Hasta que el mal pase (Corvi)

(Tendré que hacerlo en otro momento porque el user ni ha posteado... ¿Para qué quieres borrarle la memoria? =O
Por cierto, lo que pasó fue que copié aquel mensaje aquí y se me olvidó borrarlo de allí XD pero voy a añadir algo más aquí)

La enfermería, la enfermería. Miré a Sirious.

-Lo voy a llevar a la enfermería.-saqué nuevamente mi varita y me levanté del suelo.-Wingardium Leviosa.-lo llevé hasta la enfermería lo más rápido que pude con cuidado de no golpearlo en ningún lado.-No te me mueras, Slytherin.-murmuré por el camino y cuando llegué, lo dejé tumbado en una camilla.-¡Enfermera!

Me fijé entonces en su brazo y me horroricé.

-¡Pero-pero!-miré rápidamente el mío. No había nada...-¿Qué has hecho, Corvi...?

En ese momento decidí que confiaría en él incondicionalmente.

-Me voy a quedar aquí hasta que te cures.-susurré.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~o~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Y así fue. Iba siempre a verlo y me quedaba con él hasta que me echaban. Todos los días corría a la enfermería con la esperanza de que hubiese despertado, y todos los días me llevaba una terrible decepción, lloraba un poquito y me ponía a estudiar, hacer los deberes de clase, o leer. Aquel día no fue diferente, me aposté en la silla y empecé a leer mi libro de los duendecillos de Cornualles. La enfermera ya ni me decía nada por entrar, estaba acostumbrada a verme.

(creí que te habías ido o.o avísame cuando te vayas a ir xD)

Estos duendecillos no tienen... Fruncí el ceño, por el rabillo del ojo me pareció ver algo. Alcé la mirada y me quedé con la boca abierta. Podría haberme lanzado a darle un abrazo o gritar su nombre pero no pude ni moverme. Me quedé tiesa y el libro se me cayó de las manos.

El ruido de algo al caer me hizo girar la cabeza. Me topé con unos ojos castaños abiertos de par en par, que reconocí como los de aquella hufflepuff.
Suspiré. Tenía que estar en el Infierno...
Volví a girar mi cabeza y me quedé mirando el techo. Ya la veía venir... Comenzaría a gritar como una loca o quién sabía qué otra cosa haría. Lo que estaba claro, es que estaba teniendo una guerra interna. O me gritaba o me espachurraba.
Afortunadamente, antes de que optase por una de las dos, se me ocurrió algo.

- Lo prometido es deuda... - mi voz sonó muy pastosa y extraña, debido a que no la había usado en mucho tiempo.- Puedes darme ése beso, Robin.




(OFF: es que me llaman mis padres -enfadados- y no me da tiempo... Lo siento T.T)

Cuando habló, mi boca abierta, que formaba una ''O'', se tornó en una sonrisa. Tenía la voz extraña, pero seguramente era por haber estado tanto tiempo en coma.

-No.-dije y me incliné para coger mi libro del suelo y dejarlo en su mesilla. Subí las piernas al sillón.-Ya no hace falta.-dije con voz suave mientras apoyaba la barbilla en mis piernas y lo contemplaba con una sonrisa. Había pasado tantos días postrado en aquella cama con los ojos cerrados que me hacía inmensamente feliz que estuviera al fin despierto, y hablando.


(Bueno, mientras vuelvas bien, pero no hagas enfadar a tus padres :S)

(ish XD te comprendo perfectamente)

Lo contemplé un largo rato, de verdad que me hacía feliz verlo así. Mi sonrisa se hizo más amplia, pero luego volvió a disminuir.

-¿Te encuentras bien? ¿Quieres que llame a la enfermera?-pregunté mirando a todos lados. Me había metido en mi mundo con mi libro y no me había enterado de a dónde había ido, y ella ya hacía como si yo no estuviese allí hasta la hora permitida.

- ¡No! Estoy bien... - contesté rápidamente. No quería tener a ésa mujer revoloteando a mi alrededor, y haciéndome preguntas a diestro y siniestro. Lo que me hizo recordar...- ¿Qué le dijiste a la enfermera cuando me trajiste aquí en ése estado?

Abrí los ojos y la miré.




(OFF: fíjate que me lo imaginaba, porque siempre te veo aquí xDD)

(Es que no tengo otra cosa que hacer u.u Me aburro mucho, y como vivo a las afueras de un pueblo rodeada de dos casas pues... En fin. Ish, esa pregunta de Corvi me ha pillado XD)

Recordé aquel día, lo había pasado realmente mal porque no sabía qué decirle. Y al final había optado por decir la verdad.

-Le dije que habías usado mucha magia para curarme una cicatriz.-dije.

La miré ceñudo.

- Eso fue estúpido por tu parte - solté sin tacto alguno.

¿Es que acaso ésa chica no pensaba nunca? ¡Ahora por su culpa se comería un buen marrón! Bueno, no dudaba que se lo hubiese comido aún sin la declaración tan sincera de la hufflepuff... ¡Pero ésa no era la cuestión!



