Entre voces [Roikan Suir] + 18

-Todos decis que soy un desastre...- comente bromeando como si fuera un niño pequeño al que le acabaran de regañar. -En especial McGonagall, y si perdemos un partido, ya tengo que llevarme una bronca, me odia. -asegure con una sonrisa seguida de un suspiro.

Ese tema me recordo a que aun no estaba el equipo de Quidditch de gryffindor totalmente formado, que pesadez el tener que examinar a los nuevos, pero si no lo hacia el capitan que era yo nadie lo haria.

-Eso me recuerda, a que debo de organizar las pruebas de admision al equipo, que sincera y real pereza.

¿Osito? ¿Cuantos iban ya? ¿Dos motes en un dia? Curioso, bastante curioso, aun no entendia demasiado el significado de un mote, quizas sirviera para referirse de una forma mas social a una persona, o yo que se.

-Uno de mis encantos...¿es ser un desastre? Si que debo de ser raro. -dije con una sonrisa.

El observar su rubor hizo que por esa empatia que solia sentir me ruborizara automaticamente como si de un espejo me tratara, no debia de quedar mas que dos o quiza tres horas para la comidad, tenia una y media para el entrenamiento y una media hora para preparar lo que dije en la cocina. Pero por ahora, queria deleitarme con el dulce sabor que desprendian los labios de Ariel.

-El recuento creo que esta igualado Ariel. -comente con una sonrisa aun mayor.

Repitio bastante el y, asi que esperaba a que buscara esa palabra que se le atasco, pero no pense que iba a escuchar esas tres palabras, y ello hizo que me sonrojara bastante, y que el corazon, que hasta ahora se estaba centrando en volver a su ritmo normal, comenzara a latir con mas frecuencia.

-Te a-mo. -dije dejandolo muy claro antes de besarla con una ferviente intensidad.

Esta era una de las cosas que mas me asustaba, habia ciertos momentos en los que se quedaba asi, sin palabras, balbuceando levemente y totalmente colorada, no estaba acostumbrado a esa reaccion pero aun asi era muy mona en ese estado de avergonzamiento.

-Etto...¿Te encuentras bien? -pregunte fijando mi vista en sus ojos color chocolate profundamente.

Esperaba esa respuesta, no en este contesto sino como algo mas general, era comprensible, algo mas obvio de lo que yo pensaba por eso simplemente le dirigi una mirada tranquilizadora.

-Tranquila, tu no te preocupes por eso si es por sentimientos, creo que tienes una buena maestra aunque no te dejes demasiado aconsejar por ella, aunque nos cueste aceptarlo, ellos dependen tanto de nosotros como nosotros de ellos, lo que no sabemos, lo que no aceptamos, realmente son ellos quienes tienen las respuestas.

Karl aparecio en la sala, con una especie de sonrisa en su rostro, jamas habia sonreido demasiado, pero estaba dentro de lo neutro que es su rostro alegre.

-Eso fue muy profundo. -comento con una leve risa. -Pero es cierto, sin mi Roi seria demasiado imprudente y no sobreviviria ni a despertarse por la mañana. -dijo lanzandose halagos a si mismo.

-Me arrepiento de haber dicho eso, ya te salio la vena de EL Ravenclaw...no hay quien pueda contigo en ese estado...Arianne, por favor, derritele. -pedi. -No temas darme una respuesta ni el tiempo que te cueste llegar a ella, es mas facil de lo que parece darla cuando no tienes nada, pero cuando si, se puede complicar muchisimo.

La insignia de capitan de Quidditch aparecio en la chaqueta, que raro...si apenas habian jugadores en el equipo, seria probablemente McGonagall, habia que hacer las pruebas cuanto antes si no queria problemas.

Correspondi el beso con igual intensidad, cada vez que la besaba necesitaba aun mas que la anterior, mientras que Karl intentaba hacerse EL Ravenclaw.

-¿Piensas que podras conmigo asi de fa...-no le dio tiempo a contestar, porque en ese instante, Arianne le beso con tal intensidad que de haber sido un trozo de hielo, se habria evaporado en ese mismo instante.

Un potente rubor envolvia sus mejillas, punto para Arianne, el recuento ya iba un 0-2 y no creo que Karl consiguiera ningun punto. Ariel paso sus brazos por mi cuello, yo coloque mis manos sobre sus caderas, pero algo comenzo a quemar, no era nada interno, sino la maldita insignia, aunque no tuviera contacto con mi cuerpo era un sistema para evitar que dejara de hacer cosas que pudieran distraerme y centrarme en mis tareas, bravo McGonagall, no se porque aceptaria ese metodo.

Karl intento recomponerse, como si no hubiera sido derrotado hace un instante, su aspecto parecia ser parecido al de Carlo Magno despues de cientos de victorias, mostraba orgullo, honor, fuerza, pero al escuchar eso de que Arianne queria tirarselo salio disparado por un chorro de sangre hasta una pared lejana de la habitacion, al escuchar el golpe cerre los ojos, eso debio de doler.

-Todo tuyo, si sobrevives Karl, te pondre un templo. -asegure mientras le guiañaba un ojo a Arianne. -Si, McGonagall me matara en cuanto llegue. -suspire y correspondi a su corto beso con una sonrisa.

-Ca...ca....cabronazo....-dijo Karl medio inconsciente, justo antes de que yo saliera por la puerta, en direccion al despacho de McGonagall, me mataria, esta vez me mataba.

Comenzó a reír ante la situación de Karl, no quería ver lo que pasara ahí, de modo que se fue dejandolos solos.

- No te pases mucho con él, Arianne.

- Tranquila, apenas un poco - contestó ella mentras Ariel salía por la puerta.

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