Algo de aire fresco [Elianne Nott]

Era de día, la media jornada de este Lunes tan agotador ya había acabado, Cedric decidió salirse antes del Gran Comedor para sentir un poco de aire fresco penetrar sus vías respiratorias y llenar de pureza sus pulmones, si, como si eso duraría mucho. El chico salió por la entrada del colegio y caminó un par de minutos, rodeando éste, viendo esa gran edificación delante sí. La caminata se cortó al estar casi detrás de Hogwarts, él allí recostó su espalda contra una de las cuatro columnas del castillo y sonrió.

De su bolsillo empezó a intentar sacar algo, lo cual estaba demasiado apretado. Luego de un poco de forcejeo pudo tener por fin en sus manos su paquete de cigarrillos.

—Demasiada pureza en mis pulmones por hoy— se dijo sonriendo, mientras que de un agite de su varita encendió un cigarro.

Se lo llevo a la boca y, mientras sus labios lo sostenían, regresaba el paquete a su lugar de origen, para luego sostener el cigarro entre su dedo índice y mayor, fumando así la primera calada del día.

Elianne estaba agotada... Y eso que solo llevaba despierta unas tres horas. Pero es que ella simplemente detestaba los lunes y que el día anterior se hubiera quedado despierta hasta casi el amanecer no ayudaba demasiado. Se moría por dormir un poco y desde luego aquel día no le apetecía pensar demasiado. Se fue a los jardines donde había aire puro y fresco, cuando sintió algo maravilloso. El humo de un cigarrillo encendido... Elianne se sintió repentinamente feliz y se acercó al fumador.

-No tendrás uno más ¿verdad?-. Preguntó esperanzada. Cuando el chico se giró Elianne observó que era un Slytherin. -¿Tú no eras un gryffindor?-. Cuestionó, confundida.

Mientras los pulmones de Cedric mantenían toda esa nicotina en humo, escucha como una voz conocida le habla. Era esa chica, Elianne, se había cruzado con ella una vez en la Sala de los Menesteres. Sonrió y la miró con una ceja levantada.

- Creí que las niñas no fumaban - dice negando con la cabeza mientras sonreía.

- Si, y si yo no mal recuerdo, tú eras una Ravenclaw- dice mientras expulsa el humo por su boca, con esta en forma de 'O', creando varios anillos en el aire, los cuales llegaban hasta el rostro de la chica.

En su último y único encuentro, la chica le había dicho al ex-león que era una Ravenclaw, sin embargo su traje verde la delataba por completo.

-Te equivocabas... Las niñas necesitamos nicotina para funcionar- Respondió encogiendose de hombros.

¡Ah, claro! Ése era Cedric, el famosísimo Cedric. El transfugo, el traidor, el... No le apetecía pensar más nombres.-Habría jurado que la última vez que te vi yo era Hufflepuff...-. Respondió Elianne sonriente mientras sentía el humo acercase a su cara. Era glorioso por Merlín.

El chico sonríe y saca un cigarro de su paquete, lo toma con su otra mano y apoya su punta contra el cigarrillo que tenía entre sus labios, fumando pequeás pitadas para que el fuego se intensifique, y así encender el nuevo. Lo da vuelta y se lo alcanza, entregándoselo para luego después cruzarse de brazos.

- Sí como sea, no se con que necesidad mentiste pero no es algo que ahora me interese - saca su cigarro de sus labios y bosteza, luego vuelve a inhalar más nicotina.

Elianne le dio una calada y decidió que ese era el mejor momento del día, por eso había valido la pena salir de cama. -Dime, si no te interesa ¿por qué lo comentas?- Cuestionó, mirando el cigarrillo con amor. Las personas eran interesantes... Pero donde hubiera un buen cigarrillo, reflexionó.

Cedric terminó por recostarse en el suelo, cayendo contra la pared, quedand sentando y contra ésta apoyado, mientras le responde.

- Ya, digamos que, suelo pensar en voz alta - contesta inteligente, pero en verdad le daba curiosidad saber quien era su acompañante

Presiona el cigarro con sus dedos y aspira una buena calada de humo, manteniéndola en sus pulmones mientras miraba como las pocas nubes blancas de ese día viajaban por acción del viento.

Elianne asintió al escuchar la respuesta del chico, la verdad era que no le importaba demasiado, ella sólo estaba fumando. Y eso era una cosa perfecta. Elianne tenía algunas preguntas sobre el chico, pero estaba casi segura de que el chico no se las contestaría por las buenas... Ni por las malas, a decir verdad.-Cuentame, ¿es verdad eso de que te cambiaste de casa porque en Gryffindor eran todos muy rojos?-. Bromeó, haciendo referencia a que los políticos de izquierda eran llamados rojos.

Cedric exhala todo el humo que guardaba sus pulmones de una ligera soplida, rociando el aire a su alrededor de nicotina. La mira levantando una ceja y responde:

- Jaja, de cierta forma, sí. Me sentaba mejor el verde, el sombrero lo dijo -

Replicó mientras miraba su cigarro con amor, lo relajaba tanto que era uno de sus pocos amores.

Elianne se contuvo de hacer una broma en plan: ¿qué dices? ¡no me lo puedo creer! porque la última, y primera, vez que había coincidido con Cedric él le habia respondido con un desplante digno de una mujer con la menopausia. Elianne puso los ojos en blanco ante este pensamiento y le dijo:-No te veo yo a ti montando conspiraciones pero... Tú mismo-. Y se encogió de hombros, dandole otra dulce calada al cigarrillo. Sentía como el humo inundaba sus pulmones y eso era sumamente placentero, a decir verdad.

- ¿Conspiración?, no nada de eso, cariño- terminó por decir Cedric con su cigarrillo en mano

- ¿Y a tí que te trae por acá?, chicas como vos deberían estar en clase, calculo- dice rodando los ojos, no sabía bien que hora era, al fumar se olvidaba de todo.

Apoyó su cabeza contra la pared y volvió a mirar el cielo mientras daba otra calada, para luego bajar su mirada hasta la de la chica para sonreirle, porque la veía fumar.

¿De verdad merecía el título de niña? Una de las cosas que más le molestaban a Elianne en el mundo era que le llamasen niña, pequeña o sus derivados. Le dio una calada al cigarrillo, intentando no enfadarse, seguramente Cedric no lo hacía apropósito. -¿Ahora mismo? Estoy disfrutando de uno de los grandes placeres de la vida. Además, tengo hora libre-. Respondió, correspondiendole a la sonrisa.

Ah claro, hora libre, no creía que se saliera de sus clases en realidad. Cedric toma una última y profunda calada al cigarro para acabarlo, llegando casi hasta el filtro y, luego, golpe allí con su pulgar, haciendo que éste salga por los aires y se pierda por algún lugar de todo esa gran superficie de césped.

— Ya, veo que eres una chica a la que le gusta divertirse, tendríamos que salir algún día — le propone el chico mientras expulsaba el último humo de su boca.

-Pon los cigarrillos que yo pondré los lugares-. Bromeó Elianne, aceptando. -Pero no te veo yo muy fiestero. Me pareces, si me permites, el chico que se queda con una chica mientras los demás nos vamos de fiesta-. Opinó Elianne, sin querer ofender ni molestar al chico. Pronto se le acabaría el cigarrillo, comprendió, pero lo disfrutaría hasta el final.

Cedric se rió por su comentario, ¿Él siendo 'pollerudo'? No, en verdad no lo conocía ni un poco.

— Jajaja no, cuando salgamos cambiarás esa opinión de mi —se rasca la cabeza y se queda un momento pensando.

— Igual, no suelo quedarme con una chica y no salir de fiesta, más bien salgo de fiesta y me vuelvo con una chica — dijo con media sonrisa, recordando alguna que otra noche, mientras se aseguraba de no haberse acabado todos los cigarros dándole un vistazo a la caja.

-Lo siento querido, pero es que la última vez que te vi... Te vi tan aburrido....- Comentó Elianne encogiéndose de hombros. Le dio una calada final, una petit mort, al cigarrillo para luego tirarlo al suelo y pisarlo con la punta del botín.

