Leyendo tranquilamente [Libre]

No había podido conciliar el sueño en toda la noche. Había caído una tormenta de los mil demonios que me hizo imposible descansar. Me levanté temprano, harta de dar vueltas en la cama y me vestí. Me dirigí al Gran Comedor, poblado por muy pocas personas, y desayuné rapidamente. Salí a los jardines y aspiré el olor a tierra mojada que desprendían. El cielo todavía estaba completamente nublado. Me gustaban las tormentas, pero cuando podía observarlas desde un lugar seguro. Y cuando no me quitaban el sueño.

Avancé cruzando los jardines dirección al embarcadero. Me senté en el borde de una de las tablas de madera, que rechinó mientras me agachaba. Apoyé mi espalda en uno de los postes, y saqué un pequeño libro de mi túnica.

Me acomodé, abrí el libro por la pagina que tenía señalada con un pico doblado y empecé a leer.

OFF: Se agradecería que entrara una chica, que casi siempre hablo con chicos (no offense) y me apetece charlar con una tia XDD

Chloe corrió hacia los embarcaderos con un gran sentimiento de que esto ya lo había pasado, ¿en qué otro momento había corrido como una loca hacia el embarcadero? Ah, sí, ya se acordaba. El día de los botes con Roikan, había sido muy estúpido la verdad, quedarse ahí parada cuando podría haber cortado la amarra con magia simplemente.

Caminó rápidamente en dirección a los botes intentando recuperar parte del aliento que había perdido al correr, ojalá hubiesen botes, le apetecía remar. Cuando llegó ahí, completamente recuperada, vio que los botes estaban ahí y que había una chica leyendo. No quería interrumpirla, pero no la conocía y le picaba la curiosidad por saber quien era. Se acercó.

-Hola, ¿qué lees?- preguntó, siempre era una buena manera de empezar una conversación.

Continúe leyendo hasta que unos pasos rápidos que hicieron crujir la madera del embarcadero me sacaron de mi embotamiento en la lectura. Una chica Ravenclaw se acercaba a toda velocidad mirando a los botes. Volví la vista hacia mi libro de nuevo, no tenía muy claro si debía saludarla o no. Entonces noté como me observaba y se acercó hacía mi preguntándome acerca de mi lectura.

-Hola-sonreí-es una novela romántica, me la dejo mi única amiga muggle-expliqué-la cual es secreta, claro-aclaré. Dada mi condición Slytherin no era de lo más normal relacionarme con muggles, pero me hice amiga a escondidas de mis padres de una chica que solía pasar cerca de mi jardín en mi casa de Nottingham.-Mirajane Scarlet, encantada-le tendí la mano-¿Cómo te llamas?-pregunté curiosa.-¿Venías a montar en los botes?

La chica leía una novela muggle, le llamó la atención que dijese que sólo tenía una amiga muggle y eso la llevó a fijerse en su uniforme. Era un Slytherin como era de suponer, pero no le molestó. Si había sido capaz de hacerse amiga de una muggle, debía de ser simpática.

-Soy Chloe Bingley- respondió mientras le estrechaba la mano con una sonrisa- y sí, vengo a montar en los botes. Me hace mucha ilusión.

Una idea surgió en su cabeza y miró a la chica sonriendo.

-Si quieres puedes venir conmigo, digo, si puedes dejar el libro para más tarde.- sugirió.

Se presentó mientras me estrechaba la mano sonriendo: Chloe Bingley. Me afirmó que sus intenciones eran las que suponía, montar en los botes, añadiendo que le hacía mucha ilusión. Me pare a pensar en ello: en los siete años que llevaba en Hogwarts creo que lo único que no había hecho era montar en los botes del lago, exceptuando la entrada al castillo en primero. Pero por iniciativa propia: nunca.

La chica pareció leer mis pensamientos y me invitó a abandonar mi lectura y dar un paseo con ella. Sonreí ampliamente-¡Me encantaría! De hecho, ahora mismo estaba pensando en que es lo único que creo no haber hecho en Hogwarts todavía...-guardé mi libro en la túnica de nuevo, doblando la esquina de la página para señalarla y me levanté.-Veremos a ver si se remar, no lo he hecho en la vida...-sonreí.

Chloe sonrió y saltó dentro de un bote. Se estabilizó con algún problema y cuando se sintió segura se sentó sonriendo. Se colocó en el sitio de los remos por si acaso.

-Genial, ven, sube- le dijo con una sonrisa- remar no es difícil, sólo hay que coger el ritmo. Si quieres remo yo al principio para que aprendas y luego remas tú- le sugirió mientras cogía los remos y esperaba a que se subiera.

-Quita la amarra cuando te subas- le indicó.

La chica sonrió y saltó hacia uno de los botes, perdiendo el equilibrio durante algunos instantes pero recuperándolo al poco tiempo. Se sentó en el lugar de los remos y me invitó a subir, indicándome que remar no era díficil.-Me parece bien. Intentaré quedarme con el ritmo y a ver que tal lo hago yo despues-sonreí.

La chica cogió los remos y me dijo que soltara las amarras al subir. Pegué un salto hacia el bote, perdiendo yo tambien el equilibro. Me agarré a uno de los postes del embarcadero justo a tiempo-Uff...me veía en el agua.- Solté las amarras tal y como me dijo -Listo ¡Podemos partir! -esperé a que empezara a remar.

