Aguas Revueltas [Elianne]

El primer dia en Hogwarts se hizo insoportable, mi llegada fue poco ortodoxa y dolorosa, me pase un buen rato en la enfermeria y no hable con nadie mas, no asisti a ninguna clase, no mire a mis antiguos amigos, no me acerque a mi sala comun, no camine acompañado, simplemente estaba solo, debia de admitirlo, esto era una justicia karmica al cien por cien, pero que iba a hacerle, no esperaba que me perdonaran asi que aguantaria asi el resto de mi vida, siempre tan extremista y a la vez tan realista.

Camine por la orilla del lago negro, parecia estar enfadado, habian movimientos de olas demasiado pronunciados para no haber un dia de viento, quizas las criaturas que moraban en su interior estaban alteradas, no me importan mucho, yo a ellas tampoco, asi que es un quiz pro cuo, si ellas no me hacen nada yo tampoco les hare nada.

Poco a poco formaba un rastro de huellas poco duraderas sobre la arena, me pare justo sobre la zona mas cercana al agua y di un paso, como esperaba no pude siquiera mantenerme sobre el agua, antes si podia, ahora un alumno de primero podria plantarme cara y vencerme sin mucho esfuerzo, era un mago herido y debil, asi que simplemente me sente observando la intranquila agua, algo extraño ocurria y no era capaz de averiguar que.

-Debo de curarme lo mas rapido posible...no soporto...ser tan...debil...

¿Era ese realmente el miedo que recorria mi cuerpo o era la pequeña posibilidad de no volver a realizar magia nunca mas o peor aun, estar condenado a la soledad eternamente? ¿Aquello que una vez ame me causara mi propia muerte? Que ironico es el destino, tengo ganas de ver cual sera su siguiente movimiento...

Elianne estaba maravillandose con el paisaje del lago, honestamente no tenía nada más productivo que hacer. No tenía pergaminos que rellenar ni le interesaba demasiado socializar aquel día. Ni siquiera tenía que preocuparse por las continuas molestias causadas por su madre. Sí, era un día perfecto. Incluso le apetecía tararear, pero no iba a caer tan bajo... Y menos cuando se dio cuenta de que había un chaval en estado casi catatónico en la orilla del lago. No tenía planeado acercarsele, ni siquiera tenía pensado fijarse en él. Pero escuchó una frase tan, tan, tan deprimente que no fue capaz de controlarse. -Bueno, ya sabes lo que dicen, si no te gusta no lo seas.- Le comentó, aún desde lejos, no le apetecía acercarse. Cualquiera habría dicho que le daba miedo ser contagiada por el pesimismo del chico. Y no habría estado equivocado.

Una voz me saco de los recurrentes recuerdos que azotaban y torturaban mi mente, le di las gracias interiormente aunque esto se pondria interesante, y ni yo mismo lo sabia ciertamente.

-Creo que malinterpretas mis palabras, o quizas sea yo mismo el que no les encuentra sentido, como sea, estoy seguro que me curare, tarde o temprano y volvere a ser quien era antes, aunque tampoco se si eso es lo que busco, desde hace unos dias la vida no ha supuesto ningun tesoro que valga conservar, y digamos que mi propio estado animico me impide hacer cosas tan simples como un wingardium leviosa, pero bueno...

Cogi una piedra y la lance al agua, el brazo aun me ardia, pero no hice nada, ni solte un grito, ni me frote el brazo, el dolor era minimo en comparacion a las torturas que solia recibir.

-Si no quieres "contagiarte" de mi ¿porque hablas conmigo? No te ofendas, pero me extraña que alguien quiera dirigirme la palabra, y menos aun si antaño fue mi amigo, asi que supongo que no me conoces...¿quien eres? -pregunte aun sin dirigirle la vista ni una sola vez.

Merlín, Dios o Dior, era su imaginación o le acababa de soltar un discurso al más puro estilo Dumbledore. Era su imaginación, analizandolo un poquito no le encontró ni pies ni cabeza y los discursos de Dumbledore te "hacían ver la luz". -Me parece muy bien que quieras ser el de antes. Pero si no lo eres ahora es por un motivo, ¿no lo crees?-. Comentó, insegura de sus propias palabras. No tenía la menor idea de lo que estaba diciendo, pero, a decir verdad, tampoco estaba segura de querer saberlo. Había un aura, y ella no creía en eso, de ¿nostalgía? ¿arrepentimiento? ¿hastio? en él...

