El calor es un asco, quiero un poco de frío. [Maud Miller]

Estar en el castillo era un suplicio para la chica de Slytherin. Nunca le agradó el calor y en el interior del colegio la temperatura era demasiado cálida para su gusto. Por lo que al ver que todos corrían para entrar, Arianne decidió que ir a los jardines sería mejor para ella.

Camina tranquilamente, alegrandose de sentir el frio aire chocar con ella, y entumecer los músculos de su aristocrático rostro. Sigue con lo suyo, en su mundo en donde a ella le gustaría que no exista el calor, arreglando sus problemas, tranquilizandose de todo.

Sin embargo, nada dura para siempre y la voz de alguien llamó su atención. Ahora que se fijaba estaba en los jardines. ¿Tan pronto había llegado ahí? Busca la voz de quien la desconcentró y se encuentra con una chica un poco más allá. Rueda los ojos y se acerca de curiosa.

Arianne la mira tratando de reconocerla, pero ningún nombre apareció por su cabeza. Era una Ravenclaw, posiblemente de su curso y que al parecer la conoce.

—Buenas —dice ella, educadamente, tratando de mantener una postura tranquila y para nada desconfiada—, siento preguntar esto pero ¿te conozco?

Sí, estaba siendo directa pero a la ves a mantenido un control de su lengua venenosa. Algo que es extraño en ella, haciendo que la chica se sienta orgullosa de sí misma.

Arianne la observa nuevamente y es en ese momento cuando su mente se ilumina con la imagen de la chica. Claro, ahora se acuerda de quien es su acompañante. Vaya, de verdad que debe dejar de mirarse al espejo.

—Sí, sí, ahora te recuerdo —dice ella, disculpándose luego, aunque en realidad no lo sentía. ¿Cuando fue la última mes que sintió culpa? Es mejor no tratar de recordarlo—. Entonces, ¿para qué puedo ser buena, Miller? —pregunta curiosa, por el hecho de que la chica la haya llamado.

Ve como la chica se lleva el cigarrillo a la boca y Arianne no puede evitar pensar cuál es la necesidad que tienen todos últimamente de matarse los pulmones con nicotina,

Lo primero que hace Arianne ante el comentario de la Ravenclaw es arquear las cejas y mirarla como si estuviera loca. Pero al ver que ella comenzaba a explicarse, una pequeña sonrisa se formó en su rostro.

—Conversar —repite ella, cruzándose de brazos, escrutándola con la mirada. Algo no le concordaba, la gente normalmente no la llama para conversar como grandes amigas porque se estaba expandiendo el rumor de lo multifacética que es, asi que inmediatamente pensó que algo más había. Algún beneficio para la otra muchacha.

Llevada por la curiosidad, ensanchó su sonrisa y le dijo:

—Bueno por lo menos no se ha sabido lo de los artículos, lo siento chica pero sólo es para Slytherin. —Ríe ligeramente luego de eso. Arianne no es de bromas, ni siquiera sabe si lo que dijo lo es, pero ha sido lo más cercano a una en bastante tiempo.

Arianne sólo ríe por unos segundos por lo agregado por su acompañante, pero fue lo suficiente como para que su tensión por el hecho de que quisieran conversar se disipara. Observa el lugar y se da cuenta que son pocos lo que están en el exterior del castillo. El frío actua como repelente de chiquillos, eso es lo mejor de todo.

—Por lo menos tienen alguna emoción —comenta Arianne sin importarle verdaderamente lo que haya hecho detener la oración de la Ravenclaw—. Hay muchos que ni siqueira han tratado de pensar en lo acontecido.

Y es una molestia, por lo menos para la Slytherin que tiene que actuar como si fuera una de ellas. Tratar de desviar la atención del apellido Sinclair, por lo menos hasta que éste pueda resurgir como es debido.

—Pero si estás escapando de eso, no creo que es lo que quieres que hablemos, Miller, ¿o me equivoco? —termina por preguntar, sonriéndo con arrogancia. Sabiendo que hay que mantener personas como aliadas, la chica debe saber algo de su fumadora acompañante.

