Descubriendo la sala (Cedric)

Cedric volvió a levantar una de sus cejas soprendido, asentía con la cabeza escuchando cada relato de la historia de Chloe.

- Vaya, se podría decir que tienes una historia para contar - le sonríe mientras acomoda su cabello.

Esta chica no era una cualquiera, él lo había notado, era una muchacha de lo más interesante y seguramente tenía más cosas ocultas, mas secretos por revelar.

- Así que, ¿Una casa para tí sola?, podrías invitarme, ¿Eh? - se ríe con su comentario de cara dura, era de hacer esos tipos de chistes.

Invitar a Cedric... Podría ser una buena idea eso de invitar gente a su casa. La casa del lago era la más pequeña de todas en las que había estado, pero aún así era enorme. Tenía dos pisos, en el de abajo estaban todas las salas comunes, el comedor, la biblioteca, las cocinas; y en el piso de arriba las habitaciones, que estaban todas vacías menos la suya de echo.

-Puedes venir cuando quieras, eso sí, te rogaría que me avisases antes para asignarte una habitación en condiciones. Seguro que los elfos estarían encantados de tenerte como invitado- aseguró.

-¿Y qué se supone que estoy haciendo?, pues auto-invitándome, este verano iré a visitarla, My Lady- respondió Cedric sonriéndole.

Se para de la cama elástica y se estira un poco, tenía algo de sueño y estaba cansado, pero no quería irse, no sabía porque, era de su agrado estar con Chloe, se divertía de una manera especial.

Chloe siguió saltando contenta, un poco de compañía en las vacaciones no estaría nada mal, de echo, podría invitar a algunos amigos a pasar una temporada, así sería mucho más divertido.

-Pues otro día te explico cómo llegar, que ahora me da pereza, ¿qué te gustaría más, una habitación con vistas al lago y al prado o una habitación con vistas al lago y la montaña?- preguntó.

La chica siguió saltando hasta que llegó a una altura parecida a la de la competición, en uno de los saltos dio una voltereta, no demasiado profesional y cayó en el borde de la colchoneta.

-Uy que me caigo- dijo mientras se balanceaba para no caer al suelo. Consiguió estabilizarse y continuar saltando.

Cedric ya se había cansado de saltar y estaba en el borde de la colchoneta, sentado allí y con sus manos sobre sus rodillas, con una sonrisa mirando como Chloe saltaba y saltaba.

— La montaña siempre me agrado más — responde con una sonrisa amplia sombre ella.

Larga una pequeña carcajada cuando la chica casi se cae y se para automáticamente para ayudarla a estabilizarse.

— Me va a hacer trabajar antes de tiempo My Lady — sonríe y mete sus manos dentro de sus bolsillos.

Chloe sonrió mientras decidía para sus adentros que no volvería intentar ninguna acrobacia, bastante ridículo había hecho ya como para volver a intentarlo.

-Así practicas un poco- le dijo mientras saltaba a una pequeña altura, después de un rato se cansó y se sentó en medio de la cama elástica.

-Bueno Cedric, te toca. Yo te he contado mi vida en versión original y sin subtítulos, así que es tu turno- dijo sonriendo mientras se acomodaba la trenza.

El chico se queda pensando, en su típica pose. Se recuesta sobre la cama elástica y coloca sus dos manos detrás de su cabeza, mirando al techo. ¿Qué cosa contarle y qué no?, no lo sabía con exactitud; pero si algo era seguro es que había cosas que eran mejor no contarlas.

—Ya a ver, por donde empiezo.. — piensa y hace una mueca todavía mirando hacia arriba —.. mi madre fué asesinada por mortífagos cuando apenas había nacido, no sé, habré tenido un año. Y bueno, hace un año murió mi padre —dice ya con voz más silenciosa —por el mismo motivo—

Chloe se quedó de piedra, no se esperaba semejante respuesta y sentía mucho haber hecho la pregunta, ¿quién la mandaba entrometerse en la vida de los demás?

-Vaya, se que es una estupidez que lo diga, pero lo siento mucho. También siento habértelo preguntado, pero es que... pareces típico chico normal que ha vivido una infancia sin nada traumático fuera de lo común...- se disculpó.

Cedric se levantó un poco sólo para verla a los ojos.

—No importa, y gracias; pero la realidad ya no me duele, llega un momento donde se convierte en aceptación — decía haciéndose el frío, le salía bastante bien ya que lo era un poco, no quería preocupar o incomodar a su acompañante, pero en verdad en el fondo le hacía mal hablar sobre eso.

—También fuí Guardián de Gryffindor, gané una copa con ellos — le comenta recordando esos momentos de gloria.

Chloe sonrió, ahora que lo decía, le sonaba haberle visto en algunos partidos de Gryffindor, aunque al parecer no jugó contra él en ningún momento, ya que el único partido que jugó con el equipo de Ravenclaw fue contra Slytherin, en el que perdieron, ella discutió con el capitán y la expulsó. "Menudo desgraciado" pensó.

-Yo jugué una temporada en el equipo de Ravenclaw, pero por... diferencias con el capitán me fui. No estaría mal, volver, pero las pruebas ya han acabado. El próximo año será.

Cedric levantó una ceja, él tampoco recoraba haberla visto vistiendo un traje de Quidditch, se rascó la cabeza y preguntó.

—Pero nunca te ví jugar, ¿Cuánto tiempo estuviste en el equipo? — preguntó curioso.

Él cada día pensaba poder volver a jugar, es más sus ex-compañeros se lo pedían, pero siempre terminaba por rechazar, no podía jugar, tenía que concentrarse en el objetivo, la misión.

Chloe rio al recordar sus continuas y estúpidas peleas con aquel capitán, ya ni se acordaba cómo se llamaba, mejor para él. Así no estaba en su lista de odiados.

