El descanso nunca está de más [ Elianne Nott ]

OFF:

Spoiler:

Elianne estaba agotada, no había tenido un día horrible... Más bien demoledor. Justo ese día le coincidían las clases fuertes. Y, además, había tenido un par de encuentros poco agradables con unos críos que se creían el nuevo Merlín, o algo por el estilo. Resumiendo: que se quería tirar en el primer sillón que encontrase y no pensar en nada. La chica se sentó, bueno, seguramente alguien diría que se tiró, en un sillón que estaba en frente de un sofá cerce de la chimenea,

Elianne, que tenía los ojos medio cerrados, se dio cuenta de que el sofé le quedaba muy justo al chico. -¿Encogió el sofá?.-Preguntó, conteniendo un bostezo.

Elianne, abrió los ojos del todo y examinó al chico, debía ser imposiblemente alto. -Es verdad. Que idiotez por mi parte- Comentó, sintiendo cierta envidia por el lugar que tenía él: ella solo tenía un sillón individual mientras que él tenía uno en el que cabrían los Weasley. Elianne frunció el ceño ante sus estupidos pensamientos, estaba agotada y el cerebro no le funcionaba demasiado bien.

-Sí, soy Elianne-. Afirmó ella, ante la confusión del chico. -Lo lamento, pero tengo mala memoria para asociar los nombres con las caras... Tu nombre es... ¿Allioth quizá?- Preguntó dubitativa, el chico le sonaba de haberlo visto de refilón pero Elianne no estaba demasiado interesada en la gente de su casa. Tenían todos el mismo patrón aburrido: sangrepura, "malos", "fríos". Elianne estaba demasiado cansada como para ponerse a ser sarcastica con nadie, en ese momento lo máximo que le podrían sacar sería un "muérete" seguido de un maleficio.

-Duro y larguísimo.- Respondió Elianne, masajeandose las sienes, le estaba empezando a doler la cabeza. -¿Y el tuyo?-.Preguntó cortesmente. Seguramente el chico se jactaría de lo divertido que fue torturar a algún gryffindor. Elianne se reprendió mentalmente, estaba cayendo en los prejuicios que tanto criticaba,

- Como cualquier otro día en Hogwarts - dijo el rubio con tono satírico en sus palabras, ya bien era Allioth un estudiante que no se mataba mucho por estudiar pero que aprendía rápido, por lo que el mayor tiempo se la pasaba holgazaneando por los pasillos, biblioteca o en los jardines. El Slytherim se levantaría del modesto mueble para caminar a paso calmado hasta la mesa que a una esquina de la tenue sala se encontraba, en ella, una bolsa de dulces se encontraba identificada por las letras “Sabbath” , bolsa la cual agarraría el rubio con su diestra para luego con su siniestra sacar de la bolsa unas gomitas comestibles, eran gomitas del mundo muggle que tanto enloquecían al rubio, y que éstas le provocaban una exquisitez como ningún otro dulce, por lo que luego de llevarse una a la boca echaría una mirada a la rubia en aquel sillón para luego arrojarle una a ésta y decirle – Prueba… a veces ayudan a relajar los músculos y calmarse un rato la mente – claro que no eran gomitas mágicas, pero si bien era adicto el rubio a ellas éstas goma producían lo que se llamaba un “efecto placebo” en el Slytherim, y quizás si aquella muchacha se dejaba llevar por las palabras del rubio y se llevara a la boca la gomita quizás se relajaría un tanto.

George se encontraba cansado aquel dia y al entrar a la sala comun se dio cuenta que habian 2 personas de su misma casa y penso sin dirigirle la palabra a nadie ¿seran sociablesestos chicos ?continuo caminando con la mirada hacia el piso hacia un sofa que se encontraba apartado de donde se encontraban los dos jovones al llegar al sofa se sento y saco su liubro de encantamientos y decidio leer un poco para practicar lo visto en la clase encantamientos despues de un rato decidio hablarles alos dos chios que se encontraban un poco distantes a el
hola mucho gusto mi nombre es George Dawlish? podria saber cuales son sus nombres?despues de terminar su pregunta decidio sentarse en un sillon que estaba mas cerca de los dos chicos para socializar mas pero con un poco de miedo de que los chicos no acpetaran que George se meteria a su conversacion a si que se tranquilizo para escuchar la respuesta de los compañeros de su casa.