Conociendote [Gregory +18]

Contemplaba el fin de la tierra y el inicio del mar, siempre me había sentido fascinado por el mar, guardaba demasiados secretos, tantos casi como mi oscuro corazón, las olas esculpían sobre la roca viva poco a poco y sin compasión su obra....

Siempre había querido ser el mar que va moldeando poco a poco y sin compasión a la gente que me rodeaba, no me importaba los medios siempre que obtuviera el fin esperado...

Un aroma llego hasta mi, era un aroma de mujer, llevaba allí demasiado tiempo como para ser solo una visita pasajera, extrañado me gire lentamente, no solía encontrar compañía en ese lugar, aunque tampoco la buscaba....

La silueta de una chica me hizo olvidar mis pensamientos “Que haría una chica en un paraje tan encantador como este, acaso hay mas locos de los que imaginaba...”

Sonreí y empecé a caminar hacia ella sin prisas, esperaba que al verme moverme huiría, aunque deseaba fervientemente que no lo hiciera....

Aquella mujer se mantenía quieta mientras las distancias iban disminuyendo, conforme me acercaba podía ver una bella y joven mujer, el viento hacia que sus cabellos se movieran al son de un baile sin control...

No podía ver el rostro de aquella mujer pero parecía que no tenia miedo, pensé “Que insensatas son las jóvenes de hoy en día” pero rápidamente otro pensamiento surgió en mi cabeza “Quizás sea yo el insensato que se esta acercando y encima cargado de soberbia” sonreí tras mi pensamiento, y acelere el paso, me gustaba cometer errores y locuras, sin ellas la vida era muy aburrida....

Cuando estaba a distancia suficiente busque su mirada, me gustaba siempre mirar a los ojos a las personas, siempre decían que era el espejo del alma.... pero que mas da si yo no creía en el alma, como mucho el espejo de las intenciones, y en sus mirada encontré algo extraño, no había miedo como esperaba....

Entonces dio un paso hacia mi, pensé “Decidida, la cosa se esta poniendo aun mas interesante” seguí caminando los pocos metros que me separaban de ella sin apartar la mirada de la suya...

“Esa no es la pregunta que esperaba, soy el mismo que contemplabas en la distancia, el mismo que a caminado hasta a ti, y el mismo que aguanta tu mirada” sonreí “Pero ya que has roto el silencio primero te daré lo que has pedido, mi nombre es Gregory” con delicadeza agarre tu mano, tu mirada bajo hacia tus manos y seguiste el movimiento mientras yo la llevaba a mis labios y la besaba....

“Encantado desconocida, creo que como cortesía me tocaría a mi preguntar, pero tu nombre no me interesa, me interesan más los motivos que te traen a este paraje”

Hice un silencio y solté tu mano que mantenía a centímetros de mis labios aun, “Como comprenderás es un paraje un poco solitario para una chica tan Inocente (dije inocente con una entonación caprichosa)”

Mi mirada seguía buscando la suya sin perder un parpadeo, quería conocer las palabras que su mente inspiraba antes de salir despedida por la comisura de sus labios...

Sonreí al oir sus palabras, no tenia miedo en su mirada, pero me interesaba, algo ocultaba, estaba jugando conmigo al igual que yo, y era un juego que me empezaba a gustar...

Cuando empezó a caminar y me rozo supe que lo hizo a caso hecho, pues pude sentir como su latido cambiada de ritmo al contacto con mi cuerpo…

Me gire y puse mis brazos sobre sus hombros “Lo siento querida creía que la inocencia era un atributo que las jóvenes como vos ansia mantener, pero veo que eres toda una caja de sorpresas, o mejor dicho una caja por descubrir si me lo permites...”

Pegue mi cuerpo al suyo y acerque mis labios a sus oídos “Creo que ahora si me interesa su nombre, si es que gusta decírmelo…”

Tu te mantenías en silencio pensando la respuesta, mis manos bajaron por su espalda y una de mis manos se enlazo a su cintura, “Si gusta, podríamos caminar mientras conversamos…”

“Encantado Margaret, ya que caminas a mi lado estimo que has aceptado mi oferta” Sonreí, no esperaba menos de aquella chica, tenia mucho valor el no salir corriendo, sabia perfectamente que en ese juego yo hacia de lobo y ella de presa, lo que la hacia aun mas interesante…

Caminamos tranquilos, el suelo estaba resbaladizo así que aproveche para agarrarla fuerte y apretarla contra mi…

Al llegar a un acantilado me puse detrás de ella y la abracé por la cintura “No tengas miedo, no pienso dejarte caer, solo quiero que contemples las magnificas vistas que nos rodean…”

Mantuve esa poción durante un pequeño rato, el aire fresco de daba le lleno en la cara y se mantenía despierta con los ojos bien abiertos y su pelo rozaba mi rostro…

Las palabras de aquella chica me sonaban extrañas para su edad, “¿No te gustaría saltar, abandonarte al destino?... Algunos me llamarían loco por insinuar eso a una chica de tu edad, pero creo que tu entiendes lo que hay detrás de mis palabras...”

Sonreí y me le di la vuelta para que pudiera mirar a mis ojos al igual que yo en los suyos, “Mira a mis ojos y sabrás lo que estoy pensando, no busques en ellos el reflejo de los tuyos o el vació que nos pierde al contemplar el acantilado”

Acaricie su rostro “No quiero que saltes a ese vació sin estar segura de lo que vas a encontrar en el...”

