Algo para leer (Cassandra)

Era deprimente pensar que lo mejor que tenía que hacer en todo el día era devolver un libro y buscar otro que mereciese la pena, aunque la verdad es que yo no era míster simpatía precisamente. Me incomodaba que la gente quisiera salir conmigo cuando realmente me acababan de conocer y no sabían nada sobre mí, que insistiesen y no me dejasen mi espacio. Era ciertamente incomprensible. Yo nunca me negaba a ir por ahí con mis amigos, pero tampoco eran los más fiesteros de Hogwarts. Comparado con ellos, yo era el ser más sociable del universo.

Dejé el libro en su estante y me puse a buscar por la zona de literatura, no me apetecía leer nada instructivo, sólo algo que me despejara la mente y me entretuviera un rato, pero es que no encontraba nada. El día mejoraba por momentos.

Iba a coger un libro cuando una mano se me adelantó. La mano en cuestión pertenecía a una chica, como de costumbre más baja que yo, pelirroja y por su uniforme, de Gryffindor, lo cual realmente no es que me importase mucho. Gente interesante había en todas las casas, así como también había gente estúpida en todas las casas. Slytherin no se salvaba para mi desgracia.

-Sólo iba a mirar sobre qué trataba, últimamente no encuentro nada bueno, pero por favor, fíjate tú primero si lo quieres- le dije tendiéndole el libro con una semi sonrisa.

-Soy Ewan -me presenté para no aburrirme mientras ella ojeaba el libro.

Sonreí al ver su mirada y su boca ligeramente abierta. Mis amigos siempre decían que mis ojos causaban sensación, debía admitir que no estaban nada mal, y que aunque sonase mal viniendo de mí, mi color de ojos era genial y siempre había estado encontado de tenerlos.

-No buscaba ningún libro en concreto, de echo, este es sólo uno más de muchos que he mirado. Insisto en que te lo quedes tú, y así podrás decirme que tal está- añadí. Era la verdad, no tenía pensado que ese libro fuese EL libro que iba a cambiar mi día, sólo uno más que ojeaba.

Sonreí, conocer más a fondo a aquella Gryffindor sonaba mucho más interesante que seguir buscando libros. Eso lo podía hacer cualquier otro día, la ocasión para conocerla sería más difícil de encontrar en otro momento.

-Pues... no habrás estado atenta. Por lo general los Gryffindors no suelen estar muy atentos o receptivos a los Slytherin y viceversa. Personalmente, no creo que lo de las casas sea para tanto. Gente idiota hay en todos lados, pero a pesar de todo los Slytherin no se odian con los Ravenclaws o los Gryffindors con los Hufflepuff, es por pura tradición- afirmé sonriendo.

No pude evitar reirme, la chica me hacía gracia, a pesar de que parecía un poco nerviosa. Las chicas Slytherin solían tener más autocontrol, pero eso era porque eran tan orgullosas que se negaban a parecer tontas en algún momento y cuidaban mucho su imagen, aunque pensándolo bien, ¿quién quería?

-Pues, me gusta leer, aunque no tengo preferencias por ningún escritor, básicamente leo lo primero que cae en mis manos y que suena bien. No sé que más puedo contarte, pero si quieres saber algo, te permito que me preguntes- añadí riéndo, últimamente, me encontraba con bastantes personas interesadas en mí, que por otro lado, nunca sabrán que soy un hombre lobo.

Respiré pensando en mis aventuras, había una en particular que me habría gustado no haber vivido, y sí, era obviamente la aventura que finalizó convirtiéndome en un hombre lobo. Sonreí, me hacía gracia que pensase que yo era una persona interesante o especial.

-Pues me parece que si seguimos hablando aquí, la bibliotecaria va a aparecer en cualquier momento y echarnos una bronca, así que mejor nos vamos, ¿dónde quieres ir?- le pregunté con una sonrisa, yo estaba corto de imaginación.

Señaló un grupo de chicas que al parecer nos miraban y me giré para ver quienes era. Al prestarles atención me di cuenta de que soltaban unas risitas por lo bajo que pararon cuando las miré, al parecer causaba más expectación de lo que yo creía, ¿quién lo diría?, yo que me las daba de atento...

-Pues si he de decir la verdad, no sabía que causara tanta admiración, aunque no hay que descartar que cuchicheen por tí- le dije, era una chica muy mona siendo sinceros- prefiero ignorar a las vocecitas e ir a un lugar dónde quieras ir de verdad. Así que... ¿a dónde te gustaría ir?- volví a preguntar.

No pude evitar reírme cuando me demostro que cuchicheaban por mí, su método parecía realmente efectivo. Con un hechizo cambió mi atuendo a uno de Gryffindor y me miré asombrado. No sé si colaría eso de que de la nada apareciera un Gryffindor nuevo en la sala común, sobre todo si llegaba algún león de mi curso, pero qué se le iba a hacer.

-No te preocupes por lo que vayan a decir, seguramente se les olvidará cuando aparezca un chico y una chica más guapos que nosotros y se encuentren accidentalmente en la estántería como acabamos de hacer nosotros- dije riendo. Rodeamos la estantería y nos dirigimos hacia la salida de la biblioteca.

-Me gusta más el verde si he de ser sincero, creo que me sienta mejor- la secundé con una sonrisa.

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