Cuidando de las plantitas {Edmond}

El Invernadero de Hogwarts, poseyente de toda clase de plantas mágicas, amplio y fresco, apto para mantener sanas y salvas a dichas plantas, Noelle disfrutaba de ayudar a la profesora de herbología, cuidando, regando y podando las plantas, le encantaba ayudar siempre que pudiese a quien fuese.

Esa tarde estaba completamente vació el Invernadero, usualmente había otros alumnos ayudando a la profesora, pero ese día pareciese que nadie se había pasado por el Invernadero. Sin más, se dispuso a regar a las plantas que necesitasen el agua.

Aquel edificio de completa transparencia era ideal, lleno de especímenes extraños y otros ya extintos, para Edmond, era el sitio perfecto para pasar el rato, para conocer, para escudrinar... el chico amaba la herbología aunque un tanto en secreto, más bien muy en secreto, todavía le seguía el fantasma de Durmstrang donde los que se dedicaban a cosas que no eran más bien de "fuerza" eran tratados no muy agradablemente, sin embargo, acá en Hogwarts las cosas eran diferentes, la gente era más cordial, no había quién se metiera en los problemas del otro a menos que fuera para ayudarle, en realidad era un mundo casi idílico comparado con el mundo del cual el provenía...

Luego de entrar al invernadero, Edmond caminó tranquilamente, acariciando las hojas de Luparia, era una planta de la cual no sabia mucho, y sin embargo acarició levemente casi todo el especimen, luego siguió caminando por los pasillos hasta encontrarse con una muchacha, quien regaba las plantas con una alegre sonrisa, ver a alguien tan entusiasmada en horario fuera de clases en ese sitio provocó en Edmond sumo interés, por lo cual se acercó sin chistar - Hola, Castigada, o te gustan las plantas? - Preguntó tratando de no tomarle por sorpresa, igual era poco probable que ella no le hubiera detectado, pues el lugar por dentro era casi todo abierto y transparente, por lo cual era algo.. impersonal.

Se volvió hacia el chico nuevo que se acercaba a ella, un joven rubio y bien parecido, le daba aires del típico galán, la Hufflepuff rió un poco y le sonrió ampliamente.

-¿Te parezco castigada? Debería de aparentar mas entusiasmo, entonces –rió un poco mas- Digamos que me agrada cuidar de las plantas.

Le resultaba conocido, un Ravenclaw, pero no sabia su nombre, probablemente lo vio varias veces por los concurridos pasillos de Hogwarts con chicas, o no.

- Sí, creo que tienes razón.. te ves demasiado contenta como para estar castigada - Contestó mientras miraba una planta que ella ya había regado, y que parecía sentarle de maravilla el agua, pues se movía alegremente y con soltura, el movimiento fue repentino, por lo cual Edmond se sobresaltó y luego volvió a mirarla de cerca, - Yo también suelo venir acá... nunca te había visto aquí - Dijo como una pregunta, mientras le miraba interesado y más detalladamente, era una chica preciosa, con ojos profundos y cabello largo, piel tersa y faz amable. De seguro le había visto más de una vez por los pasillos, pero en realidad el chico siempre iba pensando en la inmortalidad del cangrejo, o al menos la mayoría de las veces, a parte, siempre vagaba por sitios qe no muchos lo hacían, pues no conocía completamente el castillo.
- Oh.. lo siento, qué descortés he sido, mi nombre es Edmond, es un gusto- Dijo tendiéndole la mano mientras sonreí amistosamente.

Rápidamente coloco la regadera en la mesa, y limpio sus manos en su ropa, debido a la tierra de algunas macetas y le correspondió el saludo.

-Es un placer, yo soy Noelle Swanson –dándole un fuerte apretón de manos- ¿Venias por acá? Que raro que nunca nos tocara coincidir ¿no lo crees?

- En realidad.. bastante extraño, Noelle, pero bueno, lo que importa es que ya nos conocemos - Dijo sonriendo y miràndole con una sonrisa de costado, como siempre, Edmond, tras darle la mano, se guardó ambas manos en sus bolsillos y siguió paseando por el lugar, mirando las plantas, dejando ver otra carcacterística de si mismo, no podía estar quieto. - Estás en quinto no?- El chico se le quedó mirando del otro lado del mesón, analítico, había escuchado a unos chicos mencionar a una chica de nombre Noelle, que era bastante linda, de seguro era ella.

Le pareció curioso que el Ravenclaw, paseara de un lado para otro en aquel Invernadero, Noelle continuó regando dichas plantas, mientras que escuchaba al rubio hablar.

