Octava Clase: Filtro de Paz

Abro post para que lleguen los alumnos

El despertador sonaba con fuerza y mas desde la ultima vez, no asisti durante mucho tiempo a pociones, que quereis que os diga, el sueño me podia, ademas la Señora Pomfrey podia corroborarlo, ella misma me obligo a guardar cama durante mucho tiempo, y bueno, por primera vez queria ir a Pociones, quien sabe que ocurriria ahi.

Las mazmorras no me apetecian del todo, pero para ganar hay que arriesgar, asi que avance intentando recordar donde estaba la clase, cinco minutos tarde en localizarme y una vez encontre la clase, llame a la puerta y pase.

-¿Se puede o es muy temprano? -pregunte, segun mi despertador quedarian unos diez-cinco minutos para la clase.

El despertador sono a la misma hora que siempre, pero el dia de hoy me sentia muy cansada, ademas desperte con un terrible dolor de cabeza producto a no haber dormido mucho el dia anterior, terminando algunos asuntos laborales y respondiendo cartas del ministerio.
Pero debia seguir con mi trabajo, y de mala gana me levante.

En Media hora ya estaba completamente lista y habia terminado de tomar desayuno, por lo que em encamine hacia las mazamorres en donde se encontraba el aula donde debia impartir mi clase.

Cuando llegue solo se encontraba ahi un solo alumno, pero no me preocupe, aun quedaba un poco de tiempo para que llegara el resto.
- Buenos dias señor Suir, es un placer volver a tenerlo en mi clase - le salude amablemente mientras me dirigia a mi mesa. - ¡¿todo Bien? - le pregunte.

Aun me pregunto porque apenas venia a esta clase, y a todas, pero esta debia de estar fielmente atendida por mi persona, si era la profesora mas bella que habia por todo Hogwarts la que la atendia, y no ese Snape que menos profesor era un gran desanimador y desmotivador...

-Buenos dias a usted profesora Avalon.-esta vez no me importo que me llamara por mi apellido. -Bastante, debido al tratamiento medico no he podido asistir a clases pero he investigado sobre una pocion bastante bastante rara, asi que ya tengo un trabajo extra, segun lei es la pocion Sentimental, crea duplicados de la persona y cada uno tiene un sentimiento unico de la persona, furia, nostalgia, amor... pero no he conseguido ni los ingridientes ni el metodo de preparacion, asi que lo unico que tengo es la biografia.

Deje los pergaminos que traia en mis brazos sobre mi escritorio, y en lugar de sentarme en la silla, simplemente me sente sobre la mesa, con mis pies simplemente rozando el suelo, y me dedique a escuchar lo que Roikan me contaba.
Sinceramente no esperaba que un alumno que no se encontraba muy bien de salud y que habia dejado de asistir a las clases debido a esto se dedicara a averiguar cosas relacionadas con el estudio por su propia cuenta, buieno, enrrealidad si me lo podia esperar de la señorita Granger, y estoy segura de que cualquier persona estaria deacuerdo conmigo.

- Dejame felicitarte - le dije sonriendo. - Creo haber escuchado o leido sobre esa pocion. Claro! aparece en uno de los libros que tengo guardados en mi despacho. Se llama "todo sobre las posiones" y ahi sale todo sobre aquella posion. Si quieres puedes ir a recojerlo un dia de estos para que te lo pase - le ofreci.

La verdad es que me estaba a empezando a gustar las mazmorras, si tenia que pasar por este infierno helado, humedo y descuidado por llegar a esta clase y estar con esta profesora, que me den el pase de 24 horas porque no iba a hacer otra cosa, no señor, esto era doblemente magnifico, primero era muy bella, y cualquiera diria eso y segundo me encantaba pociones, porque todo era practica, por lo menos con ella.

