Ficha de Koi Philippe Eriksen

De contextura algo delgada que a simple vista no resalta más de la cuenta. Aún así, tiene sus músculos bien definidos gracias al constante deporte que hace. Su rostro es algo redondeado y de mandíbula recta, un rasgo que le da ese toque masculino que el chico tiene. Sus ojos oscuros siempre brillan cuando piensa en una travesura o cuando ve a una chica que le gusta. Su cabello es liso, un punto que se diferencia del de su hermana gemela, pero mantiene el mismo color. Tiene una marca de nacimiento detrás de su oído que tiene forma, según su hermana, de perro, pero él de verdad que no le agrada mucho eso.

Aventurero y carismático. Le gusta romper las reglas y saltarse las clases. Siempre piensa en divertirse y eso es lo que busca en la gente que esté a su lado. Piensa en grande la mayoría del tiempo y se puede decir que es un soñador. Tiene muchas metas que desea cumplir y a veces, solo a veces, se pierde de la realidad al pensar en cómo lograrlas.

Bromista por naturaleza, nadie se ha salvado de su ‘buen humor’ y muchas veces ha sido blanco de venganzas absurdas. No le teme al ridículo, si debe hacer algo sin sentido… lo hará sin dudarlo.

Nunca se deja llevar por los comentarios de los otros, su mayor antónimo es ser prejuicioso. Siempre trata de conocer a las personas, de sacar algo bueno en ellas y recién ahí, cuando ve que es un caso perdido, dejará de intentarlo. Luchador. Esa es una gran característica de él. Por lo mismo, no le agrada que tengan una idea de él antes de que se acerquen a conversar.

Es alegre y hasta podría decirse que risueño, ríe por todo. Siempre saca el lado positivo de las cosas y de las personas. Le desagradan los Sangre Puras elitistas y prejuiciosos, porque son todo lo que él no busca en la gente. Pero da una oportunidad, sobre todo si son chicas, aunque tenga claro que no sacará algo bueno de eso.

Es un buen hechicero, eso no se niega, pero cuando se meten con alguien a quien quiere, sobre todo si es su hermana, prefiere arreglar las cosas al estilo muggle. A golpes. Sabe que tiene ventajas con respecto a los otros en ese ámbito y que se meterá en problemas luego, con todos. Pero la situación lo vale. Nadie toca a su familia y el que lo hace, lo pagará caro.

Es impulsivo, no piensa las cosas antes de actuar, lo que le ha provocado varios castigos. Lo dulce se lo deja a las golosinas pero no puede evitar cumplir cada capricho de su hermana y ser bastante tierno con ella.

La palabra romántico no va con él, es más, es el típico chico que no sabe tratar a las mujeres pero que las consigue a todas, o casi todas. Está en un punto medio entre la arrogancia y la humildad, no se cree el ombligo del mundo, aunque haya muchas cosas que sea mejor que otros.

Le agrada que las chicas se hagan de rogar, lo ve como un desafío personal. Y siempre será un caballero, por muy poco romántico o poco sutil que sea. Nunca andará diciendo por ahí con quién se metió o a quien tiene en la mira.

Philippe nació un tres de septiembre, cinco minutos para las tres de la madrugada. Es el mayor de los mellizos Eriksen, por lo que se tomó muy en serio su papel de hermano mayor. Desde pequeño tiene un instinto protector sobre su melliza, la cual tiene una extraña habilidad para atraer los accidentes.

Nació en Hawái, en el seno de una familia de clase social media-alta, los Eriksen. Sus padres son unos magos reconocidos y criaron a todos sus hijos estrictamente pero sin perder el amor que debe haber en toda familia.

Estuvo en la isla, viviendo en una casa grande cerca de la mansión Eriksen, hasta los seis años, que fue cuando sus padres decidieron ir a vivir a Inglaterra para que los chicos pudieran asistir a Hogwarts cuando fuera el momento, sin contar por el hecho de que siempre tenían problemas con su bisabuela, sobre todo él, que le encantaba hacerla rabiar.

Philippe con su carismática personalidad se adaptó rápidamente y como ya traía una crianza en donde se mezclaban el mundo mágico y el muggle, hizo amigos en ambos. Desarrollando una increíble necesidad de romper las reglas, en el lugar donde vivían lo conocían como un chico desordenado y algo rebelde, aunque no era del todo cierto.

Para tratar de canalizar tanta energía se metió a practicar varios deportes muggles, ya que el Quidditch no le llamaba la atención. Y fue así como aprendió basketball y football soccer, los cuales aún teniendo dieciséis practica.

A los ocho años, acompañó a su hermana a sus clases de piano, en donde se vio interesado en la guitarra, pero a la tercera clase dejó de asistir al darse cuenta que nunca podría quedarse completamente tranquilo, por lo que se unió al equipo de baseball, sólo por curiosidad. Dejó que su hermana le enseñara algo de artes marciales y son con estos pequeños conocimientos con los que la protege de todo el mundo.

A los once años, recibió la carta a Hogwarts, en donde fue seleccionado para Gryffindor, algo que lo hizo sentirse completamente orgulloso de sí mismo, puesto que su deseo era ese. En el colegio, su aire ‘rebelde’ se agrandó y mientras pasaban los años, su personalidad evolucionó de ser un simple chico que le gusta romper las reglas a… ¿un conquistador?

Cuando tenía trece años, las chicas dejaron de serle desagradables y comenzó a seguirlas. Al saber que no es, lo que se dice, una persona fea sus encantos hicieron mella.

Ya con quince años, volvió a retomar el football, el cual había dejado para mayor comodidad y se dio cuenta que tiene una innata habilidad para volar, algo que desarrolló por completo durante el año que seguía.

No es quisquilloso con sus gustos. Nunca le ha importado como sea la chica ‘de turno’ físicamente, le gustan rubias, morenas, pelirrojas, bajas, altas, más jóvenes, mayores, delgadas o no; sólo pide que sea una chica inteligente, divertida y que sepa, principalmente, lo que quiere en la vida.