Los tejones son interesantes [Seth Addy]

Arianne caminaba hacia el puente, las mazmorras estaban más tranquilas que de costumbre, tan rutinarias que hicieron a la rubia chica salir a buscar algo de diversión. Ella bufa molesta, nadie se había cruzado en su camino, al parecer todos habían decidido entrar a clases ese día. Lástima, ella quería molestar a un chiquillo de primero, atemorizarlo, algo de diversión conseguiría, ¿no?

Al llegar a su destino, suspira al ver que estaba vacío, algo sorprendida por ese hecho se acerca a la orilla y se afirma, para poder mirar el lugar con total libertad. "Libertad", piensa ella, algo que desea con toda su alma pero que no conseguirá, por lo menos hasta ahora. Mientras dure esa guerra y mientras no se decida el bando vencedor, ella no podrá serlo.

Escucha pasos acercarse a donde ella está y piensa que tal vez no se vaya a aburrir como pensaba, con un poco de suerte sería un niño perdido. Voltea su cabeza a mirar y sonríe al reconocerlo como un tejón. Siempre ha pensado que ellos son interesantes, a pesar de todo lo que se dice de la casa trabajadora.

―¿Perdido, tejoncito? ―pregunta ella con una leve sonrisa sin moverse más de lo necesario.

Había tenido suerte de encontrarse con Seth en ese lugar. Pudo haber sido peor, ¿no? Pudo haber aparecido un Gryffindor con ganas de discutir, algo que ella no desea, sólo quiere divertirse un rato. Y Seth llegó justo a tiempo, como siempre.

―Por supuesto que no, sabes que eso lo hago en la oscuridad de las mazmorras, querido ―lo mira burlesca, de arriba a abajo, si el chico no fuera tan... Hufflepuff posiblemente no tendría ganas de arrancarle la cabeza de vez en cuando―. Es más, si te soy sincera, sólo buscaba algo de tranquilidad, algo que nunca encuentro.

Rueda los ojos pensando en todas las veces que ha buscado estar sola y no ha podido por la compañía que siempre termina apareciendo de la nada.

―Pero por lo menos eres tu, si te comportas no creo que haya necesidad de tirarte por el puente, Seth.

—No lo creo, eres demasíado bueno para pensar en hacerle daño a una chica —le dice arrogantemente—, es más, creo que eres capaz de soltarme si es necesario.

Arianne ve que la está desafiando, por lo que sonríe divertida y se acerca un poco a él, retándolo. Ella no tendría problemas en tirarlo por el puente pero sólo cuando lo valga, tampoco quiere acriminarse antes de tiempo. Medita por un momento lo que había pensado y cree que ya está yendo más allá de lo que debería, el aburrimiento la está haciendo pensar tonteras.

—Pero si eres un caballero como dices, no creo que haya necesidad de visitar el fondo, ni de ver quien se termina comiendo a quien, querido. Deberías saber que no soy una serpiente cualquiera —Sonríe de lado y se afirma en el mismo barandal que el chico—. ¿Y puedo saber qué es lo que te tiene tan agobiado? No será tu noviecita, ¿no?

A la chica le agradaba molestar al tejón con otra Hufflepuff con la que habia hablado un par de veces, una chica linda que olía a naranjas y que le había dicho varias veces, que sólo son amigos. Sí, claro, y ella tiene sangre muggle en sus venas.

—Sí, lo has dicho varias veces —responde ella, luego de una pequeña carcajada que no pudo evitar esconder ante la reacción del chico. "Sí, sí, como una hermana", piensa Arianne mirándo al chico maliciosa, hablando burlamente—. Bueno, bueno, el incesto no es algo que se apruebe en este mundo ni en el muggle, pero ¿quién soy yo para criticar tus gustos? —Sin embargo, vuelve su rostro serio y se acerca para susurrarle, con un tono extremadamente meloso para alguien como ella—. En serio, chico, si la ves como tu hermana... vas a tener que cuidarla mucho, Ariel es hermosa no vaya ser que alguien te escuche y vaya a por ella.

Se aleja de él, moviendo sus manos ligeramente. Actuaba como una niña, caminaba como tal, aunque sus palabras empezaban a ser venenosas nada aptas para el papel que está comenzando a tomar. Sonríe.

—Los quehaceres de la escuela —repite ella, posando una de sus manos en su mentón—. Pues si te agobia aquello es que te falta buscar la forma de relajarte, no sé, dicen que saltarse clases es lo mejor. Mirame a mi, lo que menos me preocupa son las tareas escolares y estoy completamente tranquila.

—Demasíado correcto, Seth, jugar un poco es divertido. Sobre todo cuando tus juguetes son personas, querido —lo mira maliciosa, dándole a entender perfectamente cuanto ella disfruta de aquello.

Observa el lugar y ve lo vacío que está, Arianne no había querido entrar a clases, no le apetecía escuchar a un tipo hablar sobre cosas que posiblemente ya sepa, o en el peor caso puede sacar de un libro. Se abraza de una de las columnas, estando al frente del tejón y no puede evitar morderse la lengua. Vamos, que si lo hace se puede envenenar y ella de verdad que quiere vivir por varios años más o por lo menos hasta que encuentre a su madre.