-Cuando usted diga ire alli y en cuanto tenga todos los ingredientes intentare fabricarla, aunque llevare ropa de los antidisturbios, me conozco y en momentos de tension mi pulso no es precisamente eficaz asi que ante posibles explosiones prefiero ir con cuidado, quisiera asistir a todas sus clases en perfectas condiciones. -asegure con una sonrisa. -¿Seguro que usted no fabrica alguna pocion para conservar la juventud? Porque no creo que pudiera envejecer en años...y eso que es muy joven....

Un momento, esos eran mis pensamientos, ¿salieron al exterior? Como siempre...

-Oh... No, no... que llego tarde .- Dije mientras me fijaba en mi reloj, ya habia empezado la clase de pociones, y llegaba tarde, eso era devido a que ayer me acoste tarde y me he levantado... tarde. Fui corriendo rapidamente por los pasillos, que estaban vacios, ya que todos los alumnos estaban en sus clases... "Que estupido soy" Pensé, mientras seguia corriendo, al final, llegue a la clase, llame a la puerta.

*Toc, Toc* - Siento llegar... - Dije mientras me asomaba por la puerta de la clase, pero... no habia nadie, solo estaba Roikan y la profesora Meredith. Me sente en una esquinita, al final del todo...

Asenti antes sus primeras palabras, y solte una risita despues que pronuncio las siguientes.
- Solo tengo 22 años, pero sinceramente espero no envejecer nunca - le comente haciendo una mueca para luego volver a sonreir. - Esta muy bien que tengas cuidado en lo que haces, y si lo deseas yo te podria ayudar en su fabricacion. Si no lo sabias, antes de venir a Hogwarts tenia una tienda en donde fabricaba posiones, asi que s epodria decir que soy casi una experta.- le dije.

Es ense momento Jack entro a la clase.
- No te preocupes, aun no hemos comenzado - le diej mientras observaba como iba a tomar su ubicacion. Al volver la vista vi que ingresaba una de mis nuevas alumnas, que era una tejoncita.
- ¿Como estas Ariel ? - le pregunte sonriente.

La solitaria, aunque entretenida charla entre alumno y profesora aumento en el numero de participantes, el primero fue Jack, un Slytherin con el que en algun momento dirigi palabra, y la otra persona fue Ariel, para mi no era una persona cualquiera, por ella vivia y por ella moria, como en Aritmancia, se sento junto a mi.

-Buenos dias. -conteste con una sincera sonrisa, luego note como ponia su mano sobre la mia y entrelazaba sus dedos, al hacerlo una sensacion calida como pocas me envolvio, llegando hasta mis mejillas, donde alcanzaron el maximo color posible.

Recorde instintivamente lo que ocurrio un dia antes, en la sala de los menesteres, en el campo de quidditch, en el lago y el rubor se hizo mas patente.

-¿Como te encuentras Ariel? -pregunte mirando sus ojos color chocolate.

Porfin había logrado despertarme a la hora adecuada para asistir a mis clases de pociones. Estaba muerta de felicidad pues siempre me perdía de las clases de la querida profesora Meredith Avalon. No me gusta comparar a la personas -¿A quién engaño? ¡Claro que si!-, pero esa profesora me caía de mares de bien. Era joven y muy sonriente; los demás alumnos decúian que era la más guapa de todas la maestras. Yo tan sólo reía.

Había un gran problema con la clase de posiones... ¡Era en las mazmorras! ¿Y qué había en las mazmorras? Los chicos de Slytherin que la última vez me querían agarrar por insultarlos en francés. Ellos se lo habían buscado, me habían lastimado el brazo, provocado que mi pierna doliera más que antes debido a mis heridas, y provocarme una mala presentación en Aritmancia. Pero no podía seguir con esos incidentas, algún día me habría de ganar un buen castigo por enfrentar a los de último año. Tragandome los nervios, caminé por las mazmorras. Todo estaba tranquilo así que avancé con más alegría y confianza... hasta que...

-¡Ahí está! ¡Es la chica de la otra vez! -se me heló la sangre cuando reconocí sus voces; no lo pensé dos veces... me eché a correr-. ¡ALCANCELA!

