Hojeando libros viejos (Elianne Nott)

Elianne sabía que era tarde. Era perfectamente consciente de ello. Era una parte fundamental de su plan. Tenía que devolver un libro romántico a la biblioteca, y para más inri, muggle. Orgullo y Prejuicio, de Jane Austen. Sí, un clásico, pero igualmente era romántico. Y Elianne tenía una reputación de chica fría y Slytherin que mantener. Entonces vio como había alguien más en la biblioteca. Escondió el libro entre los plieges de su túnica.

-Hola Meredith-. Saludó.

Elianne suspiró, hastiada, a pesar de que Meredith no le caía especialmente mal. Pero, aquel día, de entre tantos, ¡No le apetecía encontrarse con nadie! ¡Joder! Eso sí que era tener mala suerte. Por amor al arte.

-Ahí vamos, poco a poco. ¿Y tú?- Preguntó, con cortesía.

-Sí, claro, me encantaría- Respondió acercándose a ella. -¿Qué hacías en la biblioteca?-. Preguntó, con curiosidad, era extraño encontrar a alguien en la biblioteca a esa hora, no le apetecía a nadie estudiar, evidentemente. Excepto, quizá, a algún ravenclaw obsesionado con sacar dieces. Jodidos raritos.

-Bueno, me aburría así que decidí venir a echarle un vistazo a los libros. para coger uno y llevármelo a cama.- Le respondió, indiferente. ¿Cuánto tendría que distraer a Meredith para que le diese tiempo de guardar el jodido libro en la estantería? Elianne no tenía suerte. Nunca. Así le iba, siempre acababa fastidiada.

Noté que Elianne estaba un poco impaciente. Se notaba en su voz. O yo lo imaginaba. Tomé como factible la última opción.

Suspiré y miré ligeramente a un costado, por la ventana. Amaba esa mesa, al lado de la ventana.

-Mira, Elianne, está cayendo nieve -murmuré, emocionada, centrando mi atención a la ventana.