Del Bosque al lago [Ariel]

Llegamos andando con una despejada noche hasta el lago. Y dije: - A ver y por qué se supone que te gusta tanto este lago?- pregunté con curiosidad. Me acerqué a la orilla y me mojé un poco la cara. Después de lo que había pasado necesitaba despejarme. Entonces con sonrisa de malicia, salpiqué un poco a Ariel que estaba un poco más lejos. - Venga cuéntame sobre ti - dije volviéndo hacia ella y sentándome en una piedra.

-No se- respondí rápido, - quizá de donde eres, tienes hermanos?, cuanto tiempo llevas estudiando en Hogwarts, gustos, inquietudes...? - dije sonriendo esta vez, secandome la cara de el agua salpicada por Ariel.

Cogí una buena bocanada de aire fresco que entró y oxigenó mis pulmones.

- Bonito cielo, eh? - Pregunté al aire.

escuché todo lo que dijo, al parecer se puso melancólica. Recordando cosas de su infancia. A mi siempre me había gustado escuchar historias bonitas de cuando la gente era pequeña, yo no tenía recuerdos de esos.

-Te gustan las estrellas?- pregunté. - A me me encanta la constelación de casiopea, la conoces? -
Seguía sentado en el suelo y le hice un ademán de que se sentara a mi lado. El agua estaba tranquila, y la luna se reflejaba perfectamente en el agua. Corría el aire suave que movía el pelo de Ariel, ondeando.

- Casiopea tardaba en salir - dije al aire. - me encanta esa constelación - terminé.
Vi como la cara de Ariel se quedó pensativa. Y yo simplemente miraba al suelo. Luego me preguntó por mi apellido.... entonces dije: - Me gustaría que me llamaras Chuck, pero si te vas a sentir incómoda, soy Chuck Roswel - terminé diciendo, esperando que prefiriera llamarme por mi nombre.

La verdad estoy agotado después de tanto dementor. -Tuve algo de miedo cuando perdí tu mano en la oscuridad- dije recordando lo de antes.

Escuché lo que dijo y respondí: - jaja en realidad trabajaba bajo presión, al principio me dijo que confiabas en mi... y si te hubiera defraudado, sinceramente no me sentiría bien- Me fije en la pelea que llevaba con su mechón de pelo. La miré y dije: - tienes un mechón rebelde que quiere participar en la conversación - y me tomé la libertad de apartarlo yo mismo detrás de su oreja. Me quedé parado, la miré y le dije: -mmm, perdona por tomar esta confianza, igual no debería... - esta vez me sonrojé yo. Antes ya había visto lo vergonzosa que era, y si encima me quería llamar por mi apellido igual no era lo mejor para hacer.

Sonreí y dije: - a tu mechón le caigo bien - terminé diciendo con tono bromista.
Escuché sus ultimas palabras y dije: - Ah, entonces ya tienes a un chico por ahí? - Me quedé un poco cortado, pero seguí diciendo: - Y qué, que tal besa?- luego de esas pregunta sólo sonreí y seguí hablando. -Yo algo he tenido, pero... no he vuelto a saber de ella en dos tres días... así que supongo que para ella no significó nada. Pero bueno, ahora soy libre, como el animal de mi patronus- Dije escusándome.

Miré el cielo y sin mirarla a ella, dije: - sabes, estoy agusto contigo, te acabo de conocer y todo eso... pero, me caes bien- Dije finalmente girándome con una sonrisa en mi cara.

Reí esta vez más airadamete y dije: - por lo que parece esos besos robados, no te gustaron -
Me dijo, aunque le costó, que conmigo también se sentía bien, que se sentía protegida. Para mii eso fue bueno, porque significó que podríamos pasar muchas más anécdotas juntos.

Era de noche, y no hacía mucho frío pese a ser invierno. Hacía algo de aire, pero aún así fue una noche muy cómoda para estar al raso. Era raro de normal cuando, se despajaba por la noche después de un día de sol, como fue aquel, lo normal hubiera sido que bajaran las temperaturas.

Estuvimos un rato callados, simplemente mirábamos el cielo reflejado en el lago. Dije: - y bueno te apetece hacer algo en especial? -

después de contarme sus hazañas con los chicos, y de nuestro momento incómodo, me preguntó si había algo que realmente me apeteciera hacer. Pensé durante un rato, y terminé diciendo: - Pues, algo hay que me gustaría hacer. Sabes volar? - hice la pregunta rápida. - en escoba por supuesto- terminé diciendo para aclararlo.

- ni si quiera puedes montar? - pregunté con el ceño fruncido - pero, lo has intentado alguna vez? - pregunté incrédulo. Si una cosa me gustaba, a parte de leer, era volar. Era buen jugador de Quidditch. Me encantaba sentir la velocidad y el viento en mi cara. Me encantaba poder ser veloz encima de una escoba y hacer peripecias en el aire.

-Mi padre cuando era pequeño me prometió ir a los mundiales de Quidditch... el falleció y nunca fuimos.. - dije apenado.

Me preguntó si podía hacer algo por ella. Así que no pude negarme. -De qué se trata?-

-Podría enseñarte un día de estos? , creo que igual sería buen profesor - Le dije respecto al hecho de aprender a volar con escoba.

Me abrazó cuando le comenté lo de mi padre, y luego se separó rápido, como vergonzosa...
Se separó rápido, y comenzó con el favor. La cosa se ceñía a ir como acompañante a una discoteca. - Ir yo contigo a una discoteca? , y si los mismos amigos que le meterían la paliza al que te robó el beso, me la dan a mi al verte contigo?- Mi tono fue en plan broma, y luego contesté: - Por supuesto que iré contigo - luego sonreí y seguí: - y el segundo favor? de que se trata?- terminé diciendo.

- Perdona ? - Dije intentando entender la pregunta. - Quieres que te lleve en escoba?- Esa idea me gustó. Así que le sonreí de nuevo.

Escuché lo del comentario de la discoteca, y no dudaba en que ella me defendería. - y cuándo es nuestro evento como pareja ? - Dije riéndome y recalcando la palabra "pareja" haciando con mis dedos el gesto de dos comillas. Entonces recordé y dije: - por cierto!, que no te den vergüenza los abrazos o cosas así eh? , yo en cuanto a eso soy muy cercano, no te preocupes -

Reí y dije:- entonces si quieres volar eh? - Le cogí de la mano y dije: - vamos - . Le estiraba para ir hacia el campo de Quidditch pues yo no traje mi escoba a Hogwarts y era el único sitio donde podíamos conseguir una.

A lo de la discoteca, - quedamos para ir mañana? , donde es? - le dije mientras andábamos.

Estaba hablandole a Ariel cuando empezó a tirarse para atrás, y rápidamente corriendo fue y se subió a un árbol cercano. Yo que no entendía lo que pasaba, me quede mirandole con cara rara. - que pasa Ariel? - Miraba hacia mi espalda asustada. Era una araña grande y fea, la cual se dirigía hacia mi.

Ariel me dijo que no la matara pero que no bajaría hasta que no estuviera. Pensé y saque la varita de mi bolsillo. Entonces apuntando al bicho dijo- wingardium leviosa-. Hice levitar al bicho lejos hacia unas piedras. Entonces dije: - Ariel ya esta, puedes bajar-