Tomando unos Helados

Una vez adeontro recorri el lugar con la mirada. Estaba bastante lleno y las conversaciones se mezclaban formando un insesante murmullo. Mire hacia donde señalaba Alex y asenti dejandola pasar delante mio.
Una vez que estuvimos sentadas deje la bolsa de los libros a un costado del a mesa, contra la pared de la ventana, guardando los libros que Alex traia.
- Gracias por la ayuda, la verdad es que esos libros pesan una tonelada. Menos mal que no tenemos que llevarlos todos juntos -

Le sonrei al camarero, haciendole un gesto con la cabeza para agradecerle por haber traido la carta.
- No tengo ni idea -
Le respondi a Alex mientras repasaba los sabores que habia. Se hacia bastante dificil tomar una desicion cuando me pasaba mas tiempo disimulando para poder mirarla, que leyendo la carta con los sabores.

OFF: OK

Pude sentir a mis mejillas arder al verme descubierta y lo peor es que todavia no sabia que gusto pedir. Con disimulo mire la carta en mis manos y dije el primer gusto que vi.
- Helado de cafe -
Puse la carta a un lado, junto a la de Alex, rogando a Merlin y todos los dioses que sea un helado comestible.

En este momento pude odiar al camarero. ¿Como era posible que haya traido el pedido tan rapido? Ni que fuera Flash. Mire el cuenco, que tenia una abundante cantidad de helado de cafe, con una desconfianza terrible. Agarre la cucharita y me lleve una cantidad prudente a la boca. Despacio, cerrando los ojos deje que el sabor inundara mis sentidos. No estaba tan mal, de hecho estaba bastante rico. Con una gran sonrisa en mis labios volvi a abrir los ojos.
- Si, la verdad es que no se como hizo con la cantidad de gente que hay en el local -
Me econgi de hombros, estaba demasiado contenta con el helado como para preocuparme. Me quede mirando a Alex, realmente parecia disfrutar de su helado.
- De haber sabido que era tan rico, yo tambien me pedia helado de chocolate -

Su comentario me sorprendio y causo gracia al mismo tiempo. Hubiera jurado que se habia dado cuenta de mi cara de panico cuando me lleve la primer cucharada de helado a la boca.
- ¿Encerio me dejarias probarlo? -
La mire como lo haria un chico al que le dicen que la navidad se adelanto. Con los ojitos brillantes de felicidad, ladeando un poco la cabeza y una enorme sonrisa en mi rostro.

Ya la tenia donde queria, desconcertada, sin saber que bicho me pico. Aprovechando la situacion agarre el cuenco que me ofrecia y con la cucharita que tenia en la mano saque un poco de helado, llevandomelo a la boca con una lentitud excesiva, para despues tomarme mi tiempo saboreandolo. Todo esto lo hice mirandola fijamente a los ojos, desafiandola a decir o hacer algo.
Estaba jugando con fuego, consiente de que podia quemarme y no podia importarme menos.

Sonrei satisfecha con los resultados, a pesar de no haber echo ningun movimiento delator, en sus ojos era demasiado evidente la lucha que se estaba llevando a cabo en su interior.
Con calma le devolvi el cuenco, no sin antes llevar a mi boca otro poco de helado, para, una vez que hube tragado, señarla con la cucharita.
- Bastante, pero no tanto como vos -
Deje caer el comentario como si estuviera hablando del clima, sin darle mayor importancia que a mi helado, el que disfrutaba comer tranquilamente.

Lucia demaciado linda asi de sonrojada y si le agregas el hecho de que ahora me estaba desafiando ella a mi, obtenias una combinacion simplemente irresistible. Pero todavia no estaba dispuesta a dejar el juego, al menos un rato mas.
- Quiza tengas razon -
Corri el cuenco de mi helado para poder inclinarme por sobre la mesa sin mancharme, acercandome a ella, alternando mi mirar entre sus ojos y sus labios. Cuando estuve a escasos centimetros de su boca la mire fijamente durante unos segundos, sin moverme. Despues de lo que considere el tiempo exacto, robe un poco mas de su helado y me lo lleve a la boca mientras volvia a mi asiento.
- Tenias razon, el helado es bastante bueno la verdad -
En ese momento tenia una sonrisa triunfal en mis labios que iba a costar demasiado esfuerzo sacarme.

Una persona como Alex tendria que tener prohibido porner esa carita rompe corazones. Es imposible que alguien pueda negarle cualquier cosa y, por supuesto, yo no era la excepecion. Aunque iba a sacar provecho de ello.
- Tenes razon, no es justo -
Agarre un poco de helado con la cucharita y se lo acerque, manchando sus labios deliberadamente.
- Disculpame, soy una tonta. Deja que ahora me encargo -
Sin darle tiempo a ninguna reaccion volvi a inclinarme sobre la mesa, solo que esta vez si la bese. Era un beso suave, tranquilo, permitiendome disfrutar del contacto de nuestros labios.

- Me imagine que te gustaria -
Dije respondiendo a su sonrisa, utilizando un tono algo arrogante pues me sentia en mis anchas por haber conseguido el beso que tanto queria.
Al escuchar su comentario, todavia inclinada sobre la mesa, gire la cabeza para encontrarme con muchos pares de ojos posados sobre nosotras.
- Si, eso parece -
La mire una ultima vez antes de volver a mi asiento, mirar a la multitud y hacer un gesto con la mano para que se dispersaran.
- Pueden seguir con lo suyo. No hay nada que ver -
Era bastante molesto tener que enfrentar este tipo de situaciones cuando no estabas haciendo absolutamente nada malo. La indignacion me superaba y, a pesar del gran esfuerzo que hacia, se me estaba haciendo bastante dificil no demostrarlo.

- Naaa lo que realmente les mosquio fue que te estuviera besando yo, y no ellos -
La broma me salio un poco forzada, iba a costar un poco que se me pase el disgusto, pero no estaba dispuesta a permitir que una pequeñes como esta arruinara la tarde divertida que estaba pasando. Ademas, era verdad, a cualquiera le gustaria estar en mi lugar.
- Aunque, pensandolo mejor, tendria que permitir que sigan mirando para no esforzarme tanto a la hora de hacerte sonrojar -
Le sonreia con inoncencia, como quien no ha roto un plato en su vida.Era demasiado pedir que dejara pasar ese detalle. Se sonrojaba mucho y no podia evitar remarcarlo con la esperanza de prolongar el tono carmesi de sus mejillas.

Tenia una media sonrisa, de esas que usan las personas que escuchan algo que les resulta increible, mientras negaba con la cebeza, divertida por su anterior comentario.
- Es dificil de creer ese comentario cuando pude presenciar la reaccion de las persona al entrar en el local. Puede que no haya sido el local entero, pero la mayoria clavo su mirada en vos -
Estire la mano para recorrer su rostro con mis dedos. Empece con el contorno de sus ojos y baje hasta sus labios, dedicandome a recorrerlos a conciencia, en una suave caracia que no llegaba a ser mas que el simple roce de la punta de mis dedos contra su piel.
- No me extraña que haya sido asi. Sos demasiado hermosa -
Habia dejado caer mi mano, pero mis ojos estaban hundidos en los suyos. A pesar del esfuerzo, no pude evitar empezar a sonrojarme. Era mas facil decir este tipo de cosas sin estar mirandola tan directamente como lo hacia.