Cara a cara con el miedo (Andrew y Mei)

Spoiler:

"Te reto a que vayamos a medianoche a las mazmorras" "Olvidalo, nos quitarán puntos si nos encuentra ahí" "¿Qué? ¿Tienes miedo?" "No" "Entonces... ¿Vas o no?"....

¿Cómo me había dejado convencer de bajar a las mazmorras a la mitad de la madrugada? Debía confesarlo, estaba muy nerviosa, por lo general evitaba esas zonas para evitarme algún inconveniente, pero presisamente esa noche, había una energía extraña en el aire. La noche se había puesto más fría de lo normal, el aire despedía un aroma a húmedad y el cielo estaba de un color rojo oscuro, con una luna grande y anaranjada. Supliqué varias veces, que a Mei se le olvidara nuestro reto, pero al encontrarmela en el pasillo de la casa de Ravenclow, todas mis esperanzas de dormir tranquila esa noche, se esfumaron en un segundo.

Al llegar a los pasillos de las mazmorras, notamos que el suelo estaba completamente mojado, permitiendonos ver nuestros reflejos perfectamente en el piso. Le dije a Mei que era mejor regresar a dormir pero ella insitía en seguir caminando y explorar. Gempi nerviosa y caminé a su lado, con un Lumos activado, viendo por donde pisabamos.

Había demasiado silencio, tan sólo se escuchaban los ecos de nuestras respiraciones y los chapoteos de nuestros pies. De vez en cuando se escuchaban el crujir de las paredes y las voces de los fantasmas sobre nuestras cabezas.

Tragué saliva muy asustada, aliviada de que la oscuridad que rodeaba mi rostro, comprimiera mis muecas de espanto. Yo odiaba la oscuridad, simplemente no soportaba el hecho de no ver lo que había a mi alrededor. Nuevamente le pedía a Mei regresar, pero nuestra andanza hanía aanzado demasiado que era una patética idea el volver a las salas comunes.

No se como lo habia conseguido, pero habia hecho que Eli se animara a subir a las mazmorras conmigo a mitad de la noche, me encantaban este tipo de cosas por que el estar explorando lugares que se suponia no debiamos agregaba exitacion al asunto y provocaba que la adrenalina corriera por mis venas al pasar por estos humedos, frios y escalofriantes pasillos.

Ya te dije, que no, vamos a continuar- le repeti por enésima ves a Eli quien no dejaba de decirme que debíamos de regresar a nuestras casas, pero no la dejaría dar marcha atrás, eso estaba en contra de lo que quería, ademas no me quedaría sola aquí en medo de la noche con un simple lumos que guiaba nuestros caminos.

Escuchaba el salpicar del agua en mis zapatos, el retumbar de nuestras pisadas por los oscuros pasillos y no sabíamos lo que nos depararia la siguiente esquina, lo que nos esperaba la oscuridad de los pasillo y eso solo lo hacia mejo para mi, pero al parecer a Eli no le agradaba muco la idea ya que la notaba demasiado nerviosa a mi lado.

No tenía idea de como, pero desde Hogsmade, había tomado un "túnel" cerca de lo que creí una cueva, llevaba caminando cerca de dos horas, estaba muy cansado y el frió hacía que mis manos temblaran, y que exhalara pequeñas nubes de vapor.

Los pasillos que yo recorría eran exageradamente estrechos, estaban sucios y en mal estado, ademásque del techo se asomaban algunas tuberias, las cuales estaban oxidadas y con goteras, era muy desagradable estar ahí.

Pero por fin, me golpé de frente con algo, y caí de espaldas, al parecer era un muro, como si fuera un pasillo sin salida, estaba aterrado, y más aun, porque perdí mi ocarina justo cuando me caí, la busqué tentando el suelo, pero no veía absolutamente nada, estaba desesperado.

Cuando menos lo esperaba, la encontré, pero un ladrillo se hundió en el suelo, abriendose un agujero que me tomó por sorpresa, y comencé a caer, obviamente, lleno de panico.

-¡Aaaaaaaah!-Exclamaba con todas mis fuerzas mientras caía, era un grito lleno de terror, como si se me fuera la vida en ello.

Finalmente caí muy fuerte hacía atras, con eso, algunas armaduras se cayeron sobre mí, al parecer eran reliquias, porque se despedazaron al instante, cayendo todos esos pedazos de metal sobre mí y causando un terrible alboroto.