Entonces Elianne estuvo segura de una cosa y era que no le gustaba, ni un poquito, que la gente hurgase en su mente. Y menos que diera pruebas de hacerlo. A decir verdad se sentía un poco violada. -Hablo contigo por el mismo motivo por el que hablaría con cualquier otro ser: simple sociabilidad y también curiosidad, para qué negarlo. Y no, no te conozco de antes, pero si te sirve de algo saber mi nobre soy Elianne.- Dijo, encogiéndose de hombros. Si para él era información vital... Pues valía.

Rei levemente, puede ser que fuera como un alumno de primero pero con ello solo consegui que mi legeremancia que tanto tiempo deje en el deshuso volviera a funcionar, aunque no me gustaba leer los pensamientos ajenos, no habia diferencia alguna en leer mentes e invadir la privacidad ajena.

-Buena respuesta, Dumbledore habria dicho algo parecido aunque habria metido palabras muggles poco usadas, en cuanto a mi nombre puedes llamarme Roi...-conteste volteandome y poniendome en pie. -¿En que exactamente, te incitio ese sentimiento de curiosidad? Quiero decir solo soy uno mas en un monton, y mas ahora...

Suspire, la cabeza me dolia, pero era un dolor constante, sino queria acercarse a mi lo comprendia, que iba a hacerle. Deje una rana de chocolate en el suelo, y esta comenzo a andar hacia Elianne, que la cogiera o no dependia de ella, aunque la rana saltaria hacia ella.

-Creeme, es mejor que por ahora ninguno de mis viejos amigos me vea...

-Ese hombre siempre será mi ídolo-. Reflexionó Elianne, en voz alta aunque, teniendo en cuenta que el chaval podía leer su mente no había ninguna diferencia. Bueno sí, que ella lo decía voluntariamente.-No lo sé, quizá que seas el único que anda por aquí. De otra forma me podría haber fijado o no.- En realidad Elianne veía más probable el no haberse fijado, simple y llanamente porque andaba concentrada en otras cosas la mayor parte del tiempo. No era costumbre suya fijarse en los demás, aunque sí había excepciones.

Entonces Roi, nombre extraño aunque ella no podía hablar mucho, dejó suelta a una rana de chocolate. Elianne la observó con una ceja enarcada, no les tenía miedo. No. Sólo respeto. Aún así decidió apartarse de su camino, le daba igual que fuese de chocolate. -Bueno, aunque no sé de lo que hablas, supongo que será muy grave. No, en realidad no, pero eso es porque creo que todo el mundo exagera sus problemas-. Comentó, mirando a Roi acercarsele a paso lento. Lo de seguro no lo veía tan claro.

-No suelo tener esas tendencias al exagerar, de hecho mis amigos me conocian por ser una de las personas mas testarudas de la Tierra, por mucho que estuviera herido no le daba importancia, asi que creo que eso no ha cambiado.

Observe como la rana era esquivada por Elianne, que se le iba a hacer, no a todas las personas les gusta que el chocolate pueda moverse, de hecho habian personas que decian que era una especie de asesinato, pues un ser que puede moverse a su antojo y sabe a donde va, demuestra inteligencia, pero eso a mi me importaba poco.

-Y haces bien en idolatrarle, es el mago mas poderoso que existe en muchas generaciones, solo podria compararsele Merlin. Da igual los motivos que hayan hecho que te fijaras en mi, solo importa que lo has hecho y me siento halagado por ello. Pero hay una cosa que me intriga, ¿porque una Slytherin hace publica su idolatracion por Dumbledore? Tenia entendido que jamas diriais algo asi a menos que vuestra vida dependiera de ello, pero los estereotipos son siempre algo malo, asi que ignora esa pregunta...¿que te trae aqui?

-Pues vale-. Se encogió de hombros, mostrando así su desinterés. Más allá de saber algo nuevo a Elianne le importaba poco o nada la vida de Roi. Y su forma de ser. Pero bueno, si él quería contarlo, ella no le iba a decir que no. Alguien dijo una vez que la información es poder y Elianne lo aplicaba a diario.

Elianne se rió suavemente ante el discurso de Roi que el mismo cortó para hacerle una pregunta totalmente distinta.-No me importa decir que Dumbledore es mi ídolo porque tuvo más de Slytherin que todos los que cursan ahora juntos. Y la verdad es que venía aquí por el simple placer de disfrutar el paisaje-. Comentó, con una sonrisa divertida pintada en sus labios.