La Slytherin la escucha y asiente, divertida, por la extrema reacción de la muchacha, pero de verdad que sus compañeros deben estar bastante aterrorizados. Una molestia, si le preguntan a ella. Por eso que se alegra de que en su casa sea más bien reservados con esos temas, porque si así no fuera, posiblemente ya habría hechizado unos cuantos.

—¿Es correcto estar preocupado? —pregunta retóricamente la chica—. Tienes razón, Maud, no hay nada que nosotros acá podamos hacer, pero hay que entenderlos, tienen miedo, miedo por ellos mismos y por sus familias. Cualquiera puede caer. —Arianne rueda los ojos y agrega inmediatamente—. Bien, son excusas inútiles.

La chica no está preocupada por la guerra en sí. No, no es el caso de ella, con todos los años de tener que ver partir a su padre en misiones, ya sabe lo experimentado que es. Lo único que la preocupa realmente es que lo atrapen, pero ¿quién? Todos están preocupados de lloriquear por lo desconocido. Lo que a ella verdaderamente le interesa de todo el caos que se está formando, es que con eso su padre tiene menos tiempo para ella, menos tiempo para poder decirle la localización de su progenitora.

—Y sí, el interés por interés es un error garrafal. Aunque la pregunta verdadera es ¿quién aquí verdaderamente está preocupado por lo que ocurre?

Los neutrales son mal vistos, pero llegados el momento son los primeros que se salvan. A ella de verdad le gustaría estar en la pocisión de poder elegir algún bando, o simplemente quedarse mirando como ambos se matan. Pero la Slytherin no puede hacer eso, su bando está destinado desde que su madre la abandonó.

—Esto de que la sociedad imponga las ideas es una de las cosas que veraderamente me molesta —dice Arianne, más para ella que para su acompañante, pero de todas formas con un tono de voz alto—. Me basta con tener que aceptar lo que mi familia ordene como para tener que seguir lo de la sociedad.

Sí, las palabras de Arianne van para todo ámbito. El respeto que siente la Slytherin por la sociedad mágica es mínimo, si actua como debe hacerlo es por las cínicas costumbres de los Sinclair. Para ella, lo que se está imponiendo actualmente es una barbaridad, la toleranncia sirve para nada, si al fin y al cabo Arianne sabe que terminará sola, luchando por sobrevivir en una guerra que por más indiferente que le sea, apoya.

OFF:

La Slytherin queda mirando a la águila, escrutándola. El comentario de la chica tiene su punto, que se ha repetido en su cabeza. Sí, ¿cómo es posible que acepte así como así las reglas de su familia? Bueno, la respuesta es lógica pero explicarle toda su situación a una completa desconocida no es confiable. Ya mucho había arriesgado la situación de su padre.

—Porque fui criada para eso —dice con tranquilidad, aunque en su interior trabaja a mil para decir las palabras correctas, explicarse como es debido pero aún así no hablar de más. Levanta sus manos para que la deje continuar—. Mi familia paterna tiene antiguas costumbres que nos caracterizan, al ser criada sólo por mi progenitor no hubieron límites.

Arianne mira a su alrededor y suspira al darse cuenta que es bastante complicado que su acompañante entienda lo que le ocurre, faltando tanta información.

—Y ahora que ya pienso con libertad sigo estando unida a mi apellido, el cual es mi deber mantener impoluto. —"Ya que mi padre se encargo de mancharlo" piensa con algo de rencor, luego de hablar, aunque nunca lo suficiente como para pensar en liberarse de las cadenas que son sus ideales.

Ser criada para eso, mantener un apellido impoluto, antiguas costumbres. Maud no podía imaginar todo el peso que tenía Arianna en la espalda.

— Debe ser bueno estar unido de esa forma a tu familia. Yo no tengo verdaderas raíces, no sé lo que se siente llevar mi apellido como un emblema —. Dijo, restándole importancia al asunto, aunque realmente le molestaba.