-No, ya me encuentro en el 6to curso –contesto apenada- ¿En cuál curso estas tú? Creo que he escuchado sobre ti, y mucho por parte de las chicas de la escuela. –lo miró alzando una ceja, para después soltar una risilla inocente- Debes ser popular…

- Popular? - Dijo alzando las cejas sorprendido, para luego reír divertido... popular, era una palabra extraña, en realidad había conocido a las personas correctas y en el momento y lugar adecuado, nada más que eso... era más curioso aún oirle decir eso de las chicas, osea, Edmond no era una blanca paloma, èl mismo lo tenía claro, sin embargo... tampoco era un don Juan o un rompecorazones de telenovela Venezolana.

- Creo que ese es otro Edmond - Dijo riendo paara luego mirarle sorprendido - Sexto?.. ohh debes ser muy aplicada, yo voy en mi último curso - Agregó mientras seguía observando planta por planta, quedándose mirando a una fijamente, parecía más seca y estaba un tanto alejada de las demás. - También he oído hablar de ti.. no sabes cuántos pretendientes tienes- Dijo con un tono picarezco

Se sorprendió por las palabras de Edmond, bueno, a ella le parecía bastante popular, y estaba seguro de que el chico quería ser modesto, un buen punto para él. Pero lo que mas la exalto e hizo que sus ojos se abrieran como de plato, fue su último comentario.

¿Ella tener pretendientes? Lo creía imposible, se sentía muy poca cosa como para que se fijaran en ese aspecto en ella, el escuchar eso le emocionaba, le hacia falta un poco de compañía últimamente.

-¿Pre-pretendientes? No te creo –rió entre dientes nerviosa- No es posible.

Si alguien se consideraba de lo más común, menos sobresaliente e impopular, era Noelle Swanson.

- Simple modestia... anda, mírate, eres linda - Contestó el chico mientras se acercaba a ella y tomaba su mentón, mirándole analítico, disfrutando de la simetría en su rostro, de su color de piel y de sus ojos, claramente era hermosa, quizá era de muy bajo perfil, y eso le jugaba en contra, si fuera una arpía como la mayoría de las Slytherins, de seguro traería a más de los chicos que ya trae locos por ella. Luego de notar que le estaba invadiendo de una forma inadecuada, Edmond se quedó en silencio y sonriéndole amistosamente soltó su rostro lentamente para volver a mirar la planta, estaba seguro de que esa era una planta carnívora de la que había escuchado una vez, sacó una bolsita con moscas que había atrapado exclusivamente para aquella planta, y le lanzó una, la planta al instante se estiró hasta comerse al pequeño insecto, el chico sonrió emocionado, abriendo los ojos ante la enorme impresión.

- Quizá deberías no ser tan bajo perfil, pues a pesar de haber escuchado mucho de ti, no te había visto tanto, deberías lucir toda esa belleza - Agregó mientras le lanzaba otra mosca a la planta y se sentaba en el mesón a tirarle moscas al extraño especimen.

Apreciaba sus consejos, pero le resultaría bastante difícil comportarse como ciertas chicas de Hogwarts, no deseaba excederse pero tal vez si necesitaba sobresalir un poco mas, aunque no le molestaba mucho la idea de estar en el anonimato, por lo menos era tranquilo el ambiente, aunque a veces un tanto solitario a pesar de que tuviera varios amigos.

-Tienes razón, gracias –se acerco a Edmond, mientras observaba como le tiraba moscas a una planta carnívora- Supongo que ciertas experiencias negativas me amargaron un poco… Pero la timidez me gana siempre al momento de relacionarme a profundidad con las personas… En especial con los hombres.

El muchacho sintió la cercanía de Noelle, le invitó con la mano a sentarse a su lado mientras le tiraba una mosca más a la planta, que por sus movimientos parecía ansiosa y querer más, Edmond rió ante la conducta de la planta pero se calló para que la chica no pensara que se reía ante lo que ella decía, una vez ella se sentó a su lado, Edmond posó su mano sobre la rodilla de la chica, le miró con una sonrisa de costado y le ofreció la bolsita con una sonrisa - Quisieras lanzarle una? - preguntó mirándole - Creo que eso es solamente una cosa que piensas que es así, y por eso sucede, ahora nos estamos relacionando, por ejemplo - Agregó mientras reía divertido y le daba un besito en la mejilla - Eres una chica linda - Le dijo para tirarle otra mosca a la planta

Al tiempo que Edmond depositaba el beso en la mejilla de la tejona, esta tomaba una pequeña mosca de la bolsa y se la lanzo a la plata carnívora, la planta se retorcía de alegría, Noelle dejo escapar una risa nerviosa por el beso y la atención del joven.

-Muchas gracias por tu ayuda, en verdad –le sonrió cariñosamente- Pero basta de mi, cuéntame sobre ti, ¿te parece? –tomo la mano del Ravenclaw para inspirarle confianza en que podría contarle lo que fuera, si servia de algo, le gustaría mucho ayudarlo.

