Conociendote [Gregory +18]

Tras escuchar las palabras de aprobación, me dirigí de nuevo a tus labios y empecé a besarte....

Mi miembro rozaba tus cachetes, pero aun no estabas suficiente lubricada y excitada, por lo que trate de ponerme entre el árbol y tu...

Empecé a bajar esta vez besando tus pechos, recorriendo tu vientre y ombligo con mis besos y me situé agachado ante tu sexo....

Mis manos rozaban tus nalgas mientras mi lengua sin aviso se introdujo en tu sexo, mi nariz rozaba tu clítoris y notaba como estabas excitada....

Uno mano dejo tu nalga y paso a adentrarse por tu sexo, quería que se humedeciera con mi lengua y tus jugos....

Una vez bien húmedo se dirigió a tu ano, donde empezó a dar vueltas alrededor de tu entrada....

“Si te duele dímelo” trate de decir con cariño “Quiero que lo disfrutes” esas palabras ocultaban que quería que me deseara, que me dejara hacer, quería que fuera mía aunque ella no se diera cuenta de ello....

De mis labios se escapo un gemido de placer, busque tu mirada y empecé a meter el dedo húmedo por detrás....

Solo metí la punta de mi dedo cuando note como tu boca se estremecía, bese tus labios para acallar aquel gemido o grito....

Deje sin mover la punta de mi dedo dentro de ti, la excitación creía al sentir como mi dedo estaba dentro de ti, cuando note que tu ano dejaba de estar apretado moví un poco la punta del dedo...

“Tranquila, relájate, te prometo que no te dolerá, déjate llevar y relájate mientras yo me muevo.....” justo cuando cuando termine de pronunciar esas palabras empece a lamer otra vez tu sexo con pasión, queria que siguieras muy excitada mientras por detrás empezaba a seguir entrando dentro de ti un poco más con mi dedo....

Sabia que la primera vez dolía, por lo que trataba de ser delicado, la primera vez siempre el propio cuerpo es el que fuerza los músculos al miedo al dolor....

La única forma de luchar contra el dolor es hacer que el deseo sea mas fuerte que el miedo, por lo que seguía dentro de su sexo con mi lengua imparable, me introducía dentro de ti todo lo que me permitía.

Mi dedo salió de tu parte de atrás, y se metió otra vez en tu sexo en busca de lubricación, rozaba tus paredes mientras yo aprovechaba para tomar algo de aire y volver a tu sexo...

Me estaba acostumbrado a saborear tu sexo, aquello me estremecía en placer, me encantaba el sabor de tu excitación, era distinta a las que hasta ahora habia saboreado...

Mi dedo otra vez lubricado volvió a tu ano y entro poco a poco, esta vez ya costaba menos y tu gemidos parecían mas relajados....

Mi dedo por fine entro dentro de ti por completo, en un inicio intente no hacer movimientos para que tu cuerpo se hiciera a tenerme dentro....

Cada vez me costaba mas reprimir las ganas de penetrarte, así que empecé a hacerlo con mi dedo por detrás, primero muy lentamente....

Notaba la presión en mi dedo, pero eso me excitaba aun más estaba deseoso por que fuese mi pené....

Una vez note que te empezaba a gustar me puse en pie, y me quede en tu espalda, mi pené rozo tu ano, pero no entro en el, se coló en tu sexo, necesitaba y deseaba sentirme dentro de tu sexo otra vez....

Empecé a moverme dentro de ti con pausa, sentía como estabas húmeda, sedienta de sexo, tanto o más que yo....

Cuando tu dedo empezó a penetrarme hasta el fondo sentí un gran placer. Quería que siguieses y que ese dedo fuese sustituido por tu caliente e hinchado miembro. Quería sentir tu pene atravesar la estrechez de mi ano y escucharte gemir a mis espaldas. Comencé a gemir excitada, intentando que comprendieses que aquello me estaba gustando y que ya estaba lista para que tu pene entrase.
Entonces te pusiste en pie y te situaste a mi espalda. Sentí tu pene sobre mi ano y deseosa de que me penetraras gemí. Pero, entonces, noté como entrabas en mi vagina. La sorpresa provocó que te costase un poco entrar en mi sexo. Estaba desconcertada pero al sentí tu pene en mis paredes acepté que entraras.
Bajé una mano y comencé a acariciarte los testículos invitándote a gemir.

Al sentir tus gemidos y caricias no pude controlarme más, saque mi pene bien lubricado y lo lleve hacia la entrada de tu ano…

Bajastes un poco la espalda y mis manos empezaron a acariciar tu espalda en dirección al pecho…

Mientras mi pene empezaba a rozar la entrada de tu ano e iba empujando muy poco a poco, sabia que al inicio te dolería, pero estabas preparada y la lubricación de tu sexo ayudaba a abrir tu puerta de atrás….