Corrí hacia donde sabía que no me podrían hacer ningún daño: El salón de posiones. Debería estar ahí la profesora y alguno que otro alumno, sonreí pues me sentía muy confiada de quitarmelos de encima de una vez por todas... pensé demasiado pronto... No estaba muy lejos de llegar cuando uno me cogió del brazo; todo estaba húmedo y frío, haciendome resbalar y caer al suelo, teniendome atrapada entre los brazos de aquellos chicos brabucones de verde. No me gustaba clasificar a las personas por sus casa, pero estás serpientes si que no cedían ante nada. Eran vengativos... no los había insultado tan fuerta... olvidenlo.

-¡¿Vas a disculparte con nosotros?! -insistió el mayor del grupo.
-No -dije firmemente.
-¡¡VAS A VER QUE SI LO HARÁS!! -el chico no tenía pasiencia; sacó su varita y la apuntó a mi cuello.
-No lo creo.

El chico que me había atado me estampó contra la pared, no podría salir tan fácilmente de sus brazos, enserio que era bastante fuerte, con razón aquel era el bateador del equipo de quidditch -que por cierto, todo el equipo llevaba su uniforma, lo más seguro es que iban a entrenar antes de dar conmigo-; me forcejeé para liberarme pero sólo conseguía lastimarme. Todos los hombres del equipo -si es que se les podía decir así- comenzaron a reírse por lo débil que me veía en ese momento. Refunfuñé de dolor pues comenzaban a apretarme aun más contra el muro y lastimar mis brazos y no hacía falta mencionar mis oídos, pues sus risas eran bastante molestas. Lo peor de todo es que no alcanzaba mi varita que escondía en la muñequera que usaba para transportarla de mejor manera debajo de la túnica.

-Para ser tan molesta, eres muy bonita -su tono de voz no me gustó para nada-, sólo disculpate y te dejaremos ir.
-Nique ta mere, cochon de merde... -dijé energéticamente.
-No me digas eso... no se oye bien saliendo de tu boca -¡Se estaba pasando de la raya!

No pensé dos veces... pateé en la entre pierna a quien me sujetaba e intenté huir nuevamente pero el chico que me hablaba me retuvo nuevamnete de la misma forma. Se acercó demasiado a mi rostro, su aliento me ponía la piel erizada de incomodidad y ni que se diga de su tono de voz. El chico a quie había pateado se retorcía en el suelo, con sus compañeros mirandome con desdén.

-No intentes hacerte la fuerte...
-Va te faire foutre... laisse moi tranquille, merde -comenzaba a ponerme bastante tensa... NO LLEGARÍA A CLASE...

Me tocaba clase de pociones, en las mazmorras, el peor lugar para estar, era en donde todos los chicos de Slytherin se reunían para decir un montón de estupideces a los alumnos, lo peor de ellos es que nunca estaban solos siempre traían a tres o cuatro a tras, las primeras clases había pasado inadvertido y de hecho a mi ni me miraba, pero todo sucedió después del baile con Justin, comenzaron a decirme cosas completamente horribles, aunque claro eso se había convertido en algo de todos los días con todos los estudiantes intolerantes de Hogwarts, no solamente con las serpientes, también habían un grupode Hufflepuff, algunos Gryffindors, inclusive algunos de mis compañeros de casa de séptimo curso, ya me había costumbrado a todo eso, al menos nunca se acercaba y yo simplemente pasaba de largo, como odiaba las mazmorras. Ahora mismo por los pasillos no me encontraba con nadie, todo estaba como siempre húmedo y frio con un ambiente lucubre, no había visto a Eli en toda la semana y quería darle una gran sorpresa, sabía que iría a la clase de pociones de la profesora Avalon, por lo que le llevaba algo para por que no decirlo, presumir un poco. Sobre mi hombro derecho se encontraba una majestuosa ave de el tamaño de un águila, con plumas rojas y azules, haciendo una increíble combinación de colores, era mi nueva mejor amiga: Ignisis. Una Fénix que acaba de comprar por mi cumpleaños, era una hembra muy hermosa y tenía cierto carácter agresivo con las personas que no le caían bien, notándose enseguida por la subida de temperatura a su alrededor y el brote de llamas color rojo en la cabeza y volviéndose azul conforme se iba acercando a la cola.

