Rompiendo reglas [Suzuna]+18

Respondí a su beso con ganas, notando como se apegaba a mí y suspiré excitada.

- A mi también me gustas mucho - le dije entre besos - te quiero - me acerqué a su oído y le susurré - y te deseo.

Me acerqué de nuevo a sus labios y solté su miembro, poniendo mis manos alrededor de su cuello.

- yo tambien te quiero.. y te deseo - Dije entre besos notando como nuestros sexos se rozaban directamente. Lleve mis manos a sus caderas para poder comenzar a penetrarla con suaves embestidas

Ahora que no era virgen, al entrar dentro se notaba diferente, era placentero, pero... Me acerqué de nuevo a su oído, había algo que quería que hiciera.

- ¿Puedes cargar conmigo? Te costara menos entrar y será mejor para ambos.

Que no tuviera mucha experiencia, no quería decir que no supiera del tema, la teoría y la práctica eran dos cosas diferentes, además se podría decir que hacerlo en la ducha y hacerlo de pie, eran dos de mis fantasías sexuales.

Sonrei por su propuesta. No habia sido mala en realidad seria mas ensillo para mi y mas comodo para ambos.

Tome sus muslos tomandola con fuerza. Pegue su espalda contra una pared penetrandola de nuevo ahora si con mayor comodidad. Bese sus labios con deseo disfrutando del momento

- asi esta mejor ¿no? - Pregunte entre besos

Sentí como me cogía de los muslos y me alzaba, continuó penetrándome haciéndome sentir mucho mas placer que antes y mucho mas placer que la primera vez, al fin y al cabo, esa escena me encendía mucho, porque tener sexo en la ducha era uno de mis sueños eróticos y de alguna manera, verlo realizado me encendía por completa, haciéndome gemir aún mas fuerte, coloqué mis piernas alrededor de su cintura, cosa que hizo que me diera aún mas placer y que gimiera aún mas fuerte, tanto que tuve miedo que nos escucharan y mordí su hombro para intentar acallarme a mi misma. Ni siquiera podía mantener los ojos abiertos.

- Dastan - susurré entre gemidos.

Gemir de esa manera me hacía sentir tan... avergonzada, pero realmente no podía reprimir los gritos y entre mis gemidos de placer, escapó un gemido de desesperación causado por la vergüenza.

La besaba con deseo pasion todo junto en ese simple acto. ¿Como era posible vivir tanta lujuria con aquella mujer? se habia convertido en mi obsecion, mi deseo.. mi todo. Seguia penetrandola sin pausa sin importarme el cansancio que pudiera tener, sus gemidos se sesaban y se hacian mas fuertes con el correr del tiempo .

- Tranquila, nos descubriran - Dije despegandome de sus labios mirandola con una sonrisa.

Se veia tan hermosa toda mojada con el destello de deseo en sus ojos azules como el mar. Mordi mi labio inferior disfrutando del momento tan excitante, jamas habia hecho algo parecido era algo nuevo para mi.

Aquel comentario me hizo enrojecer por completo y desvié mi mirada hacia la pared que tenía enfrente.

- Lo siento - dejé escapar con un susurro entre gemidos - es solo que esto es muy... - comencé a balbucear sin poder terminar la frase y con las mejillas totalmente encendidas.

Noté una fuerte punzada de placer y de forma instintiva apreté mas mis piernas alrededor de su cintura, acercandolo mas a mi y haciendo que sus penetraciones fueran mas profundas.

- No puedo evitarlo, mis gemidos se escapan sin que los pueda controlar - me excusé.

Sonrei mirando como sus mejillas volvian a ponerse de un tono rojizo algo inteso. Le di un beso tierno en su mejilla pasando mi mano por si otra mejilla

- pense que ya no te ponias asi conmigo.. me gusta - Susurre en su odio recordando su debilidad. Mordi con suavidad su lobulo dejandome llevar por el momento

Deje que mis penetraciones fueran mas tranquilas, me sentia cansado y sentia como me correria en cualquier momento. Ahora no tendria problema en hacerlo dentro de su intimidad, segun ella no habia problema alguno

Mis mejillas se encendieron aún mas cuando habló sobre mis mejillas y en cuanto noté como mordisqueaba el lóbulo de mi oreja, los gemidos volvieron a escaparse.

El descenso del ritmo de sus penetraciones, hacían que llegara al clímaz de forma mas lenta, pero mas intensa. Era incapaz de controlar mis gemidos y poco a poco comenzaron a hacerse mas intensas las punzadas de placer hasta que sentí que me faltaba poco para terminar.

