¿Perdido, Leoncito? [Ronald Weasley]

Elianne caminaba por las mazmorras, estaba buscando a una Slytherin, con la que no se llevaba especialmente bien, pero tenían que realizar un trabajo juntas. Suspiró, irritada. Estaba apunto de seguir caminando hasta que vio a un chaval. Un pelirrojo para ser más exactos. Y, que Elianne supiera, sólo había una familia de pelirrojos en Hogwarts: los Weasley. Traidores a la sangre. Progresistas. Opiniones variadas y, Elianne como buena Slytherin que era, quería comprobar cómo era él.

-Disculpa, te veo perdido ¿estás bien?- Preguntó, bondadosamente.

No, discúlpame tú, no te había visto y debería haber mirado por dónde iba. Me disculpé con ella, ya que yo pocas veces había venido a las mazmorras y no sabía por dónde ir.

Sí, bueno un poco perdido si que estoy pero bueno da igual, no pasa nada. Todavía no sabía que estaba haciendo por aquí, había bajado sin sentido, para pasar el rato y no me estaba yendo demasiado bien.

Tenía pensado irme ya de allí, no hacía más que encontrarme con Slytherin y eso a mí no me daba muy buen rollo.

Elianne sonrió, adivinando lo que estaría pensando él. No era amante de las serpientes y probablemente se había encontrado a unas cuantas.-Bueno, yo también ando perdida la mayor parte del tiempo y ya son seis años aquí-. Bromeó Elianne, qué extraño era encontrarse a alguien en un lugar como las mazmorras. -Elianne-. Dijo ofreciéndole la mano derecha.

-Cuéntame, si te apetece, ¿qué hacías por aquí?- Preguntó con curiosidad, mientras echaba un vistazo a los alrededores. Todo estaba completamente vacío.

Parecía amable, aunque las dos Slytherins de esta mañana también al principio eran amables, y cambiaron de humor en un momento, solo por alguna frase que les sentara un poco mal ya saltaban a la mínima y todo podía cambiar en un segundo. Ron. Le dí la mano igual que ella me la dio a mi.

Ya no quería más peleas con más gente, estaba cansado de discutir, llevaba todo el día igual y quería pasar de peleas y hablar normal con la gente, sin tener que llamarnos de todo para intentar quedar mejor.

Pues nada en especial, pasaba el rato por aquí, para relajarme un poco y dejar de pensar en algunas movidas que tengo. Y tú ¿qué haces por aquí?

Vi que miraba para los lados, y miré yo también, miré hacia la izquierda, la derecha, delante y detrás y nada todo estaba completamente vacío, que haría ella por aquí, sin nadie con el que hablar, sería un poco aburrido estar por aquí tan solo.

Elianne sonrió, sí que era un Weasley, su tía le había hablado alguna vez de ellos al hablar de las familias de tradición mágica más larga. -Bueno, en teoría tendría que venir una compañera mía por aquí. Habíamos quedado para hablar de un trabajo que tenemos que montar juntas. Pero, esta visto, que la responsabilidad no es una de sus características-. Se quejó la chica, medio en broma medio en serio. Entonces se fijó en la corbata del chico, mientras una ceja se le iba enarcando suavemente. Por supuesto que era Gryffindor. Todo el mundo últimamente era Gryffindor.

Bueno, es que la puntualidad y la responsabilidad no son características que la gente suele tener. Yo por ejemplo no tengo ninguna de las dos, pero bueno, me va bien.

Hablar no era mi fuerte y menos con gente de la casa que más odiaba en el colegio pero intenté dejar a un lado mi rencor y intentar no pelear porque iba a perder los papeles como tuviera otra pelea más hoy.

Hoy precisamente tenía el carácter demasiado subido y a la mínima podía saltar con cualquier cosa, definitivamente hoy no era uno de mis mejores días pero hice lo que pude para no alterarme más, todavía no sé como se me ocurrió bajar a las mazmorras, que era donde había mas Slytherins, a mi hoy me faltaba un tornillo como para hacer la bobada que hice. ¿Estaría tan disgustado que tenía que buscar peleas con alguien para descargar? No lo sé.

-Bueno, eso es lo importante, que te vaya bien. A ella, por otra parte, le va a caer una poción de crece-granos en la comida-. Comentó, soñadora. Era evidente que el chico tenía la mente en otra parte. Elianne suspiró, desganada. Realmente apreciaba cuando era el centro de atención en la conversación, pero no tenía tanto ego. Sí que tenía.

