Haciendo cuentas (Lilieth)

Chloe estaba sentada en uno de los sillones de la sala común, aunque la palabra sentada no era la más adecuada para describir la postura en la que se encontraba. Estaba tumbada en el lugar donde la gente solía sentarse, con la cabeza colgando, y las piernas estiradas, apoyadas en el respaldo del sillón, sus pies apenas sobresalían por encima, el sillón era alto. Había pasado de su postura habitual a aquella durante la tarde, en parte porque no conseguía resolver las sumas que tenía. Se giró repentinamente volviendo a una posición normal y se masajeó un poco el cuello. Odiaba hacer sumas. Se colocó en su posición usual y tiró el libro donde hacía las cuentas en una mesilla cercana.

-Estoy harta, odio hacer sumas, ¿dónde están los niños cerebritos y fácilmente intimidables cuando se les necesita?- se preguntó.

Estaba tranquilamente sentada en un sillón junto al fuego mientras leía un libro, cuando algo cayó cerca, alzo la vista de su libro y miró que había sido lo que se había caído o habían tirado. Parecía un libro de texto, estaba abierto por cualquier página sobre un mesilla que se encontraba cerca. Fruncí el ceño cuando un niño de primero iba a coger el libro y la chica no se daba cuenta. Me levanté y fui hasta la mesilla y cogí el libro. Era de cuentas.

- Perdona, ¿esto es tuyo? - le pregunté a aquella chica que parecía malhumorada.

Una chica le trajo su libro y Chloe la miró malhumorada, no quería verlo, en ese momento, odiaba el libro, ojalá ardiera en la chimenea, pero la rubia no era tan tonta, eso significaría la destrucción de todo su trabajo y no pensaba hacerlo.

-Sí, es mío, pero por mí como si lo tiras por la ventana, siempre y cuando no le pase nada serio- dijo mientras se fortaba los ojos, los tenía cansados de tanto leer y parecía como si le martilleasen el cerebro, no debería pensar tanto.

-¿Y tú eres...?- le preguntó.

- Soy Lilieth Ccora, ¿qué pasa? ¿No sabes hacer las cuentas? Si quieres te ayudo, total no tengo nada que hacer ahora.

Me ofrecí, a lo mejor su malhumor se debía a aquello, cuando se frotó los ojos la noté algo cansada. Yo odiaba las cuentas, aunque se me daban bien, me aburrían a más no poder. Quizás podía ayudarla, si me dejaba, claro está.

Chloe volvió a una postura normal y se pasó la mano por la cara, necesitaba dormir mucho rato, quizás luego podría hacer algo que mejorara su estado de ánimo, por ahora, debía relajarse un poco, si encontraba a Beatrice seguro que la ayudaba a colarse en los baños de los prefectos.

-Soy Chloe, sé hacer cuentas- afirmó hechandose hacia atrás- pero son horribles y no tengo el cerebro en condiciones como para seguir en este momento- explicó.

- Encantada Chloe. ¿Por qué no descansas un poco? Pareces muy cansada, creo que te sentaría bien - dije mientras dejaba el libro de cuentas en una mesa al lado del sillón en el que estaba sentada Chloe.

Me senté en el sillón de enfrente y me acomodé en él con los pies subidos, saqué mi libro y lo puse sobre las rodillas. Miré un rato el crepitar de las llamas y fijé la vista al libro, repasé con los dedos las letras del título que estaban en relieve y lo abrí, dispuesta a leer un poco más.

Chloe subió los pies al sillón mientras se frotaba los ojos.

-Quizás sea lo mejor..., ¿tienes algo que hacer?- le preguntó cuando vio que abría el libro- me gustaría despejarme un rato, ¿te apetece dar una vuelta?- sugirió. No tenía demasiadas ganas de hablar de momento, pero quizás más adelante sí y quería estar preparada, se conocía.

Levanté la mirada del libro - No, la verdad no tengo nada que hacer - cerré el libro y lo apoyé en una mesita - Claro, ¿por qué no? - me levanté del sillón y me acerqué a ella - ¿Adónde vamos? - pregunté, al menos me distraería un rato.

Me deshice la trenza que llevaba y me atusé un poco el pelo con la mano, cayó un poco ondulado a causa de la trenza sobre los hombros.

- Chloe... ¿a qué curso vas? - pregunté curiosa.

Chloe se estiró mientras bostezaba y se tapaba la boca con la mano, su puso de pie lentamente y se estiró una vez más para comprobar que podía moverse bien.

-Voy a Sexto, ¿te gustaría pasear por el lago?, es relajante ver al pulpo gigante y sus movimientos psicodélicos de tentáculos bajo la superficie y además la brisa laguina ayuda a despejarse- afirmó.

-¿A qué curso vas tú Lilieth?- le preguntó.

- Claro, me gusta mucho ver al pulpo gigante. A veces me paso bastante rato allí mirándolo...

- Voy a quinto - respondí.

Empecé a caminar hacia la puerta. Esperé a Chloe al lado de la puerta para ir al lago. Hacía mucho que no me pasaba por allí y no estaría nada mal volver tras un tiempo.

- ¿Qué tal... todo? - pregunté buscando una palabra.

Chloe se paró un momento a reflexionar sobre lo que había dicho Lilieth.

-Bueno, técnicamente no es un pulpo, sino un calamar. A mi me gustan más los pulpos que los calamares y dicen que son más listos, ¿crees que el calamar gigante sabría bien?- preguntó interesada- ¿y qué pasará cuando muera?, ¿se podrirá en el lago?, quizás se lo comen la gente del lago, ¿cómo cocinara la gente del lago?, ¿se comerán la comida cruda?, no debe saber muy bien creo yo, bueno no importa, vamos- añadió mientras salía.

-Pues bien, nada fuera de lo normal, ¿y tú?- preguntó cortesmente mientras se dirigían al lago.