Entre voces [Roikan Suir] + 18

Escuchar aquellos gemidos, me excito increiblemente, haciendo que perdiera cualquiera del poco raciocinio que me permitia pensar con claridad, los siguientes segundos fueron algo maravillosamente sensual, erotico, sexual, y excitante, como si metieras kilos y kilos de todo eso en una batidora, los juntaras y te lo tomaras de golpe.

Metio una de mis manos bajo su sujetador, haciendo asi que mantuviera contacto directo con su pecho, en estos momentos no habian palabras o no las conocia para describir lo que sentia, pero eran muy suaves, mucho mas que su cuello y mas sensibles, asi que con esa misma mano aprete su pecho levemente, pero no dure mucho, otra mano me pillo de repentino y me dejo literalmente mudo.

En un instante metio mi mano en su sujetado y en otro estaba dentro de mis boxer, topandose con "la hebilla del cinturon" la cual, al sentir aquella mano tan cerca se excito aun mas si cabia. Mientras aun intentaba encontrarle algo de sentido a lo que realmente estaba haciendo, con una mano disfrutaba del tacto con su pecho, con la otra tocando su vientre, mi lengua se debatia aun en una intensa y fiera batalla, ¿quien dijo que los chicos eran incapaces de hare varias cosas a la vez? Pero dire, que es muy dificil, mucho.

Ay dios, merlin, mahoma, ala, o quien sea que estes ahi arriba, zeus, poseidon, da igual, solo dire, que si tengo que morir despues de esto, merecio bastante la pena, solo dire que si antes estaba excitado, esto ya superaba casi cualquier cosa, y este "juego" se basaba principalmente en la ley del "Quid Pro Quo" que no es mas que lo mismo para ambos.

Asi que, con la mano que con anterioridad acariciaba su vientre, ahora se colo con suavidad por debajo de su falda y abriendome paso lentamente hacia el interior de su ropa interior, y con delicadeza mis dedos rozaban aquella zona tan privada y a la vez tan sensible, estaba muy caliente y si, humedo, asi que esa sensacion de extasis se intensifico aun mas.

Me encantaba este juego era practicamente entre dominante y dominado, y variaba con frecuencia, lo que hacia que se pusiera mas interesante, me encantaba sentir a Ariel llevando las riendas del juego, como tambien adoraba ser yo el que llevaba esas riendas.

Ariel desabrocho su sujetador y dejandolo correr por su brazo, lo dejo en el suelo, eso si que era precioso, perfectos, no habian palabras para describir algo asi, no se puede, simplemente no se puede, solo dire que pensaba que algo asi no podia existir, pero lo tenia frente a mi, ella era el mejor regalo que alguien pudiera recibir en toda su vida.

Aunque hubieran sido diez, quince, veinte, quizas treinta segundos, anhele sus labios y el besarla hizo que de nuevo, esa sensacion de embriagadez recorriera mi cuerpo. Ella se desprendio de una prenda, ahora era mi turno, pero, teniendo en cuenta en la postura que estabamos, ella sobre mi, y ademas, el pantalon en estos momentos me incomodaba hasta el punto de, siguiendo asi, hacerme daño. Asi que tras un chasqueo leve de dedo mi pantalon desparecio, por suerte los boxer que llevaba no eran del todo ligeros, por lo que la tan llamada "tienda de campaña, carpa del circo" en las tan "sugerentes" peliculas de america no se mostraba, del todo.

Pero, aunque los boxer, estaban diseñados para aguantar "algo" el pantalon lo hacia casi todo, asi que cuando este desaparecio, digamos que durante un instante se clavo en un lugar donde no debia de hacerlo, pero por poco que fuera, era mas intenso que la otra vez porque en esta no habia ningun vaquero de por medio, ahora era una sola prenda de ropa interior.

Puede que a ella le diera verguenza que la mirara tan intensamente, pero era la primera vez que veia algo asi en primer plano y no habia un televisor al lado, si, daba pena decirlo, pero antes de hoy, lo maximo que vi fue en la television, pero no era de extrañar teniendo en cuenta mi historial social.