-¿Donde esta?... ¿Donde esta?... Ja! ¡Te encontré!-Exclamé, tomando mi ocarina, reí infantilmente y me quedé ahí sentado, debajo de todo ese desastre de metal, no me importaba mucho en realidad, el frio ahí no era tanto, y menos con un sueter tan agradable como el que llevaba.

Conforme avanzabamos más oscuro estaba,mi peil se erizaba de miedo y de frió me castañeaban los dientes y las rodillas, se pronto, un fuerte golpeteo de metal me sobresaltó, provocandome un grito de terror.

-¡Mei! ¡¿Qué fué eso?!

Me volteé a toda prisa y comencé a correr hacia el eco del estripitoso ruido; mi corazón latía agitado y mi respiración era irregular, la sangre fluía a toda prisa por mis venas. Me detuve en seco al ver que me había topado con una enorme pared.

-¡Maldita sea!, mei mejor regrese.... AHHH!! -grité de repente.

Me había recargado contra la pared, cuando ésta s desplomo por completo, cayeron varios ladrillos sobre mi cuerpo. Me dejarían moretones. Jadeé cuando uno cayó sobre mi pecho, golpeandome las costillas. Alcé la mirada para ver en donde había caído, cuando, en frente de mí, noté una silueta oscura... tanteé para buscar mi varita, pero mis manos temblaban demasiado cómo para sujetarla.

Un ruido estrepitoso interrumpio nuestro avance, un grito tan escalofriante que hizo que una corriente electrica recorriera mi espalda completa debido a que el miedo se estaba comenzando a hacer presente en mi interior, pero con Eli como estaba de asustada no podia permitirme dejar llevar por el miedo. Sacudi mi cabeza a ambos lados para alejar el miedo de mi -Tranquilizate Eli!! - le dije tratando de calmarla un poco.

No se muy bien ni como paso, pero al poco tiempo estaba Eli en el piso tirada y lastimada, la luz que nos proporcionaba el lumos se habia desvanecido. Me acerque a ell para ver como se encontraba -Eli...estas bien? - le pregunte mientras con un movimiento de la varita quite los ladrillos que estaban encima de ella.

El silencio despues de mi caída, duró muy poco en realidad, pur un muro a mi izquierda se desplomó escandalozamente, cuando escuché la voz de dos chicas, no lograba ver nada con tanta oscuridad, escombros y polvo alrededor, no pude evitar toser y dar a conocer mi posición.

Estaba asustado, no sabía si por mí seguridad, o por si las personas del otro lado estaban bien, continué sentado, pensando en que hacer, sujetaba con fuerza lo unico que poseía, mi ocarina, no recordaba con claridad la magia, y nbo tenía una varita con que efectuarla, estaba completamente indefenso.

-¿Quien anda ahí?... ¡Revelense!-Exclamé.

Intenté hacer la voz más ronca que pude, y los más escalofriante, para así, ahuyentar a esas personas, o al menos, hacer que se identificaran como hostiles o aliados, esperaba que aquello funcionara, pero no por eso me puse de pie, seguí sentado oculto entre algunos pedazos de armadura, y levanté un escudo frente a mí, para evitar ser visto.

Me estremecí al escuchar la tercera voz, al parecer no estabamos sola, lo cual me exaltó demasiado, haciendome proferir un grito ahogado. Tomé mi varita y la mano de Mei, apunté a mi alrededor buscando a aquel personaje que se enfretaba a nosotras.

-¿Quién eres? -dije con una voz firme pero su uno buscaba bien, se notaba mi nerviosismo.

Caminé unos cuanto paso al frente para tratar de localizar a la persona. Podía oír su respiración y el chapoteo del agua a nuestros pies. Cuanto deseaba salir corriendo del lugar, pero, si era algo peligroso, correo no sería la mejor idea de todas.

-¡RESPONDE! o iré por ti -ni yo misma me había creído lo que recien acababa de decir-. Mei... -susuré-, mejor vamonos antes de que haga una imprudencia...

