Encuentro no deseado (Harumi Isamu)

Abigail caminaba por las mazmorras con paso lánguido y despreocupado. De dirigía lentamente a la Sala Común de Slytherin, cuando un maldito adoquín flojo se cruzó por su camino, y tropezó, haciendo que cayera de forma poco decorosa sobre el piso.

―Au ―se quejó la castaña, llevando sus manos a su rodilla, el lugar que había recibido el mayor impacto. Se apoyó contra la pared para descansar un poco, pues el golpe había sido fuerte.

Notó que el suelo no estaba cálido precisamente. Pero luego recordó que estaban en pleno invierno.

―No eres más tonta, Abigail, porque no te levantas antes ―se retó a sí misma en voz alta. Su voz resonó en la mazmorra.

(Off: Creeme, lo mío es peor xD)

Ese día se me había dado por caminar en el castillo, ya que afuera llovía y no me gustaba precisamente mojarme. Sin embargo y sin saber por qué, estaba caminando, por así decir, en el lugar más frío del castillo: Las Mazmorras. Me sentía ajena, pues sabía que este lugar casi era territorio Slytherin.

Iba distraída cantando en voz baja una canción en japonés.

Donna kimi mo donna toki mo uketomeru kara...

Cuando escuché una voz, y sólo había una chica por allí, Slytherin, claro. Parecía tener la rodilla raspada y hablaba consigo misma. Creo que la conocía de clases, pero no me caía precisamente bien. Bueno, en realidad nunca había hablado con ella.

-Hola- saludé una vez que ya estaba cerca. Pues me parecía grosero no hacerlo.

Al oír otra voz, Abigail se levantó rápidamente.

―Hola ―repitió el saludo, con voz más dura de lo que pretendía. Reconoció su rostro. Iban juntas a clases―. Y dime, ¿qué hace una tejón aquí abajo? ―preguntó. La chica no le caía muy bien.

Harumi. Así era su nombre. O parecido. Era un nombre difícil, decidió la serpiente, escudriñando su rostro con ojo crítico.

La chica se levantó rápido cuando la saludé. Yo no recordaba su nombre, y dudaba que recordara el mío, menos siendo japonés. Me saludó con voz dura y "mirándome mal" o al menos eso parecía.

-Sólo paseaba, ¿acaso no puedo?. ¿Me recuerdas tu nombre?- traté de ser amable con ella, por más difícil que fuera.

La chica tenía carácter. Abi tenía que admitirlo. Eso hizo que le cayera un poquiiiito mejor. Pero solo un poquito.

―Solo decía ―comentó―. Tengo enterado que no a muchos les gustan las mazmorras. Soy Abigail Adams ―tendió su mano para que la estrechara―. Tú eres Harumi, ¿me equivoco? ―preguntó, con una leve sonrisita de suficiencia. Nunca estaba de más que le recordaran que tenía razón.

La rodilla le molestaba mucho a la serpiente. Decidió que luego iría a la Enfermería para que se la vieran.

Abigail, si, eso. La conocía. ¿Ella recordaba mi nombre? Que raro. Me tendió su mano y le correspondí el gesto.

-Harumi Isamu, si.- luego de estrechar su mano la solté

-Tal vez el hecho de que sean tan oscuras y frías tenga que ver, aún más en invierno.- comenté, esbozando una sonrisa pequeña.

Había acertado en su nombre, pero ella lo había hecho en lo de las mazmorras.

―Quizás ―repuso Abigail, reconstruyendo su orgullo, que estaba tan roto como su rodilla―. Pero eso me lleva a mi primer interrogante otra vez ―sonrió―. ¿Te gusta el frío? ―preguntó la serpiente, sin intenciones mayores que una conversación.

¿Quizás? Si yo tenía razón... Contesté a su pregunta.

-No me desagrada pero tampoco me gusta, ¿por qué? ¿a ti te gusta?- pasé el peso de mi cuerpo a la otra pierna, llevaba caminando un buen rato y ahora estaba algo cansada. Vi otra vez su rodilla, pero no pregunté, me parecía indiscreto hacerlo.

La serpiente bufó suavemente. Su bufido sonó como un siseo, que le hizo escapar una risita.

―Sí, me gusta ―respondió con dignidad, recargando su peso contra la pared―. Si no, no estaría aquí ―repuso en un susurro. Notó la mirada de Harumi sobre su rodilla, pero no hizo comentario alguno―. Siéntate, el piso no muerde ―comentó, sentándose ella primero―. A menos que tengas miedo que se te congele tu traserito.

(off: mierda, me está costando ser mala! n.n)

(Off: Jajaja xD Yo nunca podría rolear como malvada u.u)

Me contestó con dignidad, como si el hecho de que le gustara el frío fuera bueno. El piso no muerde... Uno nunca puede estar seguro de esas cosas en Hogwarts, pero el hecho era que yo estaba cansada de caminar, la vi sentarse y escuché su comentario, el cual ignoré. Me senté, a cierta distancia de ella, contra la pared.

En realidad sí, el piso estaba helado y también la pared, era casi como hielo. Pero si yo había estado sentada sobre la nieve, ¿qué más da? Igual junté mis piernas y las abracé.

