Manos congeladas (Harumi Isamu)

Necesitaba pensar, tranquilizarme, olvidarme de todo, así que salté de mi cama adoselada en mi cuarto, y corrí, tomando una bufanda de lana azul por el camino, a los jardines. En realidad, no quería estar sola. Si lo quisiera, me habría quedado en mi cuarto.

Llegué a mi destino y me senté debajo de un árbol, no sin antes casi fulminar con la mirada a los muchachitos que ocupaban el árbol donde yo me solía sentar a pensar.

Una vez allí, todos los pensamientos, los problemas, me abandonaron. Sentí como una sonrisa nacía en mis labios ante la tranquilidad que me proveían los jardines.

Hacía frío, pero no llovía ni nevaba. Aproveché entonces para salir afuera, pues había pasado demasiado tiempo encerrada y no me gustaba. Algunos me decían claustrofóbica, pero no era precisamente eso.

No sabía si estaría sola o no, de todas formas me fui casi corriendo al jardín. A lo lejos divisé a una chica de Ravenclaw rubia que yo ya conocía, estaba sentada debajo de un árbol sonriendo, sola. Me acerqué a ella.

-Hey Mer... ¿te molesta si me siento aquí contigo?- saludé y pregunté. Yo suponía que un poco de compañía no le vendría mal y a mí tampoco.

Al oír la voz familiiar de Harumi, voltée, para mirarla.

-Por supuesto -dije, palmeando la tierra a mi lado-. ¿Cómo estás, Harumi? -pregunté, interesada en la vida de mi protegida.

Una ráfaga de viento pasó, y comenzó a jugar con nuestros cabellos. Un escalofrío me recorrió la columna, y recordé mi bufanda, que anudé a mi cuello, aprisionándo mis cabellos, para luego volver a dejarlos a la merced del viento.

Me senté al lado de ella, juntando mis piernas ya que se sentía el frío.

-¿La verdad? ¡Super aburrida! Quisiera que pasara algo interesante un día de estos... ¿Tú? ¿Qué me cuentas?- contesté vacilando y distraída. El cabello me revoloteaba por la cara gracias al viento, ahora no me molestaba, así que lo dejé. No me gustaba mucho el invierno, quería que el clima estuviera estable de nuevo y no tener que andar con tanta ropa encima... Además llovía o nevaba y no se podía estar mucho afuera, por más que no me desagradaba el frío, detestaba las tormentas. Vi que Meredith acomodaba su bufanda y deseé haber traído una, mi cuello estaba libre al viento, tampoco me importaba mucho que digamos...

Reí ante la vitalidad de la chica.

―Somos dos ―respondí―. El aburrimiento me matará en cualquier momento ―exageré―. Aunque debería estudiar ―repuse en un susurro.

Me acomodé el cabello, intentando mantener mis manos calientes.

―Sería bueno que pasara algo ―comenté, sonriendo―. Creo que somos varios los aburridos.

Reí al comentario de Mer, recordando que yo también tenía que estudiar pero... No había ganas para eso.

-Yo debo estudiar para los TIMOs pero... Aquí estoy.- contesté mientras apartaba el pelo de mis ojos y mi boca. Llevé mis manos hasta mi boca e intenté calentarlas con el aliento, pero estaban heladas. Me gustaría que no hiciera tanto frío e ir a nadar o algo por el estilo... Aunque salir de noche cuando hace frío da miedo y eso lo hace genial. Hacía mucho que no salía después del "toque de queda" de Hogwarts...

-¿Quieres salir esta noche? Un poco de diversión entre tanto aburrimiento no viene mal...- la verdad no sabía si ella era de romper las reglas, pero valía la pena preguntar... ¿El Bosque Prohibido sería muy peligroso? Si... Tal vez otro lugar de Hogwarts...

―Yo rendí los TIMOs el año pasado ―recordé―. No son taaaaan terribles como dicen ―le conté, simulando secretismo.

―Me parece bien ―asentí, ante su sugerencia―. En Hogsmeade hay una linda discoteca, si te parece ―comenté―. A no ser que quieras algo más tranquilo, en el castillo.

―¿Tienes frío en las manos? ―le pregunté, viendo que intentaba calentarlas. Yo también había intentado, pero había desistido en el intento, pues sabía que el viento helado las volvería a congelar.

Escuché su "tan" alargado. Si, seguro... Igual todavía tenía tiempo para estudiar. Más difícil iban a ser los EXTASIS. ¿Una discoteca? Mmm... No se me daba mucho pero sería interesante.

-Donde sea con tal de salir...- contesté. El viento volvía a volar mi cabello, me tenía harta... Lo dejé así, acomodándome sólo el flequillo.

-No tengo frío, hace frío.- dije, porque era cierto, creo. Además no tenía idea de en qué parte de mi baúl tendría los guantes, no suelo adorar a la ropa de invierno.

(Off: Contestaré más tarde, prometido x3. Me tengo que ir ahora...)

―Solo si tú quieres ―repetí, en cuanto a la salida.