Volvio a besarme, e intensamente lo correspondi, esta vez, la batalla, por lo menos la que se jugaba en nuestras bocas, seria para mi, asi que puse gran empeño en conseguirlo, aunque a Ariel no se le daba nada nada nada nada y nada mal. Aquel movimiento de caderas que con anterioridad me parecio excitante se quedaba en comparacion a esto como una caricia, esto era casi un contacto directo, pues solo habian dos prendas de ropa interior lo suficiemente finas para que sin problemas se pudiera sentir a la perfeccion la entrepierna del otro.

Hubo una pausa inexplicable, bueno no tanto, al final me lo dijo, y creo que comprendia bastante bien lo que queria decir. Si, sabia lo que estaba diciendo y aunque no lo dije no me quedaba demasiado para, de seguir asi, ocurrirme lo mismo que a Ariel.

-No te disculpes. -dije con una sonrisa, si habia que esperar se esperaba, el subidon y nunca mejor dicho no se bajaria tan pronto.

Asenti ruborizado al maximo, creo que el cambio climatico lo producidiria yo de seguir asi, habia llegado el mejor momento de todos, el mas importante, en el que los dos seriamos uno, en los que nuestra union seria definitiva.

Con un leve giro, volvi a ponerme sobre ella, y, antes de "fusionarnos en un solo cuerpo" por decirlo de la manera mas filosofica posible bese sus labios con total ternura y cariño, con otro chasqueo las pocas ropas que cubrian nuestros cuerpos desaparecieron y lentamente, y con todo el cuidado y cariño que pude, hice que "la hebilla" entrara por su entrepierna, puede que no hubiera visto en primera persona a una chica desnuda antes de hoy, pero no era estupido, sabia que en especial a ellas, a primera vez dolia, asi que intentaria que no sufriera lo mas minimo.

Bueno, yo dire que me habia esforzado por no haberle hecho daño y su rostro y su comentario me indicaron que hice bien, la verdad es que esto se sentia mejor que nunca, calido como casi ninguna otra cosa, humedo y muy muy y reitero las veces que haga falta, la palabra muy excitante. Pronto aumente el ritmo de las idas y de las venidas, mientras que besaba dulcemente sus labios y mi lengua parecia divertirse con la suya, y de disfrutar con sus labios.

Me encantaba sentirla, su lengua, su saliva, sus labios, su aroma, su cuerpo, no habia nada que pudiera decir que me incomodara.

Ahora mismo la religion, cualquiera que fuera, no servia de mucho, si, si te portabas bien irias al cielo despues de morir, pero yo no solo llegue al cielo, sino que subi mucho mas alto, tanto que los dioses se quedaron en comparacion como hormigas.

Adoraba los hermosos ojos color chocolate que tenia Ariel, yo amaba el chocolate, y cualquier cosa que tuviera azucar practicamente porque necesitaba en exceso, tenia ciertos arranques de hiperactividad y era vital tomarlo, puede que vital no, pero es que las cosas dulces me pirran, ademas, si tuviera que escoger una fruta seria la naranja quizas tambien la mandarina, aunque apenas hay mucha diferencia de una a otra, cosa que tambien tenia Ariel, podia ser perfume, alguna crema o simplemente su fragancia natural, ademas, su saliva y sus labios eran tremendamente dulces, ¿como iba la puntuacion 4 de 4? Creo que no eran solo cuatro cosas, es mas, no lo creo, lo aseguro, habian tantas que podria pasarme horas, dias y hasta años enteros diciendolas, y ademas estaba esa sonrisa, daba igual como fuera el peligro al que me enfrantara, si estaba demasiado herido para seguir no tendria importancia, si tuviera que sacrificar mi vida tampoco tendria importancia, verla era suficiente como para darme fuerzas y no dejar que nadie ni nada me parase.

Esuchar aquellos gemidos que llevaban mi nombre y eran espacidos por la sala hizo que mi corazon aun latiera mas, enserio, de seguir asi el paro cardiaco no seria algo tan malo. Pero era humano, y tenia limites, limites que no tardaria en alanzar, teniendo en cuenta no solo lo excitante que era esta situacion, sino que habia que sumarle el camino recorrido hasta aqui.

Pero era una sensacion extremadamente calida, tan intima, tan humeda, que no me extrañaba que esa sensacion de placer que cargaba se intensificara aun mas, y mientras aumentaba levemente la velocidad de las idas y venidas, bese sus labios con la pasion rebosando por cualquiera de mis poros y que inundaba mi cuerpo.

-Yo...tampoco...-consegui decir mientras volvia a besar sus labios.

Cualquiera que hubiera visto esta escena hubiera dicho que como no habia condon, la posibilidad de embarazo era alta, pero habian dos errores que dejaba pasar cualquiera, la primera es que ya me encargue de que eso no ocurriera jamas, para que, si mi esperanza de vida era de tres años mas, y ser padre a esa edad dudo mucho que surta efecto, y si eso fallara, la maldicion de mis padres actuaria, pues hacia que no hubiera posibilidad casi alguna, de que su sangre, es decir la mia, corriera por la de ningun descendiente, no podia decirselo a ella, mas que nada porque Arianne me mataria, pero creo que mi mirada decia que no debia de preocuparse lo mas minimo.

Pronto se acabaria todo, pero por dios si valia la pena, un entrenamiento de quidditch intensivo era en comparacion a esto un aburrido paseo, esto era mucho mucho pero mucho mejor.

Aumente el nivel de mis embestidas durante unos minutos hasta que al final, llegue al climax, el punto y final de todo esto.

Si esto fuera una especie de juego con cronometro y se tratara de ver quien era el que mas resistia, yo habria tocado la campana antes, pero todo esto fue en una palabra M-A-G-N-I-F-I-C-O no podia describirlo de otra manera, como ultimo acto de pasion antes de sentir el agotamiento en los musculos de todo el cuepor bese sus labios, disfrutando y llenandome de aquel dulce sabor que desprendia su boca.

Me aparte como pidio, y la verdad, al hacerlo, fue como si diez pesas de cien kilos golpearan mis musculos, me pregunto a cuantas horas de quidditch equivalio esto.

-¿La ropa? Oh si, ya la convoco.-dije chasqueando un dedo.

Lo malo de hacer magia cuando no debes de hacerla es que se descontrola y no sale como esperabas, debia de haber caido a la perfeccion es mas, debia de haber aparecido ya puesta, pero en cambio cayeron desperdigadas, menos mal que su ropa era bastante diferente a la mia.

Comence a vestirme rapido, la verdad es que hacia un pelin de frio y me olia a que si no me tapaba pronto lo menos que me esperaba era una pulmonia, lo primero fue, obviamente los boxer, luego el pantalon vaquero y una vez me lo puse me pregunte por donde habria caido mi camisa, mi chaqueta y mi corbata.

Se sentó dandole la espalda al chico y se vistió, primero la ropa interior, luego la camisa interior, luego la camisa del uniforme, la falda y por último la corbata, sin darse cuenta de que había cogido la corbata y la camisa de Roi por error.

Suspiró y se quedó pensativa unos segundos.

- Roi ¿como ha llegado a degenerar tanto esta situación? - preguntó medio en broma.

Se levantó del suelo mas tranquila ahora que estaba vestida y se acercó a un rincón donde había una corbata tirada, luego se acercó a Roi y se la entregó.

- Creo que es tuyo.

[Off Rol// La corbata es la que Ariel se deja antes por hay tirada, cuando se pelea con Roi]

La verdad es que me costo bastante ponerme el pantalon, se habia quedado pegado y de no haber sido por los cojines que aun habian ahi, me habia golpeado fuertemente la cabeza, tras unos segundos pude ponermelo, hoy la ropa no estaba de mi lado. Me puse la camisa, pero no era la mia, aunque en ese momento ni lo note, cogi la chaqueta y me la puse, desabrochada por la mitad, como solia tenerla, luego cogi la corbata que Ariel me dio y me la puse mientras respondia a su pregunta con una leve risa.

-Ni me preguntes. -conteste con una sonrisa, terminando de hacer el nudo. -Pensaba que acabar asi solo ocurria en las peliculas. -dije mientras me ataba las cordoneras y me ponia definitivamente en pie.