-Sinceramente Dumbledore ha tenido mas de todas las casas que los propios fundadores, pero bueno, aun siguen habiendo necios que piensan que no es mas que un anciando, donde quiera que este espero que vuelva pronto. Tengo que decir que el lago esta intranquilo, quisiera saber que pasa ahi abajo, pero sin magia dudo mucho que pueda llegar, la ultima vez que entre recibi un ¿tentaculazo? del gran calamar, asi que me abstengo por ahora.

No se si era frecuente en mi ponerme a hablar como Dumbledore, las pocas veces que tuve el privilegio de hablar con el se me pegaron, decia cosas que queria hacer y cambiaba de tema al instante o hacia un trabalenguas o convertiamos las frases en problemas que carecian de logica.

-¿A que curso vas?

Elianne se estremeció por el frío que le había dado la idea de Roi sobre meterse en el agua.-Qué pereza me entra con el solo plantearme meterme en el agua. ¡¡¡Qué estamos en invierno!!! Por Merlín, qué mal andan los jóvenes de hoy en día- Exclamó bromeando, mientras le guiñaba un ojo. -Ese calamar es todo un señor. Recuerdo que en primer curso un chaval se cayó al lago y el calamar lo devolvió. Nunca me había reido tanto hasta esa noche.-. Comentó, recordando con nostalgía su primera noche en Hogwarts. Había sido simplemente preciosa.

-Voy al curso menos productivo de todos: sexto. Las notas da igual porque iré a septimo, no tengo examenes importantes... En fin, que no tengo nada que hacer.- Dijo, sin darle demasiada importancia. -¿Y tú?-. Preguntó educadamente.

-Sinceramente la idea no parece tan descabellada como la pintas, segun lei en una revista de viajes muggle, en islandia, para mantener la piel joven se bañan en el agua helada, sea primavera, verano, otoño o invierno, y con un conjuro la temperatura corporal podria ascender y no sentirias frio.

Rei ante la brevisima historia de Eliane.

-¿Asi que estuviste desde el inicio? Eso debio de ser espectacular yo entre despues, debido a problemas en el horfanato, si, un pequeño incendio, bien merecido, asi que no conozco esa sensacion de extasis que debiste de sentir. Pero parece que ese dia cambio toda tu vida.

Me devolvio la pregunta, ¿porque todas las mujeres hacian siempre lo mismo?

-¿Yo? Digamos que no tengo la suficiente fuerza como para presentarme como si nada hubiera pasado en todo este tiempo, y mas aun con lo que les hice, y si me presentara asi como asi seguro que me matarian, o por lo menos el lo haria.

-No dije que fuera descabellada, dije que me daba pereza. Pero bueno, supongo que hay seres, extraños, a los que os gusta bañaros en invierno. Por mucho hechizo que hiciera al final el efecto placebo estaría sobre mí y tendría frío psicológico. Lo cual sería muy triste por mi parte-. Dijo ella, negando suavemente mientras sonreía.

Elianne asintió al escuchar su historia. Siempre estaba insegura sobre preguntar a cerca de los orfanatos. En ese momento decidió no preguntar. No deseaba desviar la conversación hacia ese tema. -Hombre, no creo que te hayas perdido mucho. Esa experiencia es distinta para cada quién. A mí, por ejemplo, me gustó muchísimo pero a una compañera le pareció, y le sigue pareciendo, una perdida de tiempo la selección y todo lo que conlleva.- Comentó ella, restandole importancia a la última parte.

-Me parece bien que haya gente deseando tu muerte. Pero, y no me respondas si estoy siendo muy indiscreta, ¿qué haces aquí si no estás estudiando? ¿y por qué te arriesgas a que te intenten hacer daño?-. Preguntó Elianne, con sincera curiosidad. -Oh, ya lo sé. Eres Gryffindor.- Afirmó,ligeramente decepcionada. ¿Por qué la gente que le llamaba la atención tenía que estar en gryffindor? Acéptalo Elianne, no tienes suerte., se dijo.

-No solo idolatras a Dumbledore, como sigas asi te convertiras en el. -rei. -Ya hablas casi como el, pero como fuera supuse que ninguna persona cuerda se bañaria en el lago. Y respecto al dia de la seleccion, debo decir que sin duda es el dia mas importante, mucho mas que los timos y extasis juntos.

Su ultimo comentario me dejo descolocado, muy descolocado, ¿ya me habia ganado una enemiga y yo sin saberlo?