En unos momentos mas nos sorprendio escuchar aquella tercera voz que revelaba que no estabamos solas en este sitio, por su tono pude saber que se trataba de un hombre y estaba apunto de decir algo cuando Eli se levanto tomando su varita y amenazando a aquella otra persona, la verdad me sorprendio que lo hiciera por que ella no era de armas tomar, eso era mas lo mio, ya que ella no solia hacer asi las cosas. Escuhe todo lo que decia, y cada una de sus palabras me sorprendian, aunque se le podia notar el nerviosismo oculto tras ellas.

Calma Eli y no hagas nada imprudente de lo que despues te arrepientas, se que no te gustaria aquello- logre mascullar. Levante mi varita apuntando hacia donde estaba esa voz y soltando a Eli de su mano me acerque a ese lugar conjurando un lumos para iluminar a cada paso que daba la identidad de aquella otra persona que estaba alli sentado, no me parecia alguien que pudiera hacernos daño, incluso parecia asustado, pero las apriencias podrian ser engañosas -Quien eres? - pregunte al no reconocer el rostro de aquel individuo

Por la conversación de aquellas chicas, y la forma en que estaban exaltadas, sabía que tenían tanto miedo como yo, eso solo me decía una cosa, no iban a hacerme daño, o al menos eso pensaba, hubiera querido darles un susto más, pero una de ellas apuntó un as de luz hacía mi cara, cegandome un poco y provocando que entrecerrara los ojos.

Dificilmente me puse de pie lentamente, no quería hacer un movimiento que puediera ser el ultimo, ya de pie, me sacudí como si nada hubiera pasado, como si solo me hubiera resbalado, e hice a un lado con mis pies unos yelmos y escudos que estaban cerca de mí, sin desviar la mirada del suelo, solo me reí inocentemente.

-¡Ja, ja! ¿Tienen miedo acaso?-Despues levanté la mirada.-Es broma, sinceramente yo tambien estoy muerto de terror en este lugar, y además perdido.-Aclaré.

Levanté ambas manos en señal de rendición, sosteniendo en mi mano derecha mi pequeña ocarina, sonreí amablemente y mire a las dos chicas frente a mí, una de ellas me parecía haberla visto antes, pero, no recordaba bien y resté importancia a ello, debía responder a su pregunta, con una de las pocas cosas que recordaba.

-Mi nombre es Andrew Ryddle... Pero pueden decirme Len, mejor.-Respondí con toda tranquilidad, sin bajar los brazos.

Aquel as de luz, de verdad me iba a dejar ciego, pues llevaba mucho tiempo en la oscuridad total y me dolían los ojos con el resplandor, pero esa luz revelaba mi aspecto algo descuidado, y sin algún uniforme de Hogwarts, solamente un pantalón de mesclilla azul, playera negra y un comodo sueter café.

Me quedé bastante confundida al ver a aquel chico aplastado por las armaduras metálicas, bajé la varita y flanqueé a Mei. Miré con más detenimiento las facciones del chico, no parecía tan chico ni tan adulto, apenas uno o dos años más que nosotras. Volteé a ver a Mei un tanto extrañada por su nombre... "Ryddle... Ryddle... ¿Dónde he escuchado ese apellido?". Sonreí a duas penas cuande noté la falta de uniforme y sus ropas un poco descuidadas, parecía tener razón, estaba perdido.

-Disculpa el atrevimiento anterior -dije aún sin entender muy bien la situación-, me sobresaltó todo el alboroto, al parecer caíste de muy alto -dije mientras lanzaba una mirad al techo desplomado, suspiré y me atreví a decir-: Disculpa, pero creo que tu apellido me suena familiar, estoy segura de haberlo escuchado anteriormente... y por lo que veo no eres de Hogwarts, ¿De donde has salido, entonces?

Me estaban observando, lo cual era intimidante, yo no podía mantener la mirada fija, así que solamente desvié mi mirada a la derecha, mientras lentamente bajaba mis manos para ponerlas en mis bolsillos, tenía frio en las manos y me temblaban.

Una de las chicas comenzó a hablarme, de inmediato devolví la mirada hacía ella, escuchando lo que me decía y preguntaba, lo unico que me quedó claro de todo eso, es que ese lugar se llamaba "Hogwarts", puse mi mano izquierda en mi nuca, como tratando de recordar algo, pero solo reí un poquito.