Se veía en su mirada que tenia la decisión tomada, y sus palabras terminaron de confirmar mis sospechas... “Veo que hay un corazón valiente detrás de una mirada arriesgada aunque tentadora....”

Volví a acariciar su mejilla, “Creo que el calor de la mañana empieza a atraparnos, quiero que me acompañes, creo que una ultima comida antes del salto no hará daño a nadie...”

Mis manos tomaron las suyas y esta vez hice que fueras tu la que me cogiera por la cintura mientras caminábamos...

Bajábamos por la ladera hasta un pequeño árbol en el había un pequeño cesto con fruta, con un gesto cortes le ofrecí “No creo que encuentres en este cesto ninguna fruta tan jugosa como tus labios, pero quizás encuentre algo que calme su sed” Sonreí y añadí “Sírvase usted misma...”

Sonreí tras escuchar de sus labios la palabra amabilidad... “Creo que en todo caso he sido caballeroso pero amable es algo que no suelo serlo, la amabilidad crea debilidad y eso querida Amiga(dije amiga con una entonación distinta) no es bueno para ninguno de los dos, si hubiera querido hacerte algún mal creo que he tenido oportunidad, pero no me has dado ninguna razón para ello”

“Nunca te he pedido que confíes en mi Margaret, es mas te aconsejo que nunca confíes de alguien que te lo pida, pues la confianza es algo que no se concede, si no se gana”

Volví a mirarla a los ojos, “Ya que hemos empezado a sincerarnos, me interesaría saber que hacías allí arriba.... si no es mucho pedir...” a cambio y como prueba de buena fe contestare yo a esa misma pregunta....”

Mire hacia el donde se encontraba el acantilado “El mar es inmenso e incontrolable, me gusta controlar las cosas y si no puedes controlar algo, mejor conocerlo...”

“Me gusta lo que piensas del mar, quizás nos parezcamos mas de lo que la simple apariencia muestra, quizás tu mirada esconda tanto como la mía” pase una de mis manos sobre mis labios “ Querida sabes lo mismo que yo de ti Margaret, no trates de jugar con ventaja...”

“Me pareces mas interesante a cada instante, no creas que suelo encontrar gente interesante, aunque tampoco suelo encontrar gente en los acantilados, dicen que son peligrosos.... y que es la vida sin el peligro, me gusta el riesgo y trato de buscarlo en cada faceta de mi vida”

Sonreí con cara de sorpresa... “Interesante, has obtenido mas respuestas de las que esperaba darte, quizás sea yo el que deba de temerte...."

Se notaba arrogancia en cada una de sus palabras, eso me gustaba, a decir verdad me encantaba, cuanto mas difícil me lo ponía mas atraído estaba hacia aquella chica, estaba seguro que tenia razón en una cosa, no me aburriría seguro con ella....

Mientras se alejaba no pude evitar mirar como su cuerpo se contoneaba, no me importaba que se diera cuenta....

Sus palabras sobre mi oído me llenaron de deseo, hacia mucho que no sentía ese sentimiento, me gustaban los retos y este parecía un reto muy interesante “Acepto tu juego, aunque lo haremos mas interesante, si no deseamos contestar a la pregunta contaremos un secreto inconfesable, ¿qué te parece?”

“Si estas de acuerdo empieza tu como bien has dicho Margaret...” Sonreí esperando el ataque de su pregunta, sabia que su pregunta seria interesante y seguramente ácida...

La manta me pareció una idea simpática, antes de contestar me acerque a la manta y me senté a un metro de ella....

“Tu pregunta es un poco oscura.... según que busques en mi tendrás una respuesta o otra... de todas formas sere correcto y te contare un poco de mi...”

“Soy mago al igual que tu, no suelo ser de fíar, aunque no creo que corras peligro por ahora, suelo ser una persona solitaria e instintiva, me gusta tener el control de la situación.... como creo que te sucede a ti..., no suelo ser violento y me gusta hablar y conocer a mis amigos aunque más a mis enemigos”

Sonreí mientras miraba a sus ojos.... “Ahora me toca a mi.... ¿Qué es lo que no quieres contarme?”

Su rapidez preguntando llevaba en si la información de que no quería que hiciera ningún comentario sobre lo que había dicho, extrañado me quede pero la respetaría, en mi mundo de mentiras y palabras vacías aquella chica había dicho la verdad y era capaz de verlo en su mirada.

“Acaso quieres que acabe, creía que esta solo seria un primer acercamiento, no puedo negar que ha sido mucho mas interesante de lo que esperaba cuando te vi parada contemplándome, pensaba que eras solo una chica boba y has resultado ser un lobo como yo, y por que no decirlo, una depredadora muy sensual e interesante, pero los dos sabemos que lo interesante se hace esperar”

Me acerque a ella y cogi su mano otra vez entre las mías, acariciándolas continúe hablando “Se desea lo que no se puede tener, y creo que me gusta desearte más de lo que quisiera admitir…” me llevé sus manos a los labios y las volví a besar, pero esta vez muy suavemente y apartando por primera vez los ojos de su mirada y dedicándosela a sus manos…

“Me toca preguntar querida….¿Que te hizo venir al acantilado esta mañana?”