En los jardines [Ariel]

Elianne estaba leyendo un libro de un autor muggle muy conocido: Mario Vargas Llosa. A decir verdad no era el mejor libro que había leído en su vida, pero era bastante entretenido, entendía porque le gustaba tanto a los muggles. Suspiró, ligeramente cansada, y cerró el libro. No le apetecía seguir leyendo sobre una escuela militar. Se fijó en el buen día que hacía a pesar del invierno, era extraño- Cansada, se recostó en el césped con la única esperanza de que nadie la fuese a molestar. Improbable.

Elianne abrió los ojos al escuchar el sonido de un golpe contra el suelo, se encontró con que Ariel estaba en el suelo. Se rió con suavidad, una buena caida siempre era digna de ello, incluso una suya.

-¿Estás bien?-. Preguntó, con una sonrisa mientras se sentaba, para observarla mirar con cierto odio a la piedra con la que probablemente tropezó.

-La verdad es, querida, que van por ti. Llevo toda la mañana aquí y los críos no me habían molestado ni un poco.- Comentó Elianne, señalando a los niños de tercero que estaban mirando sin casi disimulo a Ariel. Le hizo un poco de gracia que la chica no se diera cuenta. - Yo estoy bien, algo cansada, pero hoy es sábado y puedo dormir lo que me apetezca así que da igual-. Respondió, con una sonrisa.

-Si me pudiera casar con los sábados lo haría, son los únicos que realmente me comprenden-. Suspiró, enterrando la cabeza entre sus brazos. Lo único que le gustaba del sábado era poder relajarse absolutamente, sin ningún problema. Le encantaba el fin de semana.

-Bueno, es agradable oírlo, la verdad es que sí, coincidimos muy poco.-.Comentó, aburrida. No tenía nada planeado para ese sábado y, a decir verdad, Ariel podría cambiar la historia. O no.

Elianne abrió un ojo, perezosa, para mirar a Ariel mientras hablaba, tenía razón pero lo estaba planteando de tal manera que se le entendiese mucho. ¿Hablaba de los chicos? ¿Del amor? ¿De las relaciones, quizá? Elianne no acababa de comprender sus palabras pero comprendía lo que querían decir. -Ariel, no sé de lo que hablas, pero me sentaría bien que me comentases un poco más lento. Que mis neuronas no funcionan los fines de semana- Dijo, sonando quejumbrosa, como una niña pequeña.

-Bah, no les hagas caso. Y si se acercan más los amenazaré con informarle a las autoriades-. Dijo Elianne, fijandose en que Ariel parecía realmente preocupada respecto a los enanos que estaban intentando molestarlas.

Sí, y lo que dices tiene una respuesta muy simple: es un tío. -Respondió Elianne, sintiendo al sol llegar a su piel, qué gusto por Merlín, y el calorcito en invierno se agradecía. -No le des más vueltas. Que conozco a ese tipo de personas. Yo he sido de ese tipo de personas y he estado en tu lugar.- Le comentó, con pasimornia a Ariel. -Es más recuerdo una vez, este verano, que había salido con los amigos de mi hermano. Había una chica, supermona ella, pero no pasamos de los besitos de primaria así que me busqué otro que me entretuviese. Es triste pero cierto Ariel.-

Elianne vio enrojecer a Ariel. Repentinamente se sentía como una pervertidora de menores (y Ariel era mayor que ella). Abrió los ojos, sorprendida, no sabía que Ariel no supiese que le gustaban las chicas, chicos... A decir verdad, le gustaban las personas, aunque sí, sentía inclinacion hacia los chicos. Pero, ¡jolín!, tampoco daba para tanto.

-Ariel, hablas de mí como si fuese una estrella del porno o algo así. No es tan raro, simplemente es que a mí me sale del alma ser así. Pero, y sólo por ser tú, si quieres preguntarme algo sobre el tema: no te cortes. Tampoco hay para tanto-. Le dijo, intentando obviar la cara de niña pequeña e inocente que tenía Ariel en ese momento.

Elianne no pudo evitar soltar una carcajada ante la incomodidad y el nerviosismo de Ariel. A decir verdad, ella nunca había tenido el sexo como un tema tabú. Simplemente había estado allí desde siempre.-Sí, esta vez ha sido posible entenderte.- Le dijo, aún con una sonrisa pintada en la boca. Ariel era, para Elianne al menos, una niña de peli estadounidenser. Sin ser eso malo, pero es que era muy inocente.

-Lo de... Err... Las abejitas-. La imitó Elianne, fielmente. -Sí, hija sí. Aunque con una chica es ... Iba a decir una locura pero ¿sabes qué? callada estoy más guapa.-. Comentó la chica. Había estado a punto de decir algo en plan "a las chicas no les puedes meter el aguijón", y, aparte de sumamente vulgar, estaba segura de que Ariel se iba a poner rojísima.

Elianne se puso roja. Y fue un rojo de vergüenza ajena. Y también de una idea que le vino a la mente, pero que, definitivamente, era imposible. Ella y Ariel... Y, aunque no le disgutaba, sabía dos cosas que evitaban cualquier contacto más allá de las palabras: (a) Ariel era virgen y, aunque eso siempre era cambiable, (b) le gustaban los chicos.

-Pues es totalmente distinto de estar con un chico. Ciertamente es increible la primera vez que lo haces con una chica, con todos esos roces... Ten en cuenta que es un cuerpo formado igual que el tuyo. Con todas esas cosas que te llaman la atención y ya sabes lo que gusta y lo que no. Es... simplemente sublime.-. Le dijo ella, recordando con nostalgía alguna de sus noches, o días, veraniegas... Ah... Realmente, el sexo era algo imprescindible en su vida.

-Y lo de como se hace, Ariel, tía, que yo solo sé explicarlo por la practica y me da a mí que a ti eso no te interesa-. Explicó Elianne, socarronamente. Estaba segurísima de que provocaría otro sonrojo y, eso, ciertamente le haría gracia.

-Y bueno, con los chicos es simplemente increíble, es muchísimo mejor que esas dulces sesiones de besos que todos tenemos de vez en cuando.-. Comentó Elianne, con una sonrisa pícara.

Elianne carcajeó ante la respuesta incómoda a la par que tímida de Ariel. Escuchó atenta su respuesta, para reflexionar un par de minutos antes de contestar. Fingidamente decepcionada, comentó:-¿Quién te gusta? Oh, ya lo sé, te mola Seth. Bah, era muy evidente.-

Elianne esperó paciente a que Ariel desmintiese sus palabras, era algo que siempre se hacía antes de admitir algo. De hecho, de no hacerlo se perdía cierta gracia. Y, el sexo, no era un tema muy entretenido para Elianne, a decir verdad