Tomando unos Helados

Abri y cerre la boca varias veces, parecia un pez. Tenia en la cara una expresion entre incredubilidad y facinacion. Por un lado no podia creer lo que estaba escuchando, seguramente no se habia dado cuenta del comentario; y por el otro estaba completamente facinada por lo que veia. No pueden culparme, soy humana.
Antes de hablar me aclare la garganta que, por alguna razon, se me habia secado derepente.
- Te... Te queda bastante bien -
Al segundo de haberlo dicho me arrepenti de que esas palabras salieran de mi boca. Cuando queria podia ser bastante tonta y en este momento, ademas de serlo, me estaba sintiendo demasiado tonta. Baje la vista completamente apenada mientras el color rojo teñia mis mejillas. Siempre era mucho mas facil bromear sobre estos temas que hablar enserio.

Por haber bajado la mirada no habia podido notar que ella tambien se habia sonrojado, seguramente mi reaccion hubiera sido distinta.
Escucharla bromear me alivio, pero me descoloco por completo. Ya no estaba tan segura de si, lo que habia dicho antes, fue solo un error. Dudaba seriamente con que habia querido provocarme, y si ella lo queria asi, ese era un juego que podiamos jugar dos.
La mire de arriba a abajo, con ojo clinico, fingiendo estar considerando muy seriamente mi respuesta. Incluso rascaba mi barbilla con gesto pensativo
- Bueno, yo diria que las dos cosas. Son prendas que se complemetan -
Respondi seriamente, dando un ultimo vistaso para serciorarme.
- Sip, definitivamentente se complementan -
Le sonrei como si nada, devolviendole el guiño de ojo.

Era increible que despues de todo siguiera sonrojandose cada vez que le hacia alguna de las mias y lo peor de todo es que despues no me creia cuando habala enserio. No la entendia, creo que ni ella se entendia, pero me iba a tomar mi tiempo para tratar de hacerlo. Sin poder evitarlo (Ni querer ¿Por qué negarlo?) deje un suave beso en su mejilla, muy cerca de la comisura de sus labios, casi rosandoselos.
El agua cayo sobre nosotras recordandome, de muy mala manera, donde es que nos encontrabamos y porque estabamos empepadas. Despues de escuchar el susurro de Alex mire con disimulo hacia los costados y pude notar a varias personas observandonos curiosas.
- Si, supongo que lo mejor seria eso. Pero no te voy a dejar salir asi -
Me separe y me levante para poder sacarme la campera de jean que traia. Sabia que no tendria el mismo problema que ella con la transparencia porque mi remera era negra.
- Ponete esto hasta que podamos cecarnos la ropa con magia -

Me quede algo resagada porque, mientras Alex salia de la fuente, yo aprovechaba para observarla sin ningun tipo de reparos y, Merlin, que valio la pena. No era normal que alguien se viera tan bien estando totalmente empapada y sin duda mi campera le quedaba muchisimo mejor a ella.
Con lentitud me acerque hasta el borde de la fuente, estaba a punto de salir cuando escuche la pregunta de Alex. En vez de eso me incline hacia adelante, con las manos apoyadas en el borde y los brazos estirados, acercandome hacia ella para poder bajar el tono de mi voz, sonando de forma misteriosa. Como si se tratara de un gran secreto.
- ¿Te acordas lo que te dije sobre la gente de la heladeria? Eso de que la mayoria se te habia quedado mirando.... Bueno, si te dejaba salir asi como estabas, esa misma gente que se te quedo mirando, te iba a saltar ensima -
Finalmente me enderece y salte fuera de la fuente sin ningun inconveniente. Una vez que estuve a su lado le sonrei con picardia.
- Aunque ahora creo que tendria que regalartela -

Tengo que admitir que el comentario me habia agarrado con la guardia baja, no me hubiera esperado ni en un millon de años que Alex siquiera se aproximara a decir algo como aquello. Es cierto, no hacia mucho que la conocia, aunque cualquiera hubiera notado la distancia que trataba de mantener con la gente. Tal vez necesitara de una pequeña ayudita para abrirse.
Me acerque a ella y tomandola del menton la obligue a mirarme. Mis ojos estaban clavados en los suyos, queria que me lo dijera, queria que dejara de frenarse y finalmente dijera lo que pensaba. Lo que pensaba de mi.
- ¿Tan que? -
Nuestros cuerpos estaban muy cerca, rosandose uno con el otro. Habia echo la pregunta con una seguridad que realmente no sentia. En ese momento, mis piernas amenazaban con fallarme y mi corazon no dejaba de agitarse nervioso bajo mi pecho.