Mirajane saltó en el bote, soltando las amarras y perdiendo un poco el equlibrio, pero se agarró el en último momento de un poste y se sentó en el bote, Chloe sonrió.

-Yo también te veía la verdad- añadió riendo. Empezó a remar, al principio le costaba coordinar los remos, pero poco a poco lo consiguió y terminó remando a una velocidad aceptable. Navegaban por la mitad del lago, y Chloe observó con un ligero miedo los tentáculos del pulpo flotando. Se estreció con asco. Los calamares sólo le gustaban si estaban cocinados y sobre su plato.

-Será mejor que vayamos más por las orillas, ¿quieres ir a algún sitio en especial?- le preguntó. En cierta forma, Mirajane era ahora su invitada y era su deber contentarla.

La chica comenzó a remar. Al principio con un poco de torpeza, porque parecía tener la coordinación un poco perdida, pero poco a poco se amoldó y fue demostrando su practica. La barca pasaba lentamente por el lago. Me paré de repente a mirar algo que se movía por el agua y distinguí al calamar gigante acechando peligrosamente. Puse una mueca de asco mientras me giraba para mirar a Chloe, la cual tenía más o menos la misma expresión de desagrado que yo.

-Estoy de acuerdo...que yo del calamar sigo sin fiarme ni un pelo-comenté-Por mi no te preocupes. Rema hacia donde tu quieras. Con que estemos lejos del bicho...-sonreí.-Oye ¿me enseñas?-pregunté, señalando los remos-Me gustaría probar...prometo intentar que no nos vayamos a pique-dije, bromeando.

Chloe rio alegremente, la chica le resultaba simpática y era divertido hablar con ella.

-Es fácil una vez que lo pillas. Primero los sacas un poco del agua y tirando de los remos hacia tí, los colocas delante. Una vez que están ahí empujas, cuando ya no puedes más vuelves a empezar...- la chica se quedó pensando sobre lo que había dicho, no le había quedado claro ni a ella- bueno no lo he explicado muy bien, pero tu siéntate ahí y si necesitas algo te ayudo- dijo mientras intentaba frenar. Una vez que lo hizo se levantó.

-Cambio- dijo riendo.

Escuché atentamente las palabras de Chloe, para quedarme con la copla y no liarla demasiado al intentar remar. Además la había observado un poco, asique creo que lo tenía todo bajo control.-Tranquila, te has explicado bien, te he entendido....-sonreí-Además he estado mirando un poco y cero que más o menos lo voy pillando. Otra cosa ya es cuando empiece....-me llevé una mano a la nuca mientras seguía sonriendo. A la palabra de cambio, intercambiamos nuestros lugares en la barca con algo de dificultad y me senté en la parte de los remos, cogiéndolos con fuerza.-Vamos a ver...-empecé a imitar más o menos los movimientos, concentrándome al máximo.-Bueno, parece que no se me da tan mal ¿no? Quien lo diría....-al principio trastabillamos un poco con la barca, pero poco a poco fui cogiendo el ritmo y fuimos un poco más rectas y seguras.-Bueno, ¿te parece si me cuentas algo de ti? No sé nada excepto que sabes remar y eres una Ravenclaw...

Chloe rio por lo que dijo Mirajane, la verdad es que era bastante poca información, y ella tampoco la conocía muy a fondo.

-Eso no es cierto, también sabes que me llamo Chloe- dijo riendo- pues tengo 16 años, se me da mal cantar, me gusta bailar, leer y estar con mis amigos y jugar al quidditch. Soy cazadora- añadió con una sonrisa- y tengo un novio adorable- dijo para finalizar con expresión soñadora.

-Te toca a tí- exclamó alegremente.

Escuché con atención las palabras de Chloe. Era una chica bastante simpática.

-Es verdad, también me sé te nombre-asentí con la cabeza, y pensé en mi respuesta-pues yo tengo un año más que tu, osea, 17.Mmm...soy un poco tímida al principio, me encanta leer al aire libre y me suelo quedar embobada mirando por las ventanas. Tambien tengo muy mala leche cuando me tocan las narices, aunque no lo parezca...-sonreí-¡Y tambien me gusta bailar! Me gusta ver el quiddicth, pero ya practicarlo es otra cosa...no soy una chica de deportes...-seguí remando con fuerza por el borde del lago-Eres una chica con suerte. Yo no tengo novio...pero prefiero esperar a ver si algún dia aparece alguno que merezca la pena...-levanté la vista hacia el cielo, resignada. Ciertamente el tema de los chicos era algo que se me resistía, pero ya llegaría mi momento.

Suspiré aliviada cuando escuché a Chloe decir cambio, tenía los brazos algo cansados. Volvimos a cambiar de puesto-¿y quien es el afortunado? Puede que lo conozca...Aunque no conozco demasiada gente porque me cuesta relacionarme un poco...-agaché la cabeza.

Chloe se sentó en el lugar de los remos y comenzó a remar mientras pensaba en lo que Mirajane había dicho sobre sí misma. No estaba de acuerdo con muchas de las cosas que había dicho.

-No me has parecido tímida para nada. Pues quizás no lo conozcas, va a mi casa, se llama Jacob, Jacob Akane- añadió soñadora, por un momento se le olvidó remar y se quedó con la mirada perdida, pero luego volvió a su ser y continuó remando- siento el lapsus mental- se disculpó.