Dance in the velvet Moon { Harumi Isamu }

Las vacaciones de invierno llegaron más rápido de lo que pensé, incluso ahora -después de haber recibido una carta de mi padre en donde me indicaba que estaría ausente un largo periódo- me encontraba en casa de Harumi, mi mejor amiga. La familia de ella me agradaba, seguramente porque todos eran muggles, excepto Hikaru. Él me parecía misterioso y algo distante en algunas ocasiones, pero estoy segura de que es un buen chico.

Un viernes por la tarde, llegó a mis oídos que una discoteca estaba cerca, y como toda chica aburrida decidí ir por la noche a bailar. Antes de avisarle a la Hufflepuff, pedí permiso a sus padres de dejarnos ir, y muy amablemente ofrecieron a Hikaru a llevarnos, pero éste respondió con un "¿ahhh?" típico de los hermanos mayores que son obligados a cuidar del menor. Se le notaba que no tenía ganas de ir, pero le propuse que sólo nos llevara y fuese a buscar luego y de mala gana accedió.

Ya cuando estaba oscuro, pasé al cuarto de Haru a buscar mis cosas para ver que ponerme y arreglarme -a todo ésto ella ya estaba informada- de modo que di vuelta mi maleta en la cama en la que dormía. - Tu hermano anda de mal humor por tener que llevarnos, así que te propongo que seamos malas y nos vayamos solas.. - Propuse a la chica de rasgos asiáticos como yo, con una voz traviesa, y una sonrisa del mísmo tipo.

(Off: ¡Por fin te dignaste a rolear con tu mejor amiga y confidente! xD)

Ayame estaba en casa pasando las vacaciones de invierno. Un día me enteré de que ella tenía planeado ir a la discoteca que quedaba cerca, ¡hasta le había pedido permiso a mis padres! Amaba la actitud de mi mejor amiga. Midori y Ryo le dijeron a Hikaru que nos acompañara, ¡qué fiasco! Ir a bailar con mi hermano mayor... Por suerte él no quería. Pero nos llevaría... ¡Bah!.

Mientras estaba arreglándome en mi cuarto Ayame entró, también para prepararse. Ya había anochecido, ella estaba buscando ropa en su maleta cuando me propuso la mejor idea de todas, con esa sonrisa traviesa que siempre tenía.

-¡Estaba esperando a que tú me lo dijeras! ¿Ir a bailar con mi hermano mayor? ¡Pero por favor! ¿A quién se le ocurre?...- contesté dejando de lado el maquillaje, sonriéndole también.

Volví al espejo. Supuse que me veía graciosa cuando le hablé, pues tenía un ojo delineado y el otro no. En cuanto termináramos de prepararnos podíamos ir.

Como ya mencioné antes, propuse a la chica irnos solas. No sabía lo que se sentía ir a una fiesta acompañada de tu hermano, puesto que no tenía uno, pero supuse que sería desagradable. Solté una risita ante su comentario, pero también aportó su apariencia del momento: un sólo ojo delineado. - ¡Ok! - Fue lo único que dije con energía, poniendo sobre la cama -echando antes todo lo que estaba segura NO usaría a la maleta- las prendas posibles. Tenía presente que era invierno, y que no debía ir con algo muy desabrigado, pero tenía entre las opciones unas faldas que podrían ser elegidas.

- Humm.. no me decido aún.. - Comenté al aire, mirando lo que tenía ante mis ojos. Finalmente me decidí por uno, y me quité lo que tenía puesto en ese momento para probárme las ropas elegidas. - ¿Tú que opinas? -

Spoiler:

Abrí los brazos para que pudiese apreciarlo mejor. Además, me coloqué unas zapatillas largas, muy a mi estilo. Lo que respecta a maquillaje y accesorios lo vería una vez que me decidiera al 100% por éste atuendo.

Escuché que se rió por mi comentario o por mi cara, no lo sé. Pero me delineé el otro ojo, mientras seguía maquillándome y peinándome escuchaba el ruido que hacía revolviendo ropa en su maleta, yo ya tenía pensado qué me iba a poner... Escuché que pedía mi opinión y volteé a ver, ella mientras tanto posaba, creo.

-¡Genial! Me gustan tus zapatillas... Y combinaste muy bien los colores.- comenté sonriendo. Me di vuelta una vez más y ya habiendo terminado de maquillarme y ponerme los aros fui a buscar la ropa al armario.

Spoiler:

-¿Qué dices?- pregunté distraída mientras me miraba en el espejo. Tomé las pulseras y el collar, creía que combinaban genial... Pero...

-Creo que mejor me dejo el cabello suelto... El peinado no me favorece...- comenté al aire.

- Claro que sí, si soy una genio~ - Dije presumidamente, dando un giro para lucir lo que andaba trayendo. Ahora debía maquillarme, y comencé a deliniarme los ojos.. no quería un maquillaje muy llamativo, con algo sobrio bastaba. Me puse brillo en los labios, y ya estaba lista.

- Te ves bien.. me gusta ese tipo de remera.. - Le señalé con una gran sonrisa. Noté que se soltaba al cabello, y me pareció que hacía lo correcto, le quedaba mejor el cabello suelto, además de que yo también había decidido ir así. Me puse de pie, para ponerme frente al espejo grande -ya que el espejito que usé para el maquillaje era muy pequeño- y me probé joyas. Unos aros, pulseras y un gran collar adornaban mi atuendo para la discoteca. Me eché perfume -cuyo olor me recordaba a mi fallecida madre- y ya estaba lista. - Ikuso!! (vamos) - Exclamé en japonés finalmente. Lo dije aunque aún no había visto si Harumi estaba lista o no.

Bien, la ropa, el maquillaje y los accesorios estaban listos. Ahora estaba arreglándome el pelo, que llevaría suelto. Cuando me quedé conforme esperé a que Aya terminara, estaba poniéndose los accesorios y luego se puso perfume, cosa que yo había olvidado, así que la imité (pero con mi perfume, claramente) cuando dijo que nos vayamos en japonés.

-Haaii! (si)- contesté con energía cuando terminé y otra vez con una sonrisa.

Salí de la habitación y pasé junto a Haru frente a la familia de ella -quienes veían televisión- me despedí de ellos apenas con unas señas y esperamos a que Hikaru nos siguiera. Llegamos hasta afuera y le dieron ganas de ir al baño, asi que mientras iba tomé del brazo de mi amiga y la hice correr antes de que volviera.

Un poco más allá, me detuve para tomar aire. - Uff, creí que jamás perderíamos tu casa de vista.. jee - Dije agitada. Ahora podíamos caminar con tranquilidad hasta la discoteca y pasar una agradable noche bailando al rítmo de la música.

Salí detrás de Ayame y saludé a mi familia desde lejos, estábamos afuera y Hikaru volvió a entrar con la excusa de ir al baño, aunque seguro lo que quería era retrasar la salida. En ese momento Aya me tomó del brazo y comenzamos a correr por la ciudad.

-No teníamos que ser taaaaaan exageradas, ahora caminemos que ya estamos bastante cerca.- respiré bien antes de contestarle y después le acomodé un mechón de cabello que tenía en la cara por culpa de haber corrido.

Caminamos un par de cuadras más hasta entrar a la discoteca.