No soy lo que tu crees [Meredith Harker]

Dentro de dos dias pasaría, dos días y mi mente se sumergiría en un cambio impredecible e incontrolable de mi ser. Debía admitir que también lo disfrutaba, el ser mas rápido, mas ágil y mas poderoso que cualquier persona en ese momento. Pero odiaba las transformaciones previas, mi gusto por lo crudo había aumentado en el transcurso de las últimas horas y mi mente parecía tener periodos en blanco con mas frecuencia. Desdeaba ser lo suficientemente poderoso para poder transformarme a voluntad, deseaba tener el control y el poder de destruir pero por ahora mientras siguiera en ese horrible lugar debía mantenerme calmo, quieto, pretendiendo ser algo que no era y nunca querria llegar a ser, normal.
Baje trotando de la lechuzería en dirección a el puente, tal vez debería pasar un momento por el campo de quiddich y volar, que era lo único que me despejaba en esos momentos. Pero en cierto momento me distraje, una luz verde pasó volando frente a mi cara,un hechizo obviamente. Me detuve en seco-Que fue eso?

Me aburría, eso era evidente. No lograba concentrarme en lo que leía, porque cada veinte segundos, cronometrados, bostezaba.

―Será mejor que salga ―murmuré, para mí misma, cerrando el libro de Transformaciones y dejándolo en su lugar. Me paré, guardé todas mis cosas en mi mochila y salí de la Biblioteca.

También salí del castillo, con intenciones de ir a los Jardines. Al pasar por el puente, noté que había un chico. Me pareció conocido, por lo que me dije que lo saludaría al pasar por su lado. Pero, estando yo aún a unos 20 metros, un rayo de luz verde pasó cerca de su rostro.

―Oye, ¿estás bien? ―pregunté, corriendo a su lado lo más rápido que pude.

Me di vuelta lentamente, levantando la varita al paso y apuntando a la chica que se acercaba a mi a toda velocidad,Meredith-Fuiste tu?. La chica de cabellos rubios estaba cerca mio, y sinceramente no creia que pudiese haber sido ella, era un hechizo muy avanzado hasta para 7mo, era un hechizo oscuro. Baje la varita,-No, claro que no fuiste tu. No viste de donde venía?
Me acerqué hacia ella, y me puse a su lado levantando la varita y escudriñando el horizonte, si querían atacarnos ese sería el mejor momento para hacerlo.

―Hola, cómo va ―murmuré, sarcástica, figurandome que Tyler no me oyera.

―No a ambas cosas ―respondí―. No fui yo, mi varita está en la mochila, y no vi de donde venía ―añadí―. Aunque existen grandes posibilidades de peligro si te pones tan en guardia. Un novato podría notarlo, asustarse y lanzar hechizos porque sí ―expliqué. Eso era resultado de largas sesiones de T.E.G., un juego de estrategia muggle, con mi padre.

Tiré mi mochila al suelo, dejándola contra la barandilla del puente.

-Pues ya que dices saber tanto sobre proteccion y eso Med, no crees que sería medio inutil llevar la varita guardada en tu mochila lejos de tu alcanze en tiempos como estos?- dije apoyándome en la baranda y dejando mi mochila al lado de la suya en el piso. Abrí uno de los bolsillos y saqué dos varitas de regaliz- Quieres Harker? te hará falta un poco de azucar si nos llegamos a encontrar en peligro.
Le sonrei, hacia mucho tiempo que no la veía y nuestra relación no era tan mala dentro de todo supongo que lo único que me hacía tolerante con ella es que era una chica, y bueno tenía cierta debilidad hacia ellas, miré fijamente a la muchacha rubia y volví a sonreir, esta vez mordiendome un labio.-Y que haces tu sola por aqui?

―Sería inútil si alguien lograra filtrarse en el colegio ―dije, agridulcemente, confiando plenamente en la seguridad impuesta por la Directora―. Cosa que no ha pasado en mucho tiempo ―añadí, tomando una varita―. Gracias ―comenté. Porque estuviera siendo especialmente antipática en ese momento, no podía dejar de ser educada. Además, Tyler me caía bien.

"No podría tener un bajón de azúcar ni aunque lo quisiera, con todas las golosinas que comí en la Biblioteca", pensé. No lo diría, claro que no. Nadie sabía que el vicio de Meredith Harker eran las golosinas.

―Volvía de estudiar ―respondí―. ¿Tú? ―vi como se mordía el labio y sonreí ligeramente.