Intentando llegar a fuera (libre)

No hacia demasiado tiempo que estaba corriendo los pasillos, segurmente alguien estaría vigilando que nadie saliera, pero yo lo necesitaba, pues no podía salir de dia. Ademas noches como aquella me encantaban, la luna estaba escondida totalmente por las nubes al igual que algunas estrellas, pero las que no, brillaban con fuerza. Como si quisieran salir de ese inmenso cielo de color negruzco. Ya estaba casi fuera e intentaba correr la mas sigilosa posible, hasta que no pude aguanarlo mas y corri sin importarme el ruido, llegue hasta un pasillo con unos grandes ventanales. Abrí despacio uno y vislumbré el cielo.

Habría llegado antes hasta ahí, pero acababa de llegar nueva y corria en todas direcciones, sonreí al observar el cielo, mis ojos parecían iluminados, adoraba aquella sensacion.

Llevaba horas ahi tumbado. Por supuesto los profesores evitan que los estudiantes salgan por las noches. Pero eso no era ningún problema para alguien que podia olerlos llegar. Las estrellas resplandecian aquella noche como ninguna otra y la ausencia de luna me relajaba, no me gustaba tener que estar atento a esta. Un suave brisa alborotaba mi cabello y mecia la hierba. Apreciaba esos momentos de tranquilidad.
De repente me llegó un olor. Era una persona, pero no sabia quien. No era un prfesor, de eso estaba seguro, reconoceria sus aromas. Asi que me relajé y permanecí tirado en la hierba. Probablemente si yo no me inmiscuia me dejarian en paz.

Mirando por aquella ventana pude ver a un muchacho tirado en la hierva, me escondí en el pollete, hasta que descubrí que no era un profesor o un prefecto y volví a asomarme, me daba mucha curiosidad asi que salí corriendo de nuevo, encontré la salida "pporfin" pensé entusiasmada, en menos de 3 minutos ya estaba ahí, donde había visto a aquel chico. El viento era un poco fuerte, movía mi falda y mi largo pelo, haciendo que el flequillo se me desviara un poco, el sonido de la hierva moverse a causa del viento, era realmente relajador. Me acerqué al muchacho-Buenas noches..., molesto?-dije haciendo una pequeña reverencia.

Tardó unos minutos en llegar, al parecer esa noche no iba a poder estar solo. Me encogí de hombros, que estando tumbado con los brazos bajo la cabeza no es cosa facil.
-Realmente no. -Mi respues ta fue seca pero sincera. No me gustaba demasiado relacionarme con otros estudiantes.

No me respondió mucho, por lo que pude deducir que era callado, me senté a su lado y sonreí levemente-So..soy Luka Megurine-me presenté algo nerviosa, como siempre al conocer a alguien nuevo.-y....y tu?-

Cerré los ojos y continué en mi posición. Disfrutando de las caricias del aire.
-Mi nombre es Wataru Yoshikawa -dije, sencillamente. No habia mucho más que decir, no me gustaba especialmente el contra mi vida a extraños. Si bien es cierto que me habia dicho su nombre, pero eso no queria decir que hubiese algo que decir. Asi que continué en mi sitio sin mucho que decir. Por supuesto si segua hablando la seguiria el juego, no estaba mal hablar de vez en cuando.

Miré al cielo, dejando que el viento moviera delicadamente mi largo cabello rosado, en estas situaciones no había mucho que decir, tenía ganas de hablar con el, pero el no parecía muy dispuesto, pero yo no era el tipo de chica que se da por vencida facilmente-Bonita noche ¿verdad?, en mi opinion las noches sin luna son las mas hermosas, la oscuridad plena, con solo la breve iluminación de las estrellas-esbocé una timida sonrisa mirandole de nuevo, parecía que estaba muy a gusto.

La oí hablar, a pesar de tener los ojos cerrados y parecer dormido.
-Las noches sin luna son realmente hermosas, es cierto. Sin nada que nos agobie o nos recuerde el tiempo. Paso muchas horas aqui fuera. -No me gustaba ver la luna, me recordaba el tiempo que quedaba para mis transformaciones. Por mucho tiempo que hubiese pasado no me habia terminado de acostumbrar y la verdad es que dudaba mucho qu pudiese hacerlo.

Sonrei, porfin habia conseguido una frase entera de su boca, me sentí algo feliz por aquello, y asentí-Es cierto, yo tambien me paso las noches fuera disfrutando del aire fresco de vez en cuando, me da libertad-dije con una risita-Aun que aquí está prohibido no puedo vitarlo-

-Nunca he tenido ningún problema con las prohibiciones. Bueno, los primeros años si me costaba evitar a los profesores y prefectos, ahora no. -Abrí los ojos, las nubes se movian en el cielo nocturno ocultando y destapando algunas de las estrellas. Mecidas por la suave brisa que llevaba acompañandome toda la noche.

me quedé sorprendida, parecía que a este chico le diera igual todo, le miré con algo de admiración-Bueno, tampoco a sido muy dificil, no se donde esta la dificultad en huir de ellos-dije pensando en todo mi camino recorrido, pues habia sido como media hora de recorrido entre que encontraba la salida y no me había topado con ningun profesor o prefecto.

-Cuando se es un crio hay más dificultades de las que parecen posibles. -Dije tranquilamente. Estaba empezando a coger confianza con esa chica, aunque todavia era pronto para deir nada más.

-Supongo que si, yo es que soy nueva por Hogwarts-dije rascandome levemente la nuca avergoonzada-Pero ya no soy una cria, asi que puedo apañarmelas solita-dije levantando la cabeza con un fingido presumir

-Puede ser... -Entonces lo sentí, un olor familiar y conocido. Una sonrisa imperceptible se dibujó en mi rostro. Un prefecto estaba a punto de llegar. Era de la casa Slytherin si mi olfato no fallaba, era de los peores. Me levanté y me sacudí el polvo.
-¿Vienes o quieres descubrir si de verdad puedes evadir a los preceptos?

Estaba tan absorta en mis pensamientos que no me di cuenta de lo que passaba hasta que me lo dijo, y entonces un muy muy leve olor, llego a mis fosas nasales.-Vamos vamos, será divertido-me levanté de un salto, sacudiendome.

El precepto se acercaba asi que cuando dijo eso la cogí de la mano y tiré de ella para alejarnos del sitio. Con suerte no nos habria visto ni oido y podriamos relajarnos. Corrimos hasta llegar junto a un arbol. Sus ramas se mecian al son del viento produciendo un sonido tranquilizador, como un silvido suave y carente de fuerza.
Cuando me paré solté su mano.
-Perdón por ir tirando de ti.

Oí sus pasos cerca y de repente Wataru tiró de mi mano, echamos a correr en dirección opuesa al precepto, no oí nada mas, por lo que supuse que el precepto no nos había visto, respiraba algo agitada, pero mas que por echar a correr, por el susto y la impresión del momento, una suave risa se escapó de mis labios y no deje de sonreir en todo momento, definitivamente era muy divertido.
El contacto de Wataru me agradaba soberanamente, era calido, no como mi piel fria, al poco tiempo nos paramos al lado de un árbol. El viento seguía meciendo las hojas con suavidad, como acariciandolas. Me quedé mirando a Wataru como si fuera tonta hasta que volví en mi y miré hacia otro lado-No importa, era eso o que nos pillaran, a sido divertido-dije volviendo a mirarle con una gran sonrisa en la cara.

El tacto de sus manos era frio, lo habia notado. Pero tambien habia notado que respiraba. Llegué a la base del arbol y me senté apoyando mi espalda en el tronco. Clavé mis ojos azules en ella y me decidí a preguntar.
-¿Por que respiras? -Su tacto era anormalmente frio, teniendo en cuenta que no era una noche especialmente fria, además de que saliese de noche. Era la primera vez que veia a otro alumno fuera por la noche.

Me quedé de piedra ante ello-Es lo que solemos hacer los humanos, respirar, comer y esas cosas-encojí mis hombros, era cierto que no le había dicho lo que era... pero porque no me gustaba que lo supiesen, pues siempre terminaban atemorizandose, asi que a partir de ese momento nunca mas volví a decirselo a nadie.

Seguí mirandola y sonreí. Cerré los ojos y volví a concentrarme en el murmullo del viento. Si no queria contarmelo no iba a obligarla, despues de todo yo no tenia nada que reprocharla.
-Muy bien, muy bien. Perdona mi estúpida pregunta. No se en que estaba pensando. -Dije aún con los ojos cerrados. El murmullo del aire no se detenia, estaba empezando a refrescar, pero no hacia demasiado frio.

Me sentí mal por haberle dicho esa respuesta, al fin y al cabo el no había echo nada, me tiré al suelo y miré el cielo-¿por que me lo preguntas?-realmente me gustaría saber como había presentido eso, en ningun momento había echo nada que me delatase.

Noté como se tiraba al suelo antes de hacemer la pregunta. De nuevo se dibujó una sonrisa en mi rostro. Los vampiros no me eran desconocidos, aunque solo fuese porque yo era un licantropo y habia estudiado sobre criaturas mágicas.
-Tus manos. No hace tanto frio... Parecen hielo. -Dije sin inmutarme, sin cambiar ni mi postura ni mi expresión. -Por no hablar de estos hábitos nocturnos, eres la primera alumna que veo salir de noche desde que estudio aqui.

No pude evitar reirme-Entonces no tengo porque responderte lo que ya debo suponer que sabes, ¿cierto?-pregunté alzando una ceja, mis comportamientos humanos a veces me dealtaban demasiado-y mi piel no esta tan fria-dije alzando mi cabeza aun con mi sonrisa, ya tipica en mi.

-¿Bromeas? Es puro hielo, puede que te hayas acostumbrado, pero sigue siendo fria. Supongo que es lo que tienen los muertos. -Me encogí de hombros en este último comentario. Realmente no me importaba quien o que fuese, me habia hecho compañia y no me habia dado problemas, de momento eran varios puntos a favor. Puede que no me gustase mucho la gente del monton, pero la gente interesante era otra cuestión.

El comentario de los muertos me llegó muy ondo, ese chico pareciera que no tubiera tacto, me acababa de deprimir bastante la verdad, y bajé la cabeza levemente-Sera eso-respondí secamente levantandome del suelo y quitandome la tierra del vestido. Me di la vuelta-Hasta otra noche-y comencé a andar hacia el lago.