OFF

Spoiler:

Arianne niega lentamente como si el comentario de la chica estuviera equivocado. Es que para ella lo está.

—De cierta forma es bueno, Maud —dice ella al er todo lo que consigue por sólo decir su apellido. Importante, imponente. Arianne rueda los ojos ante esa idea—, pero por otro lado, pierdes mucha libertad. En mi caso fue fácil, me adadpte a las reglas pero ¿los que no lo hacen?

La idea de tener que aguantar tantas normas, castigos, sólo por pensar distinto debe ser dificil. Pensó en su hermano y en lo que el vivió con sólo once años.

—Para ellos es dificil, sobre todo cuando piensas distinto a lo que te están enseñando.

OFF:

OFF:

Arianne la observa con atención, escuchando sus palabras. "Controlada", se repite. Sí puede que sea controlada por las reglas y chantajes de su padre; aunque aceptarlo así como así a la Ravenclaw tampoco era una opción.

—Sí, nunca coincidiremos en este punto —concuerda ella, luego de pensar un poco. Porque en ningún momento podrán saber lo que es vivir la vida de la otra—, pero te lo digo en serio, pensando como tu lo haces no creo que en mi familia puedas sobrevivir.

La idea le hacía gracia, con sólo unos comentarios, Arianne ya se imagina a su padre con su cara horrorizada y con su puño cerrado. No, Maud sería tratada como lo hicieron con su hermano.

El rostro de Arianne se enducere por unos segundos, el tiempo suficiente como para pensar en salir con alguna barbaridad, pero logró controlarse, logró morderse la lengua y tragarse el veneno, pero de todas formas cuando habló, su voz sonó áspera, fría, como no había sonado con anterioridad en esa conversación.

—No, por supuesto que no pienso igual en todo, pero de igual forma fui yo la que acepté seguir con su enseñanza —se confiesa con tranquilidad, como si decir eso no tuvioera mayores problemas, porque vamos, ¿qué malo podría tener eso?—. Pude haber seguido el camino de mi hermano o de mi madre, pensar distinto y estar talvez estudiando en otro colegio lejos de mi progenitor.

Arianne se caya al ver que había hablado demás, a su padre no le gustaría saber que anda contando a todos lo que su mujer hizo hace seis años

Arianne supo de inmediato con la pregunta de la chica que no estaba de acuerdo con lo que ella había dicho. Bueno, nadie nunca está de acuerdo con lo que quiso la Slytherin para su vida pero nadie nunca ha sabido que ni siquiera había cumplido los once años cuando tomó ese camino.

Decidida a ser el orgullo de su padre cuando vio que su progenitora se preocupaba de que su primogénito se mantuviera a salvo. Simplemente luego no pudo cambiar de opinión. No, más bien, ya no quiso hacerlo.

—La sociedad —responde Arianne, sonriéndo de medio lado. Observa su alrededor y ve que la gente comenzaba a salir de nuevo. Decidida a cambiar de tema, tanto por la seguridad de la chica como por la de ella misma—. No es por nada, pero no hay algo que me moleste más que los chicas como ellas —dice apuntando con su cabeza a un grupo de chicas de su casa, que actuaban como si el mundo estuviera en perfectas condiciones.

OFF:

Arianne no puede evitar reir ante el comentario de Maud. El que no tengan nada que ver con lo que se acontecía tienen la oportunidad de preocuparse por ligerezas, como el shampoo para utilizar.

—No olvides el hecho de que también deben decidir que blusa se ve mejor con el uniforme, la blanca o... la blanca —dice, recordando lo que había visto con algunas de sus compañeras—. De todas formas, vivir en su mundo debe ser aburrido, preocuparse por cosas tan importantes termina frustrando a cualquiera.

La rubia prefiere mil veces tener la vida que tiene, con sus preocupaciones, con sus problemas, aunque para muchos sólo sea una superficial serpiente. ¡Qué equivocados están! Observa a Miller y se pregunta si ella tendrá la misma opinión de ella. Sería bueno saberlo.

OFF: