Llorando |Libre|

Estaba en mi sala común tranquilamente, repasando para el examen de encantamientos que tenía mañana, lo cierto es que lo llevaba bastante bien, ya que era una materia que me gustaba bastante, así que cerré el libro y me levanté del sillón en el cual me encontraba y me fui a dar una vuelta por el castillo. Iba distraída, pensando en mis cosas, cuando de repente noté como todo el mundo me miraba y señalaba con cara de sorprendidos unos y con cara de asustados otros. Al principio no entendía nada, hasta que una chica de Slytherin se paró detrás mía y leyó en voz alta: "Soy una asesina". En ese mismo momento comprendí que llevaba un papel pegado a mi espalda, con aquel mensaje escrito, y sabía a la perfección quién había puesto ese papel allí. Sabía que había sido mi hermano Charlie. Sin pensarmelo dos veces salí corriendo sin mirar a donde iba, chocandome con varios de los alumnos que allí había. Por fin llegué a un pasillo en el cual no había nadie, así que pensé que ese era el mejor lugar para esconderme y que nadie más pudiera burlarse de mí. Me apoyé en la pared y me dejé caer al suelo, para después enterrar mi cabeza entre mis piernas, intentando que mis lágrimas dejaran de salir

(Molesto si me uno?)

Sali de la biblioteca, aun pensando en que hace menos de diez horas, realice dos maldiciones imperdonables...pero lo hice en defensa propia, era el o nosotros...eso no me tranquilizaba...habia arrebatado la vida de una persona, aunque fuera un mortifago...

Camine cabizbajo y me encontre a una chica llorando entre sus piernas...

Me puse de cunclillas y enfrente de ella.

-Ey ¿que te pasa? ¿porque lloras?

Paseaba por una pasillo de Howarts cuando vi a una chica llorando.
-mm...Hola...Soy Sirious? y tu?-dije un poco nervioso.

Seguía sentada en el suelo cuando de repente escuché como unos pasos se acercaban hacia donde yo estaban, esperaba que no fuera alguien para burlarse de mí, o simplemente esperaba que pasase de largo. No levanté mi cabeza hasta que de repente escuché la voz de alguien, la voz de un chico. Levanté mi cabeza rápidamente y me tapé la cara con las manos ya que al llanto se le sumaba que me estaba poniendo roja y más aún cuando otro chico llego. Me puse de pie. No sabía que hacer ni que decir. Simplemente comencé a llorar más fuerte

-Tranquila de verdad, estamos solo Roikan y yo-le dije tocandole en el hombro.

-Ey...que no soy tan feo, bueno, puede que si, pero mi amigo no.-bromee, intentando que se relajase.-No tienes motivos para llorar asi.

-Si soy feo creeme.-dije para animarla un poco, aunque realmente pesaba eso.

Seguía llorando cuando de repente escuché lo que aquellos chicos estaban diciendo, sin saber cómo solté una leve risilla al mismo tiempo que me frotaba los ojos secandome un poco las lágrimas. -Gracias.- Les dije mirandoles. -Yo soy Laia.- Me presenté, ellos ya lo habían hecho, eran Roikan y Sirious

-¿Ves? Esa risa mejora me gusta mas. ¿Que te ocurria?-pregunte.

-Por qué lloorabas?-dije mantiendo mi mano en su hombro.

Escuché como los dos me preguntaban lo mismo y me sentí un poco más aliviada al sentir la mano de uno de los chicos en mi hombro. Cogí un poco de aire y decidí contestarles finalmente. -Es... es mi hermano.- Contesté primeramente. -Se ha encargado de que todo el colegio se entere de que mi madre murió por mi culpa.- Le expliqué mientras intentaba quitarme el cartel que tenía pegado en mi espalda

Lei el cartel...

-Es increible que tu hermano piense eso...si quieres, puedes contarnos lo que paso....

-Por si acaso..no nos digas el nombre de tu hermano-dije mirando a Roikan guiñandole un ojo.-Si eso, quieres contarlo. si no no-dije sentandome al lado suya y ayudandole a quitar se el cartel.

Sonreí levemente al ver como Sirious se sentaba a mi lado y me quitaba el cartel. Cogí la mano de Roikan y tiré de ella para que se sentase también. Volví a coger aire. -Bueno, los médicos le dijeron a mi madre que si yo nacía, ella moriría, y así fue.- Les expliqué con un hilo de voz, me costaba mucho hablar de esto. -Y bueno, ahora mi hermano y hasta mi propio padre me culpan de ello.- Finalicé mientras mis ojos volvían a humedecerse, amenazando un nuevo llanto

-Pero..eso no es tu culpa, tranquila.-dije mientras le sacaba las lagrimas con mi mano.-Tu no pudiste ni elegir lo que quisiste...

Escuché lo que ambos me decían y suspiré al notar como Sirious me secaba las lágrimas. Doblé mis rodillas y me las abracé acurrucandome a mí misma. -Eso es lo que pensais vosotros, pero ellos no.- Comenté con desgana. -Y se encargan de recordarmelo todo los días.- Añadí apretando con más fuerza mis piernas

-Ls gente así no merece la pena, pasa de ellos, es duro, pero...tu sabes que no has echo nada, y que ellos con nos inmaduros y unos..malas personas.-dije sonreindole.

Escuché lo que ambos decían mirandoles alternativamente mientras continuaba abrazando mis piernas, quizás tenían razón. -Puede ser, pero de todas formas es bastante duro que alguien de tu propia familia te trate así.- Añadí posando ahora mi cabeza sobre mis rodillas

-Pero no tan duro como no tenerlos y haber pasado cinco años con maltratos en un horfanato.-dije intentando aliviarla.-Ademas, ahora nos tienes a nosotros, procuraremos que no te pase nada malo.

Escuché lo primero que me dijo Roikan y le miré bastante apenada. -¿Eso fue lo que te pasó a ti?.- Pregunté. Instantes después me llevé la mano a la boca, ya que la tenía muy grande y quizás le había incomodado con es pregunta. Escuché lo último que me dijo y sonreí ampliamente. -Gracias.- Dije dandole un beso en la mejilla

-Si, aunque no es ni la punta del iceberg.-dije sonriente.-A si que fuera estas lagrimas y enseñanos tu sonrisa.

Escuché lo que me dijo Roikan y sonreí ampliamente. Sin pensarmelo dos veces le di un abrazo. -Gracias Roikan.- Le dije dandole un beso en la mejilla

-¿Ves? Esa es la actitud que quiero que tengas siempre....o sino...te hechare una maldicion de cosquillas.-sonrei.