-¿Que te alegras de que haya gente deseando mi muerte? ¿Te hice algo malo en estos minutos de charla? No estoy estudianto porque eso implicaria que mis ex-amigos pudieran verme y como ya dije no quiero verlos, o mas bien no estoy preparado, y precisamente por ello no me arriesgo a que me hagan daño, aunque el venir aqui de nuevo ha sido bastante arriesgado y si, soy un Gryffindor pero no soy estupido, tiendo a alejarme de aquello que me hace daño, como cualquier persona, asi que agradeceria que no tomaras mi casa como un estereotipo de como soy.

Elianne se sonrojó, qué raro, ante el elogio de Roi. Si la gente le dijera esas cosas más amenudo sería mucho más agradable la mayor parte del tiempo. -
Gracias, esos halagos sí que me gustan. Y comparto tu opinión sobre la selección- Comentó con una sonrisa hasta que escuchó lo siguiente que él le decia.

-No, no me alegro, es simplemente una muletilla. En mi significa que es algo que digo siempre aunque no quiera. De verdad siento si te ofendió, no fue mi intención, en serio. Dios, en serio ¡no te tomes mis palabras tan apecho! Si te odiase no te hablaría... Y de momento no has hecho nada que me desagrade así que veo díficil el odiarte.- Dijo Elianne, acercandosele. Había escuchado por ahí que eso era un signo de que sus palabras eran verdaderas. Y, en este caso, eran verdaderas.-No dije que ser Gryffindor fuese malo. Es que últimamente las personas que me parecen interesantes son de esa casa y eso me decepciona un poco. Porque no sé podrías haber sido hufflepuff... Eso me habría encantado. Te habría llamado "Roi el tejón". Pero al ser gryffindor todo se magnifica y no hay forma de gastar una triste broma.

-Solo digo lo que pienso, ni mas ni menos, la verdad por mucho que se oculte sale a la luz tarde o temprano.

¿Ahora me estaba volviendo un filosofo? Debia de dejar lo que quiera que fuera que me tomaba con el desayuno, estaba claro que no me hacia ningun bien.

-Cierto, pero comprendeme, que apenas llegue vivo hara unas horas, y me falta bastante sangre, asi que estoy muy espeso. -me excuse. -¿Asi que hay mas personas interesantes de Gryffindor ultimamente? Bueno, cierto es que en la variedad esta el gusto...ya no se ni lo que digo... -escuche su apodo ¿Roi el tejon? parecia un personaje sacado de esta serie infantil de una esponja en el fondo del mar. -Que este en Gryffindor solo indica que tengo coraje y valentia, la lealtad, digamos que la perdi...crei en una persona que me traiciono, asi que ahora el que no confia en nadie que no se lo merezca soy yo. Eres buena poniendo apodos, te juro que ese me hizo gracia Roi el tejon...¿Cual es tu animal favorito? -pregunte cambiando de tema al mas puro estilo dumbledoriano.

-Bueno, Roi, no sé si lo sabrás, pero la lealtad es una cualidad Slytherin, no Gryffindor. Pero bueno, ya verás como recuperas la fe en el ser humano. O no.- Dijo ella, sin pensar demasiado. La verdad era que una buena respuesta no se le ocurría para eso. -Gracias, gracias... En realidad soy buena en todo. Y también muy modesta, si no te has dado cuenta. Mi animal favorito... El ser humano.- Dijo, reflexionando en voz alta. -¡Eh! Pero si quieres te puedo llamar Roi el León, no es tan bueno pero me sigue gustando-. Ofreció Elianne, intentando mantener la seriedad, pero notaba como una sonrisa se escapaba por sus labios. Al final lo que había intentado hacer seriamente se volvió una sonrisa de sincera diversión. Bueno, ella era así. A quien no le gustase que no mirara.

-Me referia a la simbolizacion del leon, un leon es fiel y leal a su manada, pues digamos que mi manada solo soy yo, y que ampliarla es mas un problema para los que se unen a ella que para mi. El ser humano perdio mi fe desde el comienzo de mi consciencia, en donde yo me crie las palabras buenas eran inexistentes, y los malos actos, presentes a cualquier momento del dia.

Suspire de nuevo saque una pequeña bolsa con grageas bertie bott y tome una, sabor a limon agrio, bueno, por lo menos no habia salido uno con sabor a pie de duende. Le ofreci una gragea mientras seguia hablando.