-Poco, muy poco- aseguró riendo- sólo jugué un partido, contra Slytherin, y perdimos. Entonces tuve una gran discudión con el capitán y de manera arbitraria y poco profesional me echó del equipo- explicó.

Cedric se rió por la anécdota, jugar sólo un partido, perder y encima que te expulsen del equipo no era cosa de todos los días. Estiró sus brazos bostezando cortando su risa por ello.

—Jaja eso no habla bien de tí como jugadora —dijo bromeando y sacó la lengua —¿En qué posición jugabas?—

Chloe enarcó las cejas sintiéndose ofendida. El problema no era suyo, el problema provenía del inútil del capitán que no sabía dirigir un equipo y para más remate no aceptaba las críticas constructivas.

-Eso no habla bien del capitán. Yo era mucho mejor cazadora que él, aunque tuviese tres años menos. Era un envidioso y era incapaz de configurar un equipo decente tácticamente hablando. No aceptó mis críticas y me echó- le dijo en tono irónico.

Cedric se mantuvo por un rato serio, viendo que ella le hablaba sin reirse, se notaba que era algo que la molestaba.

—Ya, ¿Pero ese capitán sigue en el equipo?, quizás puedas probar en la temporada entrante, si eres tan buena como dices quedarás de seguro — le sonrió y rascó su nuca.

Sus recuerdos de cuando jugaba eran buenos, le fascinaba sentir el aire entre sus cabellos, esa sensación de libertad al volar.

Chloe sonrió, esperaba entrar en el equipo el año siguiente, no le habría importado hacer las pruebas este año, pero se le había olvidado, así que el siguiente será.

-No, se fue el año siguiente. Espero quedar en el equipo el año que viene, iba a hacer la prueba este, pero se me olvidó, así que, ¿qué se le va a hacer?, aparte de lesionar a algún cazador, claro está. Pero no soy tan mala, así que esperaré.

Cedric asintió con su cabeza al escuchar el entusiasmo de su compañera y decidió apoyarla.

—Vamos, seguro quedarás— se pensó un momento llevando su mano hacia su mentón y completó —Sabes, te podría ayudar, juguemos Quidditch algún día de estos, ¿Sí? — sonrió ampliamente y se paró de la cama elástica con el sólo hecho de imaginarse sobre una escoba una vez más.

—Tú harás de cazadora y yo de guardián—

Chloe aplaudió feliz, era una gran idea, podría practicar y mejorar antes de las pruebas, para las cuales todavía faltaban siglos. Incluso podría organizar un pequeño partido entre amigos, seguro que todos aceptaban.

-Yupi, acepto. Podríamos organizar un partido un día, ya sabes, tus amigos contra los mío, pedir el campo y ver que tal sale, ¿a que es una buena idea?, no sé como no se me había ocurrido antes- añadió risueña.

Cedric sonrió con la idea, en verdad le gustaba, aunque había jurado no volver a pertenecer a un equipo de Quidditch, un "refresco de memoria" no le haría nada mal, es más, lo añoraba y necesitaba.

- Vale, me prendo, y obviamente seré el guardián y tu mi cazadora enemiga, jaja será divertido. Y obviamente es una buena idea, si yo te dí el pie para que la tengas - dijo arrogante mientras se reía, tomando el crédito.

Chloe enarcó las cejas, definitivamente, Cedric era un poco creído, pero mientras no se excediese demasaido no le importaba. La gente con la autoestima baja le ponía más nerviosa que las personas con el ego crecido en exceso.

-Tú eres un poco arrogante, ¿o es idea mía?, no soy buena en eso de ver las características de la gente, es más, soy un desastre- dijo.

Cedric terminó por levantar una de sus cejas y se cruzó de brazos, simulando estar fastidioso y enojado. Sonrió luego y se paro para caminar un poco, ya sino sus piernas se acalambrarían.

- Sí, digamos que me divierto jugando con mi ego y con el de mi acompañante ¿Raro no?- mira por la ventana y se sorprende abriendo bien grande sus ojos - Mira, ya es de noche- exclama sorprendido.

Chloe abrió los ojos sorprendida, era un pasatiempo poco común a decir la verdad, pero si a él le divertía... allá él. Parecía que ya era de noche, lo cual la sorprendió mucho también, ¿tan rápido había pasado el tiempo?

-¿Ya es de noche?, sorprendente, ¿crees que ya estará lista la cena?, saltar da más hambre de lo que yo pensaba en un primer momento- dijo sonriendo.

Él le ofreció su mano para que bajase y lo acompañara a la salida, se relamió los labios pensando en que manjar les podría estar esperando, se moría de hambre; como de costumbre. Con su otra mano se estiraba la ropa, acomodándosela después de tanto salto.

-No sé, espero que sí, igual si no hay me tocaría invitarte a comer, ¿No crees?- le comenta divertido, con una sonrisa.

Chloe se pensó las respuestas, en teoría la invitación era sólo a unas cervezas de mantequilla, pero una comida tampoco estaría mal, tendría que haber subido la apuesta. De todos modos, Cedric parecía tan caballeroso, que quizás incluso le pagaba una comida que no merecía.

-Pues no creo que te tocase, pero si insistes, yo, cómo tu protegida, debo aceptar- añadió sonriendo mientras bajaba de la cama elástica con la ayuda del chico.

Sonreía mientras la miraba bajar y luego sacó su varita, apuntando hacia la puerta. Entrecerró sus ojos y formuló un hechizo desconocido, rarísimo; obviamente estaba jugando.

- Mmm... no, no está la comida, ¿Qué lástima no?, tendré que llevarte a comer - se rió por ese 'chiste' y volteó su mirada hacia ella - ¿Eliges el lugar? -