Al ver que lidiaba con su cabello, le tendí una gomita para el cabello que siempre llevaba en mi muñeca.

―Ten ―le dije―. Y quédatela. La necesitas ―luego, recordé un dicho popular, levanté mi varita y convoqué dos sombreros desde mi habitación.

―Que sea nuestro secreto ―comenté, dandole uno. Luego, me calé el mío hasta las orejas.

Seguía sintiéndose el frío y el viento. En ese momento vi que me daba una gomita de pelo.

-Gracias.- le dije sonriendo y tomándola, tirando todo mi cabello para atrás y haciéndome una simple cola de caballo baja, para que no molestara.

Vi que usaba Accio y aparecieron dos gorros. Me dio uno y me reí por el comentario que hizo, mientras me lo ponía.

-¿A ti te gusta el frío?- pregunté. Cada quien con sus gustos... Mejor conocerlos.

El sombrero le quedaba genial. Y se lo hice saber:

―Te queda genial el gorro ―comenté―. "Si tienes frío en las manos, ponte un sombrero" ―recité la famosa frasecita.

―Sí, me gusta ―respondí, luego, pensativa―. Me ayuda a pensar. ¿Y a tí? ―estaba casi segura que la respuesta era negativa.

Yo no suelo usar accesorios en la cabeza ni nada por el estilo, así que me sentí halagada por el comentario que ella hizo, pero no contesté, más bien esperé su respuesta... La cual me sorprendió mucho.

-¡¿A pensar?!... ¿Por qué a pensar? No me gusta ni me desagrada... Más bien me da igual y prefiero el verano y un clima estable.- le dije, estirando las piernas, que ya se estaban durmiendo por estar flexionadas.

Al parecer, Harumi no podía concebir que el frío sirviera para pensar, lo cual me hizo soltar una risita involuntaria.

―Sí, me estimula las neuronas ―reí―. Aunque, claro, el verano es genial ―añadí, con sinceridad.

(Off: perdóoooon por la tardanza. Culpa de Mari y de la torta. Te cuento después)

(Off: no imagino qué pudo haber pasado xD no hay problema por la tardanza n.n, yo soy peor xD)

-Mmm... Yo ya quiero que estemos en vacaciones, y eso que hace poco terminaron las de invierno.- comenté al aire mientras volvía a flexionar las piernas. Los días se me estaban haciendo aburridos...

Miré los inmensos jardines, y tan poca gente afuera... Culpa del frío. Me levanté del lugar.

-Hagamos algo... Estar sentadas todo el día no es la mejor opción.- le dije mirándola, ella seguía sentada debajo del árbol. El viento azotaba con todo.

Solté una risa.

―Las vacaciones tienen eso ―repuse―. Son geniales y sería ideal que fueran eternas.

Con mi vista, recorrí los jardines. Los días fríos hacían que no muchos se atrevieran a aventurarse a la intemperie. Suspiré. Entonces, Harumi sugirió que hiciéramos algo.

―Bien ―dije, levantándome―. ¿Qué? ―pregunté.

Si las vacaciones fueran eternas, entonces no podría usar magia hasta dos años más. Sería un problemón, creo. Se levantó y me preguntó qué íbamos a hacer.

-Bueno... No he pensado en eso.- contesté con una sonrisa inocente mientras me fundía la mente viendo qué sería divertido para hacer de día, en un lugar casi desierto y mientras hacía muchísimo frío... ¿No había quedado nieve en ningún lado? Si se había derretido todo, ¡qué lástima!

Sonreí con ella, mientras intentaba pensar algo.

―Pueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeees... ―dije―. Podríamos... eeem... ―no se me ocurría nada―. Podríamos ir al Bosque, a las Cocinas, o podríamos quedarnos a pasear por los Jardines ―sugerí. Eran todas malas opciones, pero ligeramente mejores a quedarnos quietas, con riesgos de sufrir hipotermia.

Correspondió mi sonrisa. Por lo menos ella había dado opciones, no como yo... Que hablaba por hablar.

-Nunca he ido a las cocinas... Escuché cómo se supone que hay que entrar y eso pero...- comenté, al aire de nuevo. Podía ser buena idea, además ahí dentro probablemente al menos no nos congelaríamos.

(Off: ¿Unos posts más y abro en las cocinas a la noche? Porque ahora me tengo que ir u.u y la próxima debería abrir yo xD)

Harumi aceptó mi segunda opción, la más sabia en mi opinión: las Cocinas.

―Pues, no sabes lo que te pierdes ―dije, alegre―. Los Elfos son criaturas sorprendentes, y suelen ser muy simpáticos ―y luego añadí―: y tiene calefacción.

Reí suavemente, metiendo mis manos en los bolsillos.

(off: Cuando vos quieras, abrí nomás n.n)

-¡Entonces vamos!- sin siquiera pensarlo, ya estaba decidido. Me encaminé hacia adentro, esperando que ella me siguiera. Mientras caminaba volví a intentar calentar mis manos con el aliento...

(Off: Ahora voy y te paso el link por MP n.n)