-Bueno, en vista de que no tienes nada más productivo que hacer acompáñame a buscarla-. Le dijo, cogiendole de la mano para guiarle por los pasillos. Sí, quien la conociera sabría que era una prueba para mirar como se sentía acerca de los Slytherins.

Vi que me cogió la mano una Slytherin, yo debía estar en una pesadilla o algo, me quedé con la boca abierta, ni que me quisiera presentar a sus amigos, porque yo directamente pasaba de conocer a sus amiguitos, que como fueran como la mayoría de los Slytherins que conocía me largaba de allí en un segundo.

Pero bueno, respiré hondo, y la acompañé, total, seguro que habría alguien normal y que no se enfadara a cada palabra que decía, como llamaban ellos, un traidor a la sangre o un Gryffindor. Sabía que les iba a sentar un poco mal que una persona como yo anduviera por esos lugares que era por donde andaban ellos normalmente así que la verdad, no me disgustó al idea de ir por allí en plan visita, tampoco me iba a comer a nadie y si me molestaba cualquier cosa me largaría de allí en seguida.

Era como un reto para mí, seguramente que a nadie le gustaría estar en mi pellejo en ese momento, pero yo me sentía bien, podía ser cualquier trampa pero que más me daba a mí otra discusión más si ya tenía el día completito, por una más que iba a pasar, pues tres peleas en un día, parecía mi récord y ni que me fuesen a comer.

Bueno, venga vamos a buscarla, pero la buscas tú sola que yo no sé ni quién es ni como es.

Elianne sonrió, ante la reacción del chico, se sentía incómodo. Sí, era uno de esos Gryffindors. Era extraño, Elianne había visto al Sr. Weasley alguna vez por el ministerio y parecia muy agradable. Por lo que sabía, Ron tenía todos los motivos para ser cauto con un Slytherin, Draco Malfoy, un niñato, se había encargado de enemistarse con él y sus amigos en su primer año. Elianne se sentía avergonzada de ese tipo de Slytherins.

Elianne se giró, causando así un casi choque, para hablarle al joven.-No creo que tengamos mucho problema, si aparece. Es pelirroja y un poco más alta que yo, aunque eso no es dificil-. Bromeó, ella se ganaría a ese Gryffindor, como que se llamaba Elianne Nott. Decidió empezar por el principio. -Es extraño, pero te he visto pocas veces. Y, la verdad, me paso media vida entre vosotros, leones.- Comentó, sinceramente. Tenía varios amigos Gryffindor. Y la única persona en la que confiaría su vida era Gryffindor.

Pues serás de las pocas que no me conocen ni me han visto por aquí, mi familia lleva siglos en Gryffindor, y al parecer los pelirrojos en este colegio no abundan mucho, que digamos, mis hermanos han sido bastante populares por aquí, y bueno a mi tampoco me apetece ser muy popular.

No me fiaba demasiado de ningún Slytherin, y que casualidad que ahora una me hablara normal, sin gritarme y sin insultarme. Cada vez me parecía más y más raro pero bueno, decidí no pensar en eso, creo que de momento no me llevaba medianamente bien con uno de esta casa aunque tampoco tenía la intención, todas las generaciones de mi familia nunca han aguantado a un Slytherin y yo no iba a ser el tonto que iba a hacerme amigo de ellos.

No me preocupaba lo más mínimo estar por estos lugares, cuando era más pequeño era más miedoso y no soportaba ni si quiera ver a uno de estos pero con el paso del tiempo cogí confianza conmigo mismo y ahora me soltaba delante de las personas siendo de la casa que fueran, y al parecer luchar alguna vez con el que no debe ser nombrado me había ayudado demasiado.

Nunca lo hubiera pensado, que luchar contra el mago más odiado por medio colegio me ayudaría a superar muchos de mis miedos y a conseguir muchísimas más cosas solo y sin ayuda de nadie.

-A tus hermanos sí que los conozco, Bill y mi hermano mayor son buenos amigos. Es extraño, seguir la tradición familiar, mi familia llevaba siglos en Ravenclaw y mi hermano fue a hufflepuff y yo fui a Slytherin. A decir verdad, me hubiese molestado un poco que mis padres me hubiesen dicho algo por no ser quienes querían que fuera.- Le dijo ella, contandole su vida a pesar de no ser algo que le pudiera interesar al chico. No, es que simplemente no le podía interesar. Era de esos gryffindors.

Buscó con la mirada a su compañera y procedió a mirar su rolex. Se había pasado de tiempo quince minutos. Si Elianne no se hubiera encontrado con Ronald se habría enfadado bastante con ella. ¡Qué narices! ¡Estaba enfadada!