- Ayuda? - Preguntó el chico con una sonrisa, agradeció a todos los dioses porque ella no le abofeteara y saliera corriendo diciendo quien sabe qué cosas de él, pues en el colegio sobraba gente que malinterpretaba las acciones bien intencionadas, quizá era cosa de estos tiempos, que estaban bastante locos. La mano de Noelle se posó sobre la de Edmond y el chico sonrió con mayor alegría - No es nada - Contestó para evitar esa charla metafísica que se venía a su mente, sobre si acaso era realmente necesario dar las gracias cuando una persona hacía algo de manera innata.

- De mi?.. bueno, dime, qué quieres saber? - El chico acomodó su cabello con su otra mano para mirarle de costado y luego lanzarle una mosca más a la planta, era entretenido y grato pasar un momento con ella, era una chica bastante simpática, y su presencia como que provocaba tranquilidad.

La chica pensó bien que preguntar, ya que no quería hacerle una pregunta incomoda al Joven, cosa que muchas veces le había pasado con algunas personas del colegio, debido a que algunos tenían un pasado triste u oscuro, y Edmond podría ser o no ser la excepción.

-Hmm… -pensó un momento frotando su barbilla- No se, ¿De donde vienes? Tú familia… Tus pasatiempos… ¿Quién te gusta? –rió divertida, esperando no incomodar al Ravenclaw.

Edmond rió al escuchar la inhundación de preguntas que Noelle le había hecho, le lanzó una mosca más a la planta para luego comenzar a entonar su respuesta. - Bueno, vengo de Francia, mis padres son muggles, espero no te moleste- Agregó pues últimamente había conocido a mucha gente que estaba algo asi como obsesionada con el tema de la sangre, el chico tomó aire y prosiguió - Bueno y creo que eso, pasé mis primeros años en Durmstrang, hasta hace dos años, tuve un problema y fui expulsado, tuve que esperar dos años y pude reintegrarme al colegio, entré aquí y estoy sacando mi último curso- Edmond le daba de esa forma la pista como para que calculara su edad, el chico se quedó mirándole con dulzura, era una muchacha curiosa y divertida, solo era cosa de entrar en confianza con ella, los chicos que andaban prendados de ella, si le conocieran, si hablaran con ella, de seguro les gustaría más.

- Y Tú?- El chico esperaba que ella le respondiera las mismas preguntas, y claro, que no saliera corriendo ante la idea de estar con un "anciano"

Lo escucho atentamente, cada palabra la procesaba en su mente, cuando menciono lo de su edad, hizo cuentas, y su resultado fue que Edmond tenía unos 19 años aproximadamente, ante la emoción exclamo.

-¡¿Tienes 19 años?! ¡Genial! –lo miro ilusionada- Es curioso, yo también provengo de Francia, soy hija de magos, mi familia esta infestada de ellos pero no tengo ningún problema con el tema de la sangre, es una bobería… –tomo otra mosca de la bolsa y se la lanzo a la carnívora para mirar de nuevo a Edmond y proseguir- La familia de mi padre es la que esta obsesionada con ese tema, por parte de mi madre no, ya te imaginaras como esta mi situación familiar ¿verdad?

Su familia se encontraba dividida en dos bandos, los amantes de la sangre pura, y a los que les daba igual ese tema, pero eran atacados constantemente por parte del lado paterno, por eso Noelle era mas apegada a la familia de su madre, ya que ahí podía ser ella misma, al contrario por el otro lado, tenia que actuar como su le importara el linaje.

Edmond se sonrojó al notar como ella había calculado su edad, en realidad se sentía un tanto "viejo" al lado de sus demás compañeros, él vivía pensando en otras cosas, buscando otros objetivos, veía de otra forma el mundo, y a veces era demasiado aburrido pasar tiempo con gente de sus clases, pues eran demasiado "infantiles", sin embargo, Noelle era una de esas pocas personas que había conocido hasta ahora con quienes se podía conversar tranquilamente, Edmond sonrió y asintió tranquilo y tratando de asimilar el gran conflicto que había en la familia de la chica en cuanto a la sangre... valla, en las familias mágicas había sido siempre un enorme problema.

- Y te gusta alguien? - Preguntó como un reflejo, casi sin pensarlo, podría luego venderle esa información a alguno de los chicos que gustaban de ella (?) - O estás de novia?- Siguió con las preguntas del ámbito sentimental.

La chica de Hufflpuff se encogió de hombros, recordó que solo había tenido una relación de novios en su vida, que ya había terminado hacia un año, con un chico que era de Gryffindor pero misteriosamente se había cambiado a la casa de Slytherin, Cedric Blair, todo un misterio.

-Ya no estoy de novia… ni me gusta nadie de momento–tomo otra mosca y se la lanzo a la carnívora, ya se veía satisfecha la plantita- ¿Qué hay de ti? –lo miro curiosa.