Caminaba tranquilamente cuando escuché un alboroto a lo lejos, sonaba como si estuvieran molestando a alguien, y para colmo se encontraba de camino al aula de pociones, caminé más deprisa para encontrarme con un grupo de estudiantes de Slytherin queriéndose pasar con mi mejor amiga, eso no lo iba a permitir por nada del mundo, meterse conmigo era una cosa pero si tocaban a mis amigos estabas en problemas y sobre todo parecía que la estaban acosando de una forma brutal.

Ignisis, ¿Podrías quemar a ese grupo de chicos? – le pregunté cariñosamente a Ignisis, pero dejando notar mi enfado hacia los chicos, ella reacciono instantáneamente separándose de mí con un aleteo brusco y el sonido de su canto, aterrador y al mismo tiempo relajante para mi, sus flamas brotaron iluminando completamente todo el pasillo, algunas bellas que estaba en la pared se encendieron cuando Ignisis voló rápidamente cerca de estas – No quemes a Eli.

Esas palabras las había dicho segundos antes de que Ignisis llegara con los chicos, pero había tenido tiempo de moverse de tal manera que la onda de llamas rojas y azules que rodeaban al ave ni siquiera rozara a Elizabeth, sin embargo los estudiantes no habían tenido tanta suerte pues Ingisis se había decidido a envestirlos con tanta fuerza que dos de ellos cayeron al piso, mientras una de las mangas de sus túnicas comenzaban a arder en llamas, los otros que estaban más lejos habían comenzado a correr, pero el chico que tenía agarrada a Elizabeth fue el que sufrió más, pues Ignisis se había detenido y con una de sus filosas y alargadas garras le había rozado la parte de atrás del cuello, haciendo una pequeña incisión no muy profunda pero si sangrante. El chico había tenido la idea de golpear con el puño a Ignisis, pero está con un ágil movimiento tomó con su boca la mano del chico, haciendo un corte más profundo que el del cuello, los chicos del piso inexplicablemente habían salido corriendo, y el que tenía Ignisis agarrado también tenía la intención de irse, pero no contaba con la extraordinaria fuerza que tenía Ignisis. Yo me acerqué a Elizabeth, y la tomé de la mano.

Te presento a Ignisis – le dije con una sorisa en la boca, mientras Ignisis cambiaba a una expresión de felicidad también – ¿quieres decirle algo a este patán?

Después de esperar la reacción de Elizabeth que estaba seguro que al menos le soltaría un golpe le ordene con un movimiento a Ignisis que soltara al Slytherin el cual salió corriendo sin decir ni una palabra, mientras me giraba a ver a Elizabeth para revisarla una vez más, no le había pasado nada más que el susto de tener a esos idiotas cerca.

Vamos a llegar tarde a clase – le dije con otra sonrisa mientras Ignisis dejaba de arder y se colocaba en el hombro izquierdo de Elizabeth y le rozaba con el pico su mejilla, comenzamos a caminar en dirección al aula, en cuanto estuvimos enfrente le abrí la puerta como todo un caballero y dejé que pasara primero, para luego entrar yo – buenos días profesora, lamentamos la tardanza, hemos tenido algunos problemas.

Después de decir esto me senté al lado de Elizabeth, sabía que estaba a punto de estallar en preguntas con respecto a Ignisis y seguramente la profesora también, pero Ignisis ignoraba esto y se había quedado dormida en el hombro de Elizabeth como si la conociera de toda la vida y tuviera la misma confianza que yo tenía en esa chica.

