Ariel aceptó la mano del chico y lo que le dijo le sorprendió, ¿que podía preguntarle?
Se quedó pensando unos segundos.
- Lo cierto es que no se me ocurre nada ahora mismo, creo que cuando buscas algo para preguntar, nunca te sale, tal vez sería mejor preguntarte cuando algo me llamé la atención - contestó por fin - ¿hay algo que tú quieras preguntar?