Apreté aún mas fuerte mis piernas alrededor de su cintura y los espasmos comenzaron a apoderarse de mi cuerpo, haciendome estremecer, sentía como si me derritiera por completo, tenía los latidos y la respiración aceleradas, alcé mis ojos y miré a Dastan con las mejillas aún ardiendo, tanto por la vergüenza como por el orgasmo.

off: disculpa la demora, ando ocupado con el cole y todo eso

El momento era bastante exitante, podia aguantar un tiempo mas pero no mucho.. el deseo, la excitacion que sentia mi cuerpo era bastante alto como para durar mucho tiempo mas.

Mis manos recorrian sus costados, notando como el agua le daba un toque de suavidad a su piel. Mis besos se perdian en sus labios bajando lentamenta hacia su cuello, me gustaba ese lugar, podia estar horas besandola sin cansarme

No pude aguantar mucho mas y termine corriendome solo que esta vez fue dentro de ella, segun su informacion no habia nada de que preocuparse y yo confiaba en ella.

Termiena agitado con mi mirada fija en ella

- me vas a hacer explotar algun dia - Dije con una pequeña sonrisa

Observé sus ojos, que miraban los míos y rey ante su comentario.

- Bueno, aún te mantienes de pie, ¿no?

En pie y conmigo cogida, yo no habría podido quedarme de pie, mis piernas aún temblaban, toda yo temblaba.

- La próxima vez deberíamos tener una cita... - me quedé callada unos segundos y sonriendo añadí - con ropa, pero de momento, nuestro futuro mas inmediato va a ser ducharnos de verdad.

Sonrei mirandola a sus hermosos ojos azules. Tenia razon, me encontraba en pie pero con mucho esfuerzo, de lo contrario terminaria tendido en el suelo de mi baño

- sera mejor que terminemos el baño, necesito un descanzo - Acaricie su mejilla con cuidado comenzando a bajarla despacio.

En poco tiempo terminamos el baño a lo que realmente habiamos ido a la ducha ¿verdad? Le alcanse una toalla para que se envolviera y secara

- me parece buena idea ¿a donde te gustaria ir? - Pregunte mientras me sacaba lentamente

Terminamos de ducharnos, esta vez de verdad y me alargó una toalla, me sequé, la enrollé alrededor de mi cuerpo y salí.

Me quedé pensando sobre el lugar al que me gustaría ir en una cita.

- La verdad es que, cualquier lugar donde estés tú es un buen lugar - contesté casi sin pensar, cosa que me hizo ruborizas - eh, quiero decir que... emm... el parque de atracciones o la playa estaría bien - contesté aún ruborizada.

Enrolle la toalla alrededor de mi cintura escuchando su respuesta. Sonrei por su contestacion mas aun cuando se ruborizo. Me acerque para darle un beso en la mejilla

- iremos a la playa ¿te parece bien? - Pregunte mirandola con una gran sonrisa. Me encantaria estar con ella bajo la luz de la luna, seria un lindo momento

Sali del baño y busque en mis cajones ropa nueva para ponerme, el baño me habia relajado un poco queria recostarme un momento

Asentí y le observé salir del baño y buscar ropa, yo cogí la bolsa con mi ropa, me fastidiaba no poder coger ropa para vestirme de mi cuarto.

Lo primero que saqué fue la camisa y me llevé una sorpresa al ver que estaba manchada por la parte delantera, se debió haber manchado cuando fue a parar al suelo de la sala de los menesteres, me asomé y aclaré mi garganta para llamar la atención de Dastan.

- Estem... no creo que pueda ponerme esto - contesté cogiendo la camisa y mostrándosela.

Estaba buscando una remera, los pantalones ya los habia encontrado, eran unos deportivos que lo usaba la mayoria del tiempo eran comodos. Gire mi cabeza al escuchar su comentario, mire su camisa manchada

- oh bueno te dejo que busques alguna remera de tu agrado - Le abri el cajon dejandolo abierto para que tuviera la libertad de buscar lo que quisiera - de paso busca una para mi.. - Le pedi mientras me sentaba en la cama mirandola desde alli

Observé el cajón.

Se decía que las mujeres teníamos la extraña habilidad de meter la mano en un caós y sacar en 10 segundos y en el primer intento, el objeto exacto que queremos. Realmente yo tenía esa habilidad, estaba acostumbrada a mi caótica hermana pequeña y desde luego el cajón de Dastan estaba mucho mas ordenado que el de Keira. Metí la mano y saqué una camisa de uniforme, no por nada, si no porque al menos casaría con la falda del uniforme, aunque era obvio que me vendría un poco grande.