(OFF: entonces yo también te habría pillado, porque te hubiese hecho la misma pregunta xDDD ¿No estudias? Yo soy una Ni-Ni. Ni como Ni dejo comer xDDDDDDDDD)

(Puntazo XD Yo estoy de vacaciones, debería estudiar para la selectividad pero como aún queda la semana que viene pues no tengo ganas... XD)

Fue brusco lo que me dijo, pero no me afectó demasiado, ya estaba acostumbrada a que me hablasen así. Lo miré con gesto serio.

-Yo no digo mentiras.-dije solamente.

- Aún así fue estúpido - farfullé, desviando la mirada.



(OFF: ¿sabías que ya le envié el MP a Matthew? xDDD ¿Te enseño lo que le puse?)

-Me da igual, Don Gruñón.-dije cogiendo mi libro y empezando a leer otra vez.

(Vale, pero yo tengo que estar presente, eh? debo detenerte, o al menos intentarlo xD)

Fruncí el entrecejo, molesto, pero no dije nada.
¿Quién se creía ésa niña que era? ¿Con qué derecho se atrevía a faltarme al respeto? ¡Y después de todo lo que había hecho por ella, todavía se atrevía a ignorarme y ponerse a leer... !
La curiosidad pudo más que mi batalla interior.

- ¿Qué lees? - cuestioné.



(OFF: no sabes en lo que se mete tu Robin... *suspira* xDD Ahora te lo envío, y me dices si te gusta)

(Oh, sí que lo sé, sí que lo sé XD)

-Un libro sobre los duendecillos de Cornualles.-dije sin levantar la vista del libro.-Estoy a punto de acabarlo. Leer este libro es lo único que he hecho estos días.

- ¿Y eso se debe a...?

¿Leer únicamente un libro? ¿No había paseado? ¿No había salido con sus amigos?


(OFF: pues que tema, que tema xDD)

-A que en la enfermería no se puede hacer ruido.-respondí mientras pasaba la página.

- Ah, claro, es cierto que en la Enfermería no se puede hacer ruid... ¿Qué? - la miré incrédulo.

¿Qué había querido decir con eso? No podía ser lo que estaba pensando. Era de locos. Aunque la chica muy cuerda no estaba, todo había que decirlo. Pero hacer eso... por mí...

Despegué la vista del libro para mirarlo cuando se interrumpió a sí mismo de extraña forma.

-¿Qué ocurre?-inquirí sin comprender su... ¿Pregunta?

- Sabes bien a lo que me refería con ése ¿Qué?, Robin Sunset - si hubiera podido poner mis brazos en jarras sin duda lo habría hecho.- ¿Qué quisiste decir con aquello? ¿Acaso has estado aquí todo el tiempo velando... por mí?

¿Tan extraño le parecía? ¿No le había causado buena impresión?

-Desde que acababa de comer hasta que me echaban por la noche. Recuerdo que un día vine aquí sin terminar de comer, que me escondí un poco de pan en la túnica porque no me dejaban meterlo aquí. Y otro día te traje unas violetas para ver si despertabas, mira, ahí siguen aún y parecen más vivas ahora.-dije con tono pensativo y luego con observación. Me di cuenta de que me había extendido y me froté la cabeza.-Sí, he estado aquí.

Me quedé observándola, desconcertado.
¿Por qué? ¿Tal vez se sentía responsable o culpable?
No dije nada y me limité a coger las violetas que ella me había traído en mi inconsciencia. Ciertamente su color era muy parecido al color de mis ojos.
Eran hermosas, pero no tardarían en morir. De hecho, algunas de las florecillas que componían el ramo ya estaban algo mustias.
Y yo no quería que se marchitasen.

- Glacius... - musité, y las violetas quedaron atrapadas en un bloque de hielo. También con ayuda de un poco de mi magia -aunque sabía que me arriesgaba a volver al Coma Mágico, pues acababa de despertar- conseguí darle una bonita forma y hacer que no se derritiera nunca. Le alargué el arreglo a la hufflepuff.- Por el simple hecho de estar.

¿Lo aceptaría?

Me quedé sorprendida cuando vi lo que hizo, y aún más cuando me tendió su obra. Mi boca forma una pequeña ''o''. Dejé el libro sobre la mesilla y estiré los brazos hacia las violetas.

-¿De verdad son para mí?-pregunté, aún asombrada.-Son... Preciosas.

- Celebro que te gusten - aparté la vista, algo perturbado.

Las chicas no me gustaban y, sin embargo, aquella me parecía... tierna
Negué con la cabeza. No. Me negaba a creer algo así. Yo no...



(OFF: ahí tienes la respuesta al otro tema, al "¿Por qué me tratas así?" de Robin xDDD ¡Mi Corvi dudando de su homosexualidad! Nooo, señor, eso sí que no~, jajajajaa)

(Off.- Hala, en serio? =O Dios, me siento especial. Es que se nota que eras una chica, eres tan mona y sincera^^)

-Sí,-sonreí ampliamente. Las guardaría en mi cuarto como si fuera mi tesoro más preciado.-espero que ese coma no haya provocado que olvides que me gusta mucho el color violeta.-luego reí suavemente.