Volando (Andrew)

off: jaja xD graciias graciias xDD

Me extrañó su ironia y su comodidad a la hora de hacer las cosas. Como si nada pasaba llenó la copa que yacía en el suelo con limonada fresca.

-¿Qué sólo eso te enseñó Voldemort? Pregunte con ironia y rabia. La guerra todavia no estaba finalizada. Se finalizara cuando entre bajo la tierra este mortifago o yo descubra quien es porque por su altura es mas que claro que es alguien del castillo.

Lo veía y le vijilaba cada movimiento. De su bolsillo sacó un dragón pequeño, una estatuilla de dragón a la que yo reconocí que se trataba de un dragón colacuerno hungaro... de esos que Hagrid nos había enseñado. No podía ser cierto que Voldemort agarró los dragones y los transformó en pequeñas formas. Enseguida pensé: ¿quizás esto pueda ser un horrocrux? ¡No, no podía ser posible! Pero era una posibilidad que podía tomarse en cuenta.

Con dos hechizos logró que el dragón tomára una forma real de dragón colacuerno real y que sacára llamas por la boca. Mientras que con el segundo hechizo hizo que éste creciera de tamaño. Con su frase no sabía a que se refería, pero seguramente al dragón.

Dirijo la varita hacia el dragón y lo imobilizo. -¡Inmobilus! Este hechizo es capaz de dejar inmóvil a una persona o animal. Para asegurarme que no podrá atacar o volver a la vida, me alzo más en mi Nimbus y apunto con la varita al animal inmóvil. -¡Incarcerous! Amarra con gruesas cuerdas al oponente. Se usa para atar animales o personas. Con el animal atado e inmovilizado lo hago desaparecer con tan sólo apuntarlo con la varita: -¡Evanesco! Esto hace que un objeto desaparezca. El dragón desaparece así amarrado e inmóvil como estaba.

El mortífago estaba más cómodo que en una playa, tomando sol y bebiendo cocktail, como si nada estaba pasando. Pero eso no por mucho tiempo.

-¡Aresto Momentum! Detengo el momento, me alzo en mi Nimbus y me transporto detrás de él. Lo apunto con la varita y lo imobilizo tambien para que no pueda hacer nada. -¡Incarcerous! Este hechizo amarra con cuerdas gruesas al oponente impidiendo que éste siga atacando. Tenía que descubrir quien es así que después de amarrarlo. -¡Legilemens! Hechizo utilizado para penetrar la mente del blanco. Si es bien utilizado, se puede llegar hasta controlar la mente, pero no era el caso, lo único que quiero es un dato para saber quien era éste mortífago, a quien mandó Voldemort para matarme. Tenía que lograr meterme a su mente, ya que ni amarrado lo iba a confesar quien era. Todavia tenía la capa negra encima de él. Yo estaba pensando como se la iba a quitar para descubrir quien era.

off: jijiji... ya te caché xDDD... gusta gusta xDD jeje

Ahora que estaba amarrado seguía manteniendo la calma. Sabía perfectamente que en cualquier momento lo iba a descubrir. Gracias al profesor Snape quien me había enseñado a usar la Legermancia y a protegerme con la Occlumancia podía contra el mal.

-¿Qué te contaron? Le pregunte calmado mientras daba vueltas alrededor de él como un animal torturando la presa que está por comer. -En casos de extrema urgencia y en casos de vida o muerte. Añado. -Prefiero no usarlos al azar. Eso es cosa de ustedes, los mortífagos. Lo dije calmado. En el aire dominaba la calma... la calma desde antes de la guerra. Oí lo que acabó de decir, pero preferí guardar la calma. -¿Lo crees? Pregunte ironico. -Lástima que justamente con esos magos te juntaste. Le dije ironico. -Deberías morir por una maldición imperdonable, pero no voy a ser yo él que lo haga... no, no... porqué no me interesa destruir el mundo. De eso se encarga Voldemort. Le dije bastante calmado. No tenía ni la menor intención de destruirlo. Sólo me interesaba descubrir quién era aquel mortífago al que Voldemort envió a mí.

Éste maldito era demasiado astuto y dominaba muy bien la Occlumancia, por lo tanto logró bloquear su mente. Como tambien logró escapar de las cuerdas a pesar de que fue amarrado con mucha fuerza. Se transformó en un humo negro y desapareció dejando las cuerdas vacías. Apareció detrás de mí porqué sentí su varita en mi nuca. Seguramente iba lanzar un hechizo. Tenía que protegerme contra viento y marea. Por suerte, Snape me enseñó otra maldición que Voldemort y sus seguidores podían utilizar así que después de que me lanzó el Legis Legeremens sabía con qué bloquearlo. Sólo que no estaba seguro de que de la primera lanzada podía protegerme, así que rápido pensé en un momento felíz... un momento felíz que pueda durar mucho tiempo, lo suficiente como para que aparezca mi Patronus.