Me sentía humillada y perdida, no tenía escapatoria, el chico de verde estaba milimetros de mi boca, tentándome cómo a una piruleta. Los otros chicos le animaban para que siguera con sus planes. No podía patearle me tenía acorralada; incluso el que estaba tendido en el suelo, adolorido, le daba animos. Me dolían los brazos y la espalda, su fuerza me dejaba cómo a una bazofia a su disposición, a él le parecía de lo más divertido, lo cual me prevocó una revoltura de estomago. Estrujé mis facciones de asco y repulsión. Logré escupirle en la cara, pero se cabreo aun más de la cuenta... pero... Los gritos de los chicos que habían salido corriend antes que el resto me tomaron por sorpresa, me alarmé cuando les vi las ropas quemadas. No entendía lo que pasaba hasta que deescubrí la voz de Gael pronunciando mi nombre a la distancia. Grité de alegría.

-¡GAEL!

..."¡VAYA SUERTE LA MÍA, GAEL HISO UN EXELENTE ACTO DE PRESENCIA CON UN FENIX!... ¿Un fenix?"... Una vez estuve liberada del equipo de quidditch y sus acosos, me quedé embobada con la magnífica ave que acompañaba a mi amigo, Había atacado a todos y cada uno de los chicos de Slytherin con movimientos agiles, elegantes y delicados, sin perder la valentía y la rudeza. ¡Seguro era una hembra! ¿Por qué lo decía? Es obvio... si piensan lo contrario, mejor callense.

Veía con júbilo a los Slytherin pateticamente humillados frente amí, reventé de la risa cuando estos saliron corriendo, cual nenas lloronas que son. Le sonreí a Gael, no pude evitarlo, le abracé, pues me había liberado de una muy grande. Claro que también me dieron ganas de abrazar al fenix, pero seguía ardiendo. Me volví nuevamente al Slytherin herido, sentí escalofrío horrendo cuando mis ojos se fijaron e la herida que le había causado el fenix de Gael. Odioaba la sangre... tengo varias razones por las cuales puedo justificarlo, más no me sentía tan bien cómo para recordarlo. Nuevamente sentí esa molestia en la boca del estomago. Me recobrépor unos instantes, evitando ver las heridas.

-La verdad no tengo que decirle nada a este individuo decerebrado, papanatas y desgraciado -dije mirándolo con desdén y con una sonrisa maliciosa. Le solté un fuerte puñetazo en la nariz, incluso sangró. Una gran hemorragia... lástima, perdería su entrenamiento. No me importaba en lo absoluto, se lo había ganado y con honores.

-¡¡¡SON UNOS CABRONES!!! ¡¡ME LA PAGARÁN!! -salieron gitando todos.
-¡NO ME IMPORTA! ¡TE PARTIRÉ LA CARA A LA PRÓXIMA! ¡DESGRACIADO PELAFUSTAN!

Me reí de ver cómo corría, resbalandose con el suelo completamente húmedo y resbaloso. Pronto sentí cómo me punzó la pierna, pues antes había resbalado yo tambien, pero esta vez no había sido mi culpa. Gael revisaba que no estuviese herida, pero sólo era un dolor musculas, nada grave en realidad. Así que de todos modos me apoyé ligeramnte en Gael para regresar, mejor dicho, llegar a la clase de posiones. Mientras procurbamos no caer en el corto camino, yo formulaba preguntas para bombardear a Gael por su nueva mascota.

Llegamos al aula; siempre reconoceré a Gael por su gran caballerosidad, no podía negarlo, era bastante adorable -su pareja debía estar más que feliz con él-. Miré a la profesora Avalon antes de sentarme y le sonreí, saludandola y a los demás también, al parecer habíamos interrumpido su plática con nuestra repentina y ruidosa entrada.