Volví a meter mi mano y esta vez saqué una camisa de color azul claro, la coloqué frente a él y asentí.

- Combina con tus ojos - sonreí.

No paso mucho tiempo y Suzu ya tenia escogida las dos remeras. Habia elegido una celeste para mi porque cambinaba con mis ojos segun ella, sonrie tomandola para ponermela como acto siguiente

- gracias.. - Susurre recostandome en mi casa. Gire mi cabeza levantando mi mano llamandola - no vendras a abrazarme? - Pregunte con una pequeña sonrisa

Me empecé a colocar la ropa, pero me faltó ponerme la falda cuando me pregunto si le iba a abrazar, sonreí y negué con la cabeza.

- Espero que sea realmente un abrazo, Dastan - contesté de forma indirecta mientras me acercaba para abrazarle.

La mire alzando una ceja por su comentario. Espere hasta tenerla junto a mi para envolverla con mis brazos dandole un beso en su mejilla

- ¿dudas de mi? - Pregunte mirandola fijamente a sus ojos claros - sera un encuentro tranquilo, lo prometo - Siempre que nos juntabamos habia una chispa entre nosotros que terminaba siendo un fuego intenso, ahora tomariamos un ritmo mas tranquilo

Le sonreí por su pregunta y volví a negar.

- No dudo de ti, pero si de mi aguante, eres mi tentación - contesté acomodándome, de poder, me quedaría ahí toda la vida, estaba tan a gusto que me entraban ganas de quedarme dormida. Simplemente era que sus brazos me hacían sentir tan... estúpidamente bien, tan... protegida.

Cerré mis ojos y disfruté de ese 'encuentro tranquilo'.

Acaricio sus cabellos lentamente dandole una tranquilidad al momento, luego de tanta accion deberiamos tomarnos un relajante descanzo. Cerre mis ojos relajandome lentamente, no tenia sueño pero si estaba agotado, estar acostado me haria bien

- tranquila sera algo tranquilo.. hasta el momento - Dije aun sin abrir mis ojos. Me sentia bien tenerla asi, que no todo sea pura relaciones sexuales un momento de cariño debiamos tener

Me encantaba cuando me tocaba el pelo y me encantaba su voz y su olor y... bueno, que narices, me encantaba todo de él.

Mi curiosidad me picaba, había pocas cosas que sabía de él, de modo que aún sin abrir los ojos, pregunté.

- Háblame de tu familia, quiero sabes cosas de ti.

- ¿de mi familia? - Pregunte un tanto sorprendido por su pregunta, realmente no solia hablar mucho de mi familia pero ella era mi pareja debia saber todo de mi, o eso se suponia

- pues soy hijo unico, con eso debes pensar que soy un consentido y estas en lo correcto - Rei por mi comentario. Y si lo era, acostumbrado a siempre tener lo que quiero sin importar nada - ¿tu que me dices? ¿tienes hermanos?

Escuché sus palabras y sonreí.

- De modo que un consentido, eh, es interesante saberlo - su pregunta me sorprendió un poco - ya te hablé un poco de mis hermanos ayer en el puente. Tengo un hermano mayor y dos hermanas pequeñas. Mi hermano mayor, Matt, se ha encargado de cuidarnos a las tres desde pequeñas porque mi padre siempre estaba trabajando y mi madre tiene una salud muy delicada, siempre nos está regañando por cualquier cosa, tiene un año mayor que yo pero en lugar de parece un adolescente parece una madre continuamente estresada - comenté riendo - mi hermana pequeña, Keira, es un caso, nos trae a todos por el camino de la amargura, ya te hablé de ella, es hiperactiva, preguntona e infantil, siempre se está metiendo en lios, pero es adorable y tiene un año menos que yo, es una de las pocas de la familia que no tiene el pelo rubio y los ojos azules. Mi otra hermana pequeña, Ashley, es una imagen en miniatura de mi, rubita y de ojos azules, tiene 11 años, es muy curiosa... e impertinente, es infantil, llorona y caprichosa, además le encanta ser el centro de atención y que la mimen. Entre las tres llevamos a mi hermano mayor por el camino de la amargura, dice que está harto de ver bragazas, bragas, braguitas y minibragas - dije refiriendome a la ropa interior de mi madre, de mi, de Keira y de Ashley, en ese orden - Y luego están mis primos, somos una familia bastante grande.