-En ese caso espero coger una buena borrachera contigo y con más gente. Tiene que ser genial-. Rió Elianne, le encantaba irse de marcha y más con gente fiestera. ¡Que de esos quedaban muy pocos!

- Bueno, pero por algo ese día quería estar sólo. Uno no se queda sólo porque está de buen humor o con ánimos para ser divertido ¿O sí? - respondió asegurándole que aquel día no había sido uno bueno, era más bien un día de trabajo.

- Y si, tendríamos que juntar gente para hacer una gran fiesta, lástima que en este colegio hay pocos tan alegres como yo - comentó riéndo mientras observaba un poco más a su acompañante, de tanta charla no se había fijado de lo linda que era.

-Supongo que tienes razón, a mi ese día me pillaste espía total.-. Bromeó Elianne, sabía que ambos tuvieron lo que ella llamaba, lindo eufemismo, un día de trabajo.

-Por eso, los que tenemos alma de fiesteros, los pocos, tenemos que mantenernos unidos-.Le dijo ella, sonriendo mientras observaba el escrutinio del chico.

- Bueno, ya, tenemos que preparar la primera salida- dice emocionado mientras golpeaba la base de la cajita de cigarros, quería sacar uno.

- ¿Pero primero porque no hacemos algo nosotros?, digo, para ver si en verdad eres divertida - apuesta con su declaración el chico, mordiendosé el labio mientras niega con su cabeza y enciende su cigarro.

-Cuando quieras, cariño.- Respondió Elianne, somo siguiera sonriendo así le iba a doler la mandibula. Bueno, le apetecía sonreir. Para unas pocas veces que me apetece... reflexionó y, por supuesto, se dio la razón a si misma. -Ahora, mismo, si te apetece.- Propusó, encogiendose de hombros, mientras miraba al chico que empezaba a fumar otro cigarrillo.

- Bueno, ¿algún lugar favorito? - preguntó el chico mientras ya daba las primeras caladas a su nuevo y dulce cigarro. Tenía varios lugares en mente, alguno de los dos bares de Hogsmeade, algún lago o montaña, y sino podrían ir a alguna cuidad muggle, sabía que enrealidad ahí si se encontraba la verdadera diversión.

-Decide tú, confiaré en tu gusto-. Respondió ella, mientras observaba al chico fumar. Ella se daba por satisfecha el resto del... momento, probablemente luego le apeteciera otro pero esperaba no llegar a tal punto de fumarse uno detrás de otro, por muy delicioso que fuese. Miró como el chico se llevaba el cigarrillo a los labios y pensó que quizá si que le apetecía otro. -¡Accio caja de cigarrillos!-. Murmuró, para que la caja, su caja, apareciera hasta llegar a su mano. La abrió y cogió uno para luego encenderlo y darle una calada profunda. Jodido vicio.

-Bien, veamos- comenta él llevandose una mano a su mentón, como si estuviera analizando los posibles lugares. Se pensó llevarla a varios lugares extraños, pero, en verdad tenía ganas de probar si su hígado seguía en condiciones.

-¿Qué te parece una competencia en ese bar de Hogsmeade?, bueno, a no ser que seas una chica limpia y no bebas alcohol- comentó gracioso viendo como se fumaba otro cigarro, si había algo que no era, eso era limpia.

-¿En cabeza de puerco?-. Preguntó ella, obviando que tendría que beber directamente de la botella... Bueno, no le parecía del todo mal.-Si fuera eso no estaría planteandome ir a cabeza de puerco. Un chica limpia iría a una discoteca. O se quedaría en casa-. Bueno, Elianne no porque no le gustaba especialmente su casa pero suponía que las chicas buenas se quedaban en casa.

-Bueno, bueno, mucho bla bla bla me cansó- terminó por acotar Cedric mientras caminaba por los jardines, dirigiéndose a la entrada.

-De media noche en Cabeza de Puerco, andá linda, espero que no me desiluciones- comentó de espaldas a ella, con media sonrisa en su rostro por su ya habitual comentario de caradura; mientras tomaba la más profunda calada del día, dejando un suave rastro de humo detrás de él a cada paso.