo sería de gryffindors.- Respondió ella, estirando su mano hasta alcanzar la de él y acariciarla suavemente.

-¿Yo? Nunca hago trampas, sólo... Tengo mis propias normas, tejón. Además, yo no soy la que habla como un poeta intentando encantar a una dama.- Dijo con una sonrisa.- Hace un día precioso, ¿te apetece ir a respirar un poco de aire fresco? Pronto va a empezar a llegar más gente.- Elianne le dio un apretón a su mano y la retiró.

El roce de la piel de Elianne me había dejado un poco fuera de lugar, esperaba una mano fría y lo que encontró fue un apretón cálido, quizás aquella mujer no fuera tan peligrosa, o quizás lo era más de lo que mi razón pudiera pensar, no lo sabia pero sin saber por que estaba dispuesto a correr el riesgo....

Me puse en pie y me acerque por detrás a Elianne... “Me parece buena idea, no por que venga mas gente, si no por que me encuentro mas cómodo sin estar encerrado...”

Me acerque más a ella “No hablo como un poeta, los poetas son muy aburridos, solo actuó como la situación lo merece, y creo que pese a peligrosa eres una dama...” tome con dulzura su mano... “Si gustas acompañarme...o mejor... lléveme donde guste, las damas mandan...”