Conflictos en un momento de relajo. [Roikan-Suir]

Aún sopesando en qué es lo que debería hacer, Arianne se vio sorprendida al recibir el beso. Al principio, era un beso tranquilo, hasta casto, pero ella decidió jugar un poco más. Lo acerca y abre un poco la boca para besarlo verdaderamente.

Quería, no, necesitaba demostrarse que ella aún podía mantener la situación bajo su control, que ella se detenía cuando quería, como ella deseara. Y con un besito no podría hacerlo pues ¿qué tanto podría descontrolarse?

"Aléjate" se dice, al ver que comenzaba a tirar con un poco más de fuerza el cabello del chico, cuando se da cuenta que la situación le gustaba. Abre los ojos y se sorprende de haberlos cerrado y era ese el momento de alejarse y de salir victoriosa de su provocación. Lastima que su cuerpo no haya hecho caso a su mente.

El hecho de que no lo esquivara o lo repeliera de alguna forma me extraño, ¿que planearia? era lo que se preguntaba mi subsconsciene, aunque mi mente se centraba en lo mas importante, ella, y en corresponder el beso lo mas apasionadamente, llegando incluso colocar mis manos sobre su costado levemente.

Habian dos palabras para descibrir esto, la primera era extasioso, no porque fuera como una droga, que probabablemente y cada vez mas perdia las ganas de cortar el beso, y apasionado, porque hacia mucho que no sentia algo asi, y realmente me maravillaba.

La situación ya no era divertida, no, la chica no sabría como definirla, pues se le estaba saliendo de control y ella no hacía mucho para evitarlo. Sólo tenía en claro el latido rápido de su corazón, que le hacían zumbar los oídos y la mano de Roikan, que sentía que le quemaba. Mordiendo ligeramente el labio inferior del chico, busca la otra mano de él para colocarla donde debía estar... en ella.

"No, aléjate" se repetía pero no atinaba a hacerlo, pues estaba más preocupada de dejarle en claro a Roikan quién mandaba.

Esta situacion me gustaba cada vez mas, segun dijo ella, el primer nivel del juego se habia acabado, fuesto qu ya no eran roces, asi que bueno, como si de un concurso se tratara estaba ¿orgulloso? Creo mas bien que estaba excitado y pese a los años de autocontrol, manipulado en parte.

Pero sea como fuere, yo me sentia bastante bien, algo que no habia ocurrido mucho desde hace diez años asi que disfrutaria al maximo, algo me decia que pronto ocurriria una desgracia...

Arianne se aleja finalmente, no por hacerle caso a su cabeza, sino porque el cansacio había llegado a ella de golpe. Muchas cosas en un sólo día, muchas emociones para alguien que no sabe sentir. Observa atentamente al chico y deja escapar un suspiro.

―Creo que es un empate, ¿no? ―susurra, desviando su mirada.

No lo podía creer, ¿la chica estaba aceptando que no se siente ganadora? Pues así es y no se sentía especialmente bien por ello. Todo lo que había ocurrido con él le quitó el control de la situación. Todo, sin excepción.

Camina en dirección a sus cosas y vuelve a arreglarse, sin siquiera mirarlo nuevamente, por lo menos hasta que se siente con valor nuevamente.

―Este día a sido una locura, cariño. ―¿De qué más podría hablar? De nada, es mejor irse por cosas superficiales para no demostrar lo débil que se siente.

Asiento con la cabeza, aunque mas que empate habia ganado ella, al final yo habia sucumbido ante ella y su juego, pero si queria que fuera un empate, un empate seria, aunque no sabia que habia hecho para merecerselo, pero bueno, que se le iba a hacer.

Vuelvo a la orilla junto con ella y al escuchar lo que dice concuerdo con ella.

-Una autentica locura, y bastante bien, muy bien.-dije con una sonrisa.-¿Quieres hacer algo ma?-pregunte sentandome sobre la hierba.

―¿Queda algo por hacer? ―le pregunta ella con una sonrisa. A lo que niega levemente y agrega―. Estoy agotadísima. No es normal para mí tantas... aventuras en un sólo día.

Arianne se sienta a su lado y observa el lago. Pensar que si no hubiese decidido salir del castillo, ahora no se sentiría tan... extraña. Sonríe al no saber describir el tipo de rareza, pero ya estaba hecho, había envidiado a un Gryffindor, había aceptado la ayuda del mismo y finalmente, terminó besándolo.

―¿Siempre eres así, Roi? ―le pregunta, volteando a mirarlo―. ¿Siempre tratas de ayudar a todos?