-Pues asi no tiene gracia la cosa, aunque la deficion de animal le pega demasiado al ser humano, una criatura avariciosa, estupida y egoista, y carente en el casi cien porcien de los casos de inteligencia. Pues si, eres divertida, bastante inteligente y muy guapa si me permites la sinceridad y seguro que serias una digna rival, pero no me encuentro como veras en una buena postura para combatir. -comente mostrando mi brazo derecho vendado. -Mi animal favorito es el dragon, pero mi estado me impide transformarme en algo tan complejo, aunque siempre estara el lobo siberiano.

No pensaba que pudiera hacerlo, pero pude transformarme en un lobo blanco de casi dos metros, la transformacion me habia dolido lo suyo, pero ahora que estaba en este estado era increiblemente comodo, hacia tanto que no la usaba por diversion mas que por necesidad.

Me acerque hasta Elianne y frote mi rostro lobuno con el suyo mientras que la coloque de un leve empujon en el suelo, yo sobre ella, aun manteniendo el aspecto agresivo e intimidatorio que queria intentar infundar, pero en el fondo me estaba divirtiendo.

-Tú lo que pasa es que has visto muchas veces El Rey León (una cosa muggle), pero en realidad los leones son vagos y no hacen nada por sus manadas.- Respondió Elianne, encogiéndose de hombros. -Pues yo ho he perdido la esperanza. Empezando por mi misma y continuando por mi mejor amigo que lleva conmigo siete largos años (créeme, eso es difícil). Creo, y es mi humilde opinión, que todos somos egoístas pero también leales y generosos. Solo hay que encontrar a la persona con la que nos apetece serlo.- Le dijo, sintiendo pesar por el chico. Ella no lo conocía de nada y podía ser el próximo Voldy, pero aún así sentía pena. Y era algo común en ella, se dejaba convencer por la primera idea que tenía de alguien hasta que este lo cambiaba radicalmente.

Entonces sucedió algo que la hizo creer fielmente en la magia. Roi se volvió un jodido lobo. Enorme, además. Y se le echó encima. Elianne se sintió pequeñísima, más de lo que era habitual en ella, y acarició el pelaje del lobo (que era Roi). Sonriendo le dijo: -De pequeña tenía un caniche que era así de suave.- Intentando picarlo.

Realmente daba gustito acariciarlo, ojalá en hogwarts permitiesen lobos. Elianne siempre había sentido una fascinación por esos animales. Tachados de solitarios pero que en realidad eran los más fieles del mundo.

Rei ante el comentario del rey leon, santo dios, tras tres meses de infierno una puerta trasera se abrio hacia el exterior, estar con Elianne habia alegrado mi dia como no esperaba que nadie lo hubiera hecho.

-Mi caso creo que es un poco mas extremo, mi mejor amigo quiso matarme, a mi y a otros doscientos alumnos mas, mi otro mejor amigo le asesino friamente y el mismo quiere matarme ahora, se convirtio en un mortifago y como no mejore rapido no tardare en ser su proxima victima.

Note como acariciaba mi pelaje, el estar tan cerca de una mujer durante tanto tiempo y que esta fuera tan bella provoco un inesperado sonrojo, no se como quedaria un rubor en cara de un lobo blanco, pero esperaba que no lo notara. Cada caricia se sentia tan bien que casi podia creer que me habia humanizado y su comentario me pico, pero no iba con malicia.

-¿Quieres que este pequeño caniche te enseñe lo que es un lobo en accion? -comente retandola.

-Bueno, ya sabes lo que dicen psicopatas y aburridos... Y chicas majas hay en todas partes. Solo que a ti de momento sólo te tocaron los psicopatas.-. Le comentó Elianne, tratando el tema con la misma seriedad con la que Roi lo hacía, es decir, con seriedad nula. Pero cada quien trataba su vida como quería ¿que cómo lo haría Elianne? De la misma forma que Roi, quizá menos lastimera.

Elianne sonrió ligeramente al escuchar al lobo, ¡Lobo!, hablar. Si le hubiesen dicho por la mañana que estaría en una situación tan absolutamente bizarra no lo habría creído. Bueno y si lo hubiese hecho habría dicho que ella no iba a llevarle la contraria al destino, por pura y simple pereza. -Dios, esto es superior a mí, vuelvete humano, por favor, me desconcentras siendo tan suavecito.- Le dijo, enterrando las manos en el pelaje blanco. Qué gustito. Estaba a pocos momentos de enterrar la cara también.

Lo bueno de la metamorfomagia y el transformate en un animal era que adoptabas los sentidos que el tenia, jamas supe que una caricia podia sentir tan bien, aunque claro, no recibi muchas en mi vida, y menos aun en mi infancia, pero bueno, la verdad es que hacia cosquillas.

