aburrimiento (Libre)

Chloe enarcó una ceja, ¿el mundo Muggle?, eso explicaba muchas cosas sobre Mijaíl. Quizás ella no era tan ignorante y enrealidad el señor Corleone era un personaje muggle. La chica suspiró aliviada, era prácticamente imposible que ella conociese el presonaje si era muggle.

-¿En el mundo Muggle?, una vez, creo, pero tampoco vi mucho, estaba más preocupada divirtiéndome en unos cacharros que bajaban y subían, eran de lo mejor- explicó.

poco a poco los puzzles sobre Chloe iban encajando, ahora entendía porqué no conocía al gran Corleone o el porqué de esa cara rara cuando saque el cigarro. En el fondo, era la misma cara que había puesto yo al ver el mundo mágico y sus artilugios y demás.
Reí al escuchar la descripción que me dio y supuse que se trataba de un ascensor o algo por el estilo.

-Este mundo es mejor.- dije sonriendole.

Chloe sonrió. Parecía que el chico ahora también entendía más sobre ella y su manera de comportarse, lo cual estaba bien, así no tendría que explicarse más adelante.

-A mí también me parece que es mejor, pero en el mundo muggle hay cosas que están muy bien, cómo las cosas que te digo. Nos subíamos a una especie de cochecito que subía por unas vías y luego caía a toda velocidad. Eran asombrosos.

Reí de nuevo sin poder evitarlo desviando, por vergüenza, la mirada a otro lado pues no pretendía herir los sentimientos de mi acompañante.

-Sí, supongo que los ascensores son divertidos.- exclamé intentando no reír. -Un día de estos yo te llevaré al mundo Muggle conmigo.- bromeó devolviéndole la mirada.

Chloe dio saltitos de impacieca, sabía lo que eran los ascensores y no estaba describiendo uno, le molestaba el problema de comunicación.

-No me refiero a un ascensor. Un ascensor está dentro de un edificio y sirve para subir y bajar a los distintos pisos del edificio, ¡además van muy lento! Esta máquina no servía para subir dentro de un edificio porque estaba al aire libre y no pretendía llegar a ningún sitio, porque al final llegaba al mismo lugar,... y eran muy grandes, ¡enormes de echo!, y había varias en un mismo sitio, todas juntas.

Escuché su explicaciones con cierta curiosidad mientras mi mente buscaba la descripicón correcta pero, nada, esas pocas pistas no mellevaban a ningún sitio exacto ni tampoco me daban una ligera idea.

-No sé a que te refieres Chloe.- confesé recordando casi de rebote su nombre. -Me tendrás que llevar para enseñármelo.- bromeé observando la cercanía de la puerta de la escula, suspiré.

Chloe sonrió levemente, le apetecía mucho volver a subirse en aquellas cosas, ahora tenía una excusa y un acompañante para salir de Hogwarts. ¡Genial!

-Pues un día iremos y te lo enseñaré, es de lo más divertido. Yo al principio tenía un poco de miedo, pero luego era asombroso- dijo sonriendo. Se quedó callada, no sabía que más decir. Se puso a pensar a qué casa podría ir Mijaíl. Conocía el mundo muggle, así que lo más probable es que sea hijo de muggles o mestizo. Si fuera así, sería poco probable que fuese a Slytherin. Pero sus conclusiones no la llevaban más allá. Era incapaz de descubrirlo por ella misma, así que preguntó.

-¿A qué casa vas?

Sonreí aún pensando qué le podría estar describiendo esa chica rubia que me había encontrado por casualidad y con la que ahora no paraba de hablar.

-Me parece genial.- dije con una sonrisa de lado para luego sacar de nuevo la cajetilla de tabaco. Mierda, se había quedado sin. Volví a guardarla en el bolsillo y escuché su pregunta casi de refilón. Después de todo lo que habíamos hablado sobre el mundo Muggle ahora la chica, Chloe, se quedaría asombrada por smiprocedencia.

-Soy Slytherin.- dije esperando alguna respuesta por su parte.

Chloe abrió los ojos asombrada, ¡Slytherin!, le pegaba pero no se lo imaginaba, ¿cómo un conocedor del mundo muggle puede ser un Slytherin?, quizás era sangre limpia, o quizás era mestizo y le habían aceptado de todos modos, quien sabía.

-Si eres Slytherin, ¿cómo sabes tanto sobre el mundo muggle?- preguntó interesada.