Era normal que estuviera tan agotada, aun me sorprende que siga en pie, deberia de haberse desmayado por el agotamiento o haber perdido levemente la consciencia como poco, pero no, quiso seguir jugando y aguanto, debia de reconocerlo.

-¿Eh?-pregunto saliendo de mis pensamientos.-No lo se, creo que quizas es una forma de intentar devolver las malas acciones que he cometido, pero me siento bien ayudando a la gente, asi que ¿porque no hacer algo que te hace sentir bien? Por la misma razon juegas tu, no porque sea bueno o malo, sino porque de alguna forma u otra te hace sentir bien, ¿o me equivoco?

Arianne levanta una ceja y lo observa divertida.

―Nunca lo había visto de esa forma ―contesta, meditándolo levemente―, siempre me preocupé por jugar nunca de ver el motivo por el cual lo hago. Sin embargo, tienes razón, lo hago porque al demostrar que soy mejor o que controlo las situaciones a mi antojo me siento bien conmigo misma.

Se acerca a su oído y le dice.

―Eres el único que ha visto a esta Arianne. ―Ella suspira―. Y espero que que se mantenga así siempre. Has visto muchas facetas mias en este día no quiero que todo Hogwarts se entere que soy más humana de lo que creen.

-Y por haberlo hecho me siento como un privilegiado.-conteste con una sonrisa mientras miraba al cielo.-Tranquila soy una tumba.

Toma ironia, pronto acabaria en una asi que interiormente me reia, pero tambien me entristecia levemente, aunque lo tenia asumido, como aquel que lleva años esperando su ejecucion, cuando esta llega no tiene nada que temer.

-Ademas de toooodas las facetas que he visto, me ha atraido especialmente la ultima.-dije inocentemente, mientras hacia aparecer dos ranas de chocolate que parecian estar peleandose entre ellas.-Vamos, aposte cinco galeones por ti chiquitina, matala.

Arianne sonríe al ver las ranas pelear y toma una para luego morderla. Al tragar hace una mueca y dice:

―No me gusta lo dulce, pero no me es grato saber que unas ranas tienen tu atención, teniendome al lado.

Le sonríe de medio lado y no pudo evitar notarlo... distinto. Si no fuera porque ella es observadora ese leve momento de tristeza que cruzaron por los ojos de Roikan, hubiese pasado inadvertido. No preguntó, no era necesario involucrarse aún más, no ahora que ella ya estaba volviendo a ser la Slytherin arrogante que siempre es.

-No tengo que mirar a lo que quiero ver para verlo, creeme mi atencion esta centrada en ti, pero con las ranas me divertia un poco, ahora ya no sabre quien es la ganadora.-dije tristemente inocente.-Que ironico, que alguien que es dulce no le gusten los dulces.-dije riendo como un niño sin maldad alguna.

Hice desaparecer mi rana de chocolate, pero sabia que de la proxima no se escaparia, lucharia por su vida contra otra rana.

Arianne mira para todos lados como si estuviera buscando a alguien, pero al ver que estaban solos vuelve su mirada a Roikan y le pregunta con una ceja alzada y una sonrisa divertida.

―¿Hablas de mi? ―pregunta como si no pudiera creer que le dijera dulce―. Vaya, creo que no he dado la imagen que deberia, ahora crees que soy dulce.

Niega lentamente y observa como el chico hace desaparecer la otra rana de chocolate.

―Yo puedo divertirte más que un par de chocolates con complejo de ranas. ―No puede evitar reir pues su comentario, a pesar de ir con buena intención, sonó con si lo estuviera provocado.

-No lo creo, lo se, pueden haber muchas mascaras tras las que te ocultes, pero daria el brazo derecho de Hagrid a que en el fondo eres dul-ce.-dije haciendo incapie en esa palabra.-Y quisera llegar a verla, asi que tendre que esforzarme por sacarla.-luego comprendi lo que dije.-A la Arianne dulce quiero decir.-no queria malinterpretaciones, ya que el posible interrogatorio podria volverse en mi contra.-¿Porque no crees que no eres dulce?

Escuche lo que dijo.

-Tu puedes divertirme mas que la mitad de la chicas de Hogwarts.-puntualice su propio comentario.

Se rie ligeramente y le dice cuando ve que él de verdad creía de una posible dulzura por parte de ella.

―Puede que sea dulce, muy, muy pero muy en el fondo, Roikan, al nivel de que nadie ha llegado ahí. No he tenido una imagen femenina para poder imitar, mi padre siempre es muy estoico y poco afectivo no puedes pedir más.

Arianne le dice con tranquilidad, en realidad sin darle mayor importancia al tema.

―Y no me sorprendería que logras verla, Roi, has visto más facetas mías que yo misma. Hasta yo me sorprendo como he actuado.