Empecé a gemía a la vez que tu conforme mi miembro entraba dentro de ti, una de mis manos bajo hacia tu sexo y empezó a mover tu clítoris de un lado para otro, mi pene ya estaba dentro de ti abrazado por tus músculos, no lo movía para que te hicieras a el, quería que fueras tu la que empezaras a moverte cuando estuvieras preparada….

Tu ano estaba tan apretado que podía sentir cada uno de los movimientos de tus caderas, sentía una sensación de calor que me estaba volviendo loco, no para de gemir de placer y tu empezaste a acompañarme...

Empecé a moverme a tu compás tratando de acompasar nuestros movimientos, mi mano dejo tu clítoris y trate de penetrarte con dos de mis dedos, tu sexo se encontraba muy húmedo y no me costo introducirlos, la sensación de la doble penetración tenia que ser placentera pues no parabas de gemir y eso me estaba volviendo loco...

Entraba y salía en cada una de mis embestidas, tratando de recorrer el máximo de recorrido, tratando de que sintieras el máximo placer con el roce de mi sexo, cada vez me costaba menos penetrar tu ano, en una de las embestidas sali de ti y sin querer me introduje en tu sexo....

Los dos gritamos de placer al sentir la penetración....

Su masaje me estaba volviendo loco, pero no quería correrme aun.... pero tus manos no me dejaron controlarme y volví a tener mi orgasmo, sentía como mi semen volvía a llenarte por completo y al sentir mi semen note otro orgasmo tuyo.....

Estaba cansado pero ocupe el lugar del árbol y empecé a besar tus labios, jugando con tu lengua estaba deseoso de ti....

Te mire a los ojos mientras seguía besándote “Aguantare lo que pidas de mi...” mis manos empezaron a acariciar tu rostro“Soy todo tuyo, creo que lo mereces”

Mis labios recorrían tu cuello y buscaban con pasión el lóbulo de tu oreja derecha... “Te deseo....” dije con voz lujuriosa...

Mi lengua empezó a recorrer tu oreja y mis dientes hicieron presa en tu lóbulo con mordiscos suaves....

Mi mirada se perdía en tu rostro, notaba como estabas masajeándome y haciendo que te deseara más y más, jugaba con ventaja pues estaba dispuesto a todo....

Una de mis manos se perdió por tu cabello, quería acariciarte, ofrecerte un poco de cariño, aquello se me estaba escapando de las manos, no solo era sexo.....

Al notar como masajeaba mis testículos y lamía mi pené solté un gemido de placer, sabias como hacer que un hombre sintiera deseoso de ti y lujurioso...

Mi rostro estaba casi desencajado de placer....

No tenia fuerzas para negarte nada ni para hablar, solo me dejaba llevar y disfrutaba cada uno de los movimientos de tus labios en mi pené, deseaba que siguieras pero ansiaba a la vez saborear tu sexo....

Trate de hacer un gesto para que parara por un segundo para hablar, aunque no sabia muy bien si estaria dispuesta a parar....

Bese tus labios y saboree tu deseosa lengua.... “Crees que podamos llegar a un acuerdo....” Te pregunte mientras te recostaba sobre tu manta....

Me coloque mirando tu sexo y empece a pasar la lengua con dulzura, con el primer roce escuche un gemido de placer...

Seguí jugando con mi lengua mientras uno de mis dedos empezaba a penetrarte, tu vagina estaba muy húmeda por la excitación, con otra mano abri tus labios vaginales y empece a penetrarte esta vez con mi lengua....

Note como ahogabas tus gemidos con un beso sobre la punta de mi pene

Estaba tan excitado que no recordaba la ultima vez que me sentía tan deseoso de dar y ofrecer placer, sentía como cada roce de tus labios sobre mi pené me llevaban a la locura.

Mi lengua seguía buscando en tu interior y saborear los jugos de la pasión que en ti encontraba, mis roces con mi nariz llenaban de el aroma de lujuria mis sentidos.

El dedo que te había penetrado empezó a jugar con la entrada de tu ano y empezó a penetrarte, tu apartantes el pené de tu boca para no morderlo, sentí como te agitabas, al sentirlo, saque el dedo y lo saboree con mi boca, nunca había saboreado un sabor tan extraño, pero deseaba probar cosas contigo que jamás había probado...

No podía creer lo que sentía en tus manos y menos aun en tus labios..., nunca antes había sentido tal excitación y deseo por alguien....

Mi dedo empezó a penétrate el ano mientras mi lengua penetraba tu sexo, estaba sediento de ti, no tardaría mucho en correrme pero quería que tu tuvieras tu merecido en forma de orgasmo...

Notaba cada lametazo de tu lengua con deseo tratando de controlarme, no podía más ni quería, mi espalda se arqueo por el placer, pero me obligue a seguir lamiendo tu sexo mientras tenia mi orgasmo....