-¡Expecto Patronum! Todavia no pasó nada. Me desesperé un poco, sentía que empezaba a dolerme la cabeza por su hechizo. Pensé en el momento cuando a los 11 años recibí la carta para entrar a Hogwarts. Estaba felíz durante días seguidos y ni Dudley, ni la familia Dursley se daban cuenta del porqué. Cerré los ojos y traté de mantener la imágen felíz en mi mente lo más tiempo posible. -¡Expecto Patronum! Y esta vez, desde la punta de mi varita salió un hermoso ciervo blanco que logró contracarar el hechizo y él tampoco pudo leerme la mente.

El ciervo plateado que salió de mi varita siguió allí, defendiendome del hechizo que el mortífago lanzó y que no podía hacer que éste lea mis pensamientos. Seguía con los ojos cerrados manteniendo el control del ciervo hasta que el efecto del hechizo desapareciera y se contracarára.

Todavia no sabía quién era y eso me sacaba de mis casillas. Tenía que averiguar quién es este mortífago a como dé lugar. Me quedé viendolo aplaudir, seguramente ironico, pero eso no era lo más importante. Por su mirada, algo estaba tramando. Éste no ha sido enviado para matarme, sino que ha sido enviado para ver si puedo yo contra Voldemort. ¡Ja! Puedo con Voldemort y con otros dos como él xD.

-¡Ya vez! Sonreí malvadamente, sin inmutarme de donde estaba. -A mí me maneja algo muy fuerte... una fuerza interior que me hace terminar y destruir al enemigo poderoso que ha matado a mi familia y a tantas personas inocentes y ha dejado huerfanos a tantos niños. Le dije casi gritando y con mucha rabia. -Pero ¡no te preocupes que su reino tomará fin muy pronto! Estaba demasiado furioso.

Con su último conjuro no estaba seguro de poder vencerlo. Nadie me había enseñado manejar maldiciones tan fuertes. Y esa maldición era casi o más peligrosa que el Avada Kedavra. Pero a tiempos desesperados, medidas desesperadas. Tenía poco tiempo de pensar en qué había que hacer. Tampoco había oido antes el conjuro que pueda contracarar al Morti Destellus, pero, sin embargo, recordé algo que había leído con Hermione en la biblioteca, en la sección prohibida. Allí no muchos tenían acceso.

Por culpa de este conjuro, si eres un mago joven como es el caso, provoca unos fuertes dolores de cabeza y una pequeña ceguera por la intensidad de la luz. No podía ver bien lo que pasaba, pero algo se podía distinguir, además de la intensa luz verde parecida a la de Adava Kedavra.

Recordé las palabras de Hermione al leer del libro prohibido y recordé que el Necro Vasto es la única contracaración. Para usar el Nox... el Nox era demasiado debil para una luz tan fuerte y no hacía más que alborotarla. Así que levanté la varita hacia arriba, hacia al Cielo y la sostenía en la palma de mi mano y la otra parte en el centro de mi pecho, tal y como lo había leído en el libro, mirando en dirección contraria.

-¡Necro Vasto! Este hechizo hace que toda la luz se acumule en una burbuja negra que al final del hechizo explote.

De salud, todavia no me sentía muy bien, pero no dejaba que esto se vea. Tenía todavia una fuerte dolor de cabeza y una pequeña ceguera, no podía distinguir muy bien los objetos debido a la fuerte e intensa luz de este última maldición.

off: te ocultaste bien ¬¬' pero ya te voy a descubrir yo xDD

Mi hechizo que me enseñó el profesor Snape funcionó y logré que hiciera efecto, por lo tanto aniquiló el conjuro que él había lanzado. Se transformó en una nube negra para despues aparecer a unos veinte centímetros de mí.

-¡No te preocupes! Todavia tenía rabia. -Ya te dije que puedo con Voldemort y otros veinte como él! Su reinado está por acabarse muy pronto. Añadí. Me extrañó que justo un mortífago me iba a dar detalles sobre los horrocruxes, pero tampoco dejé saberse que yo ya sabía de la existencia de estos horrocruxes. Ahora la tarea es encontrar aquellos horrocruxes. Bien este mortífago podía ser un horrocrux. -¡No te preocupes! Tarde o temprano encontraré todos los horrocruxes y entonces las voy a destruir y será el último momento de vida de tu Señor! Le dije con rabia, casi gritando ya que se estaba alejando siguiendo a desaparecer en una nube negra.

-¡Hasta la próxima...! Dije mientras me levantaba del suelo y me limpiaba. Todavia me dolía la cabeza y veía algo borroso. -Cuando será el final...! Lo dije casi para mí, en mis pensamientos.

Me levanté y empezé a caminar hacia el interior del castillo, arrastrando mi Nimbus conmigo.