-¿Qué te pasó en la rodilla?- hablé sin pensar, había decidido no preguntar antes y ahora lo había hecho, ¿qué sentido tenía eso? Bueno, ahora ya estaba hecho. Me mordí el labio inferior.

―Me caí por un maldito adoquín, y todo el impacto del golpe fue en la rodilla ―¿Abigail había dicho eso? Era extraño. El "qué te importa" era más normal en ella.

El piso estaba frío, ya lo había notado una vez, y lo volvía a notar. Y el ambiente cada vez estaba más humedo.

―¿Está lloviendo? ―inquirió, aunque realmente no le importara.

Me había contestado técnicamente de buena manera.

-Ah.- fue mi contestación, después de todo ni siquiera tenía la intención de preguntar. Algo normal, un tropezón.

-No sé ahora, pero antes de que viniera llovía. Sino yo estaría afuera, en el aire libre...- era cierto, no me agradaba mojarme. Apoyé mi mentón en las rodillas, en signo de aburrimiento.

Abigail oyó su respuesta, y apoyó su espalda contra la pared, soltando un suspiro. Se aburría, y notaba como Harumi también, pero no encontraba tema de conversación. Sentía que hablar con la tejón era como hablar con una pared. Una pared con la que no se tenía ganas de hablar, de todas formas, pero el aburrimiento te llevaba a hacerlo.

―Joder, eres aburrida ―repuso Abi en voz alta, lo suficiente como para que lo escuchara.

Miraba a Abigail de reojo, que se recostaba contra la pared. Levanté la cabeza cuando escuché su comentario y dirigí mi mirada hacia ella.

-¿Eso te parece? ¿Lo apostarías? Entonces propón algo para hacer, y yo te sigo. Sino, esto no tendrá sentido y preferiría haber seguido de largo en vez de detenerme para hablar contigo.- mi comentario no fue amable, pero tampoco insultante. A mí me era difícil divertirme dentro del castillo, prefería estar afuera... Pero llovía, que desgracia. No sabía si levantarme e irme o quedarme allí, en compañía de la chica que todavía me caía mal, pero no tanto.

La chica iba en proceso de agradarle a Abi. Tenía actitud, y sabía poner los puntos sobre las íes.

―Propón algo tú ―era una sugerencia, pero sonó más imperativo de lo que la serpiente había deseado.

Ella prefería estar afuera, y le daba la impresión que la tejoncita también. Pero no tenía ganas de mojarse. Al menos, no de momento.

¿Es que ella estaba jugando conmigo o qué? Bien... Si eso era lo que quería.

-Te propongo... Ir al Bosque Prohibido.- dije lo primero que se me ocurrió. Luego me acordé que llovía... Genial, ¿no sería tenebroso? El bosque no daba tanto miedo como aparentaba, al menos no si uno va con compañía. Además, ¿qué mejor remedio para el aburrimiento? Esperaba que ella aceptara, o dijera que sería aburrido, o lo rechazara, no sé; mientras me arreglaba un poco el cabello, además de estirar mis piernas.

Sugirió ir al Bosque Prohibido. Genial. La humedad arruinaría mi cabello (off: acabo de encontrar el motivo del rencor xDxDxD). Pero ésto ya era personal.

―Si tú te atreves... ―dije, con mi voz destilando superioridad. Me levanté, pero luego deseé no haberlo hecho―. Pero primero vayamos a la Enfermería ―la maldita rodilla dolía, pero no entendía por qué había dejado demostrarlo.

¿Qué si me atrevía? ¿Si yo lo había propuesto, cómo iba a no hacerlo? Me levanté del suelo cuando vi que ella lo hacía.

-Claro, vayamos, será aburrido si no puedes correr o caminar bien.- por alguna razón, ya había perdido las ganas de ser amable con ella. Me acerqué a ver si se dejaría ayudar o sería tan orgullosa como para caminar sin ayuda hasta la enfermería con la rodilla así. Esto me dio una sensación de deja vu sobre algo que me había pasado a mí, pero no le di importancia, yo no era como mi hermano, que me había cargado en brazos sólo porque me sangraba la rodilla... Y me la curaron apenas un minuto después.

Abi intentó dar un par de pasos, pero el dolor de rodilla era demasiado fuerte. Vio a Harumi acercarse, e internamente agradeció.

―¿Podrías ayudarme? ―pidió, con voz un poco estrangulada. No estaba acostumbrada a pedir ayuda. Y no era algo a lo que quisiera acostumbrarse. Pero la rodilla estaba matándola, y sería más decoroso que la vieran siendo ayudada por una Hufflepuff, que la vieran arrastrándose.

(off: Che, ¿cómo hacemos? ¿Hacemos el post en la Enfermería, o directamente pasamos al Bosque?)

(Off: Vamos directamente al bosque xD, es más cómodo, creo. Mañana a la tarde abro y te paso el link por mp... Ahora me toca a mí abrir, a menos que vos quieras hacerlo xD)

Aunque su voz no sonaba precisamente como una súplica sonreí para mis adentros, (y creo que también hubo una mueca en mi cara) me acerqué más y coloqué su brazo tras mi espalda, para ayudarla a caminar, la enfermería estaba bastante lejos, pero llegaríamos. En estos momentos hubiera sido estupendo tener diecisiete años para poder aparecerse, aunque en Hogwarts no se podía.