-Descuida, no fue una gran caída, y de haber estado yo en tu lugar, tambien me hubiera puesto a la defensiva.-Aclaré.-... Hmmm, no tengo idea de por que mi apellido te resulta familiar, y aunque suene extraño, este es mi primer día de vida que recuerdo, es como si tuviera amnesia o algo así... Solo recuerdo que hoy es como mi cumpleaños, y que desperté tendido sobre la nieve en un pueblo cercano, vagué por un túnel y caí aquí... Es todo lo que se.-Finalicé sonriendo.

No era posible....esto no estaba pasando, jamas en la vida me lo hubiera imaginado verlo nuevamente, se suponia que estaba muerto, cuando regrese me habian dicho como habia sucedido, pero al mirarlo detenidamente aunque sus cabellos fueran rubios y sus ojos azules su rostro era el mismo, pero....si era el, por que hacia esto, por que no decia nada al verme. No habia dicho nada desde hacia un rato solo me habia quedado mirandole y es que este era un impacto, el estaba vivo despues de todo si estaba vivo.

-Tu...como es posible que estes aqui? - logre articular apenas ya que la impresion era demasiada no sabia si debia de estar feliz, triste, asustada, nerviosa o que solo sabia que lo tenia de nuevo frente a mi, aunque el estaba bastante cambiado se suponia que seguia siendo el mismo no? o taves eso tambien habia cambiado, no estaba segura, mi mente no entendia muy bien lo que pasaba en estos momentos.

La pregunta de la chica me extraño un poco, mi sonrisa se borró para convertirse en una mueca, una mueca de lo extrañado que estaba, esa chica estaba atonita, como si viese a un fantasma o algo así, era una situación bastante rara, alg igual que la sensación de que yo la había visto antes.

-Ammm... ¿Pasa algo malo?... Creo que expliqué como llegué aquí...-Aclaré, señalando hacía el techo destruido por mi caida.-No se si tu me conozcas o yo a tí... Pero como ya dije, este es mi primer día de vida que recuerdo... Espero no olvidar una cosa, ¿cuales son sus nombres?-Agregué señalandolas alternadamente, para ver cual de las dos me respondía primero.

Al ver cómo estaba de tensa la situación, tan sólo suspiré y le í unas palmaditas en el hombro a Mei para que se calmase... no entendía por que estaba tan alterada e incrédula, pero no debía ser algo bueno. En fin, después de pensar en la situación largo rato, la pregunta del chico quedó flotando en el aire, por poco la olvidaba. Pronto contesté cómo si nada importase. "No creo que sea el mejor momento para preguntar. Mei sabe algo sobre éste chico pero al parecer éste no tiene ni idea de lo que le pasa..."

-Yo, me llamo Elizabeth... Elizabeth du Lune -dije dudando ligeramente-. ¿Seguro que estás bien? Creo que el golpe te afectó un poco, si quieres vamos a la enfermería para que te revisen... no vayas a tener una contusión o algo parecido.

Intentaba ser lo más generosa posible, no quería atosigar ni a Mei ni al chico con preguntas insesantes. Respiré hondo y esperé a que el ambiente dejara de ser tan pesado.

Me dejaba desconcertada el hecho de que el no pareciera recordarme ni nada, al rincipio pense que estaba fingiendo demencia, pero despues de ver y escuchar lo que decia y hacia no me parecia que estuviera mintiendo en absoluto, esto solo me confundia mas y mas. Quede observandolo cerciorarndome de que fuera el, la misma persona, ya que podria equivocarme, pero no estaba segura de que era el, de que era la misma persona que yo habia conocido, solamente habia cambiado un poco en el fisico y me preguntaba si tambien habria cambiado en el interior. Todos estos y mas pensamientos surcaban mi mente mientras el silencio crecia, hasta que Eli se atrevio a hablar obviamente incomoda por la situacion que no era muy agradable que digamos, se podria decir que era todo menos eso.

-Yo soy Mei Lupin - le dije despues de que Eli terminara de hablarar con una poco de esperanza que me recordara o que por lo menos recordara algo,aunque quien sabe, talves alguien habia utilizado un Obliviate con el para que no recordara nada si no era asi no sabia que era lo que estaba pasando -Estoy de acuerdo con Eli, quizas lo mejor sea que te llevemos a la enfermeria para que te revisen - termine diciendo con el tono de voz mas amable que pude ejercer en estos momentos.