Tomé a Ignisis en mis brazos para acunarla u acariciar sus suaves plumas; nunca había visto a un fenix tan de cerca, ni atacando ni tan amistoso, y ahora, estaba arruyando a uno en medio de la clase y con mi mejor amigo. Las cosas si que mejoraron.

RECORDATORIO: No asistir a clase.... SOLA

Me habia encantado la clase anterior y ademas no podia quejarme de como habia salido la clase asi que esta vez quise llegar pronto. Vi que ya habia gente asi que me sente lo mas adelante posible y esta vez no saque mis libros por si habia que salir otra vez.

- Hola profesora, buenos dias.- dije con una sonrisa dibujada en mi rostro. ¿Hoy saldremos o nos quedaremos aqui?

Cierto, recorde que le tenia que dar aquel mapa tan bien confeccionado por Karl que una vez el me lo entrego a mi, pero ya poco podia servirme, si acaso en las mazmorras, esto era como un laberinto si no sabias donde ir, pero por lo demas, ya era todo un poco manual.

-Es verdad, creo que lo tengo por aqui. -comente buscando en mi bolsillo, solia llevarlo encima, pues las mazmorras era un lugar donde pocos conocidos me encontrarian y agradecia eso.

Saque un papel grueso, era un mapa doblado, solo indicaba con un punto rojo el usuario que sostenia el mapa y ademas de eso, pues era un plano general de el colegio.

-Cuando lo abras el punto rojo que aparecera seras tu, si quieres ir a algun lugar en concreto diselo, el marcara el camino con una linea azul. -explique dejando el papel sobre la mesa.

Buena esta iba a ser mi primera clase de pociones así que tratare de no llegar muy, el problema es que no conozco muy bien el camino Asia el salón, y la ultimas vez que le pregunte una dirección a un cuadro me hice dar vueltas por uno hora. Me alisto para la clase rápidamente y bajo a la sala común en busca de algunas instrucciones pero cuando bajo se entraba totalmente desierta.

No puede ser , sé que la clase es en las mazmorras, buen lo intentare llegar sin pedir indicaciones

Cruzo el cuadro que de la salida de la sala común y me dirijo asía las mazmorras, realmente no sabía cuál era el camino correcto a las mazmorras así que tarde uso 20 minutos en llegar. Entre mas bajaba había menos cuadros y gente excepto los estudiantes de Slytherin pero realmente no tenía ganas de preguntarles a ellos. No se veían muy amables.

Asomaba la cabeza en cada salón en busca de la clase, hasta que al asomar la cabeza me encontró con un pequeño grupo

Será la clase ya habrán empezado

Miro a los presentes y busco un silla al lado de que el parecía el mas joven de todos (Phil Collins)

Buenos días saludo a la profesora Pociones verdad le pregunto al joven de mi lado

Alze mi muñeca hacia mi rostro para ver la hora, solo quedaba un minuto para que sea la hora de comenzar la clase, por lo que me baje de la messa en donde me encontraba sentada y me pare frente a todos mis alumnos para dar inicio a la leccion.

- No se preocupen chicos, llegan a la hora - les dije sonriendo - Antes que nada, muy buenos dias para todos ustedes - Les salude.

Saque mi varita y con un movimiento rapido apunte el pizarron en donde aparecieron las palabras : "Filtro de Paz".

- Creo que el nombre lo dice todo. Asi que me gustaria escucharlos a ustedes diciendome en que momento utilizarian esta posion y porque - les ofreci la palabra a los chicos.

Me quede pensativo un instante pero parecia una solucion clara:

- En caso de disputa, ya sea tuya con alguien o entre dos personas ajenas, cuando estas enfadado con alguien o algo y quieres tranquilizarte. En fin todo lo relacionado con algun tipo de malestar tuyo o de alguien podria servir.-dije con una voz timida.

Esperaba empezar la clase tal y como habia estado en la anterior.