—Así que estoy equivocada y te alegrarías que Ariel esté con alguien que no seas tu. —Arianne hace que piensa por unos segundos y sigue hablando—. Entonces, ¿no te molesta que le presente a unos amigos? No te preocupes no son Slytherin —agrega de inmediato, para 'evitar' malos entendido—, temería por ellos, ya sabes que ella dice que los tejones siempre le ganan a las serpientes y aunque no puedas creerlo tengo amigos en otras casas.

Ladea levemente su cabeza, mirándolo con atención. ¿Había pensado que se aburriría? Que bueno que se encontró con el tejón.

La rubia aún abrazada de la columna arquea una de sus cejas y medita un tanto lo dicho por Seth. Lo ve... agobiado, algo que le hizo gracia. Por más que el chico lo negara se veía que el tema lo abrumaba, siendo verdad o no lo dicho por la serpiente, el tema para el Hufflepuff era importante.

—¿Y qué es lo que pretendo según tu, Seth? —pregunta sin moverse del lugar—. ¿Qué crees que conseguiré yo con todo esto? —La verdad Arianne molestaba a Seth porque sabe que nunca reaccionará mal. Puede que salga con algunas palabras hirientes pero nunca la atacaría, sería ir en contra de él mismo— Soy una persona que siempre saca un provecho de todo lo que hace, si sabes qué es lo que tramo, tendrás claro que puedo ganar yo, ¿no?

Arianne se acerca al chico, caminando sigilosamente como una serpiente y le dice en el oído susurrante:

—Y tal vez hagas muchas cosas para demostrarme que con Ariel sólo son amigos, pero yo seguiré diciéndote que no es así y le seguiré diciendo a ella que... —dejó la frase al aire para agregar a los segundos—, da lo mismo eso.

Retrocede un par de pasos y mira al chico por un momento, dejando que el silencio invadiera el lugar, suspira algo aburrida.

—¡Vaya! El tema me ha aburrido, asi que ¿qué me cuentas, tejoncito? ¿Algo interesante en tu vida de alimaña? —le pregunta, mostrando inocencia en un alma que lo que menos existe es eso. Facetas, facetas, facetas, hasta ella misma se sorprende de la capacidad para cambiar su humor.

Arianne sólo lo mira divertida desde su lugar, se cruza de brazos mientras lo escucha hablar, y obviamente tomó nota de todo aquello que decía. En algún momento le será util, demasíado util todo aquello. Mientras su maquiavélicamente planeaba que hacer, Arianne sólo suspira haciéndose la víctima. Otra faceta que es una completa farsa.

—Y yo que pensaba que siempre eras un caballero —dice, llevándose una mano al pecho, dramáticamente—. Y yo que creía que... por lo menos alguien en este castillo se salvaba.

Posa sus manos en su rostro, tapándoselo, mientras mira por entre sus dedos al chico. Si fuera muggle, le hubiese dicho a su padre que le gustaría ser actriz, sea lo que sea que hagan esas mujeres, por lo poco que sabe siempre toman personalidades que... "¡Wow! ¿Qué estupideces estás pensando, Arianne?" se reclama ella, pensando que ser tan egocéntrica le está afectando su parte racional.

Niega lentamente y vuelve a mirar al chico, ya sin una pisca de burla en su rostro. Con una seriedad más propia de ella, Arianne desde su lugar le dice:

—Si me dejo de juegos, te puedo decir con total tranquilidad que tu amiguita se sabe cuidar perfectamente sola —dice ella recordando su encuentro en las mazmorras—, es más podría decirte que si yo fuera una persona común y corriente, no estaría manteniendo esta conversación contigo ahora, me gusta mi bello rostro, no quiero que tu tejoncita le haga daño. —Bufa recordando aquello, en más de una ocasión pensó en hechizarla para que se quedara tranquila.

Por lo menos, la chica había visto una reacción más propia de un ser humano en el tejón, ya estaba pensando que él nunca reaccionaría como es debido. Cuidando de lo suyo.

—¿No estarías a su alcance? —exclama Arianne unas octavas más altas, para inmediatamente largarse a reir. Es increíble la capaciad que tienen las personas de hundirse, sobre todo cuando se habla de la persona que se gusta. Es por eso que ella sólo se queda en juegos, llegar a tal nivel de humildad debe ser enfermante—. Bien, insisto que yo no soy quién para decirte lo contrario, sólo me resta comentarte, querido, que debes mirar más y ser un poco más... egocéntrico.

La serpiente no entendía porque había dicho eso, ella no es capaz tampoco de perder una amistad por... alguien que podría valerlo. No, ella sigue junto a su amiga. Entonces si piensa igual que el chico en eso, ¿por qué anda aconsejando lo contrario?

¿Cuál es la manía de los Hufflepuff en decirle que es buena persona? Arianne no lo entendía, pero sólo han sido tres tejones que se lo han comentado. Suspira levemente y corresponde por unos segundos al abrazo del chico, para luego mirarlo burlonamente.

—Sólo no te acostumbres —dice retrocediendo unos pasos—. Este lado mío sólo aparece una vez a las tantas y normalmente no se repite de persona —finaliza, guiñándole el ojo.

A pesar de que su objetivo era molestar al chico, no pudo más que sonreír ante la repentina calma del chico. Bueno, el que haya pensado que la chica de Slytherin no tiene corazón debería hablar con Seth, para que responda que de vez en cuando aparece algún lado cálido en ella.

—Para eso son los amigos, Seth —susurra ella, luego de un suspiro—, aunque tú estés en una categoría especial y haya ocasiones en la que piense que deberías visitar el ondo del lago.