-Bueno, si la dama lo ordena el caballero revierte su transformacion, aunque no creo que tu quieras eso. -conteste disfrutando de esa extraña sensacion animal. -Quisiera saber cuan rapido es un lobo siberiano, peeeeero, estoy demasiado debil como para intentarlo, mantener la forma ya supone un fuerte gasto de energia, pero se siente tan biieeeeeeen

Quien me diria a mi que el mismo dia en el que creia que moriria me encontre con una chica que destaba en mi cosas que habia ocultado durante casi años.

-Lamento que hayan pocas personas como tu, o por lo menos que no haya conocido en mi vida, aunqe no se si se le puede llamar "vida".

-Bueno, cuando estés bien ya probaremos ¿vale? Mira que das gustito, podría estar así todo el día.-. Dijo Elianne sonriéndole al lobo. Se sentía realmente cómoda en aquel momento. Y con un desconocido. Para que luego dijeran que era una antisocial... ¿Quién decía eso? Mmm... Pues no lo recordaba. ¿Lo decían, para empezar? Merlín, Elianne entrecerró los ojos intentando ignorar sus pensamientos que volaban de una cosa a otra a la velocidad de la luz.

Se concentró, no sin difilcutades, en el lobo/chico que tenía delante.

-Bueno, es vida si tu corazón ha latido. Es vida si puedes pensar. Es vida si estás aquí. No desprecies algo tan hermoso por las cosas que te hayan podido pasar-. Reflexionó, sin dejar de acariciar el blanco pelaje del lobo/Roi. -Pero bueno, cada quien es libre de ver la vida como le dé la gana-. Le dijo, moviendose hasta estar sentada a su lado. Menuda postal extraña debían estar dando: un lobo siberiano y una rubia inglesa.

Me sente como una persona normal lo haria, sin darme cuenta de que aun estaba en el estado lobuno, reflexione sobre lo que dijo, en parte tenia razon, pero una vida en un infierno no era una vida, era una tortura, pero en parte si era vida, todo es tan subjetivo...

Mi transformacion se revirtio, mis manos dejaron de ser las patas del lobo, el proceso de destransformacion dolia bastante, sobretodo si era una figura no usada mucho, asi que emiti un leve gemido de dolor.

-Aun no me acostumbro...a no poder usar mi magia...-comente tumbandome en el cesped. -Cuentame algo de tu pasado...-rogue, como si fuera mi ultimo deseo antes de morir. -Me interesa escuchar como fue tu infancia.

Elianne observó incomoda a Roi dar un respingo de dolor. Pero ella no podía hacer nada, aunque realmente le encantaría ayudarle. Elianne veía dos problemas en sus deseos, el primero, que ella de magia curativa sabía lo mismo que de astrofísca y el segundo, ¿realmente querría ayuda? Elianne observaba que había sido realmente herido, tanto física como psicológicamente.

-¿Mi pasado? Nada fuera de lo común, mi padre viajaba (y viaja) un montón, mi madre era amante de las fiestas con sus amigas (no ha cambiado en eso) y mi tía se pasó media vida cuidandome. Ah, y conocí a mi hermano mayor con... ¿cuatro años? ¿cinco?-. Respondió ella, quitandole importancia a algo tan banal como eran sus quejas sobre su vida. No quería que el chico pensara que su vida era tan superficial. Porque ella había tenido suerte y él no. No había justicie en el mundo, para qué negarlo.

-Hija, ponle mas gracia a tu vida, que no puede haber sido tan aburrida y superficial como la pintas, que yo reconozco que hablar del pasado en mi caso es duro, pero mira, ya me lo tomo como algo cotidiano y hasta divertido, sobre todo cuando lo re-abrieron y yo mismo lo re-cerre, hasta tiene su gracia y si vuelven a abrirlo definitivamente lo tirare abajo, una prision como esa no puede albergar a ningun niño mas.

Suspire mientras me reincorporaba sobre el cesped.

-De nuevo debo de corregir tus pensamientos, aun no controlo el no controlar mi legeremancia, pero creo que debo de decirte algo, yo he tenido suerte, no demasiada debo de reconocerlo, pero eso no quiere decir que no haya justicia en el mundo, que por otro lado no la hay, pero bueno, creeme que me dijeran que era mago lo fue todo, me da igual si mañana muero o si muero viejo y solo o si me torturan hasta que suplique por mi muerte, he tenido la suerte de hacer cosas que jamas crei posibles, eso me basta para morir tranquilo.