La profesora dió inicio a la clase, por lo que tuve que djar de acariciar a Ignisis e intentar nuevamente acomodarla en mi hombro izquierdo. Por suerte no se cayó pues se medio despertó para comodarse bien. Sonreí para luego pensar en la respuesta que daría. Un chico ya había dado su respuesta, yo coincidía con él. Yo tenía una buena situación en la que me hubiera resultado util ese filtro.

-Bueno, yo usaría el filtro de paz en situaciones de suma tensión, así cómo dijo mi compañero; pero más que nada, cuando realmente fuera necesario... mmm no sé, digamos que me enfrento contra algo o alguien realmente peligroso. En ese caso sería más que util...

Sonreí a la profesora cuando terminé de hablar y me volví a ver a Gael; parecía que esperaba que le llegaran por montón, preguntas acerca de si fenix. Aunque uno no quisiera, llamaba mucho la atención, y eso que estaba muy dormidita.

En el libro decía algo así como Calma la ansiedad y alivia el nerviosismo, esto seri algo bueno en las situaciones en las que se necesita cabeza fría, seria muy útil para eventos deportivos pero no creo que este permitido pero si para

levanto la mano y comienzo a hablar

Profesora ayudaría con los ataques de pánico, y en caso de una gran decisión, no sé si sería un buen uso pero antes de un presentación, discurso o un evento.

Alce la mano y respondi:

-Lo mas adecuado seria usarla en momentos en los que una persona se sienta violenta o irascible, al suministrarle dicha pocion, digamos que entraria en una especie de sensacion de paz inducida, aunque no es paz, sino mas bien un inhibidor de emociones internas, por lo que se encontrara mas neutro que en paz, pero si, seria algo asi, tambien seria un buen metodo de aplicacion a alguien al que se le quiere herir, suministrandole la pocima, sus reflejos disminuiran, puesto que se sentiria confiado, tranquilo y relajado.

Suspire, a lo mejor me deje alguno, pero da practicamente igual.

Espera a que los chicos hablaron, y finalmente cuatro de ellos lo hicieron, y por el momento con eso me bastaba.
- Basicamente los cuatro han estado casi deacuerdo, y la verdad es que esos son sus usos mas comunes - les comente cerrando el tema.

- Ahora necesito que vayan a los armarios a recoger sus cosas para fabricar la posion mientras yo anoto los ingredientes en el pizarron - les indique dandoles la espalda y apuntando a la pizarra con mi varita en donde comenzaron a escribirse los ingredientes de la posion.

" 25 gr de cabello de gigante
medio litro de agua del mar mediterraneo
3 sanguijuelas
piel de rata "

No estaba prestando mucha atencion a la clase, estaba medio dormido. Agite la cabeza rapidamente, y escuche como la profesora escuchaba algo... y los demas, algunos, respondian, aunque no sabia cual era exactamente la pregunta, ni la respuesta. Estaba en mi mesa, y vi que todos iban a su armario, a coger no se que, para hacer una poción. Vi como la profesora apuntaba los ingredientes en la pizarra. Yo, los cogi, y volvi a sentarme en mi mesa.

- Vale, paso uno, hacer la pocion, paso dos, que nadie salga herido .- Murmure para que nadie me escuchara.

Luego de haber escrito los ingredientes en la pizarra espere a que los muchachos hubiesen ido a buscar sus calderos y el resto de los materiales necesarios para la elavoracion de esta posion, que definitivamente no era nada de compleja de hacer.
Los observe esperando a que halla un silencio absoluto.

- Chicos, el primer paso para hacer esta posion es vertir el agua en el caldero y dejar hervir a fuego lento. Mientras tanto deben lavar el cabello de gigante hasta que no quede ninguna basura en el.
Una vez que comnienzan a aparecer las burbujas del agua hervida tendran que agregar uno a uno los cabellos y luego revolver 10 veces en sentido de las agujas del reloj, hasta que la posion tome un tono purpura y un mal olor. Esto es producto de los cabellos del gigante - les indique y espere a que comenzaran a realizar su trabajo.