Un susurro, solo un susurro le alcanzo para hacer que mi corazon se saltara varias latidos. No habia dicho gran cosa, solo tres palabras y supe que estaba acabada.
Tuve que humedecer mis labios y tragar varias veces para tratar de sacar el nudo que se habia formado en mi garganta, sin ningun tipo de resultado. Haciendo que mi voz salga ahoga, en un susurro a penas audible.
- Si pensas eso. ¿Por que no decirlo? -
No se cuanto tiempo estuve mirandola fijamente a los ojos, perdiendome en ellos, permitiendole hacer lo mismo con los mios. Pudieron haber sido años o tal vez solo algunos segundos. Lo unico que se es que cuando volvi a hablar, mi voz habia vuelto en todo su esplendor y en mi ojos podia verse un brillo lleno de determinacion.
- Conmigo no es necesario que te ocultes -

No resiste, simplemente me rendi a al desenfreno de mi deseo por ella. A la mierda los modales y la suavidad. Coloque una mano en su nuca atrayendola hacia un beso salvaje, lleno de pasion. Un beso sin delicadeza, voraz, pensado para vencer en una batalla sin contendientes. Una batalla de titanes.
Con el brazo libre la abrazaba pegandola a mi cuerpo, en un desesperado intento por dejar que me sienta, por sentirla. Aunque, por muy cerca que la tuviera, la sensacion de lejania, la necesidad de ella, me obligaba a apretarla cada vez un poco mas.
Estaba loca, total y completamente desquiciada por esta chica y queria demostrarselo.
- ¿Que razon tendria para dejarte si todo eso que decis que te provoco, me lo provocas vos a mi? -
Respiraba con agitacion, tratando de recuperar el aire perdido en el frenesi, aflojando el agarre sin separarme mucho de ella.

No lo entendia, simplemente no lo entendia. No me entraba en la cabeza como alguien podia entregarse a un beso de esa forma y al segundo siguiente levantar un muro de concreto tan denso que, a simple vista, parece imposible de traspasar. Me separe de ella con un poco de brusquedad, exasperada por una situacion que me superaba con creces.
Me habia dicho que mi problema seria conocerla, sin embargo no me permitiria hacerlo. ¿Como podria decir que me iria si no pensaba decirme quien era?. Esta bien, si ella lo queria asi...
- Solo quiero saber una cosa. Solo una cosa y desaparesco de tu vida. Porque eso es lo que queres ¿verdad?. Digo, decis que te dejaria si te conociera y sin embargo no me das la oportunidad de conocerte. ¿Que caso tendria que me quede?.... -
No, no me gustaba nada lo que estaba por hacer. Razon por la cual el valor me habia abandonado y ahora la miraba aterrada por su respuesta.
Tome una gran bocanada de aire y la expulse con fuerza para darme valor.
- ¿Pretendes dejar que te conosca? -

Verla tan vulnerable, tan dispuesta a aceptar la derrota, me estremecia sobremanera. Sus ojos mirandome con miedo y tristeza eran una imagen tan irreal, tan dificil de comprender, viniendo de alguien tan habil en el arte de ocultar sentimientos. Aunque, sin lugar a dudas, lo que mas me dolia era su voz tan vacia, tan carente de emosion.
Acucliyandome para estar a su altura tome sus manos entre las mias, notando por primera vez el temblor que la recorria. Conocia esa sensacion de frio que te daba cuando mas vulnerable te sentias, por eso decidi no hacer ningun comentario al respecto y limitarme a mantener sus manos entre las mias, haciendole saber que no me iria a ningun lado.
- Alex, parece que no entendiste una sola palabra de lo que dije. No quiero irme. Quiero que confies en mi. Quiero que dejes de esconderte tras ese muro de silencio, aludiendo que cualquiera que escuche lo que tengas que decir se alejara -
Hice una pausa para reordenar mis ideas, necesitaba encontrar las palabras adecuadas para evitar que vuelva a cerrarse. Si habia algo que habia aprendido estando con ella era que tenias que considerarte "afortunada" si podias ver como se sentia.
- Me dijiste que una suplica mia te arrancaria la mas imposible de las promesas. Entonces te suplico que me dejes ver hasta el rincon mas oscuro de tu corazon, el mas terrible de tus pecados y la mas osada de tus aventuras. No lo pido por capricho, lo pido porque lo necesito. Porque desde que nos conocimos en las gradas del Campo de Quidditch que necesito saber todo de vos. No tengo idea del por que, solo se que lo necesito -

Sabia que no mentia, sus palabras me lo decian y sus ojos no hicieron mas que confirmarlo. Eso y que no era tan fuerte como se mostraba. Esa seguridad que siempre mostraba, era ahora reemplazada por una gran fragilidad que lo unico que me hacia era desear protegerla de cualquier cosa.
- Todo el tiempo que me quieras a tu lado -
Le susurre al oido, devolviendole el abrazo con la misma fuerza e intensidad. Seguia sin entender su miedo, provablemente nunca lo haria, pero me esforzaria por demostrarle que, mientras me lo permita, iba a estar a su lado. Ya sea como amiga, como amante, como lo que sea. Iba a estar con ella en todo momento. Despues de todo hasta el peor de los psicopatas podia ser amado y, sinceramente, no creia que Alex fuera una psicopata.
- ¿Que te parece si te llevo de vuelta al trabajo y termino con tu secuestro? Es que ademas de sexy, soy una secuestradora preocupada por la salud de su victima y seguir con estas ropas todas mojadas no es lo mejor-
Le dije sonriendole con dulzura. Ya tendria tiempo de contarme todo, ahora solo queria que se sintiera mejor.

Acepte su mano para levantarme y, en lugar de soltarla una vez que lo hube echo, entrelace nuestros dedos. No estaba dispuesta a perder todo contacto con ella.
- Muero por ver como explicas tu estado en el trabajo -
Le sonrei divertida, emprendiendo el camino de regreso a "Flourish y Blotts". Feliz por la gran tarde que habiamos pasado juntas.