¡A cenar! (Corvi)

Subí corriendo las escaleras, pero antes de llegar al comedor me paré. Y no por estar cansada, porque no lo estaba.

-Oh, oh.-las tripas me rugieron otra vez.-Tranquilas, tripitas...-miré hacia abajo.-Corvi...-susurré.-Filch está ahí.

Ya me he metido en un lío...-me lamenté.

Arqueé una ceja.

- ¿Y? - metí mis manos en los bolsillos.

-Que si ve que acabamos de llegar nos castigará.-dije escondida en las escaleras.-Agáchate.-susurré, mirándolo un momento y luego desvié la mirada otra vez hacia Filch otra vez.

- Esconderme no es mi estilo. Mira y aprende - dije, mientras miraba fijamente al conserje. Musité entonces un.- Confundus.

El hombre se llevó las manos a la cabeza en un claro gesto de confusión y se dio la vuelta para alejarse por un pasillo contrario.

Sonreí de medio lado a la hufflepuff y caminé hacia el Gran Comedor.

-¡Corvi!-lo llamé en un susurro, pero mi curiosidad-como siempre-me pudo, y asomé la cabeza, para ver que el pobre Filch se iba como alma que lleva el diablo por el pasillo. Hice una mueca y miré con el ceño fruncido al chico que tenía al lado cuando éste me sonrió. Me levanté y lo adelanté por el comedor, con los brazos cruzados. Me paré en medio, ya no sabía si sentarme en Slytherin o irme con los míos de Hufflepuff.

- Haz lo que quieras... - murmuré muy cerca de su oído, y me fui hacia mi mesa.

No había nadie de mi interés en ella. Alexandra faltaba, e imaginé que sería por la hora. Era ya algo tarde. Y el tal Leonard tampoco estaba. ¿Coincidencia?

(Off.-¿Qué pasa con Leonard, le tienes manía? XD)

Sentí un escalofrío cuando me habló al oído y lo vi sentarse en su mesa. Hice un mohín y miré al suelo, frotándome un brazo. Sentí cómo alguien me embestía y me hizo retroceder, estuve a punto de caerme al suelo.

-¡Quítate, sangre sucia!-me gritó, ni siquiera me fijé en quién era ni a qué casa pertenecía.

-Lo siento...-murmuré frotándome el brazo con más ganas, el golpe me había dolido. Cabizbaja aún fui a sentarme junto a Corvi, pero no probé la comida, sólo la miré. Aunque mis tripas rugieron con ansia.

(Off.-¿Y qué pasa con Alex? Dios, qué celoso para ser gay XD Y sí, ya quedó claro, es algo que no le gusta a Robin para nada XD)

Levanté la mirada y cuando oí a Corvi lo miré sorprendida y seguidamente al chico que me había empujado.

¡No! ¡¿Por qué tuvo que hacer eso?!-pensé mentalmente descolocada. Me mordí el labio inferior para no llorar, es lo había ocurrido al chico por mi culpa. Bajé la cabeza, tapada por mi cabello y jugué con la comida. Me eché un trozo de pollo a la boca y al tragármelo estuve a punto de ahogarme, fue como un nudo en el pecho y tuve que beber zumo.

¿Pero qué me pasaba? ¿Por qué aquellos cambios de humor? ¿Sería por el color violeta de los ojos de Corvi? ¿Si estaba a su lado tendría que seguir así? Pues... Prefería eso. Algo se abalanzó sobre mí y me tiré del banco.

-¡Aaaay!-exclamé mientras caía. Miré lo que me lamía ahora la cara.-¡Hola, Luc!-saludé a mi pequeño carlino sin moverme de la posición que estaba: con la espalda en el suelo y las piernas en el banco.

(Off.-ish XD Alexa es amiga de todos, es muy mona ella^^)

-¡Sí, sí, es mío!-exclamé y centré toda mi atención en mi perrito.-Ay, ¡Ay! Que me clavas las patas en el cuello, para, para.-dije entre risas. Mi perrito y yo teníamos una especie de conexión mental, nos entendíamos mutuamente. Y cuando me veía triste siempre intentaba alegrarme. Había venido en el momento adecuado.-¡Luc, que me haces cosquillas!-exclamé y solté un ''jijijiji''.

El perrito me dejó espacio y respiré hondo después de tanto reírme. Apoyé las manos en el suelo, me levanté sin mover las piernas del banco y volví a sentarme. Entonces el perrito saltó a la mesa.

-¡Uy!-lo cogí enseguida.-¡Perdón!-exclamé mirando a todos lados luego miré al carlino.-Luc, no seas maleducado.-susurré. Entonces empecé a comer y a darle trocitos de pan a mi mascota.

El carlino le gruñó y le enseñó los dientes.

-Oye, pequeñajo, no le hagas eso, ¿Eh?-dije en un susurro, bajando cada vez más la voz.-No te tienes que preocupar, ya te he hablado de él.

- ¿Hablarle de mí? - arqueé una ceja, y entonces me incliné hacia ella, mirándola con intensidad.- ¿Bien o mal?

¿Por qué me tenía que mirar así? ¿Es que no se daba cuenta de que me hacía sentir incómoda? ¿O quizá lo hacía a propósito?

Me hice hacia un lado cuando el perro saltó para ponerse entre los dos. Cogí al animalito y me lo puse en la falda. Luego cogí aire y lo miré, como si estos versos volviese a contárselos a él en privado:

Es un chico guapo y elegante,
de espíritu cambiante,
que quizá puede gritarte,
o tal vez puede abrazarte.

Pero no lo toques tú a él,
no le gusta demasiado el contacto,
sin embargo no me es difícil tratar con el chico del que te hablo.

¡Oh, lo olvidaba! Corvi Tanner se llama,
de cabellos rubios es,
sus ojos violetas no se apagan,
cautivan cuando los ves,
y mi cuento ya se acaba.

(XD en realidad se lo contaba a Corvi pero como si fuera a su perro como hacía todas las noches XD pero no te ha gustado mi poema? u.u)

El perrito ladró.

-¿Has visto que te ha acariciado la cabeza?-susurré.-Pues no le lamas tú a él, ya sabes.-Luc volvió a ladrar, lo había entendido. Seguidamente le di otro trozo de pan y empecé a comer pudin.

Quizá lo que había hecho no estaba bien, pero había sido gracioso. Solté una risita y me levanté del banco para correr tras él mientras me reía por lo bajo y Luc me seguía.

(Off.-¿Te sigo? XD)

(OFF: mmm, no. Supongamos que después de esto nos vimos en los baños de Myrtle La Llorona xDD)

(Vale xD pero te toca a ti)